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Año 10 - N° 465 - 15 de Mayo de 2016
Traducción
Elza Ferreira Navarro - mr.navarro@uol.com.br
 

 
 

Suicidio: una cuestión
de salud pública


Con el importante apoyo del IDE – Instituto de Difusión Espírita, de Araras (SP), se desarrolla en el momento en este país una importante campaña cuyo objetivo principal es esclarecer a la población acerca del tema suicidio y, con eso, reducir su incidencia, que atingió en los últimos años un incremento jamás visto.

El asunto es el tema central de la entrevista que nos fue concedida por el cofrade Antonio Carlos Braga dos Santos, uno de los relieves de la presente edición.

La campaña a que nos referimos parte de la suposición de que el tema suicidio no puede más quedarse en las sombras y que es necesario hablar sobre él de manera abierta y clara, una vez que su prevención empieza con el esclarecimiento.

Al final, estamos delante de una cuestión de salud pública y es así, de manera clara y transparente, que las cuestiones de esa naturaleza deben ser tratadas.

Ésta es la cuarta vez que en este espacio examinamos el tema suicidio, sus causas y sus consecuencias (¹). Existe, no obstante, un aspecto relacionado con el tema que nos parece fundamental en lo que se refiere a la cuestión de la prevención.

Como ya escribimos oportunamente, las pruebas, las dificultades, las vicisitudes y las tentaciones hacen parte del proceso evolutivo y, dada su naturaleza, no desaparecerán de nuestro camino simplemente porque nos esclarecemos.

Ya tratamos con personas bien informadas con relación al suicidio, que intentaron matarse más de una vez, lo que no se dio porque acabaron socorridas a tiempo. Conversando con ellas, nos dijeron que, cuando la idea mórbida es insistente y el asedio es muy grande, difícilmente la persona se acuerda de lo que aprendió o reúne fuerzas para contenerse.

Aumenta, entonces, la necesidad de la oración constante y de la vigilancia, tal como recomendado por Jesús en una frase que todos conocemos: ¡Vigilad y orad para que no caigáis en tentación!

Es inevitable que nos acordemos aquí la respuesta que los instructores espirituales dieron a Kardec con respecto a la influencia ejercida por los malos Espíritus, que adelante reproducimos:   

469. ¿Por qué medio podemos neutralizar el influjo de los malos Espíritus?

“Practicando el bien y poniendo en ello toda vuestra confianza en Dios, rechazaréis la influencia de los Espíritus inferiores y destruiréis el imperio que querrían tener sobre vosotros. Guardad de prestar oídos a las sugerencias de aquellos Espíritus que despiertan en vosotros malos pensamientos, que fomentan la discordia entre los hombres y excitan en vosotros todas las pasiones viles. Desconfiad, sobre todo de aquellos que halagan vuestro orgullo, porque os están tomando por vuestro lado débil. He ahí por qué Jesús os hace exclamar en la oración dominical: ‘Señor, no nos dejéis caer en tentación, pero líbranos del mal’”. (El Libro de los Espíritus, cuestión 469.)   

Si el consejo dado por los inmortales funciona contra una influencia externa – la que es ejercida por los malos Espíritus –, él hay de ciertamente funcionar contra las influencias internas, las que vienen de nuestras inclinaciones infelices, que son lo que genera, como sabemos, las llamadas tentaciones y buena parte de los procesos obsesivos.

La prevención del suicidio requiere, como se ve, una conjunción de factores que se inicia con el esclarecimiento, pero no se agota en él.

Se trata de un objetivo mayor y mucho más amplio, que nos ayudará en la superación de las dificultades y vicisitudes inevitables en el proceso reencarnatorio.

Nos referimos al equilibrio de nuestra alma, con la convicción de que un alma equilibrada será capaz siempre de depararse y superar cualquier desafío, por más doloroso que sea, sin dejarse llevar por el engañoso recurso de la evasión, consciente de que el suicidio no resuelve problema ninguno, simplemente lo agrava.    


(¹)He aquí los títulos y los enlaces pertinentes a los editoriales anteriores:

Suicidio: opción tola e inútil
http://www.oconsolador.com.br/ano6/279/editorial.html

El suicidio y sus nefastas consecuencias
http://www.oconsolador.com.br/ano8/377/editorial.html

Cuando el silencio no ayuda
http://www.oconsolador.com.br/ano8/382/editorial.html




 


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O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita