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Año 9 - N° 429 - 30 de Agosto de 2015 
HUMBERTO WERDINE    
hwerdine@iberdrola.es     
Madri, Espanha
 
Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org
 
 

Humberto Werdine

El Terrorismo y
la Transición Planetaria


El terrorismo pasará como todas las victorias de la mentira, de las pasiones inferiores y de la violencia, porque sólo el amor es portador de perennidad.
(Vianna de Carvalho, psicografia de Divaldo Franco, en enero de 2015.)

En octubre de 2012 escribí un artículo para la Revista Internacional del Espiritismo (RIE) sobre la Transición Planetaria, artículo este que aún es comentado por algunos amigos espíritas y simpatizantes. Y mucho más recientemente, con la eclosión de las violentas acciones terroristas del llamando Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS en Inglés), con la decapitación y quema de prisioneros vivos, la adoctrinación de niños para el odio y muchas otras cosas. Aquí en Europa, donde vivo con mi familia, el asunto está a la orden del día, pues de aquí salen muchos futuros y potenciales terroristas para engrosar las filas de ISIS. Y muchos compañeros espíritas me cuestionan y ponen en duda si realmente la Tierra está  en fase de transición para la categoría de Regeneración, donde el amor hablará más alto que el odio, donde el bien común prevalecerá sobre el individual, finalmente un mundo mejor. Estos mismos compañeros me dicen que estamos aún muy lejos de esto, pues, si fuera cierto esta transición, la eclosión de estos actos terroristas tan abominables no sería permitida por la Espiritualidad Superior. A fin de cuentas, dicen ellos, se propaga que una nueva generación propensa al bien habría ya llegado y continúa llegando para sustituir a aquellos Espíritus aún dedicados al mal. Y si es así, ¿por qué esta ola tan intensa de maldad que avasalla el mundo, invadiendo nuestros hogares a través de Internet y de la televisión?

Evidentemente que estas argumentaciones son válidas y los cuestionamientos decurrentes, más aún. De la misma manera que respondí a estos mis amigos y amigas aquí en Europa, voy a intentar explicar aquí ahora para nuestros lectores.

A lo largo de los siglos, los poderosos utilizaron algunos pasajes de sus libros sagrados para justificar sus actos de salvajismo, en búsqueda de riquezas y de mantenimiento del poder. Los libros sagrados de cualquier religión contemplan pasajes y capítulos acerca de puniciones y castigos para quién no siguiera las enseñanzas y cumplir las obligaciones del líder espiritual o “el dios” que escribió esas enseñanzas. Lamentablemente, aquí en el Occidente mucho se ha escrito y se ha divulgado en internet acerca de enseñanzas malvadas, crueles y discriminatorias del Corán, el libro sagrado de los Musulmanes, como si esas orientaciones fueran exclusivas del Islamismo y que esta religión sería por lo tanto la cuna del anticristo. Y esto causa una diseminación de falsos conceptos y una “Islamofobia” invade nuestra vida, haciendo que prejuicios y estereotipos sean diseminados conectando cualquier acto terrorista con el Islamismo.

Muy importante a resaltar es que orientaciones severas, puniciones y discriminaciones están también claramente enseñadas en los libros sagrados de los Judíos – la Torah, y de los Cristianos, la Biblia, principalmente en el Antiguo Testamento. Esos libros fueron escritos hace milenios y por lo tanto contenían sus matices y características de la época, las costumbres de donde fueron escritos y de las orientaciones de los regímenes de gobierno existentes.

La Violencia en el libro sagrado de los Cristianos

El Antiguo Testamento de los Cristianos, que es básicamente la Torah de los Judíos, tiene pasajes muy violentos para quienes trasgreden sus enseñanzas. 

Veamos algunas de esos pasajes:

Deuteronômio (22:22-24):

Si un hombre fuera sorprendido durmiendo con una mujer casada, ambos deberán morir; si una doncella, aún virgen, esté prometida y si un hombre, encontrándola en la ciudad, cohabitara con ella, llevaréis los dos para la puerta de esa ciudad y apedrearlos ahí hasta que la muerte sobrevenga...

(Deuteronômio 28:15-28):

Será, sin embargo, que, si no dieras oídos a la voz del Señor tu Dios, para no cuidar en cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos, que hoy te ordeno, entonces vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán: maldito serás tú en la ciudad, y maldito serás en el campo. Maldito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y las crías de tus vacas, y de tus ovejas. El Señor mandará sobre ti la maldición; la confusión y la derrota en todo donde pongas la mano para hacer; hasta que seas destruido, y hasta que repentinamente perezcas, a causa de la maldad de tus obras, por las cuales me dejaste. El Señor cogerá en ti la pestilencia, hasta que te consuma en la tierra que pasas a poseer. El Señor te herirá con la tísica y con la fiebre, y con la inflamación, y con el calor ardiente, y con la aridez, y con quemadura y con herrumbre; y te perseguirán hasta que perezcas. Y tu cadáver servirá de comida a todas las aves de los cielos, y a los animales de la tierra; y nadie los espantará. El Señor te herirá con las úlceras de Egipto, con tumores, y con sarna, y con picores, de que no puedas curarte; El Señor te herirá con locura, y con ceguera, y con pasmo de corazón.

Interesante también a resaltar que la esclavitud era aprobada por “Dios”. Veamos lo que dice en Levítico cap. 25, versículos de 44-45: Y en cuanto a tu esclavo o tu esclava que tengas, serán de las naciones que están alrededor de vosotros; de ellos compraréis esclavos y esclavas. También los compraréis de los hijos de los forasteros que peregrinan entre vosotros, de ellos y de sus familias que estén con vosotros, que hayan generado en vuestra tierra; y os serán por posesión.

Podríamos seguir con muchas otras partes violentas y controvertidas, pero vamos a atentar  solamente dos hechos de más para completar nuestra argumentación. Uno de ellos es la violencia de las Cruzadas por la Iglesia Católica contra los infieles musulmanes. En 1095, El papa Urbano II instituyó la Guerra Santa o Guerra Justa contra los musulmanes porque “Dios así lo desea”. Él prometió a todos los católicos que entraran en esta guerra la indulgencia plenaria, es decir, el perdón de todos los pecados. Pocos años más tarde fue institucionalizado que matar a un infiel no es un pecado, no es un homicidio y sí un malecídio.  Esta palabra fue acuñada por San Bernardo de Claraval en 1128 para referirse a un homicidio bendecido por Dios, aplicable a los herejes y a los musulmanes en nombre de Dios.

Otro hecho histórico de gran violencia contra los no cristianos (herejes) fue  la Santa Inquisición, instituida en 1232 por el Papa Gregório IX. Durante siglos – pues la Inquisición fue abolida solamente en 1834 – la tortura era defendida como mecanismo de misericordia para forzar a los herejes  a arrepentirse y ganar el perdón divino.

El Manual de los Inquisidores, escrito por el Fraile Dominico Nicolau Eymerich en 1376, se hizo un vade-mécum  para los métodos de tortura.  San Tomás de Aquino, uno de los filósofos más importantes de la Iglesia Católica, en su monumental tratado religioso Suma Teológica escribió que los herejes merecen ser separados del mundo con la muerte.

No se sabe exactamente el número de muertos por la Inquisición a lo ancho de estos más de 600 años, pero los números giran la centenares de miles de personas. Por herejes eran clasificados todos aquellos que no eran cristianos y los cristianos que tenían comportamientos considerados no cristianos por las autoridades eclesiásticas.   

La Violencia en el Islamismo

Todo esto descrito arriba es muy triste, pero son hechos. El fanatismo religioso, el fundamentalismo, es nacido de la interpretación literal de algunos textos religiosos y que son leídos separados del contexto de donde ellos son extraídos, llevando a la intolerancia y a la violencia. Este es el caso de nuestros días actuales del terrorismo empleado por los fundamentalistas del llamado Estado Islámico. Ellos utilizan como justificaciones el término Jihad o, como es tradicionalmente traducido por los occidentales: Guerra Santa. Lamentablemente los fundamentalistas islámicos justifican sus actos criminales diciendo que su profeta Mahoma predicaba la Guerra Santa, o la Jihad. Abajo hay dos versículos del Corán que hablan de acciones en guerras santas:

Sura (surata o capítulo) 47, versículo 4:

Y cuando os enfrentéis con los incrédulos (en batalla), se golpearan los cuellos, hasta que los hayáis dominado, y tomad (los supervivientes) como prisioneros... Liberarlos, entonces, por generosidad o mediante rescate, cuando la guerra haya terminado. Tal es la orden.

Sura 2 versículos 191 a 193:

Combatid, por la causa de Alá, aquellos que os combaten; sin embargo, no practiquéis agresión, porque Alá no estima a los agresores... Sin embargo, si desistieran, sabed que Alá es Indulgente, Misericordiosísimo.

Otros tramos también son referenciados por los extremistas como justificaciones para sus actos de extrema violencia. Ellos nuevamente son basados en interpretaciones radicales de frases de versículos particulares de algunas suras, o suratas (capítulos), del Corán.

Una de ellas es la Sura 5, versículo 33, que dice: la punición para aquellos que hacen guerra contra Dios y Su Profeta... deben ser muertos y ahorcados. 

Estos fundamentalistas no completan la lectura de los versículos, pues a ellos no les interesan, pues sacudirían sus deseos de violencia. Si continuáramos leyendo el versículo 33, él complementa: ...o sean proscritos de la región. Entonces veamos que ya hay alternativa a la muerte, que es el destierro. Más vamos al versículo siguiente número 34 está escrito: …a no ser que ellos se arrepientan, pues Dios es todo amor y perdón.

Para algunos eruditos del Corán hay varios pasajes en que el profeta Mahoma predica la tolerancia y la paz y que lamentablemente son olvidadas o desconocidas por los terroristas, pues eso va en oposición a todo lo que dice respecto a puniciones y asesinatos en nombre de Dios:

 

•        Sura 5, versículo 32: Aquel que mata a un ser humano es como si él hubiera matado a toda la humanidad y aquel que salva a un ser humano es como si él hubiera salvado toda la raza humana.

 

•        Sura 2, versículo 190: Y combatid en el camino de Dios contra aquellos que os combaten; sin embargo, no provoquéis las hostilidades, porque Dios no ama a los agresores.

•        Sura 8 versículo 61-62: Y si ellos se inclinaran para la paz, te inclinas tú, también, a ella y confía en Dios. Él es Quien escucha y sabe. Y si ellos te engañan, queda sabiendo que Dios te es Suficiente. Él es Quien ampara con su ayuda y con la de los creyentes.

¿La palabra Jihad realmente significa Guerra Santa?

El mundo occidental utiliza la palabra Jihad como guerra santa y los ataques terroristas son denominados como ataques de Jihadistas. En realidad el término literal jihad en árabe tiene un significado bastante más abarcador, en tres diferentes aspectos de una lucha:

1) Una lucha espiritual interna de cada uno para volverse una mejor persona

2) Una lucha para crear una sociedad musulmana más justa

3) Una lucha para defender el Islamismo, con el uso de la fuerza si fuera necesario.

Muchos musulmanes eruditos modernos entienden la Jihad como una lucha espiritual interna que los fieles tienen que emprender continuamente para domar sus malas tendencias. A pesar de algunas controversias, parece existir entre la mayoría un consenso de que Mahoma enseñaba que había dos tipos de Jihad, una mayor – aquella espiritual interna para combatir las malas tendencias del infiel interno de cada uno y otra menor – aquella contra los enemigos del Islamismo. La primera es mucho más difícil  que la segunda.

La Transición Planetaria

Todo esto que fue escrito arriba nos lleva a reflejar las enseñanzas de Jesús acerca del fin de los tiempos y de Kardec, principalmente aquellos del libro La Génesis, esclarecedora de todo lo que se está pasando. Jesús nos dijo en Mateos XVIII, versículo 7: Ay del mundo, a causa de los escándalos. Porque es necesario que sucedan escándalos, pero ay de aquel hombre por quien viene el escándalo. En este contexto, los escándalos son estos ataques terroristas y todo aquello que denigre la humanidad, como las corrupciones, los prejuicios y la intolerancia de cualquier suerte.  Son también causantes de escándalos los vendedores de armas que alimentan las guerras y aquellas empresas que compran el petróleo de organizaciones conectadas al terrorismo, como, por ejemplo, el petróleo colocado en el mercado a precios bajos provenientes de lugares tomados por el ISIS. ¡La compraventa de ese petróleo financia los actos terroristas en todo el mundo!

La necesidad de los escándalos forma parte de nuestro crecimiento moral, pues la indignación crece en todo el mundo, se esparce por las redes sociales y hay una conmoción mundial que hace que la vibración del planeta cambie y que formas pensamiento sin dirección de reparar lo que está equivocado sean diseminadas en gran alcance. 

Pero la enseñanza de Jesús va más lejos cuando complementa: pero ay de aquel hombre por quien viene el escándalo. Jesús aquí ya adelantaba las enseñanzas de Kardec en La Génesis, capítulo XVIII, ítem 27, acerca del sufrimiento y la expurgación que esos Espíritus endurecidos sufrirían por sus propias elecciones, en cuando a sus desencarnaciones: Habiendo llegado el tiempo, gran emigración se verifica de los que la habitan: la de los que practican el mal por el mal, aún no tocados por el sentimiento del bien, los cuales, ya no siendo dignos del planeta transformado, serán excluidos, porque, sino, le ocasionarían de nuevo perturbación y confusión y constituirían obstáculo al progreso. Irán a expiar el endurecimiento de sus corazones, unos en mundos inferiores, otros en razas terrestres aún atrasadas, equivalentes a mundos de aquel orden, a los cuales llevarán los conocimientos que hayan adquirido, teniendo por misión hacerlas avanzar. Los sustituirán Espíritus mejores, que harán reinar en su seno la justicia, la paz y la fraternidad.

Kardec sigue enseñándonos que hay una generación nueva llegando sustituyendo a aquellos que no más podrán reencarnar en la Tierra. Él nos dice en el ítem 20 de La Génesis: La generación que desaparece llevará consigo sus errores y perjuicios; la generación que surge, mejorada en fuente más pura, imbuida de ideas más sanas, imprimirá al mundo ascensional movimiento, en el sentido del progreso moral que señalará la nueva fase de la evolución humana.  Pero Kardec nos advierte de que esos Espíritus recalcitrantes, a que él denomina de atrasados por no haber conseguido absorber las ideas de la bondad y de la benevolencia, irán a luchar contra este estado de cosas. En el ítem 26 él nos dice: ... ellos defenderán palmo a palmo el terreno. Habrá, por lo tanto, una lucha inevitable, pero lucha desigual, porque es la del pasado decrépito, a caer en harapos, contra el futuro juvenil. Será la lucha del estacionamiento contra el progreso, de la criatura contra la voluntad del Creador, una vez que llegados son los tiempos por él determinados.

Conclusiones

La primera conclusión a que llegamos es la de que estos movimientos terroristas y sus idealizadores están sufriendo sus últimos estertores. Ellos están luchando palmo a palmo, obteniendo victorias de Pirro, cuando en verdad los tiempos ya son llegados y ellos no volverán a reencarnar aquí, pues la Transición Planetaria sigue su planificación divina y está cada vez más acelerada.

La segunda conclusión a que podemos llegar es la de que no son las religiones que son buenas o malas, ni sus libros sagrados. Lo que son comprometedoras son las interpretaciones que se dan a pasajes y tramos aislados de su contexto integral, que incluye la época en que fueron escritos, la forma de poder existente y los intereses de los poderosos que comisionaran sus traducciones con sus interpretaciones convenientes a las situaciones políticas reinantes. Y eso les da una justificación a sus delincuentes acciones terroristas.

La tercera conclusión es la de que la mayor Jihad – una lucha espiritual interna para combatir las malas inclinaciones del infiel interior de cada uno - es bastante similar la enseñanza de Kardec cuando él dice que se reconoce el verdadero espírita por el esfuerzo continuo y diario para combatir sus malas tendencias, buscando ser hoy mejor que ayer y mañana mejor que hoy.

 

Referências:

A Bíblia Sagrada

O Sagrado Alcorão

The True Meaning of Jihad – Tarik Ramadan

Suma Teológica – San Tomás de Aquino

La Inquisición – Ricardo Garcia Carcel

 

 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita