WEB

BUSCA NO SITE

Edição Atual Edições Anteriores Adicione aos Favoritos Defina como página inicial

Indique para um amigo


O Evangelho com
busca aleatória

Capa desta edição
Biblioteca Virtual
 
Biografias
 
Filmes
Livros Espíritas em Português Libros Espíritas en Español  Spiritist Books in English    
Mensagens na voz
de Chico Xavier
Programação da
TV Espírita on-line
Rádio Espírita
On-line
Jornal
O Imortal
Estudos
Espíritas
Vocabulário
Espírita
Efemérides
do Espiritismo
Esperanto
sem mestre
Links de sites
Espíritas
Esclareça
suas dúvidas
Quem somos
Fale Conosco

Editorial Português   Inglês    
Año 11 - N° 513 - 23 de Abril de 2017
Traducción
Elza Ferreira Navarro - mr.navarro@uol.com.br
 

 

En la obra del bien, no es necesario mucho para obtenerse resultados 
notables
 


“Si la búsqueda por la espiritualidad es una constante en los días actuales, los jóvenes no se quedan atrás en estos anhelos. (…) hoy, los jóvenes universitarios del área de la salud intentan insertar el componente espiritual también en sus carreras, proporcionando respuestas a sus deseos y también rellenando lagunas hasta entonces abiertas en los cuidados de salud.” (Giovana Campos, autora del especial “Jóvenes se insertan cada vez más con la espiritualidad”, uno de los relieves de la presente edición.)

El joven orientado por su propia disposición para la espiritualidad percibe que, en el cuidado con la salud, es necesario disponer de actitudes renovadas que puedan hacer parte de su comportamiento, con lo que se renovará a sí mismo.

La transmisión del sentimiento de espiritualidad, tal como la fe, no se da por el discurso. Ella se hace por medio de actos, de forma que necesita sobremanera del cuidador comprometido con esa transmisión.

El discurso formal es generalmente incomprensible para el paciente. Muy distinto del habla que encuentra en la espontaneidad muchas ocasiones de ser manifestada. 

“El escenario de transformaciones éticas, sociales, relacionales y políticas que vivenciamos de forma tan intensa refleja de manera especial en el joven de hoy.” (Alberto Gorayeb de Carvalho, coordinador del Departamento Académico de la AME-Brasil, en el especial a que nos referimos.)  

Es obvio que, cuando hablamos de joven, debemos acordarnos que estamos delante de una categoría de múltiples facetas. En el presente caso, la meta es el joven universitario del área de la salud, como el Dr. Alberto Gorayeb expresamente menciona.

 “En lo que se refiere a la nuestra educación profesional para la salud, ese escenario parece reforzarse aún más. Mientras tanto, veo la espiritualidad como una oportunidad de recuperar el sentido, el propósito y el significado de nuestra actuación esencial de ‘seres cuidadores’.” (Alberto Gorayeb de Carvalho.)  

Cuidado, he aquí el fin último de la terapéutica en salud. Los enfermeros y técnicos en enfermaría tienen, como sabemos, un relacionamiento próximo con el paciente. Como cuidadores, tienen la oportunidad de pasar, no solamente consolación, los cuidados específicos, pero el sentimiento de espiritualidad. Y no sólo ellos, pero también los médicos, los fisioterapeutas, los psicólogos, o sea, todos los profesionales de la salud.

“El cuidado presupone entrega y dedicaciones integrales, condiciones que pueden contrariar los dictámenes sociales y los modelos de salud predominantes.”(Alberto Gorayeb de Carvalho.)

La aproximación es vista como una actitud reprobable por aquellos que defienden la impersonalidad como regla de conducta. Pero aproximarse del paciente, estableciendo más que un compromiso, un relacionamiento en que los papeles son definidos por las normas éticas, se revela muy importante y da apertura para la transmisión del sentimiento basado en la actitud y en el comportamiento de aquel que cuida.

¡Cómo es bello el cuidado prestado con cariño y amor!

Imaginemos Florence Nightingale, con su candil, pasando revista los soldados amputados, desfigurados, ciegos, con una palabra dulce y consoladora para cada soldado sufridor, auxiliada por las muchachas a quien rescató la dignidad y que pasaron, entonces, a ser dedicadas enfermeras.

La pequeña llama del candil muestra que es necesario muy poco para alcanzar resultados notables.

Dijo Emmanuel que “nuestras migajas de buena voluntad en la disposición de servir santamente, cuando conducidas al Cristo, valen más que toda la multitud de males del mundo.” (Viña de Luz, cap. 91)

“Como son bellos sobre los montes los pasos del mensajero de la buena-nueva, que anuncia la paz, que trae un mensaje de bien, que proclama la salvación.” (Isaías, 52:7)



 


Volver a la página anterior


O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita