Entrevista

por Orson Peter Carrara

Narración de Cuentos: una experiencia en tierras mineras

Nacida en Juiz de Fora (MG), donde también reside, Marize Aparecida Bastos Freesz (foto) es farmacéutica bioquímica y ex empleada de la Universidad Federal de Juiz de Fora, actualmente jubilada. En las lides espíritas, participa en las actividades del Centro Espírita Ivon Costa, en su ciudad, y participa en el movimiento espírita como conferencista y en la conducción de un grupo de estudios en línea. Su enfoque principal han sido las canciones para la evangelización infantil y la narración de cuentos para adultos y niños, un tema sobre el que nos habla en esta entrevista:


¿De dónde viene su interés en la narración de historias?

Como tengo algunos dones artísticos, me pareció interesante y útil aprovecharlos contando historias. Canto y toco el ukelele, confecciono varios materiales lúdicos para adaptarlos a la narración de historias y también trabajo con títeres. Uno de mis objetivos con la narración de cuentos era desarrollar la oratoria y conocer los libros. Fue un desafío que acepté, antes presencialmente en tres centros espíritas y luego en línea durante la pandemia.

¿Cómo se dio cuenta de que podía utilizar contenidos doctrinarios en esa dirección?

Siempre me ha gustado leer y estudiar los libros espíritas. La literatura espírita es muy rica en cuentos para adultos y no sólo para niños. Empecé a seleccionar historias y adaptarlas. Aprendí mucho en este trabajo con las historias, con la técnica y también con el público. Fue muy gratificante.

¿Considera que su contacto con el Espiritismo, cuando lo conoció, tuvo alguna influencia en esa trayectoria? 

¡Sí! El conocimiento de la Doctrina Espírita me motivó. Contar historias de contenido doctrinario espírita sería una forma de divulgar la doctrina y también de aprender siempre más. Necesitaba ampliar mis dones, pero también todo lo que venía aprendiendo con los libros. El contacto con el Espiritismo sí influyó mucho en esta trayectoria.

El hábito de leer y estudiar siempre ¿la conecta al deseo de utilizar estos contenidos en la narración de historias?

No son todas las historias que leo y estudio en libros pueden ser adaptadas. Elegir y adaptar una historia es un trabajo juicioso. Además, el contador de historias necesita que le guste y se comprometa con la historia, además de tener la percepción de que al público le va a gustar. De todos modos, se necesita conocer los libros y las historias, gustar y percibir. Implica sensibilidad y también, en mi caso, mucha creatividad.

¿Y lo hace tanto para adultos como para niños? Y para la adaptación a diferentes grupos de edad, ¿qué criterio básico utiliza?

Cuando cuento una historia es para un grupo de edad muy amplio. Niños de diversas edades, jóvenes, madres y abuelas se reúnen en la sala. Contar historias a un público así fue un desafío desde el principio. Pensé: ¿cómo contar historias que agraden a todas las edades, si el nivel de comprensión es diferente y el lenguaje no es el mismo? Entonces empecé a usar un lenguaje más sencillo, pero no tan infantil y lo lúdico ayudó mucho, porque todos sentían curiosidad por las figuras, los títeres y otros materiales que yo adaptaba en las historias. También les encanta la música de la evangelización infantil.

Usando recursos que contribuyan al enriquecimiento de la narración, ¿cuáles considera que tienen más efecto en los niños? ¿Y en los adultos?

Tanto a los niños como a los adultos les encantan los títeres. Los niños durante y después de la historia a menudo interactúan con ellos hablando y tocando los muñecos. Pero todos los objetos escénicos despiertan interés: caritas con expresiones de sonrisa, ira, tristeza; figuras de animales, proyecciones en Power Point, teatro de sombras, etc. Es un mundo nuevo, especialmente para los niños. También he trabajado la narración de historias espíritas utilizando los objetos escénicos con cerca de 30 personas sin hogar que fueron evangelizadas en uno de los Centros Espíritas al que fui invitada a hacer este trabajo. A ellos les gustaba mucho e interactuaban durante las historias.

Prefiriendo las obras de Chico Xavier para esta actividad, ¿qué autor espiritual es el más práctico para adaptar en esta dirección? ¿Es por el estilo o por el contenido?

Mi preferencia es el autor espiritual Neio Lúcio, especialmente los libros Alborada Cristiana Jesús en el Hogar. También he utilizado algunos textos de Humberto de Campos. Mi criterio para seleccionar las historias es el nivel de comprensión del público que tiene que ver con el estilo de la historia. Las de Neio Lúcio son óptimas en este sentido para el amplio público con el que trabajo. Algunas historias de Humberto de Campos serían más para el público adulto.   

¿Cómo siente la repercusión de los diferentes públicos?

Evangelizadores, niños, jóvenes, madres y a veces incluso algunos padres y también abuelos, además de las personas sin hogar, son receptivos a las historias que yo preparo para contar. Durante un corto tiempo que va desde alrededor de 5 hasta un máximo de 10 minutos, lo que veo ante mí son miradas curiosas y atentas, porque contar una historia despierta la atención. He escuchado comentarios positivos de los oyentes de las historias.

De sus recuerdos, ¿cuál es el más emocionante?

Una vez conté un cuento de Navidad en un Centro Espírita donde había un niño hiperactivo, un niño muy agitado. En el momento de la historia, se calmó y luego interactuó con mucha calma con el muñeco que llevé para contar la historia. Otra situación que me marcó fue el trabajo con las personas sin hogar, que viven en la calle. Nunca había interactuado con ese público y aprendí mucho de esa experiencia.

¿Algo más que añadir?

Es un trabajo gratificante, hay momentos en los que nos divertimos junto con el público. No hay nadie a quien no le guste escuchar una buena historia contada con amor. Todos nosotros somos narradores de historias, ya sea contándolas a nuestros hijos, contando un caso a familiares o amigos. La narración de historias nos acerca y nos trae buenos recuerdos. En el caso de las historias espíritas existe el noble propósito del aprendizaje doctrinario.

Sus palabras finales.

Agradezco la invitación para hablar en esta entrevista sobre este trabajo que hago con amor. Que surjan otros narradores de historias para sumar. Muchos tienen este don, que debe ser despertado. Jesús necesita obreros en su siembra y hay muchos hermanos que necesitan el pan espiritual. Hay mucho servicio por hacer y contar historias es una oportunidad provechosa para trabajar para Jesús.

 

 
Traducción:
Ricardo Morante
rmorante3@yahoo.com

 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita