WEB

BUSCA NO SITE

Edição Atual Edições Anteriores Adicione aos Favoritos Defina como página inicial

Indique para um amigo


O Evangelho com
busca aleatória

Capa desta edição
Biblioteca Virtual
 
Biografias
 
Filmes
Livros Espíritas em Português Libros Espíritas en Español  Spiritist Books in English    
Mensagens na voz
de Chico Xavier
Programação da
TV Espírita on-line
Rádio Espírita
On-line
Jornal
O Imortal
Estudos
Espíritas
Vocabulário
Espírita
Efemérides
do Espiritismo
Esperanto
sem mestre
Divaldo Franco
Site oficial
Raul Teixeira
Site oficial
Conselho
Espírita
Internacional
Federação
Espírita
Brasileira
Federação
Espírita
do Paraná
Associação de
Magistrados
Espíritas
Associação
Médico-Espírita
do Brasil
Associação de
Psicólogos
Espíritas
Cruzada dos
Militares
Espíritas
Outros
Links de sites
Espíritas
Esclareça
suas dúvidas
Quem somos
Fale Conosco

Especial Português Inglês    
Año 7 315 – 9 de Junio de 2013
JORGE HESSEN                     
jorgehessen@gmail.com     
       
Brasília, Distrito Federal (Brasil)
 
Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org
 
 

Jorge Hessen

Espíritu y materia ante la ley de evolución


La Doctrina Espírita preceptúa que existen dos elementos generales en el Universo: “materia y Espíritu y, por encima de todo Dios”. (1) Emmanuel aclara que “por la voluntad divina, se condensó la materia cósmica en el Universo sin fin. La materia produjo la fuerza, la fuerza generó el movimiento, el movimiento hizo surgir el equilibrio de la atracción y la atracción se transformó en amor”. (2) De esa manera, se identifican todas las dimensiones de la vida en base de la ley de unidad establecida por el Creador, considerándose que en la Tierra “todos los movimientos de evolución material y espiritual se procesaron, como hasta hoy se procesan, bajo el patrimonio de Jesús”. (3)

¡La fuente de energía para todos los núcleos de la vida planetaria es el Sol, eso es un hecho! y todos “los seres reciben la renovación constante de sus radiaciones a través de la lluvia incesante de los átomos solares”. (4) De este modo, “las primitivas agregaciones moleculares, obedecieron al pensamiento divino de los preceptos de Cristo, cuando en las manifestaciones iniciales de la vida sobre la Tierra” (5) y en los “principios de la organización planetaria, encontraron, en el protoplasma (6) el punto de inicio para su actividad realizadora, tomándolo como base esencial de todas las células vivas del organismo terrestre”. (7)

Algunos conciben que en los seres inorgánicos todo sea “ciego”, pasivo, fatal; jamás se verifica “evolución”; no hay más que cambios de estados en la naturaleza intrínseca de la sustancia. Argumentan que los minerales no tienen forma propia, mientras que los “seres vivos” poseen forma específica. Los seres brutos presentan composición química simple, mientras que la “sustancia viva” es compleja. Los minerales no presentan un ciclo vital (no nacen y no mueren) – su duración es ilimitada. Pero creo que en las atracciones moleculares, aunque no identifiquemos manifestaciones de espiritualidad, como principio de inteligencia, estoy convencido de que “los fenómenos rudimentarios de la vida en sus demostraciones de energía potencial están presentes en base a la evolución de la materia en sus infinitos aspectos dimensionales”. De ese modo, la materia “bruta” no es estacionamiento y evoluciona.

Albert Einstein, a partir de la Teoría de la Relatividad, afirmó que materia y energía son las dos fases de una misma moneda. La materia es energía condensada y la energía una forma de presentación de la materia. Endosando esa tesis, el Espíritu Emmanuel, considerando el proceso radioactivo,  identifica la “evolución” de la materia, pues “es en ese continuo desgaste que se observan los procesos de transformación de las individualizaciones químicas, convertidas en energía, movimiento, electricidad, luz, en el ascenso para nuevas modalidades evolutivas, en obediencia a las leyes que rigen el Universo”. (8) En verdad, las individualizaciones químicas poseen su ruta para la obtención de las primeras expresiones anímicas, recordando que en la constitución de las vidas, en el reino vegetal y animal, encontramos los elementos minerales. Hay obviamente algunas controversias teóricas acerca de cuando el Principio Inteligente se individualizaría; si tal ocurriría ya a partir del reino mineral, o solamente a partir del reino vegetal. Unos defienden la primera hipótesis, otros sostienen la segunda tesis. Me junto a la primera corriente, respaldado en  Kardec que explica: “si se observa la serie de los seres, se descubre que ellos forman una cadena sin solución de continuidad, desde la materia bruta hasta el hombre más inteligente’. (9)

Sobre la cuestión de la individualización, esa situación no se confunde con la creación “individual” del Principio Inteligente, sólo habla respecto a su estado de particularización. El término empleado en la Codificación significa aquello que el Ser (principio) agregó de experiencias para que él pudiera literalmente ser identificado, en cuanto a otros seres de la creación, como un individuo. Sin embargo, en cuanto a la “conciencia del yo” (que es un estadio avanzado, más elaborado y perfeccionado de la individualización), solamente se da en el estadio del “reino hominal”, pues que, anteriormente, la inteligencia permanecía en estado latente, en los “reino hominal”. A propósito de eso, Kardec dice que “el alma de los animales (...) conserva su individualidad; en cuanto a la conciencia del yo, no. La vida inteligente le permanece en estado latente”. (10)

En el universo de la vida organizada (ser orgánico) se sabe que hay un principio especial, aún inaprensible y que aún no es bien definido por los estudiosos: el Principio Vital. Presente en el ser viviente, inexiste en los minerales. “Es un estado especial, una de las modificaciones del Fluido Cósmico Universal, por la cual este se vuelve principio de vida.” (11) El Principio Vital es uno sólo para todos los seres orgánicos, pero modificado según las especies. Es fuerza motriz de la estructura orgánica y “al mismo tiempo que el agente vital estimula los órganos, la acción de ellos [de los órganos] mantiene y desarrolla la actividad del agente vital, casi del mismo modo como la fricción produce el calor". (12) Es importante considerar que, a pesar de ser materia diferenciada, distinguida de los niveles, digamos, materiales, tal origen no invalida la matriz celular del fluido vital, principalmente por su papel diferenciado e intermediario.

¿El principio vital forma un tercer elemento constituyente del universo?

Como dijimos, Espíritu y materia son dos elementos constituyentes del Universo. ¿El Principio Vital formaría un tercero? ¡No! Pues se trata de uno de los elementos necesarios a la constitución del Universo, pero el aún tiene su fuente en la materia primordial modificada. “Es un elemento, como el oxígeno y el hidrógeno que, sin embargo, no son elementos primitivos, aunque todo eso proceda de un mismo principio.” (13)  ¿Será que realmente la vitalidad es un atributo permanente del agente vital o sólo se desarrolla por el funcionamiento de los órganos? En verdad, ese agente sin la materia no es la vida: “es preciso la unión de las dos cosas para producir la vida. Se deduce de eso que la vitalidad está en estado latente, cuando el agente vital no está unido al organismo”. (14)

Para haber vida orgánica es preciso que exista el protoplasma, componente de las células, formado principalmente por proteínas. En la Tierra, sólo pudo surgir la vida orgánica en el momento en que, en la atmósfera, por medio de las descargas eléctricas, se unieron metano, amonio, agua e hidrógeno, formándose los primeros aminoácidos. (15) Ellos se combinaron, formando proteínas, las cuales se aglomeraron en los coacervados (16) y de estos originaron las células. Todas las células tienen cromosomas y ADN, que no existen en los minerales. El fluido universal, quedado con la acción del elemento inteligente, es responsable por la cohesión y las calidades gravitacionales de la materia. Recordemos aquí que la inteligencia es un atributo esencial del espíritu (17), que por su parte es el elemento inteligente del universo, individualizado, con moralidad propia, aunque reconozca que “la naturaleza íntima del elemento inteligente, fuente del pensamiento, escape completamente a las [actuales] investigaciones”. (18)

La monada

Están los que se dedican al estudio de la monada (19). Según algunos, vertida del plano espiritual sobre el plano físico, la monada atravesó las más rudas cribas de la adaptación y selección, asimilando los valores múltiples de la organización, de la reproducción, de la memoria, del instinto, de la sensibilidad, de la percepción y de la preservación propia, penetrando, así, por las vías de la inteligencia más completa y laboriosamente adquirida, en los rangos inaugurales de la razón. (20)

El punto principal del pensamiento de Leibniz es la teoría de las monadas. Es un concepto neoplatónico, que fue retomado por Giordano Bruno y que Leibniz desarrolló. Las monadas (unidad en griego) son puntos últimos desplazándose en el vacío. Leibniz llama la esencia del alma y monada la sustancia tomada como cosa en sí, teniendo en sí su determinación y finalidad. Para Leibniz, la monada significa sustancia simple, activa, indivisible, de que todos los entes son formados. Según el filósofo, todos los seres son constituidos por substancias simples entre las cuales reina una armonía preestablecida.

El Espíritu André Luiz explica mejor diciendo que la monada es “el Principio Inteligente en sus primeras manifestaciones”, es decir, en la primera fase de evolución del ser vivo “gérmenes sagrados de los primeros hombres”. (21) Trabajadas “en el transcurso de milenios, por los obreros espirituales que les magnetizan los valores permutándolos entre sí, bajo la acción del calor interno y del frío exterior, las monadas se expresan en el mundo a través de la red filamentosa del protoplasma”. (22)

El éter

Evoco de pasada, en la discusión de los principios (material y espiritual) aquí expuestos,  el éter, término que significa la sustancia que los científicos creían que existía en todo el universo, pero sin masa, sin volumen e indetectable, pues no provocaría fricción. Los físicos del sic. XIX sabían que la luz tenía naturaleza ondulatoria, e imaginaban por lo tanto que esa debería necesitar de un medio para propagarse (de ahí el éter). Para el Espíritu Emmanuel el éter es casi una abstracción, un fluido sagrado de la vida, que se encuentra en todo el cosmo; fluido esencial del Universo que, en todas las direcciones, es el vehículo del pensamiento divino.

Agente vital: ¿causa o efecto?

No hay consenso entre algunos puntos propios como tampoco hay una comprensión por parte de la mayoría de los espíritas sobre el fluido vital. ¿Sería una propiedad de la materia, un efecto que se produce cuando la materia se encuentra en determinadas circunstancias? Recordemos que los seres orgánicos tienen en sí una fuerza íntima que produce el fenómeno de la vida, mientras esa fuerza dure. Para Kardec el fluido vital “es creado por el metabolismo corporal”. (23) Según esa manera de ver, el Principio Vital no sería más que una especie particular de electricidad, denominada electricidad animal, que durante la vida se desprende por la acción de los órganos y cuya producción cesa, cuando surge la muerte, por extinguirse tal acción. Sin embargo, como  vimos arriba,  los Espíritus discuten el asunto y apuntan que el Principio Vital es una transformación de la materia primordial del Universo – el Fluido Cósmico Universal.

Principio inteligente y evolución

En base a la escala evolutiva de la inteligencia, Léon Denis afirma que “en la planta, la inteligencia dormita; en el animal, sueña; sólo en el hombre despierta, se conoce, se posee y se hace consciente; a partir de ahí, el progreso, de alguna suerte fatal en las formas inferiores de la Naturaleza, sólo se puede realizar por el acuerdo de la voluntad humana con las leyes Eternas”. (24) Por otro lado, la Doctrina Espírita explica que las diferentes especies de animales no proceden intelectualmente unas de las otras, mediante progresión. En ese tópico no todos piensan la misma cosa acerca de las relaciones que existen entre el hombre y los animales. Según algunos, el Espíritu sólo alcanza el periodo de humanidad después de haber sido elaborado e individualizado en los diferentes grados de los seres inferiores de la Creación; según otros, el Espíritu del hombre habría siempre pertenecido a la raza humana, sin pasar por la experiencia animal. El primero de esos sistemas tiene la ventaja de dar un objetivo al futuro de los animales, que formarían así los primeros anillos de la cadena de los seres pensantes; el segundo está más en consonancia con la dignidad del hombre. (25)

“Así, el espíritu de la ostra no se hace sucesivamente el del pez, del pájaro, del cuadrúpedo y del cuadrúmano.” (26) Cada especie constituye, física y moralmente, un tipo absoluto, cada uno de cuyos individuos aspira en la fuente universal la cantidad del Principio Inteligente que le sea necesario, en consonancia con la perfección de sus órganos y con el trabajo que tenga que ejecutar en los fenómenos de la Naturaleza, cantidad que él, por su muerte, restituye a la reserva donde la cogió.

El Principio Inteligente gastó, desde los virus y las bacterias de las primeras horas del protoplasma en la Tierra “millones de siglos, a fin de que pudiera, como ser pensante, aunque en fase embrionaria de la razón, lanzar sus primeras emisiones de pensamiento continuo para los Espacios Cósmicos”. (27) Emanan del mismo Principio Inteligente el alma de los animales y del hombre, con la diferencia que la del hombre pasó por una elaboración que la coloca por encima de la que existe en el animal, elaboración esa hecha en una serie de existencias que preceden el periodo de Humanidad. (28)

“Una tesis que los Espíritus rechazan de manera más absoluta es la de la trasmigración del alma del hombre para los animales y viceversa.” (29) Entre los Espíritus hay divergencia en cuanto a los orígenes del alma del hombre y de los animales, creyendo algunos que el Espíritu del hombre habría pertenecido siempre a la raza humana, sin pasar por la fiera animal. Según esa línea de pensamiento, cada especie constituiría, física y moralmente, un tipo absoluto, cada uno aspirando de la fuente universal la cantidad del Principio Inteligente que le sea necesario. (30)

Identificamos, sin embargo, algunos puntos doctrinarios apuntando para la tesis de la elaboración progresiva del Principio Inteligente a partir del reino mineral, pasando por el reino vegetal, animal, hasta finalmente individualizarse como Espíritu, cuando pasa a encarnar solamente en el reino hominal, continuando su ascenso en la escala del progreso intelectual y moral, a través de encarnaciones sucesivas, con la finalidad de alcanzar el máximo grado de perfección relativa (solamente Dios tiene la perfección absoluta).

Entre las especies orgánicas dotadas de inteligencia y de pensamiento, hay una que es dotada de un sentido moral especial que le da una incontestable superioridad sobre las otras: es la especie humana. Ahí el fluido vital funciona como un sistema energético que actúa como un intermediario entre el periespíritu y el cuerpo físico durante la reencarnación, y es el que da vitalidad a la materia.

Cuando el Espíritu tiene que encarnar en un cuerpo humano en vías de formación, un lazo fluídico, que no es más una expansión de su periespíritu, la unión al germen que lo atrae por una fuerza irresistible, desde el momento de la concepción. A medida que el germen se desarrolla, el lazo se acorta. Bajo la influencia del principio vito-material del germen, el periespíritu, que posee ciertas propiedades de la materia, se une, molécula a molécula, al cuerpo en formación, donde el puede decirse que el Espíritu, por intermedio de su periespíritu, se enraíza, de cierta manera, en ese germen, como una planta en la tierra.

Cuando el germen llega a su pleno desarrollo, completa es la unión; nace entonces el ser para la vida exterior. “Por un efecto contrario, la unión del periespíritu y de la materia carnal, que se había efectuado bajo la influencia del Principio Vital del germen, cesa, desde que ese principio deja de actuar, a consecuencia de la desorganización del cuerpo. Mantenida que era por una fuerza actuante, tal unión se deshace, luego que esa fuerza deja de actuar. Entonces, el periespíritu se desprende, molécula a molécula, conforme se había unido, y al Espíritu es restituida la libertad. Así, no es la partida del Espíritu que causa la muerte del cuerpo; esta es la que determina la partida del Espíritu.” (13)

Conclusión

El Principio Espiritual estacionó por todos los reinos desde su creación, tanto que es uno de los elementos fundamentales y constitutivos de ella; sin embargo, se individualizó después del conocimiento de las leyes de la misma creación, de cómo ellas actúan, inclusive las de atracción, cohesión y otras que existen en los primarios reinos, incluyendo el mineral.

En tesis no hay que hablar cuál de los dos (Principio Inteligente o Principio Material) fue creado primero. Filosóficamente hablando, para algunos,  “si el  Principio Inteligente fue creado perfectible, y, para eso, tiene que actuar en la Materia, se deduce que el fue creado como una individualidad para actuar (inmediatamente) en el primer reino de la naturaleza [materia por excelencia], y, a partir de ahí, ganar experiencias que lo harían identificable en el futuro”. (32)

El progreso es la ley de la naturaleza. A esa ley todos los seres de la creación, animados e inanimados, fueron sometidos por la bondad de Dios, que quiere que todo se engrandezca y prospere. Según Allan Kardec “todo se encadena en la naturaleza, desde el átomo primitivo hasta el arcángel, pues el aún comenzó por el átomo. Admirable ley de armonía, de que vuestro espíritu limitado aún no puede comprender el conjunto”. (33)

Se constata así la aceptación general – “tanto por autores encarnados como también por los Espíritus de superioridad que nos transmiten sus enseñanzas por vía mediúmnica –  de la teoría de la dualidad: Elemento Espiritual/Elemento material creados simultáneamente por Dios, siendo que el Elemento Espiritual, desde sus primeras manifestaciones, acumula siempre las experiencias adquiridas en su trayecto hasta el estado de Espíritu, sin jamás retrogradar, mientras que la materia – creada para la manifestación del Elemento Espiritual que la dirige –  por su propia naturaleza está sujeta a las transformaciones, que incluyen, en los tres reinos, el nacimiento, crecimiento, decrepitud y muerte con la consecuente destrucción (así entendida como retorno a los elementos constitutivos), para dar origen la nuevas formas manifestadas por el Espíritu en su trayectoria rumbo a la Perfección”. (34)


Referências bibliográficas:

(1) Kardec, Allan. O Livro dos Espíritos, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 2000, Questão 27

(2) Xavier, Francisco Cândido. O Consolador, ditado pelo espírito Emmanuel , Rio de Janeiro: Ed. FEB, questão 21

(3) Idem questão 265

(4) Idem questão 10

(5) Idem questão 12

(6) Toda a substância ou mistura de substâncias em que se manifesta a vida nas suas características de metabolismo, reprodução e irritabilidade

(7) Xavier, Francisco Cândido. O consolador, ditado pelo espírito Emmanuel , Rio de Janeiro: Ed. FEB, questão 6

(8) Idem questão   9

(9) Kardec, Allan. O Livro dos Espíritos, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 2000, Introdução, item XVII

(10) Idem questão607

(11) Idem questão 598

(12) Kardec, Allan. A Gênese, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 2001

(13) Idem

(14) Kardec, Allan. O Livro dos Espíritos, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 2000, Questão  64

(15) Aminoácido es una molécula orgánica formada por átomos de carbono, hidrógeno, oxígeno, y nitrógeno unidos entre sí de manera característica. Algunos aminoácidos también pueden contener enxofre.

(16) Coacervado es un aglomerado de moléculas proteicas envueltas por moléculas de agua, en su forma más compleja. Esas moléculas fueron envueltas por el agua debido al potencial de ionización presente en alguna de sus partes. Se cree, por lo tanto, que el origen de los coarcevados (y consecuentemente de la vida)

(17) Kardec, Allan. O Livro dos Espíritos, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 2000, Questão  24

(18) Allan Kardec, Revista Espírita, ano: 1866 páginas 78 e 79. Editora EDICEL

(19) Ser formado por la unión del principio inteligente y su cuerpo mental, imperecederos, integrantes e inseparables uno del otro, cualquiera que sea el mundo en que viva y el grado evolutivo en que se encuentre.

(20) Xavier, Francisco Cândido e Vieira Waldo.  Evolução em Dois Mundos, ditado pelo espírito André Luiz capítulo III , Rio de Janeiro: Editora FEB, 1977

(21) Idem

(22) Xavier, Francisco Cândido. O consolador, ditado pelo espírito Emmanuel , Rio de Janeiro: Ed. FEB, questão 20

(23) Kardec, Allan. A Gênese, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 2001

(24) DENIS, Léon. O problema do ser, do destino e da dor, Rio de Janeiro: 21ª ed. Ed.  FEB, , 1999 às pág. 122/123

(25) Kardec, Allan. O Livro dos Espíritos, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 2000, Questão 613

(26) Idem questão  613

(27) Xavier, Francisco Cândido e Vieira Waldo.  Evolução em Dois Mundos, ditado pelo espírito André Luiz capítulo III , Rio de Janeiro: Editora FEB, 1977.

(28) Kardec, Allan. O Livro dos Espíritos, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 2000, Questões 606/607

(29) Idem questão 613, Comentários

(30) Idem questão 222

(31) Kardec, Allan. A Gênese, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 2001

(32) Kardec, Allan. O Evangelho Segundo o Espiritismo, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 2000, Cap. III, item 19, Progressão dos Mundos, Santo Agostinho-Espírito - 1864

(33) Kardec, Allan. O Livro dos Espíritos, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 2000, Nota de Kardec à questão 540, e RE, 1860, julho, pg. 226, p. 2º, item 8.

(34) Cf. Joel Matias , artigo “Considerações a Respeito do Princípio Material e Princípio Inteligente” Publicado no Boletim GEAE Número 440 de 02 de julho de 2002



 


Volver a la página anterior


O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita