Entrevista

por Orson Peter Carrara

Un ejemplo de entusiasmo y coherencia que  deberíamos adoptar

Nacida en Adamantina y residente en Rio Claro, ambos municipios de São Paulo, Silvia Helena Visnadi Pessenda (foto) tiene educación superior en Contabilidad y actualmente está jubilada como empleada bancaria. Está vinculada a la mayoría de las instituciones espíritas de la ciudad donde vive, como conferencista muy solicitada, pero su formación doctrinaria tuvo lugar en la Casa de los Espíritas, institución tradicional de la ciudad. En esta entrevista nos habla, entre otros temas, sobre su experiencia como espírita:


¿Cómo conoció el Espiritismo?

Soy de cuna espírita y asistí a la Evangelización Infatil desde los 6 años, participando también en la Juventud Espírita.

¿Qué es lo que más le llama la atención de la Doctrina Espírita?

Lo que más me atrae de la Doctrina propuesta por Allan Kardec y, sobre todo conociendo su carácter de investigador y librepensador, es la libertad con la que podemos aceptar o no un determinado postulado y la independencia (ante Dios y Sus leyes) para tomar nuestras decisiones, pero también, obviamente, la responsabilidad de asumir las consecuencias de estas.

En fin, la Doctrina Espírita nos anima a esta independencia interior y espiritual para que podamos recorrer nuestros caminos con autonomía, disfrutando principalmente de la satisfacción de las buenas conquistas. En mi opinión y sentimiento, es de esta manera que el Espiritismo me anima a desarrollar mi esencia divina para que pueda entrar en armonía con esta Sabiduría Mayor a través del desarrollo gradual de todos mis potenciales.

¿Qué tipo de influencia decisiva ha tenido este conocimiento en su vida personal?

Como soy espírita desde niña, no siento que el Espiritismo fuera decisivo de manera tan evidente en algún momento de mi vida, como aquellas personas que lo adoptaron como un "reemplazo" de su creencia o religión anterior. Pero lo que siempre ha sido decisivo (mucho más en el momento actual es que esto se evidencia a mi intelecto y corazón) es esta conciencia de la responsabilidad de dignificar nuestra propia vida, de darle un sentido muy provechoso y un criterio satisfactorio en el bien, lo que actúa en nosotros como un interesante instrumento de automotivación.

En la experiencia de hablar en público, ¿qué es lo que más le llama la atención como expositora, ya sea observando al público o preparando el tema e incluso visitando otras instituciones?

Lo que más se destaca es la alta responsabilidad que debemos tener para con el público encarnado y desencarnado. Como tengo una personalidad perfeccionista, siempre estoy un poco ansiosa al preparar, estudiar y presentar las conferencias, porque me "muero de miedo" de "hacer feo" ante otras personas, ya sea en este mundo o en el mundo espiritual. En cuanto a la visita a las otras instituciones, estoy encantada con la oportunidad de conocer diversas realidades y personas tan dedicadas, a su manera, a la causa espírita. Desafortunadamente, entiendo que muchos de nosotros todavía no tenemos la noción necesaria de cuántas personas buenas y valiosas existen en nuestro movimiento. Y estos contactos y ejemplos de las acciones de los trabajadores espíritas que llego a conocer son para mí un factor muy estimulante. ¡Soy como soy, extremadamente agradecida por ser espírita y por tener la oportunidad de dar conferencias! Llena mi corazón de una manera muy especial.

¿Qué temas le gusta presentar más? ¿Y cómo intenta prepararlos, pensando en llegar a un público tan diverso siempre presente en las instituciones? 

En materia de Espiritismo, creo que todos los temas son muy importantes. Cuando los preparo, trato de seguir por la línea de comportamiento, llevando los conceptos a nuestra experiencia diaria, principalmente con el objetivo de crear conciencia y superación de nuestras imperfecciones. Cuando leo algún libro, siempre redacto una sinopsis de los temas contenidos en esa obra, la transcribo a mi índice de referencias. Así, investigo los temas en las obras que he leído, teniendo como guía mi índice de referencias, así como otras herramientas disponibles en la computadora y en Internet. Así, voy transcribiendo los conceptos y buscando formar un texto con mucho contenido, pero bastante fácil de comprender. Para mi corazón, mis conferencias representan como una colcha de retazos que voy cosiendo y bordando para transformarla en una pieza muy hermosa e interesante. Si logro este objetivo, no lo sé, pero eso es lo que siente mi corazón cuando los estoy elaborando. 

De los autores, además de las obras de Kardec, ¿cuáles son de su preferencia? ¿Y por qué?

¡Oh! ¡Es difícil elegir, porque eso representa la exclusión de tantos nombres extraordinarios! Pero los autores con los que mi personalidad es más afín y en los íntimo más necesito, además de Allan Kardec obviamente, son: el Espíritu Joanna de Ângelis, en su Serie Psicológica, a través de la psicografía del médium Divaldo Pereira Franco; Léon Denis y Hermínio Correa de Miranda. Sin embargo, el autor espiritual que fue decisivo en mi vida, especialmente para que yo descubra la línea de estudio que tanto buscaba y tocaba más directamente mis necesidades y mi corazón, fue el Espíritu Hammed, a través de la psicografía de Francisco do Espírito Santo Neto.

De sus vivencias con el movimiento espírita, ¿qué le gustaría decir?

Ser una trabajadora espírita, si así puedo definirme, es tener la oportunidad de innumerables experiencias de autoconocimiento y crecimiento íntimo. Es una bendición indescriptible. Y lo que siempre pido en mis oraciones es tener lucidez y salud hasta el último día de mi vida, y que este último día tarde mucho tiempo en suceder, para que yo disfrute del inmenso placer de trabajar siempre. Desde niña, siempre acompañé a mis padres, en un trabajo u otro, en las casas espíritas. Siempre me ha gustado eso. Y hoy, a pesar de los muchos desafíos, siempre trato de encartarme con todo lo que vivencio en el movimiento espírita.

De los recuerdos que le llegan, ¿cuál es el más llamativo?

Mi tiempo en la Evangelización Infantil. Tuve evangelizadores que marcaron mucho mi interés por el estudio y el amor por la doctrina: Don José Carlos da Costa Custódio y su esposa, así como la Sra. Sonia Lopes Lanzoni. Fue con D. Sônia que aprendí a resaltar (rascar) los extractos más interesantes o importantes de los libros que leo. Cuando nos iba a enseñar los domingos por la mañana, llevaba sus libros con los textos bien resaltados y yo, en mi sensibilidad infantil y de adolescente, pensaba que eso era "lo máximo". Hasta el día de hoy, todos mis libros están resaltados, lo que obviamente facilita muchísimo mis investigaciones.

¿Algo más que le gustaría añadir?

Especialmente después de comenzar a leer la Revista Espírita – Periódico de Estudios Psicológicos (estoy a punto de comenzar a leer el año 1864), comprendí efectivamente las palabras de Camille Flammarion en el discurso del entierro de Allan Kardec, llamándolo "el buen sentido encarnado". Y lamentablemente, siento que nosotros, los espíritas en general aún no hemos sido capaces de apreciar adecuadamente a este espíritu de élite que fue Allan Kardec y la magnitud de su esfuerzo por traer enseñanzas tan relevantes para nuestra religiosidad y espiritualidad. Por mi parte, como trabajadora espírita, me corresponde realizar todo con gran responsabilidad, en respetuosa reverencia y homenaje al Codificador del Espiritismo.

Sus palabras finales.

Sólo gratitud.

 

 
Traducción:
Ricardo Morante
rmorante3@yahoo.com

 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita