Damos continuidad al estudio del libro Qué es el Espiritismo, obra lanzada en París en julio de 1859. El estudio será presentado en 19 partes. Las páginas citadas en el texto sugerido para la lectura se refieren a la 20ª edición publicada por la Federación Espírita Brasileña. Las respuestas a las preguntas sugeridas para debatir se encuentran al final del presente texto.
Preguntas para debatir
A. ¿Qué es necesario para que una reunión espírita sea provechosa?
B. ¿Cuál es el objetivo de las manifestaciones espíritas?
C. ¿Cómo ocurren las comunicaciones espíritas inteligentes?
Texto para la lectura
133. Para comunicarnos con los Espíritus no hay días, ni horas, ni lugares más propicios los unos que los otros. Para evocarlos, no existen fórmulas ni palabras sacramentales o cabalísticas. Los médiums reciben las comunicaciones de manera tan simple y natural como si fuesen dictadas por una persona viva, sin que salgan del estado normal. (Cap. II, ítem 49, pág. 168.)
134. El llamado a los Espíritus se hace en nombre de Dios, con respeto y recogimiento; es lo único que se recomienda a las personas serias que deseen entrar en relación con los Espíritus serios. (Cap. II, ítem 49, pág. 168.)
135. Fuera del terreno de lo que pueda ayudar a nuestro progreso moral, sólo hay incertidumbre en las revelaciones que se pueden obtener de los Espíritus. La primera consecuencia perjudicial para aquél que desvía su facultad de su objetivo providencial, es ser mistificado por los Espíritus mentirosos que pululan alrededor de los hombres; la segunda es caer bajo el dominio de esos mismos Espíritus; la tercera es perder, después de la vida terrestre, el fruto del conocimiento espírita. (Cap. II, ítem 52, pág. 169.)
136. Los médiums presentan muy numerosas variedades en sus aptitudes. No debemos esperar de ellos aquello que está fuera de los límites de su facultad. (Cap. II, ítem 54, pág. 170.)
137. Las mesas parlantes fueron el inicio de la ciencia espírita; pero hoy, que se poseen medios de comunicación tan rápidos y completos como los hay entre los vivos, nadie recurre más a ellas, sólo accidentalmente y como experimentación. (Cap. II, ítem 55, pp. 170 y 171.)
138. De todos los medios de comunicación, la escritura es, al mismo tiempo, el más sencillo, el más rápido, el más cómodo y el que permite un mayor desarrollo; es también la facultad que se encuentra con más frecuencia. (Cap. II, ítem 56, pág. 171.)
139. El médium escribe bajo la influencia de los Espíritus, que se sirven de él como de un instrumento; su mano es conducida por un movimiento involuntario que, muy a menudo, no puede dominar. Ciertos médiums no tienen conciencia alguna de lo que escriben, otros la tienen más o menos vaga; es lo que distingue los médiums mecánicos de los médiums intuitivos y semimecánicos. (Cap. II, ítem 58, pág. 171.)
140. El médium tienen la facultad de poder comunicarse, pero la comunicación efectiva depende de la voluntad de los Espíritus. Si éstos no quisieran manifestarse, el médium no obtendrá nada. Se concluye, entonces, que ningún médium tiene el poder de obligarlos a que se presenten. (Cap. II, ítem 59, pág. 171.)
141. La oscuridad necesaria para la producción de ciertos efectos físicos se presta, sin duda, a la sospecha, pero no prueba nada contra su realidad. En Química, algunas combinaciones no pueden ser realizadas con luz. Ahora bien, todos los fenómenos espíritas son resultado de una combinación de los fluidos propios del Espíritu con los del médium. Puesto que esos fluidos son materia, no es de sorprender que, en ciertas circunstancias, esa combinación sea trastornada por la presencia de la luz. (Cap. II, ítem 61, pág. 172.)
142. No existen médiums universales, con aptitud para producir todos los fenómenos. Es, pues, un error creer que basta ser médium para recibir, con igual facilidad, comunicaciones de cualquier Espíritu. (Cap. II, ítem 63, pág. 173.)
Respuestas a las preguntas propuestas
A. ¿Qué es necesario para que una reunión espírita sea provechosa?
Para ser provechosa, la reunión debe, como condición principal, ser seria y realizada con recogimiento, respeto y religiosidad. (Qué es el Espiritismo, capítulo II, ítems 44 a 46, pág. 166.)
B. ¿Cuál es el objetivo de las manifestaciones espíritas?
El objetivo de las manifestaciones es convencer a los incrédulos de que todo no acaba para el hombre con la vida terrestre y dar a los creyentes ideas más exactas sobre el porvenir. Los buenos Espíritus vienen a instruirnos para nuestro mejoramiento y adelanto, y no para revelarnos lo que aún no debemos saber, o lo que sólo debe ser conseguido mediante nuestro trabajo. (Obra citada, capítulo II, ítems 50 y 51, páginas 168 y 169.)
C. ¿Cómo ocurren las comunicaciones espíritas inteligentes?
Las comunicaciones inteligentes se realizan, como las otras, por la acción fluídica del Espíritu sobre el médium, siendo necesario que el fluido del intermediario se identifique con el del Espíritu comunicante. La facilidad de las comunicaciones depende del grado de afinidad existente entre los dos fluidos. (Obra citada, capítulo II, ítem 62, pág. 172.)
