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Año 9 - N° 432 - 20 de Septiembre de 2015 

EURÍPEDES KUHL      

euripedes.kuhl@terra.com.br     

Ribeirão Preto, SP (Brasil)

 
Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org
 
 

Eurípedes Kühl

Segundo advenimiento
de Cristo


Un segundo advenimiento de Cristo puede perfectamente ocurrir, como él mismo lo afirmó categóricamente

 
A propósito del segundo advenimiento de Cristo, Allan Kardec, em “La Génesis”1, destaca inicialmente dos trechos del Evangelio:

1º - En Mateo, cap. XVI, vv. 24 a 28:

Dijo entonces Jesús a sus discípulos: Si alguno quiere venir en mis pisadas, renuncie a sí mismo, tome su cruz y sígame; - por cuanto, aquel que quiera salvar la vida la perderá y aquel que perdiera la vida por amor a mí la encontrará de nuevo. (...) – Pues el Hijo del hombre debe venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces dará a cada uno según sus obras. Os digo, en verdad, que algunos de aquellos que aquí se encuentran no sufrirán la muerte, sin que hayan visto venir al Hijo del hombre en su reino.

2º - En Marcos, cap. XIV, vv. 61 y 62:

 (...) El sumo sacerdote aún lo interrumpió y le dijo: ¿Sois vos el Cristo, el hijo de Dios bendecido para siempre?

Jesús le respondió: Yo soy, y veréis un día al Hijo del hombre sentado a la derecha de la majestad de Dios, viniendo sobre las nubes del cielo.

De esos dos trechos Kardec considera:

Jesús anuncia su segundo advenimiento, pero no dice que volverá a la Tierra con cuerpo carnal, ni que personificará el Consolador. Se presenta cómo teniendo que venir en Espíritu, en la gloria de su Padre, a juzgar el mérito y el demérito y dar a cada uno según sus obras, cuando los tiempos sean llegados.

Considerando que en los albores del tercer milenio muchos son los cristianos que establecen interpretación equivocada de algunos tramos evangélicos, y en particular de los arriba transcritos, con humildad y prudencia presento reflexiones encontradas en el Espiritismo, que tal vez vengan a disipar cualquier niebla sobre su comprensión.

Jesús jamás nos dejó, ni nos dejará

Los trechos citados forman un gran panel, cuya síntesis espírita, siempre estuve de acuerdo con Kardec, puede ser lo siguiente:

a. La vida inmortal es la del Espíritu — la física, efímera. Conviene, pues que cuidemos de la primera, con desprendimiento de la segunda (la material);

b. Jesús viene con ángeles para dar reconocimiento (méritos) se sobreentiende a la aplicación, por el Plano Espiritual, de la Ley Divina de Justicia, que tendrá repercusión en la Tierra, donde actualmente viven los buenos junto con los malos; tal aplicación tendrá por objetivo separarlos, de forma que:

- los buenos (por sus créditos de virtudes) recibirán pasaporte para permanecer en la Tierra, entonces regenerada (planeta de regeneración es aquel donde el bien supera al mal);

- los malos habrán emigrado compulsoriamente para mundos más atrasados que este, donde llevarán progreso, al tiempo que se redimirán;

c. Un segunda venida de Jesús nos remite inicialmente a tres reflexiones:

1ª – un segundo advenimiento de Cristo puede perfectamente ocurrir. Él lo afirmo categoricamente. Así, ¿qué impediria tal hecho?

2ª - Pero, para los no cristianos, Jesús no sería “Cristo” (Ungido de Dios, el Mesías) el cual, ni siquiera habría venido una primera vez. Así, en el actual nivel religioso terreno, una eventual vuelta de Jesús, como la primera vez, por lo menos para muchos, probablemente no lo hará ser considerado el Mesías. Como vemos, aquí hay un choque de credos…

3ª - Para la mayoría de los cristianos (espíritas, en particular), Jesús no volverá porque... jamás nos dejó, o dejaría. Se apoyan en la afirmación del propio Cristo: “He ahí que estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20).

El tema “vuelta de Jesús” debe ser tratado con prudencia

De mi parte, excluyendo la 2ª reflexión, las 1ª y 3ª se concilian y tanto una en cuanto a otra son viables. Además, esa cuestión de la “vuelta de Jesús” debe ser encarada con mucha prudencia. Para comenzar, tres días después de la crucificación Él estuvo con los Apóstoles, a partir del Camino de Emaús (Lucas, cap. 24).

Además de las consideraciones de Kardec, que sinteticé arriba, cogí las de otros cuatro espíritas, todas bien económicas, demostrando que el tema no se presta a grandes disertaciones...

Ei-las:

1ª - En “Sesiones Prácticas y Doctrinarias del Espiritismo”, de Aurélio A.valente, cap. IX, p. 204 y 205, Ed. 1937, FEB, RJ/RJ:

“Jesús descenderá en toda su gloria, dirigiendo la falange de los Espíritus elegidos del Señor. En consonancia con las escrituras, Él vino entre los hebreos a restablecer el reino de Dios, pero no fue reconocido porque ellos esperaban el reinado de los hombres”.

2ª - En “Allan Kardec”, de Zêus Wantuil y Francisco Thiesen, Vol. III, p. 85, 2ª Ed., 1982, FEB, RJ/RJ:

“(...) la venida de Jesús, anunciada en el Evangelio, se procesará, en el porvenir, cuando sea necesaria, en el tiempo cierto, que no sabemos evaluar”.

3ª – Em “Jesús – ni Dios, ni hombre”, de Guillon Ribeiro,

“Ese segundo advenimiento (de Jesús) se dará cuando el mismo Jesús, como Espíritu de la Verdad, venga en todo su fulgor espírita al planeta terreno purificado y transformado, en la calidad de su soberano, visible para las criaturas también purificadas y transformadas, a mostrar la verdad sin velo”.

El Juicio Final simboliza la regeneración planetaria

4ª – Em “Cuando vuelva la primavera”, de Amélia Rodrigues, pisografía de Divaldo P. Franco, p. 13, 6ª Ed., 1997, LEAL, Salvador/BA:

“Jesús prosigue siendo la eterna Primavera porque todos anhelamos. Esperar su vuelta es la ambición que debemos, en el momento, templar, preparando la Tierra desde entonces para ese momento de vida, belleza y abundancia...”.

Dentro del tema, Kardec, aún en “La Génesis”, registra 2:

Ahora, cuando el Hijo del hombre venga en su majestad, acompañado de todos los ángeles, se asentará en el trono de su gloria; y, reunidas a su frente todas las naciones, él separará unos de los otros, como un pastor separa de los las ovejas, y colocará a su derecha las ovejas y a su izquierda los machos cabrios. (Mateo, cap. XXV, vers. de 31 a 33).

Numerosas son las reflexiones de incontables autores espíritas sobre el Juicio Final, máxime sobre esa afirmación evangélica que preconiza la criba de machos cabrios para un lado y ovejas para otro: en un análisis objetivo, tales palabras expresan el reconocimiento de los méritos de cada Espíritu terreno, encarnado o desencarnado — a los buenos, la Tierra regenerada, y a los malos, exilio de aquí, con pasaporte y emigración compulsoria para mundos primitivos o aún de “pruebas y expiaciones”, que los hay a millones, en el Universo.

De este modo, para mí y creo que para los demás espíritas, el “Juicio Final” simboliza la regeneración planetaria, por lo que ni “Final”, ni colectivo, pero sí, individual, ni tal juicio ocurrirá en un momento exacto para todos: en la opinión de varios Espíritus, Kardec inclusive, él (Juicio Final) ya comenzó hace tiempo y en eso, de hecho, como desde siempre, quienes define con infalible acierto las cosas es la conciencia de cada uno, dilatándole su destino.

Jesús nunca fue unanimidad en la Tierra

A aquellos que tengan anestesiada la conciencia, la infalibilidad de las Leyes Divinas, en particular la de Justicia, se aplica automáticamente, en el decir magnánimo de Jesús, que repito: a cada uno, según sus obras.

Pero, aún reflejando sobre una eventual vuelta de Jesús hay una penosa realidad (por lo menos los tiempos de hoy) para los cristianos: Él no es ni nunca fue unanimidad terrena.

Sino, veamos:

- en la época de Jesús en la Tierra, la población mundial, según estimación de algunos demógrafos, oscilaba de 170 a 250 millones de habitantes; quedo en la media;

- solamente una minoría, durante siglos adelante, lo aceptó como el Maestro de los maestros;

- hasta hoy, no aceptar a Cristo como el Mesías, de forma alguna excluye a alguien de proceder fraternalmente, de “ser del bien”. ‘No! Ser bueno jamás fue atributo sólo de los seguidores de cualquier credo o religión, o aún de eventuales ateos. Obviamente que seguir las enseñanzas de Jesús es la mejor de todas las maneras posibles para el Espíritu evolucionar;

- en el libro “Guión”, cap. 9 “La gran Escuela”, Ed. de 1952, de la FEB, RJ/RJ, por la psicografia de F. c. xavenga, el Espíritu Emmanuel informaba que para los dos mil millones de Espíritus entonces encarnados había veinte mil millones desencarnados (2:20);

- en el “Anuario Espírita de 1964”, Ed. del I.D.Y., Hubiste Arado/SP, en entrevista y por la psicografía de F. c. xavenga, el Espíritu André Luiz informaba que para los tres mil millones de Espíritus encarnados había “para más de veinte mil millones desencarnados” (3:21);

- así, en la primera cita (de Emmanuel), se tiene que para un encarnado había diez desencarnados (1:10), y en la segunda (de André Luiz), la proporción era de uno para siete (1:7).

Actualmente (2015), más de siete mil millones de personas habitan la Tierra4.

Entre los desencarnados, ¿cuántos serán cristianos?

El expresivo aumento de habitantes de la Tierra, del tiempo de Jesús entre nosotros al siglo XX, parece señalizar que el planeta Tierra es destino de gran número de Espíritus alienígenas — esa es sólo una conjetura, que como tal, no pasa de opinión personal...

— ¿Cuántos desencarnados al tiempo de Jesús y actualmente?

Imaginar cual es el número de desencarnados al tiempo de Jesús (± 210 millones de encarnados) es número que queda difícil de juzgar, para no decir imposible. Actualmente, de mi parte no tengo noticia de que haya habido información “actualizando” las de Emmanuel y André Luiz, ya citadas.

— Y, de los desencarnados, hoy, ¿cuantos serían cristianos?

Respuesta igualmente difícil, absolutamente inviable.

Opino que saber el número de desencarnados cristianos, en estas reflexiones, sería un dato complementario, sólo para estimar si algunos Espíritus no tuvieron aún algún contacto con Jesús, desde que el Maestro estuvo entre nosotros, hace cerca de dos mil años. Con esa respuesta, podría exponer para cuantos un eventual retorno de Jesús sería repetición para unos y primera vez, para otros.

Reflejo también en la pungente realidad actual: según el “Almanaque ABRIL-Sociedad” de 2015, Editora Abril, SP/SP, p. 142, en 2014 había cerca de dos mil cuatrocientos millones de cristianos en el mundo. Ahora, deductivamente, cuatro mil seiscientos millones de encarnados no Lo tienen como referente de Mesías, Cristo o “Salvador”. (7 – 2,4 = 4,6).

Imagino que sólo cuando haya merecimiento terreno ocurrirá un nuevo estado de Jesús entre nosotros. Entonces, ese eventual como bendecido advenimiento, con los fantásticos medios de divulgación ya existentes, con certeza catalizará la atención mundial, incentivando sublime y expresiva mejoría moral de la Humanidad, ¡con eso preparando la regeneración de este planeta!

 

[1] “A Gênese”, de Allan Kardec, Cap. XVII,  nº 43 e 44, p. 389 da 35ª Ed., 1992, FEB, Rio/RJ

[2] “A Gênese”, de Allan Kardec, cap. XVII, “Juízo final”, nº 62, p. 397 da 35ª Ed., 1992, FEB, Rio/RJ

[3] “A Gênese”, de Allan Kardec, cap. XVIII, “São chegados os tempos”, 35ªEd., 1992, FEB, Rio/RJ.


[4] Segundo estimativas da Organização das Nações Unidas (ONU), publicadas em 2014 na mídia internacional, a população mundial atingiu a marca de 7 bilhões de pessoas em Outubro/2011.

 

 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita