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Año 9 - N° 412 - 3 de Mayo de 2015
Traducción
Elza Ferreira Navarro - mr.navarro@uol.com.br
 

 
 

El “Punto de Dios”
en el cerebro
 

En el libro Misioneros de la Luz, psicografado por Francisco Cândido Xavier en 1945, por lo tanto hace 70 años, André Luiz nos trajo datos importantes al respecto de un corpúsculo perteneciente al cerebro, de forma ovalada, situado en el surco existente entre los cuerpos cuatrillizo superiores, a lo cual se atribuyen funciones endocrinas.

Nos referimos a la epífisis, también conocida como glándula pineal.

De la obra mencionada extrajimos, a propósito de esa glándula, las informaciones siguientes:

1.) En el ejercicio mediúmnico de cualquier modalidad, la epífisis desempeña el papel más importante. A través de sus fuerzas equilibradas, la mente humana intensifica el poder de emisión y recepción de rayos peculiares a la esfera espiritual. Es en la epífisis que reside el sentido nuevo de los hombres; todavía, en la gran mayoría de ellos, la potencia divina duerme embrionaria. (Misioneros de la Luz, cap. 1, pág.16.)

2.) La función de la epífisis va mucho más lejos de lo que relatan los libros médicos, que circunscriben sus atribuciones al control sexual en el periodo infantil. En realidad, la epífisis no es un órgano muerto, pero una glándula de la vida mental, que despierta en el organismo del hombre, en la pubertad, las fuerzas creadoras y, enseguida, continúa a funcionar, como el más avanzado laboratorio de elementos psíquicos de la criatura terrestre. (Obra citada, cap. 2, págs. 19 y 20.)

3.) La epífisis preside los fenómenos nerviosos de la emotividad, como órgano de elevada expresión en el cuerpo etéreo. Ella es también conocida de los Espíritus como glándula de la vida espiritual del hombre, teniendo ascendencia sobre todo el sistema endocrino y, unida a la mente a través de principios electromagnéticos del campo vital, comanda las fuerzas subconscientes bajo la determinación directa de la voluntad. (Obra citada, cap.2, págs. 20 y 21.)

4.) Segregando “unidades-fuerza”, la epífisis es comparable a poderosa usina, que debe ser aprovechada y controlada en el servicio de iluminación, refinamiento y beneficio de la personalidad, y no relajada en gasto excesivo del suministro psíquico, en las emociones de baja categoría. Es, pues, indispensable cuidar atentamente de la economía de fuerzas, en el servicio honesto de desarrollo de las facultades superiores. Es necesario preservar las energías psíquicas para engrandecimiento del Espíritu eterno. Jesús enseñó la virtud como deporte del alma. Luego la importancia de la renuncia y la grandeza de la ley de elevación por el sacrificio. El hombre que practica verdaderamente el bien vive en el seno de vibraciones constructivas y santificantes de la gratitud, de la felicidad y de la alegría. (Obra citada, cap. 2, págs. 23 hasta 25.)

Los años se pasaron y he que, varias décadas después, apareció en los medios académicos una propuesta curiosa, la llamada Inteligencia Espiritual, tema enfocado en el libro QS: Inteligencia Espiritual, de Danah Zohar e Ian Marshall, que defienden la idea de que, además del QI (cociente intelectual) y del QE (cociente emocional), la inteligencia humana también puede ser medida por medio de la inteligencia espiritual, el QS, el cociente fundamental de todos. El QS está unido a la necesidad humana para tener propósito y objetivo en la vida. Él sería el responsable por el significado de nuestra existencia, por el desarrollo de los valores éticos y creencias que van a nortear nuestras acciones en el día a día. Conocer el potencial de nuestro QS y desarrollarlo nos permitirá alcanzar metas con más eficiencia.

Según Danah Zohar, esa tesis se fundamenta en investigaciones llevadas a efecto por científicos de varias partes del mundo que descubrieron lo que está siendo llamado “Punto de Dios” en el cerebro, un área que sería responsable por las existencias espirituales de las personas.

¿Será una simple coincidencia tal idea con lo que André Luiz escribió 70 años atrás al respecto de la epífisis – la glándula de la vida espiritual?

Es evidente que no – Se trata, eso sí, de la confirmación de que el cerebro es simple medio, precioso y delicado instrumento, donde, cuando se encuentra reencarnada y, por lo tanto, vinculada a un cuerpo material, el alma se vale para manifestarse. Componiéndolo, la epífisis ejerce en ese proceso un papel relevante, como André Luiz informó en la obra pssicografada por Francisco Cândido Xavier, a que nos referimos.

Respondiendo a la pregunta “¿Lo qué es inteligencia espiritual?”, Danah Zohar, coautora del libro sobre la Inteligencia Espiritual, respondió:

“Es una tercera inteligencia, que coloca nuestros actos y experiencias en un contexto más amplio de sentido y valor, tornándolos más efectivos. Tener alto cociente espiritual (QS) implica ser capaz de usar el espiritual para tener una vida más rica y más llena de significado, adecuado sentido de finalidad y dirección personal. El QS aumenta nuestros horizontes y nos torna más creativos. Es una inteligencia que nos impulsa. Es con ella que abordamos y solucionamos problemas de sentido y valor. El QS está unido a la necesidad humana de tener propósito en la vida. Es él que usamos para desarrollar valores éticos y creencias que van a nortear nuestras acciones.”

De acuerdo con André Luiz, como fue dicho líneas arriba, es necesario preservar las energías psíquicas para engrandecimiento del Espíritu eterno, idea que, en la expresión utilizada por la filósofa norteamericana, significaría usar el espiritual para tener una vida más rica y más llena de significado, desarrollando, en consecuencia, valores éticos que nortearán la conducta de la persona a lo largo de la existencia.



 


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