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Espiritismo para los niños - Célia X. de Camargo - Português Inglês 
Año 7 312 – 19 de Mayo de 2013

Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org
 

 

La mejor madre del mundo

 

Cierta vez, en el claro de un bosque, los animales se reunieron para discutir un asunto muy importante.

Con la aproximación del Día de las Madres, ellos deseaban de alguna forma homenajear aquellas criaturas que les dieron la vida.

Decidieron entonces escoger, de entre todas las madres, aquella que sintetizara el Amor Mayor.

Harían una linda fiesta en medio de una claro del bosque y, el Día de las Madres, escogerían la “Mejor Madre del Mundo”.

Para eso, decidieron invitar a todos los animales del bosque. Mandaron un mensajero, a doña Golondrina, que debería transmitir la invitación a todos. Al principio quedaron con miedo de invitar a la Leopardo Pintada, que era muy feroz, pero después concluyeron que, irían a elegirse la mejor madre del mundo, nadie podría quedar fuera.

Fue un alboroto en el bosque. Los animales,

animadísimos, se prepararon cuidadosamente para la fiesta.

Finalmente, llegó el gran día. Los animales ornamentaron dignamente el claro, decorando los troncos de los árboles con flores entrelazadas artísticamente. ¡Una maravilla!

Cada animalito compareció junto con su orgullosa mamá. Todos limpios, por los lavados y barridos, plumas alisadas, picos lustrados, uñas pulidas y cortadas, y las garras afiladas.

El Papagayo, que era el animal más hablador, sería el presentador de la fiesta.

Todos ya estaban presentes, con la salvedad del Animal Perezoso, que nunca conseguía ser puntual. Hasta doña Tortuga con su hijita ya hubo llegado, pues, previsora, había salido horas antes de su hora.

Llegó el momento más esperado de la fiesta. Quién ganara el concurso, se llevaría como regalo un lindísimo y enorme trozo de bananas, donación del Mono.

El Papagayo pidió a todos que escogieran a la Mejor Madre del Mundo, de entre todas las madres allí presentes, y que sería considerada la Madre más bondadosa, dedicada, inteligente y amorosa.

A una señal del presentador, deberían los animales indicar su preferencia.
 

Se hizo silencio general. Hasta los más habladores se callaron. Cuando el Papagayo dio la señal — ¡oh, sorpresa! — ¡todos apuntaron para su propia madre! 

Fue un alboroto. Nadie se entendía.

— ¡La mía es la mejor madre! — decía el conejito saltando.

— ¡No! ¡Es la mía! — replicaba el mono, de su rama.

— ¡De ninguna manera! — gritaba el sapo con voz ronca — ¡Es la mía!

— ¡No, no y no! — decía la leopardo pintada afilando las garras. — ¡Tengo seguridad de que ninguna madre es más dedicada  que la mía, y, además de eso, ella es la más fuerte!...

Se estableció la confusión, y los animales inconformados ya se preparaban para la pelea, cuando la Lechuza, tomando la palabra, pidió silencio a todos.

— ¡Mis amigos y hermanos! Todos están con razón. Mucha pretensión la nuestra querer escoger la Mejor Madre del Mundo, porque ella, sin duda alguna, está siempre al lado de cada uno de nosotros. Todas las madres presentes merecen igualmente nuestro respeto y nuestra consideración, porque son igualmente dedicadas, amorosas, inteligentes y bondadosas para cada uno de sus hijos.

Hizo una pausa para evaluar el efecto de sus palabras sobre el auditorio, y continuó:

— ¡Para finalizar, propongo que todas las madres presentes reciban el título de Mejor Madre del Mundo!

Los animales se miraron entre sí e inmediatamente concordaron con la Lechuza, aplaudiendo:

— ¡Viva! ¡Viva! ¡Muy bien! ¡Viva a las Madres! ¡Viva a la Lechuza!

El Mono, colgado en una rama y moviendo la cabeza, preguntó:

— Está todo muy correcto. Pero, ¿y el regalo que yo di?

La lechuza no tuvo dudas en responder:

— ¡Dividiremos con todos los que aquí están y haremos una gran fiesta!

Se cuenta que los animales, muy felices y animados, repartieron el enorme trozo de bananas y bailaron hasta el rallar del día al sonido de la Orquesta de los Tordos.

                                                        TIA CÉLIA         


               
 
                                                                                   



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Revista Semanal de Divulgación Espirita