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Entrevista Português Inglês    
Ano 8 - N° 394 - 21 de Diciembre de 2014
ORSON PETER CARRARA    
orsonpeter@yahoo.com.br      

Matão, São Paulo (Brasil)
 
Traducción:
Ricardo Morante - rmorante3@yahoo.com
  

 
Isabela Pereira Dias Esperança: 

“Humberto de Campos, el escritor cuyo objetivo era escribir con provecho”

 Estudiosa de la obra de Humberto Campos, la profesora fluminense nos habla sobre la obra mediúmnica del notable escritor, que desencarnó hace 80 años

 Parte 2 e final 
 

Isabela Pereira Dias Esperança (foto), profesora de Lengua Portuguesa de la Secretaria de Estado y Educación de RJ, y de Lengua Española de la Fundación de Apoyo a la Escuela Técnica, es graduada en Letras con post-grado en Lengua española. Vinculada al Centro Espírita Hijos de la Luz, de Barra Mansa (RJ), ciudad donde nació y

reside, es espírita desde el 2010 y estudiosa e investigadora  de la obra psicográfica de Humberto Campos/Hermano X, cuyos 80 años de desencarnación son recordados ahora en diciembre del 2014. Por la extensión y el valor de la entrevista, la publicamos en dos partes. La parte final será publicada la próxima semana.

Por la extensión y valor de la entrevista, la publicamos en dos partes. La primera parte fue publicada en la edición pasada.

¿Qué cambió entre Humberto Campos encarnado y el Espíritu Humberto?

En el primer libro psicografiado de Humberto de Campos publicado en 1937 con el título Crónicas del Mas Allá de la Tumba, tres años después de su desencarnación ocurrida en 1934, ya en el prefacio el autor asume su pasado materialista, en el que las ideas trascendentales de perpetuidad del Espíritu serían idealistas y distantes de la realidad práctica de la vida. Estando encarnado, la naturaleza de su rebelión y su amargura ante los sufrimientos y dolores en la experiencias de la vida, como él mismo relata, impidió que la fe floreciese en su corazón perturbado, y aunque era conocedor del Espiritismo Consolador, éste no encontró el campo para traerle los beneficios y el alivio, por lo saturado que estaba de las fórmulas religiosas y filosóficas de su tiempo. Como él mismo dijo: “el peor enfermo es siempre aquél que ya experimentó todos los específicos (medicamentos) conocidos”. Desencarnado, se sorprendió con su nueva situación más allá de la tumba, pues en sus últimos años de vida consideraba al túmulo como el fin, pero ante la continuidad de la vida, quedó perplejo al encontrarse con la realidad espiritual, que no correspondía en nada a las ideas religiosas impregnadas de símbolos, de ángeles, infierno y cielo. Esta  nueva experiencia abre al final en su corazón hacia el medicamento evangélico, reconociéndose como un nuevo estudiante ante la eternidad, como cuenta en el relato “Desde un caserón de otro mundo”: “¡Ah! Dios mío, estoy aprendiendo ahora los luminosos alfabetos que tus elevados escribieron  con tiza de oro resplandeciente en el libro de la Naturaleza. ¡Hazme niño nuevamente para comprender la lección que  me enseñas!” La obra de Humberto de Campos desencarnado es el trabajo de un Espíritu intelectualizado, ahora despierto, que busca ávidamente regenerar su corazón, como escribe en el prefacio del libro Buena Nueva: “Existen Espíritus Esclarecidos y Espíritus Evangelizados, y yo, ahora, le pido a Dios que bendiga mi esperanza de pertenecer al número de estos últimos”.

¿Y el tema del Hermano X? ¿Qué resultó de eso?

El histórico caso del proceso promovido por la viuda de Humberto de Campos por los derechos de autor de los libros psicografiados por Francisco Cándido Xavier permitió a la Doctrina de los Espíritus, así como a los espíritas, probar la autenticidad y el valor de las verdades espirituales y universales que, en verdad, no pertenecen a nadie. El testimonio de las luchas materiales sufridas por el Movimiento to Espírita, dado en el que el Tribunal en que la justicia humana invalidó el derecho requerido a las producciones literarias atribuidas a un autor “Espíritu”, resultó en una divulgación favorable a la Causa así como la realización de estudios serios de las obras psicografiadas por el médium. Chico Xavier, quien se vio ante los tribunales justificando y defendiendo su tarea mediúmnica, en una carta dirigida al presidente de la FEB el 23 de noviembre de 1944, siempre dándonos a todos la muestra de su humildad, rogó en su desprendimiento, a los espíritas y amigos, que lo ayuden con silencio y oración y no con defensas precipitadas. Muchas veces, así como Simón Pedro, sacamos la espada para defender a Jesús, a la Doctrina y a la verdad, que son capaces de defenderse por sí solos, y nuestro amoroso Francisco Cándido Xavier sufría al ver a sus compañeros con tanto conocimiento evangélico transformarse en luchadores, olvidando los deberes cristianos y los ideales de caridad, bandera de la Doctrina codificada por Allan Kardec. Jesús nos avisó que “El Escándalo es necesario” y que enviaría a sus discípulos “al mundo como ovejas en medio de lobos”. En las palabras de Humberto de Campos en el libro Nuevos Mensajes, en el capítulo llamado “El Espiritismo en Brasil”, tenemos la siguiente declaración del director de una reunión en el plano espiritual, estando presentes numerosos compañeros de Allan Kardec ya desencarnados, en el que se discurría sobre el futuro del Espiritismo: “Urge, pues, que volvamos a Europa y a América donde, si campean las inquietudes y ansiedades, existe un deseo real de reforma, en favor de la gran cooperación por el bien común de la colectividad. Cierto, esa renovación es sinónima de muchos dolores y de los más largos tributos de lágrimas y de sangre; pero sobre las ruinas de la civilización occidental, deberá florecer en el futuro una sociedad nueva, sobre la base de la solidaridad y de la paz, en todos los caminos de los progresos humanos…”

¿Cuál es el perfil dominante en los textos de Humberto-Espíritu?

“Quería regresar al mundo que dejé, para ser nuevamente tu hijo, deseando hacerme niño, aprendiendo a rezar con tu Espíritu santificado en los sufrimientos”, dice Humberto de Campos en el texto “Carta a mi madre”. En el libro Nuevos Mensajes hay un apéndice cariñosamente escrito por Almerindo Martins de Castro, de manera que podamos comprender quien es Humberto de Campos. Él describe la dura infancia de Humberto de Campos, huérfano de padre, de crianza humilde en el interior brasileño, en una región pobre, que sufrió al lado de su madre el hambre y el frio de la pobreza irremediable, además de la poca instrucción formal. Define a Humberto de Campos como perseverante ante este sendero oscuro de dolores que marcó su vida hasta los laureles del reconocimiento como literato en la Academia Brasileña de Letras. Afirma Humberto de Campos: “Me gusta subir pero no me gusta cambiar de escalera”, así como en el párrafo de la carta destinada a su madre, en la que le gustaría rehacer el sendero ya vivido, ahora acepta el camino con Jesús, como narra en el cuento “Le traigo mi adiós sin prometer regresar pronto”, en el que sentía que estaba en deuda con la doctrina  por comprender El Parnaso Más Allá del Túmulo”. Tuvo la obra sus manos mientras estuvo encarnado, y aun así prevaleció su espíritu escéptico e irónico. Desencarnado, apareciendo la oportunidad por medio de las manos de Chico Xavier, reconocido como un gran cronista, Humberto de Campos nos envía Crónicas del Más Allá de la Tumba. En el prefacio de Cuentos y Apólogos, cuyo título es Ofrenda, nos ofrece sus historias resumiendo: “Te dirán todas ellas que, más allá de la muerte, florece la vida, tanto como de la noche resurge el esplendor solar, y que si hay flagelo y desesperación, ante el infortunio de los hombres, resplandecen siempre puras y renovadas la esperanza y la alegría ante la gloria de Dios”

¿Algo más que le gustaría agregar?

En la obra  Crónicas del Más Allá de la Tumba, Humberto de Campos relata en el capítulo 20 su encuentro con el apóstol Simón Pedro, en Minas Gerais, en que, sorprendido, cuestiona a la venerable entidad sobre los objetivos que entonces justificarían su presencia aquí en Brasil, y el noble apóstol le responde: “Vengo a visitar la obra del Evangelio aquí instituida por Ismael, hijo de Abraham y Agar, dirigida desde el espacio por los abnegados apóstoles de la fraternidad cristiana.” En la obra de Humberto de Campos queda claro el camino de Brasil, Corazón del Mundo, Patria del Evangelio, para que Jesús, nuestro guía y modelo, director del orbe terreno, nos invita a la abnegación con coraje y voluntad, pues estamos bajo su tutela amorosa, como dice el Espíritu de Verdad en el prefacio de El Evangelio según el Espiritismo:”Hombres, hermanos amados, estamos cerca de vosotros”. En el capítulo “La casa de Ismael” del mismo libro Crónicas del Más Allá de la Tumba, el autor espiritual nos revela que la obra espírita y su trayecto en el plano material es, mucho antes, conocida y analizada en el mundo espiritual y orientada con base en las leyes de amor, justicia y caridad que rigen todos nuestros destinos, a pesar de todas las incomprensiones y los combates que se dan en su trayectoria. Los numerosos relatos del  reportero del más allá, psicografiados por Chico Xavier, nos traen a la luz ese trabajo y ese esfuerzo del plano espiritual para que todos nosotros, que estamos bajo la tutela de Ismael, ampliemos en nuestros corazones los ideales sublimes del amor, la frontera de nuestra nación y de nuestro corazón extendiéndose y ampliándose de lo individual a lo colectivo y por todo el globo como un inmenso corazón irradiando los principios de la caridad, como esclarece Pedro Richard al estudiante Humberto de Campos en la obra Nuevos Mensajes:  ”La obra de Ismael tiene que comenzar en lo íntimo de las criaturas. (…) La casa de Ismael debe irradiar, antes que nada la claridad del amor y de la sabiduría espiritual, teniendo como objetivo el gran servicio de la edificación de las almas. (…) Iluminando al hombre, estará iluminada la obra humana”.

Sus palabra finales.

El Espíritu de Verdad, en el capítulo VI de El Evangelio según el Espiritismo, nos ruega: “¡Espíritas, amaos! Esta es la primera enseñanza. ¡Instruíos, ésta es la segunda!” Muchos de los relatos de Humberto de Campos, en las páginas psicografiadas por Chico Xavier, tratan de hechos de los que el autor participa narrando sus propias experiencias y su aprendizaje. En el libro  Nuevos Mensajes, en el cuento “En el Banquete del Evangelio”, Humberto de Campos narra una tarde de estudio del Evangelio presidida por generosos amigos espirituales, en que junto a compañeros intelectuales y hombres de letras como él, se recibía orientación del más alto valor. Mientras que él y los amigos juzgaban los acontecimientos a partir de las ciencias humanas, el instructor Pedro Richard los iluminaba con conceptos evangélicos: “Richard – dije yo, en determinado instante, valiéndome de los recursos de mi pasado literario, en el desarrollo de nuestra conferencia – ¿usted sabe que fue Pístrato quien ordenó la publicación de las rapsodias homéricas?  - Lo ignoro – respondió él, humildemente – en compensación, sé que Jesús ordenó a sus apóstoles escribir el Evangelio”. A semejanza de Jesús, gobernador del orbe, siendo tentado por los fariseos a exponerse a comprometerse con sus palabras, él “tienta” a su instructor.

En el capítulo 3 del libro  Buena Nueva (escrito después de  Nuevos Mensajes) tenemos una conversación similar en un encuentro de Jesús y el sacerdote Anás, hombre orgulloso por considerarse superior, en el que éste irónicamente inicia una conversación con Jesús preguntándole qué hacía en la ciudad: “¡Paso por Jerusalén buscando la fundación del Reino de Dios! – exclamó el Cristo, con modesta nobleza. – ¿Reino de Dios? respondió el sacerdote con acentuada ironía – ¿Y qué piensas tu tener que venga a ser?  - Ese Reino es obra divina en el corazón de los hombre – esclareció Jesús con serenidad. (…) - ¿Conoces Roma o Atenas? – Conozco el amor y la verdad – dijo Jesús con convicción. – ¿Tienes ciencia de los códigos de la Corte Provincial y de las Leyes del Templo? - inquirió Anás, inquieto – Se cuál es la voluntad de mi Padre que está en los cielos – respondió el Maestro con suavidad.

El estudiante Humberto aun insiste con el instructor Pedro Richard: “– ¡Ah! Es verdad… - dijimos nosotros (…) - sin los Evangelios todo esfuerzo del mundo corresponderá justamente al trabajo infructífero de las Danaides. - ¿Danaides? – exclamó nuestro amigo, en su faena educativa. – No necesito ese concepto mitológico, porque en el mismo Evangelio está escrito que no se coloca remiendo nuevo en paño viejo.” Ansiando por transformarse de Espíritu esclarecido a Espíritu evangelizado, rico en instrucción y carente de amor, ante el Amigo Sublime de la Cruz en el libro Lázaro Redivivo, Humberto de Campos, consciente de sus flaquezas, ruega a Jesús, inspirándonos a todos: “ya que es necesario que abandone mi viejo cántaro de fantasías, me cambio la túnica de las últimas vanidades literarias por el buril humilde del caminante, interesado en alcanzar la cuna distante, aun cuando hayan atajos difíciles y pedregosos.”



 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita