Entrevista

por Orson Peter Carrara

Recuerdos y registros notables de ejemplos recibidos en la infancia

Manoel Sampaio Junior (foto) nació en Cachoeiro de Itapemirim y reside en Vitória, ambos en Espírito Santo. Licenciado en Inglés y en Literatura Inglesa, especialista en Metodología de Enseñanza de Portugués y Lengua Extranjera, es miembro de la Academia Guarapariense de Letras y Artes. Está vinculado al Grupo Espírita Allan Kardec, de Guarapari (ES), donde participa como conferencista. Sus respuestas a esta entrevista reflejan la influencia espírita paterna y los ejemplos de dedicación y firmeza en la vivencia espírita recibidas en la infancia:

¿Qué significa el Espiritismo en su historia personal?

Nací en cuna espírita. Mi padre, Manuel Sampaio Netto y mi madre, Norma Santana Sampaio, participaron en la primera Juventud Espírita de Espírito Santo (la Juventud Espírita Jerônimo Ribeiro del Centro Espírita Jerônymo Ribeiro en Cachoeiro de Itapemirim), donde se conocieron en 1952. El Espiritismo siempre ha tenido, para mí, una fuerte conexión de sentimiento de familia, de herencia, como si la Doctrina estuviera en nuestro ADN. Desde la época de mi bisabuelo, Pedro da Rocha Costa - un espírita muy dedicado y querido -, caminamos juntos por los caminos del Espiritismo. No me imagino perteneciendo a otra religión, doctrina o filosofía. Mi gratitud por el Espiritismo se une a la gratitud por mis antepasados, por mis padres. Él es parte de mi pensamiento, aunque todavía esté lejos de asimilarlo al punto de poner en práctica todas sus nobles enseñanzas.   

¿Cómo fue el ejemplo de su padre para usted con respecto a las enseñanzas espíritas?

Mi padre fue un hombre extraordinario. Cuando tenía unos 17 años, su pensamiento fue bombardeado con preguntas filosóficas sobre el propósito y el significado de la existencia humana. Él creía que la vida tendría mucho más que ofrecerle más allá de lo que vivía en su vida diaria. Comenzó a preguntarse si la vida era solo trabajar, estudiar y practicar deportes o si el ser humano tendría algo más grande que hacer más allá de todo eso. A partir de ahí no descansó. Hasta cerca de su muerte, cuando ya casi no podía moverse, salía prácticamente todos los días a ayudar a los necesitados de todo tipo. Mi padre tenía una gran inteligencia musical, un buen humor y una inmensa capacidad de creación e improvisación en música y escritura. Tocaba el piano y la guitarra "de oído", publicó dos libros, ambos con contenido 100% espírita-cristiano.  

¿Qué fue lo que más le marcó de la dedicación espírita de su padre?

Mi admiración por mi padre fue diaria y constante, principalmente por su capacidad para ayudar incansablemente a las personas desde su juventud, cuando, junto con otros jóvenes, ayudó a construir el Hospital Infantil en Cachoeiro de Itapemirim, hacían Campaña por Kilo y visitas a familias necesitadas, incluso en su senilidad. Al mudarse a Guarapari, fundó el primer Grupo Espírita en la ciudad enfrentando muchos prejuicios y desprecio de la gente. Pudo, junto con sus compañeros, fundar un refugio para niños (Lar Caçulinhas de Jesus). Lo que más me gustaba de mi padre era su determinación de estar presente en varias casas espíritas, ayudar a fundar otras tantas y no permitir que algunas casas dejaran de funcionar, promoviendo conferencias, ayudando en la preparación de documentos como actas, por ejemplo. Siempre afirmaba: "Fundar una Casa Espírita es encomiable. Mantenerla es desafiante".

¿Y sobre la influencia de Jerônimo Ribeiro en su padre?

En 1961 mi padre fue invitado por la Dirección Ejecutiva del Asilo Deus Cristo e Caridade para trabajar como director interno, una institución creada por Jerônimo Ribeiro en 1918, que más tarde cambió su nomenclatura a Lar Jerônimo Ribeiro. Se mudó a la institución con mi madre y cuatro hijos, Mercedes, Scheila, Shirley y Mozart. Mi hermana Alba y yo aún no habíamos nacido. Recuerdo que, en mi infancia y juventud, siempre íbamos a una habitación para ver una foto / pintura de "El abuelo Jerónimo" sentado de manera imponente en una silla de madera con respaldar alto. Al ver la foto yo siempre sentía una vibración buena, de respeto y gratitud. Mi padre aprendió de Jerônimo Ribeiro el amor a las personas necesitadas, el deseo de albergar a las personas sin hogar, la tendencia a acoger a los niños sin hogar. Pasó unos años en el asilo. Tal vez esta experiencia fue uno de los resortes impulsores del sueño de mi padre de fundar un hogar para niños. Fundó el hogar Lar Caçulinhas de Jesus en la década de 1980. Ciertamente hubo una gran influencia de Jerônimo Ribeiro en ese emprendimiento.    

Mirando sus experiencias de vida con la experiencia espírita, ¿cuál es el hecho más llamativo?

La experiencia que vivimos en la época de la existencia de Lar Caçulinhas de Jesus fue maravillosa. Teníamos niños que podíamos apadrinar, paseábamos con ellos, hacíamos muchas gincanas para ayudar con los gastos del Hogar. El espacio era precioso lleno de árboles y frutas, había un espacio abierto muy bueno donde se realizaban las gincanas y donde los niños se divertían. Desafortunadamente, por cuestiones de cambio de leyes, los niños tuvieron que regresar a sus hogares. El terreno fue vendido.  

De sus recuerdos, ¿qué le gustaría compartir con los lectores?

Recuerdo fuertemente la lucha de mi padre para establecer un Grupo Espírita en Guarapari. Junto al terreno adquirido para la construcción del local propio, funcionaba una guardería y la propietaria utilizaba ese espacio como parque para los niños. Mi padre le pidió que le quitara los juguetes y ella estuvo de acuerdo. Acordaron un día para el retiro, mi padre contrató a algunos hombres para que lo ayudaran. Sorprendentemente, la directora de la escuela llamó a un fotógrafo de un periódico de la ciudad, fotografió el trabajo y al día siguiente se imprimió en la portada "El Sr. Sampaio y sus secuaces destruyen el patio de recreo de la escuela". Se necesitó mucho trabajo para revertir todo esto, hubo problemas con abogados, policías, etc. Pero todo se resolvió, la directora pidió disculpas y se ganó esa primera fase de la construcción. Aunque era muy joven en ese momento, me preocupó, estaba triste por mi padre, porque su imagen quedó un poco empañada, pero él lo superó con mucha paciencia y fe. 

Y de los sucesos familiares con el Espiritismo, ¿tiene algo que contar?

Nuestros padres tuvieron cinco hijos y adoptaron tres. Teníamos una Kombi en nuestra infancia y juventud para ir a los lugares donde mi padre era llamado para dar conferencias. Íbamos cantando canciones espíritas y canciones no espíritas. Mis padres eran fanáticos de Roberto Carlos y siempre cantábamos sus canciones. Mi tío, Raúl Sampaio Cocco, también componía para Roberto Carlos y tiene canciones con otros grandes nombres como Vinícius de Moraes, Martinho da Vila y Nelson Gonçalves. Cantábamos muchas de sus canciones, también. Nuestra vida siempre ha estado sazonada con música y arte.

¿Cuáles son sus impresiones sobre el progreso de las ideas espíritas en la actualidad?

Percibo que todavía no hemos evolucionado satisfactoriamente en la valoración del arte espírita y no espírita. Ciertamente ha habido avances, no quiero parecer el nostálgico que piensa que todo lo de su tiempo fue mejor, pero noto poca participación de los jóvenes en actividades de voluntariado, y me parece que no estamos formando muchos conferencistas para el futuro. Pero tal vez sea una percepción puntual, teniendo como referencia a los grupos espíritas que conozco. Por otro lado, me alegro de que nos estemos adaptando bien a las cuestiones de las conferencias virtuales y los trabajadores que utilizan Internet para la divulgación.

¿Qué le gustaría decirle a los espíritas de la actualidad?

Me gustaría decir que valoren o sigan valorando el arte espírita, que tiene mucho que ofrecer a nuestra eterna búsqueda de la belleza y el bien. Me incluyo en esta lista de espíritas de la actualidad para expresar lo triste que me pongo cuando politizamos el Espiritismo y lo separamos en derecha e izquierda, como hemos visto mucho últimamente. Que permanezcamos en nuestra voluntad de vencer nuestras malas tendencias y que busquemos siempre mejorar nos a nosotros mismos en los diversos matices de la evolución del alma. 

Sus palabras finales.

Quisiera agradecerle por la invitación y por compilar y documentar tantas historias, tantos relatos importantes de hermanos y hermanas espíritas. Son archivos que podrán ser consultados siempre que los necesitemos. Los diversos relatos escritos y hablados son como ladrillos que arman un gran castillo de historias de luz y alabanza a esta Doctrina que tanto nos enseña y nos impulsa hacia Dios.

 

 
Traducción:
Ricardo Morante
rmorante3@yahoo.com

 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita