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Entrevista Português Inglês    
Año 4  158 – 16 de Mayo del 2010
FERNANDA BORGES     
fernanda@oconsolador.com.br     
Londrina, Paraná (Brasil)
Traducción:
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org  

 
Wilson Czerski: 

“Necesitamos buscar espacios y persuadir sin imponer”

 

Militar de la reserva de la Aeronáutica, especialista en Meteorología, administrador de empresas y micro-empresario, nacido en la ciudad de Ponta Grossa (PR), Wilson Czerski (foto), que reside actualmente en Curitiba (PR), es el actual vice-presidente de la Asociación de Divulgadores del Espiritismo de Paraná (ADE-PR) y uno de los colaboradores de la revista El Consolador. En la presente entrevista él nos habla sobre su trayectoria en el Movimiento Espírita y como ve diversos asuntos relacionados con el Espiritismo en los días que corren.

El Consolador: ¿Cómo y cuándo tuvo 

contacto con el Espiritismo por primera vez?

Mis primeras lecturas fueron libros esotéricos y de Rosacruz, cogidos del cajón de un armario de mi padre cuando tenía más o menos 12 años de edad. Con él, frecuenté un centro espírita y después hasta uno de Umbanda. Quedé alejado de todo en la década siguiente hasta volver y afirmarme en los estudios de las obras espíritas propiamente dichas.

El Consolador: ¿Cuál fue la reacción de su familia ante su adhesión a la Doctrina Espírita?

A esa altura yo ya vivía lejos y solo. Al casarme, mí esposa que ya era simpatizante, se unió también.

El Consolador: ¿Cuáles son los cargos o funciones que usted ya ejerció en el movimiento espírita a lo largo de su vida?

Tengo conexiones con la Comunión Espírita Cristiana de Curitiba, donde ya desempeñé diversas funciones, pero actualmente me he dedicado casi que exclusivamente a la Asociación de Divulgadores del Espiritismo de Paraná (ADE-PR), de la cual fui uno de los fundadores en 1995. 

El Consolador: ¿Cómo conoció usted la revista El Consolador y que piensa usted de este trabajo de divulgación espírita por internet?

A través del amigo Astolfo Olegário que tengo el placer de conocer desde 1982 cuando frecuentaba el Centro Espírita Nuestro Hogar, en Londrina. Durante mucho tiempo fui colaborador del periódico "El Inmortal", de Cambé. La asociación que dirijo también hace divulgación por internet, que considero como uno de los canales más eficientes, rápidos y baratos actualmente para la divulgación del pensamiento espírita. Los números relativos a los accesos de "El Consolador" demuestran de modo inequívoco el éxito de la iniciativa. Pero para eso es necesito tener calidad y cualificación. Felizmente veo muchas materias, webs, blogs y sé de salas virtuales de debate que contribuyen en mucho para la difusión y debate de las ideas espíritas de modo democrático.

El Consolador: De los tres aspectos del Espiritismo – científico, filosófico y religioso – ¿cuál le interesa más?

Yo prefiero el filosófico. Ya tuve una propensión mayor por el científico, pero como no soy investigador, ni nada en el área, entiendo que la esencia de la Doctrina Espírita está asentada en su filosofía y ella hoy me atrae, me obliga a pensar, reflejar, analizar lo que ocurre con el mundo y conmigo mismo, todo confrontado con lo que la Doctrina enseña. No podemos ni debemos jamás descuidar en pensar, cuestionar, buscar la verdad intrépidamente.

El Consolador: ¿Qué autores espíritas más le agradan?

De los desencarnados me quedo con León Denis, Ernesto Bozzano y Herculano Pires, además de Allan Kardec, obviamente. Entre los aun encarnados soy fans de Hermínio de Miranda, Jorge Andréa y Richard Simonetti. Pero hay muchos otros autores menos conocidos y que prestan una inestimable contribución al trabajo de diseminación del pensamiento espírita a través de los libros y de los periódicos.

El Consolador: ¿Qué libros espíritas que usted ya haya leído considera de lectura indispensable a los que están iniciándose en el Espiritismo?

Las Obras Básicas, sin duda, y, entre ellas, absolutamente imprescindible, “El Libro de los Espíritus”.

El Consolador: Si fuera para un lugar distante, sin acceso a la actividades y trabajos espíritas, ¿que libros llevaría usted?

 “El Libro de los Espíritus”, “El Problema del ser, del destino y del dolor” y toda la serie de André Luiz.

El Consolador: Las divergencias doctrinarias en nuestro medio se reducen a pocos asuntos. Uno de ellos habla respecto al llamado Espiritismo laico. ¿Para usted, el Espiritismo es una religión?

Kardec definió el Espiritismo como una filosofía espiritualista de bases científicas y consecuencias morales. Sólo eso. Pero al tener sus raíces trasplantadas para Brasil, por fuerza de la estrecha asociación con el modelo cristiano y de la necesidad de búsqueda de reconocimiento social, asumió una configuración innegablemente religiosa. Es probable que el propio Codificador, al escribir "El Evangelio según el Espiritismo", no haya percibido la posibilidad de estos desdoblamientos en el futuro, especialmente fuera de Francia. De cualquier forma, actualmente considero inútiles los esfuerzos de desvincularse el Espiritismo de la connotación religiosa, aunque podamos evitar los desvíos más graves, además de su mero concepto. ¿Alguien ya imaginó a Chico Xavier contar con el reconocimiento que posee solamente si hubiera sido un filósofo o científico?

El Consolador: Otro tema que suscita generalmente grandes debates habla al respecto de la obra publicada en Francia por J. B. Roustaing. ¿Cuál es su apreciación de esa obra?

Yo nunca las leí, por falta de interés. Lo que sé al respecto fue por vía indirecta, inclusive de Kardec en la Revista Espírita de junio de 1866. El Codificador no la condena, ve aun ciertas cualidades como la de no estar en contradicción "en ningún punto" con la aplicación de los principios contenidos en “El Libro de los Espíritus” y “El Libro de los Médiums” ni con los aspectos morales de “El Evangelio según el Espiritismo”. Su principal restricción está en la falta del uso del criterio del Control Universal de las Enseñanzas Espíritas, pues Roustaing escribió "Los Cuatro Evangelios" con base en comunicaciones aisladas de Espíritus sin confrontación con las de otros mensajeros y otros médiums. Por eso Kardec considera sus teorías, como la del cuerpo fluídico de Jesús, como mera especulación basadas en opiniones personales y sin posibilidad de formar parte integrante de la Doctrina Espírita.

El Consolador: Sobre los pases patrones, propuestos en la obra de Edgard Armond, aunque sepamos que en Paraná la opción ya definida por la Federación sea tan solamente la imposición de las manos tal como recomienda J. Herculano Pires, ¿cuál es su opinión al respecto?

La fluidoterapia constituye parte de un capítulo más extenso de las prácticas espíritas que, eventualmente, pueden contener también otras actividades más especializadas con características curativas. El día a día de las Casas Espíritas está más  que comprobado que el pase aplicado con la simplicidad de la imposición de manos, que no deja de ser también popularizado, es el más adecuado. Lo que no impide que en otras circunstancias el magnetismo de encarnados y desencarnados sea transmitido con metodologías diferentes y que puedan lograr éxito más completo. Basta observar algunos criterios para no resbalar para el misticismo y otras formas de abuso.

El Consolador: ¿Cómo ve usted la discusión en torno al aborto? ¿Cree que los espíritas deberían ser más osados en la defensa de la vida como ha hecho la Iglesia?

Los espíritas ya han participado activamente de campañas y otras manifestaciones públicas al respecto, al lado de otros segmentos religiosos y de la sociedad civil. Pero iniciativas como la campaña "Vida, diga sí al embarazo", de la AME-PR, por ejemplo, carece de efectos multiplicadores, especialmente por los esclarecimientos suministrados en las escuelas. De hecho, no es sólo ese tema que los espíritas podrían desarrollar mejor en la comunidad. Poseemos centenares o miles, contadas en todo Brasil, de personas altamente competentes para hacer conferencias y debatir otros asuntos como ecología, violencia, convivencia social, conducta en el tráfico, familia, etc. Más hemos preferido quedar hablando solamente para los propios espíritas dentro de nuestras instituciones, sin abrirnos para la sociedad. Con eso perdemos una gran oportunidad de llevar los principios teóricos fundamentales del Espiritismo y principalmente su propuesta de ética de vida para millones de personas.

El Consolador: La eutanasia, como sabemos, es una práctica que no tiene el apoyo de la Doctrina Espírita. Kardec y otros autores, como Joanna de Ângelis, ya se posicionaron sobre ese tema. Surgió, sin embargo, últimamente la idea de la ortotanasia, defendida incluso por médicos espíritas. ¿Cuál es su opinión al respeto?

Estoy a favor de la ortotanásia. Claro que siempre hay la inconveniencia del factor humano cuando es el diagnóstico de la irreversibilidad de estado comatoso, por ejemplo; sin embargo, la ciencia perfecciona cada vez más las formas de diagnosticar la muerte cerebral, situación en que resta sólo la vida vegetativa sin la presencia del Espíritu que animaba aquel cuerpo. Ahora, si los aparatos que mantenían la vida artificialmente son desconectados y aun así el individuo permanece respirando y el corazón latiendo, debemos dejar a la naturaleza seguir su libre curso. Lo que no puedo estar de acuerdo es que en nombre de una muerte menos dolorosa, aun a pedido anterior de la propia persona, comodidad de la familia o economía financiera, se efectue la supresión de medicación básica o elementos nutricionales, inclusive agua, como ocurrió con Terry Schiavo y otros casos más recientes.

El Consolador: ¿El movimiento espírita en nuestro País le agrada o falta algo en él que favorezca una mejor divulgación de la Doctrina?

Pienso que hay mucho por hacer. En el ámbito interno necesitamos dialogar más, debatir abiertamente cuestiones importantes que no han sido tratadas como merecen, tanto las relativas al Movimiento en sí cómo las que afectan el día a día de las personas. En el trato de las Casas Espíritas es fundamental acordar que la tan propagada reforma íntima debe comenzar a ser ejemplificada por nosotros mismos, respetando las diferencias y dificultades de los demás en este proceso. Por lo tanto si queremos realmente ayudar en el crecimiento espiritual de las personas, debemos orientar y aceptar sus limitaciones y no intentar hacerlas "a nuestra imagen y semejanza", especialmente porque la imagen que proyectamos, infelizmente, no siempre corresponde a nuestra realidad íntima.

Externamente hemos observado avances significativos en la inserción social del pensamiento espírita a través de los medios y esfuerzos otros como, por ejemplo, a través de las asociaciones especializadas (Abrade, Abrame, AME, Abrape, ADESP, los NEUs, etc). Estas entidades, si reciben el apoyo de que necesitan del segmento espírita para estructurarse y desarrollar su trabajo en atención a los propósitos a que se proponen, pueden contribuir significativamente para que el Espiritismo sea no sólo más conocido y admirado, sino que tenga sus principios y prácticas más presentes en la sociedad en general. Finalmente, soy favorable a que se promueva más la búsqueda de la unión, sin tanta preocupación con la unificación. Esta es muy limitadora y, a veces, injustificadamente excluyente. Tenemos mucha gente e instituciones serias y competentes actuando, pero fuera del llamado "Movimiento Oficial" y eso no es bueno. Se pierde mucho en talento y realizaciones. Más importante que reglas y supuestos privilegios de autoridad son las personas. Es para el bienestar, espiritualización y felicidad de ellas en el futuro, sino también en el presente, que nosotros debemos trabajar.

El Consolador: ¿Cómo ve usted el nivel de la criminalidad y de la violencia que parece aumentar en todo el País? ¿En su opinión, cómo nosotros, espíritas, podemos cooperar para que esa situación sea cambiada?

Las estadísticas realmente son alarmantes y los medios las hacen superlativas. Combatir la violencia es un deber del Estado y de toda sociedad y comienza dentro de nosotros mismos desarmando nuestros Espíritus en el trato con los semejantes. Por lo tanto, hay necesidad de mayor empeño e inversión en la actuación represiva, pero principalmente en la prevención. Las causas de la violencia, obviamente, provienen del estadio evolutivo en que la humanidad se encuentra, pero no podemos culpar a cuenta de eso todos los males. Algunos países controlan razonablemente bien esta situación. ¿Por qué aquí no? De cualquier forma, destaco dos cuestiones de “El Libro de los Espíritus” para sintetizar el estado actual y la solución futura. En la 784 los Mentores alertan que "Es preciso que haya exceso del mal para hacer comprender la necesidad del bien y de las reformas".  La otra es la 685 cuando nos deparamos con la imperiosa necesidad de formulación de directrices capaces de promover la verdadera educación del ser humano. Por lo tanto, el Espiritismo, si quisiera, a través de todos aquellos que trabajan en su Movimiento, puede desempeñar un papel relevante en este proceso. Pero, para tanto, vuelvo a decir, además de todo lo que realizamos en las instituciones espíritas, necesitamos tener la osadía de superar sus límites físicos y volvernos más participativos en todas las actividades sociales. No podemos quedar eternamente sólo hablando para los espíritas.

El Consolador: ¿De aquí a cuántos años usted cree que la Tierra dejará de ser un mundo de pruebas y expiaciones, pasando plenamente a la condición de un mundo de regeneración, en que, según San Agustín, la palabra amor estará escritura en todas las frentes y una equidad perfecta regulará las relaciones sociales?

Yo soy una persona realista-optimista. Sinceramente creo que este proceso ya está en marcha. Observe con tranquilidad a las personas que están a su alrededor: parientes, vecinos, amigos, compañeros de trabajo y todos los demás. Si tuviéramos "ojos para ver", percibiremos que la gran mayoría que conocemos está constituida de gente honesta, bondadosa, solidaria, poseedora, finalmente, de diversas virtudes, aunque casi siempre no totalmente desarrolladas. Quién perturba la paz planetaria es una diminuta minoría. Son estos pocos que matan, violan, corrompen, promueven las guerras innecesarias, que se regocijan en el egoísmo exacerbado. O sea, a despecho de muchos procesos expiatorios y probatorios, ya no somos tan atrasados y, por consecuencia, con un poco más de toma de conciencia acerca de nuestro origen, naturaleza y destino, podremos superar el pasado de sombras y anhelar días más felices. Tenemos que considerar que, si el egoísmo y el orgullo son considerados por la espiritualidad superior como las dos grandes llagas morales de la humanidad, la causa de ellos es la ignorancia de nuestra propia esencia espiritual.

El Consolador: En los problemas que la sociedad terrena está enfrentando,  ¿qué cree usted que debe ser la prioridad máxima de los que dirigen actualmente el movimiento espírita en Brasil y en el mundo?

Estoy convencido de que si pudiéramos viabilizar una estrategia de esclarecimiento consistente de todos los liderazgos del país, pasando por los políticos, administradores públicos y algunas clases como la de los profesores, fuerzas policiales, empresarios, médicos y tantas otras sobre la realidad de cuatro principios fundamentales de la Doctrina Espírita, estaríamos influenciando a muchos de aquellos que determinan el destino del país. Imagine usted si todos o al menos la mayoría de los miembros del Congreso Nacional, por ejemplo, fuesen instados a examinar en profundidad la posibilidad de la existencia de Dios con todos sus atributos, particularmente el de la justicia; comprendieran que la inmortalidad del alma es una realidad; que la vida se desdobla en muchas etapas que llamamos reencarnación y que coordinando nuestros actos está presente una ley de Causa y Efecto que hace que cada uno reciba en la justa medida del que piensa, dice y hace. ¿Si ellos tuvieran la seguridad de que eso es verdadero y no se escapa, será que se arriesgarían a hacer lo que hacen por allá? Hay muchos de ellos que fallan hasta con los más elementales principios éticos, pero tolos ellos no son. Necesitamos buscar espacios y persuadir sin imponer. Ofrecer la propuesta de vida que el Espiritismo nos enseña, sin pretensiones de ser el único instrumento de transformación social, actuar sin autoritarismo o impertinencia religiosa, sino sostener nuestras prácticas en la filosofía espírita. Como Kardec, pienso que es ahí que está su fuerza y es por ahí que podremos penetrar el alma humana, iluminar la razón. Sin olvidar, está claro, del suave llamamiento del amor, del método de la dulzura y de la tolerancia, así como de las comprobaciones científicas que están a nuestra disposición.

 


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O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita