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Estudio de las Obras de Allan Kardec Português   Inglês

Año 9 - N° 434 - 4 de Octubre de 2015 

ASTOLFO O. DE OLIVEIRA FILHO                    
aoofilho@gmail.com
                                      
Londrina,
Paraná (Brasil)  
 
Traducción
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com
 

 
 

Qué es el Espiritismo

Allan Kardec

(Parte 12)
 

Damos continuidad al estudio del libro Qué es el Espiritismo, obra lanzada en París en julio de 1859. El estudio será presentado en 19 partes. Las páginas citadas en el texto sugerido para la lectura se refieren a la 20ª edición publicada por la Federación Espírita Brasileña. Las respuestas a las preguntas sugeridas para debatir se encuentran al final del presente texto. 

Preguntas para debatir 

A. ¿Existe diferencia entre metempsicosis y reencarnación?

B. ¿De cuántos elementos esenciales está constituido el hombre?

C. ¿Cuál es el objetivo, la finalidad del Espiritismo?

Texto para la lectura

113. Los Espíritus no son, como suponen muchas personas, una especie aparte en la Creación, sino las almas, despojadas de su envoltura corporal, de aquellos que han vivido en la Tierra o en otros mundos. Aquél que admite la supervivencia del alma al cuerpo admite, por la misma razón, la existencia de los Espíritus. Negar los Espíritus sería negar el alma. (Cap. II, ítem 7, pág. 153.)  

114. Cuando el alma está unida al cuerpo, durante la vida, tiene una doble envoltura: una pesada, grosera y destructible – el cuerpo; la otra fluídica, ligera e indestructible – el periespíritu. (Cap. II, ítem 9, pág. 154.)

115. Los Espíritus son seres concretos y circunscritos, a los cuales sólo les falta ser visibles para que se asemejen a los humanos. Poseen todas las percepciones que tenían en la Tierra, pero en más alto grado, porque sus facultades no están amortiguadas  por la materia. Ven y oyen cosas que nuestros sentidos limitados no nos permiten ver ni oír. Para ellos  no hay oscuridad, con excepción de aquellos que, como castigo, se encuentran temporalmente en tinieblas. (Cap. II, ítems 16 y 17, pág. 155.)

116. Nuestros pensamientos repercuten en los Espíritus que nos rodean y ellos los leen como en un libro abierto, de modo que lo que podíamos esconder a alguien durante la vida terrena, no lo podemos hacer después de su desencarnación. (Cap. II, ítem 17, pág. 156.)

117. Los Espíritus están en todas partes, a nuestro lado, instigándonos y observándonos sin cesar. Ellos conservan los afectos serios que tenían en la Tierra y son felices cuando se unen a aquellos que amaron. (Cap. II, ítem 18 y 19, pág. 156.)

118. No siendo mas que las almas de los hombres, los Espíritus no adquieren la perfección después de dejar la envoltura terrestre. Su progreso sólo se realiza con el tiempo, y es  gradualmente que se despojan de sus imperfecciones y conquistan los conocimientos que les faltan. (Cap. II, ítem 21, pág. 157.)

119. Las comunicaciones entre los Espíritus y los encarnados vivientes son posibles y esa posibilidad fue demostrada por la experiencia. La duda sobre la posibilidad de las comunicaciones de ultratumba es la idea falsa que se forman del estado del alma después de la muerte. (Cap. II, ítems 22 y 23, pp. 157 y 158.)

120. Las manifestaciones espíritas han ocurrido en todas las épocas y en todos los pueblos. Sin embargo, en estos últimos tiempos las manifestaciones han alcanzado un gran desarrollo y adquirido mayor carácter de autenticidad, porque estaba en las miras de la Providencia poner fin a la plaga de la incredulidad y del materialismo, mediante pruebas evidentes, permitiendo a los que dejaron la Tierra venir a dar testimonio de su existencia y revelarnos su situación feliz o infeliz. (Cap. II, ítem 24, pág. 158.) 

121. Las relaciones entre los mundos visible e invisible pueden ser ocultas o manifiestas, espontáneas o provocadas. (Cap. II, ítem 25, pág. 158.)

122. Los Espíritus obran sobre los hombres de manera oculta, sugiriéndoles pensamientos e influenciándolos por medio de efectos apreciables a los sentidos. A veces, los Espíritus se manifiestan espontáneamente por golpes y ruidos; muchas veces es un medio que  emplean para dar testimonio de su presencia y llamar la atención sobre sí. (Cap. II, ítems 25 y 27, pp. 158 y 159.)

Respuestas a las preguntas propuestas

A. ¿Existe diferencia entre metempsicosis y reencarnación?

Sí. La metempsicosis consiste en la transmigración del alma del hombre a los animales, lo que implica una degradación. La reencarnación difiere esencialmente de la metempsicosis, porque no admite la encarnación del alma humana en cuerpos de animales, ni como castigo. El alma jamás retrocede, sino progresa siempre, y sus diferentes existencias corporales se cumplen en la Humanidad. (Qué es el Espiritismo, capítulo I, Diálogo Tercero, págs. 142 y 143.)

B. ¿De cuántos elementos esenciales está constituido el hombre?

Son tres los elementos esenciales que constituyen el hombre: el alma o Espíritu, el cuerpo material y el periespíritu, envoltura fluídica, ligera, imponderable, que sirve de intermediaria entre el Espíritu y el cuerpo. (Obra citada, capítulo II, ítems 10 a 14, págs. 154 y 155.)

C. ¿Cuál es el objetivo, la finalidad del Espiritismo?

Demostrar y estudiar las manifestaciones de los Espíritus, sus facultades, su situación feliz o infeliz, su porvenir; en una palabra, el conocimiento del mundo espiritual. (Obra citada, capítulo II, ítem 20, pág. 156.)

 

 


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