WEB

BUSCA NO SITE

Edição Atual Edições Anteriores Adicione aos Favoritos Defina como página inicial

Indique para um amigo


O Evangelho com
busca aleatória

Capa desta edição
Biblioteca Virtual
 
Biografias
   
Filmes
Livros Espíritas em Português Libros Espíritas en Español  Spiritist Books in English    
Mensagens na voz
de Chico Xavier
Programação da
TV Espírita on-line
Rádio Espírita
On-line
Jornal
O Imortal
Estudos
Espíritas
Vocabulário
Espírita
Efemérides
do Espiritismo
Esperanto
sem mestre
Links de sites
Espíritas
Esclareça
suas dúvidas
Quem somos
Fale Conosco

Estudio de las Obras de Allan Kardec Português   Inglês

Año 9 - N° 449 - 24 de Enero de 2016

ASTOLFO O. DE OLIVEIRA FILHO                    
aoofilho@gmail.com
                                      
Londrina,
Paraná (Brasil)  
 
Traducción
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com
 

 
   

Instrucciones Prácticas sobre las Manifestaciones Espíritas

Allan Kardec

(Parte 8)
 

Continuamos en esta edición el estudio del libro Instrucciones Prácticas sobre las Manifestaciones Espíritas, obra publicada por Allan Kardec en el año 1858. Las páginas citadas en el texto sugerido para la lectura se refieren a la edición publicada por la Casa Editorial O Clarim, basada en la traducción hecha por Cairbar Schutel.

Preguntas para debatir  

A. ¿En qué ambiente, en el siglo XIX, se lograron en un inicio las comunicaciones a través de la pneumatografía o escritura directa?

B. ¿Qué es psicofonía y cuáles son sus ventajas?

C. Sabemos que toda persona que siente de alguna manera la influencia de los Espíritus es médium. Esa calificación, sin embargo, ¿a qué tipo de personas está reservada en el medio espírita?

Texto para la lectura

89. Las apariciones propiamente dichas se dan en el estado de vigilia y cuando estamos disfrutando de la plenitud y la entera libertar de nuestras facultades. Los Espíritus pueden manifestarse ostensivamente de diversas maneras: bajo la forma de llamas tenues o de resplandores más o menos brillantes, o bajo los rasgos de una persona conocida o desconocida. (Cap. II, pág. 90.)  

90. En ciertos casos, la aparición se vuelve tangible, esto es, adquiere momentáneamente las propiedades de la materia sólida. Entonces, no es sólo por los ojos que se comprueba su realidad, sino también por el tacto. (Cap. II, págs. 90 y 91.)

91. La mayor parte de los fenómenos, principalmente los que pertenecen al género de las manifestaciones físicas y aparentes, puede producirse espontáneamente, es decir, sin que la voluntad intervenga en ello. Esas manifestaciones no son raras ni nuevas. El miedo, sin duda, exageró muchas veces esos hechos. Con la ayuda de la superstición, las casas donde éstos sucedieron ganaron la reputación de hechizadas por el diablo. Y de aquí vienen todos los cuentos maravillosos o terribles de las almas del otro mundo. (Cap. II, pág. 91.) 

92. Las manifestaciones espontáneas se producen muy rara vez en lugares aislados. Es casi siempre en las casas habitadas donde se producen y son motivadas por la presencia de ciertas personas que ejercen una especial influencia sin darse cuenta de ello. Son médiums, aunque no lo sepan, y por ello son llamados médiums naturales. (Cap. II, pág. 92.)  

93. Debemos tener cautela y no atribuir un origen oculto a todo lo que no comprendamos. Una infinidad de causas muy simples y muy naturales pueden producir efectos extraños a  primera vista, y sería una verdadera superstición ver por todas partes a Espíritus ocupados en derribar muebles, romper vajilla, suscitar, en fin, mil y una perturbaciones domésticas que, más racionalmente, deben ser atribuidas al descuido. (Cap. II, págs. 92 y 93.)

94. Se debe, en tal caso, buscar la causa, y se puede apostar cien a uno que se descubrirá una muy sencilla donde se creía estar lidiando con un Espíritu perturbador. Cuando ocurre un fenómeno inexplicado, el primer pensamiento que debemos tener es que éste se ha debido a una causa material, y sólo admitir la intervención de los Espíritus con perfecto conocimiento. (Cap. II, pág. 93.) 

95. De todas las manifestaciones espíritas, las más frecuentes y las más simples son los ruidos y los golpes. Pero un sinnúmero de causas naturales pueden producirlos: el viento que sopla o agita un objeto, un objeto que movemos sin darnos cuenta, un efecto acústico, un animal oculto, etc. Los ruidos espíritas tienen, además, un carácter particular, tomando incluso un tono y una intensidad muy variadas, que los hace fácilmente reconocibles. Son golpes producidos deliberadamente, o bien sordos, débiles y ligeros, o bien claros, distintos, a veces estrepitosos, que cambian de lugar y se repiten sin tener una regularidad mecánica.  (Cap. II, págs. 93 e 94.)

96. De todos los medios de comprobación, el más eficaz es su obediencia a las órdenes del experimentador. Si los golpes se hacen oír en el lugar que se designa; si responden al pensamiento por medio de secuencias establecidas o por su intensidad, no se les puede  negar una causa inteligente. Sin embargo, la falta de obediencia no es una prueba en contra. (Cap. II, pág. 94.) 

97. En la imposibilidad de disponer de la colaboración de un médium, la solución es que el interesado se vuelva uno de ellos. A falta de un médium escribiente, se puede interrogar directamente al Espíritu golpeador, quien puede responder haciendo uso del mismo medio, esto es, por golpes convenidos. Nueve de cada diez personas pueden ser médiums escribientes. (Cap. II, pág. 97.)  

98. Toda manifestación que revela una intención o una voluntad es, por eso mismo, inteligente. (Cap. III, pág. 99.)

99. Se cree generalmente que interrogando al Espíritu de un hombre que fue sabio en cierta especialidad cuando estaba en la Tierra, con más seguridad se obtendrá la verdad. Esto es lógico, pero no siempre es verdadero. Los sabios, como los demás hombres, sobre todo los que dejaron la Tierra hace poco tiempo, están aún bajo el imperio de los prejuicios de la vida corporal. Así, la ciencia humana de la que están dotados no es siempre una garantía de su infalibilidad como Espíritus. (Cap. III, págs. 102 y 103.)    

100. Regla general: El Espíritu es tanto menos perfecto cuanto menos desprendido esté de la materia. La obstinación en las ideas terrestres es más grande cuanto más reciente es la muerte. (Cap. III, pág. 103.)   

101. En el momento de la muerte, el alma está siempre en un estado de turbación durante el cual apenas se reconoce: es un despertar incompleto. Muchos no creen haber muerto, principalmente los ajusticiados, los suicidas y, en general, los que perecen de muerte violenta. (Cap. III, pág. 103.)  

Respostas às questões propostas

A. ¿En qué ambiente, en el siglo XIX, se lograron en un inicio las comunicaciones a través de la pneumatografía o escritura directa?

Al principio, se colocaba una hoja de papel y un lápiz sobre una tumba, junto a la estatua o al retrato de un personaje cualquiera, y al día siguiente, algunas horas después, se encontraba escrito sobre el papel un nombre, una frase y a veces signos ininteligibles. Es evidente que ni la tumba, la estatua o el retrato ejercían alguna influencia por sí mismos; eran simplemente un medio de evocación por el pensamiento. Según Kardec, fue el Barón L. Guldenstubbé, autor de la obra La réalité des Esprits et le Phénomène merveilleux de leur écriture directe, publicada en París el año 1857, quien puso en evidencia este fenómeno. (Instrucciones Prácticas, cap. IV, págs. 117 a 119.)

B. ¿Qué es psicofonía y cuáles son sus ventajas?

Psicofonía es el nombre que se le da a la transmisión del pensamiento del Espíritu por la voz de ciertos médiums dotados de una facultad especial para ese fin. Este medio tiene todas las ventajas de la psicografía por la rapidez que hace posible tratar asuntos extensos. Agrada mucho a los Espíritus Superiores, pero tiene tal vez, para las personas que dudan, el inconveniente de no revelar de manera bastante evidente, la intervención de una inteligencia extraña. Conviene sobre todo a aquellos que, al estar ya suficientemente edificados sobre la realidad de los hechos espíritas, se sirven de este medio para el complemento de sus estudios y no tienen necesidad de acrecentar más su convicción. (Obra citada, cap. IV, págs. 119 a 121.)    

C. Sabemos que toda persona que siente de alguna manera la influencia de los Espíritus es médium. Esa calificación, sin embargo, ¿a qué tipo de personas está reservada en el medio espírita?

La facultad mediúmnica es inherente al hombre y, por consiguiente, no es un privilegio exclusivo. Por esa razón, son pocos los individuos en quienes no se encuentren simples rudimentos de mediumnidad. Sin embargo, en el uso corriente, esa calificación se aplica sólo a aquellos en los que la facultad mediúmnica está nítidamente caracterizada y se traduce en efectos patentes, de cierta intensidad, lo que depende entonces de una organización más o menos sensitiva. (Obra citada, cap. V, pág. 122.) 

 

 


Volver a la página anterior


O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita