WEB

BUSCA NO SITE

Edição Atual Edições Anteriores Adicione aos Favoritos Defina como página inicial

Indique para um amigo


O Evangelho com
busca aleatória

Capa desta edição
Biblioteca Virtual
 
Biografias
 
Filmes
Livros Espíritas em Português Libros Espíritas en Español  Spiritist Books in English    
Mensagens na voz
de Chico Xavier
Programação da
TV Espírita on-line
Rádio Espírita
On-line
Jornal
O Imortal
Estudos
Espíritas
Vocabulário
Espírita
Efemérides
do Espiritismo
Esperanto
sem mestre
Divaldo Franco
Site oficial
Raul Teixeira
Site oficial
Conselho
Espírita
Internacional
Federação
Espírita
Brasileira
Federação
Espírita
do Paraná
Associação de
Magistrados
Espíritas
Associação
Médico-Espírita
do Brasil
Associação de
Psicólogos
Espíritas
Cruzada dos
Militares
Espíritas
Outros
Links de sites
Espíritas
Esclareça
suas dúvidas
Quem somos
Fale Conosco

 
Entrevista Português Inglês    
Ano 8 - N° 391 - 30 de Noviembre de 2014
ORSON PETER CARRARA   
orsonpeter@yahoo.com.br      

Matão, São Paulo (Brasil)
 
Traducción:
Ricardo Morante - rmorante3@yahoo.com
  

 
José Lázaro Boberg: 

“El universo conspira a
nuestro favor”

El conocido estudioso y escritor espírita nos habla sobre su libro Pedir y Recibir, su contenido y su propuesta
 

En el libro titulado Pedir y Recibir, su autor José Lázaro Boberg, nuestro entrevistado, aborda la frase que da título a la presente entrevista: El Universo conspira a nuestro favor. Espírita desde la infancia, Boberg nació y reside en Jacarezinho (PR), en donde trabaja en la mies espírita vinculado a dos instituciones de la ciudad. Autor de quince

libros, siendo uno de ellos del área jurídica, es conferencista y coordinador de grupos de estudio. 

¿Por qué el titulo Pedir y Recibir?

Se trata de una verdad universal, aunque la tendencia de una inicial por causa de la inmadurez, es “entregar en las manos de Dios”, permaneciendo en un dolce far niente. Sin embargo, la sugerencia es que cada uno construya su patrimonio espiritual con su propio esfuerzo supremo. Cuando Jesús recomienda (Mateo 7:7) orar, pedir, buscar, tocar la puerta, no tiene nadad que ver con un dios personal, sino únicamente con el hombre mismo, pues en la realidad, lo que se está proponiendo es la técnica del uso correcto de las leyes de la mente. Esta invitación ha sido recibida equivocadamente por parte de la criatura; con frecuencia es vista como la lámpara de Aladino de cada deseo humano, la garantía de que, si oramos, Dios nos concederá. Este es un trabajo de mentalización, fruto del ejercicio a partir de que la criatura se disponga a perseverar en la búsqueda de sus objetivos, utilizando la fuerza de su pensamiento; éste, cuando es puesto en acción construye el propio destino. Ya vimos en el Viejo Testamento en el Libro Proverbios 23:7 “Porque como el hombre imagina en su alma, así es”.  Cuando efectivamente anhelamos la realización de un deseo no sirve tan sólo pedirlo mentalmente, es necesario trabajar para la conquista que se anhela. No se trata, por lo tanto, de un trabajo mental mecánico, en el que repetimos innumerables veces, sin ninguna fuerza emocional. Atienda a la alerta de Jesús: “No utilicéis repeticiones vanas”.

¿Y cómo encuadra eso en las Leyes Divinas?

Vivimos bajo la égida de las Leyes del Universo y, para evolucionar, tenemos que adaptarnos a ellas, en un continuum infinito, de tal suerte que nada va a ocurrir, sin la voluntad libre e inteligente del agente. Todos, sin excepción, tenemos a disposición y en igualdad de condiciones un poder infinito, y nos guiamos por esas mismas leyes. Es la llamada ley de atracción. Todo lo que ocurre en la vida es fruto de las imágenes creadas en la mente, por la misma persona. Estamos dotados de poder atraer aquello que pensamos.

¿Hay una manera de atraer, con esfuerzo y oración, las realizaciones que se pretenden?

La palabra oración puede ser entendida como orar + acción. Son mentalizaciones (proyectos) depositados en la Mente, con la intención de que se materialicen. Podríamos comparar las semillas que reposan en lo íntimo de cada uno, cual preciosa provisión, bajo custodia exclusiva, autorizando su germinación… No importa el tenor del proyecto depositado, pues tenemos la facultada de crear lo que quisiéramos, ya sea bueno o malo. En esta línea de razonamiento, podemos imaginar la fuerza del pensamiento del que somos dotados en la creación de nuestros deseos. Aquí entra el sentido de la fe, como ejercicio del “pensar positivo”, sin desviar el objetivo del deseo formulado. Cabe señalar, además, que si usted piensa negativamente, la fe también funciona. Entendamos que las Leyes Naturales (Leyes Divinas) no “cambian” para atender casos particulares, quien quiera que sea. Entonces, por lógica, lo que oración (o plegaria) puede proporcionarnos, son el consuelo y la esperanza de que si insistimos en nuestros objetivos, con el tiempo, sucederá. En este sentido, la oración pronunciada con fe se materializa, porque tenemos el poder de crear aquello que pensamos. Cada criatura solo recibirá del Universo lo que fue formulado, recibiendo de acuerdo con su “capacidad”, aquí entendida en el sentido de “espacio”; de “vacuidad”. Es lo que enseña Jesús, sentenciando: “a cada cual según sus obras”. Esto quiere decir que sólo se recibe de acuerdo con lo que se siembra.

¿Por qué el mismo razonamiento se aplica tanto en el bien como en el mal?

Muchos se preguntan por qué Dios permite las cosas malas que existen en el mundo. Ahora bien, todo está permitido porque el ser humano que tanto siembra la bienaventuranza, también desencadena las guerras, y la respuesta es que Él (en sentido figurado) consiente que se haga la voluntad del hombre. No olvidemos que la Inteligencia Suprema actúa por medio de la Ley. Si descubrimos en las Leyes de la Naturaleza, el fuego, con él podemos cocinar el alimento y forjar el hierro o incendiar una floresta. Pero con el despertar de la conciencia, adquiriendo de esa manera mayor poder de libre albedrío, la Ley también colocó sobre nuestros hombros  el peso de la responsabilidad. Es así como se entiende que los Espíritus Auxiliares del codificador transfieren la responsabilidad del perfeccionamiento espiritual a la propia criatura, afirmando en relación a las Leyes Naturales, que “el hombre sólo es infeliz, cuando  de ellas se aleja”.

Pero, entonces, ¿cómo educar la dirección del pensamiento?

Tratándose de  evolución, nada nos es donado. Todo es conquista – fruto del ejercicio continuo y persistente. Como estamos conscientes de que creamos mediante el pensamiento, y de que la materialización de los deseos está vinculada la voluntad, el ser viaja en búsqueda de su perfección, construyendo todo con la propia experiencia, según el “molde mental” que produce, sometiéndose continuamente a la justicia de los principios de la Ley de Acción y Reacción. Procuremos ejercitar, como regla de vida, la creación de pensamientos saludables, lo que estará promoviendo salud y la propia felicidad. El Universo trabaja para concretar todo lo que pensamos, ya sea la creación de “cuadros mentales” de carencia, de negación, de frustración, de enfermedad, o bien la creación de aquellos que inspiren prosperidad, abundancia, realización y salud.

Hay en el libro un capítulo titulado “Efectos de la Religión sobre la salud”. Coméntenos resumidamente sobre ese ítem.

Estudios científicos han probado que la fe religiosa, de un modo general, constituye un factor de curación,       pues hace que las criaturas, casi siempre, actúen con más serenidad y confianza, ayudando a la Medicina en el proceso del tratamiento de las eventuales enfermedades que padecen. “La mayoría de los médicos (más del 90%) reconoce que factores espirituales son un componente importante de salud, y un gran parte (70 a 82%) dice que eso puede influenciar en la salud del paciente. Además de eso, el 85% de los médicos dicen que deberían estar conscientes de las creencias religiosas/espirituales de los pacientes” (lección 15 del libro Pedir y Recibir).

En otro capítulo se dice que pensar positivo funciona también. Comente esto por favor.

Cuando el texto bíblico expresa: Porque de la manera cómo piensa en su corazón, así será él…, quiere decir que aquello que la mente cultiva será la expresión de la vida. La mente es la base de toda la vida, y es ella la que alimenta nuestros pensamientos para concretar aquello que depositamos en ella. Con esta reflexión escrita en nuestro libro La Oración puede cambiar su vida, resaltamos la importancia del cultivo del pensar positivamente para la construcción de una vida cada vez más saludable y feliz. Como hemos enfatizado la Ley del Universo materializa situaciones que coinciden exactamente con los pensamientos, es decir, ella manifiesta precisamente lo que es nuestra actitud mental. En otras palabras, el Universo puede conspirar a su favor o en contra de usted. ¡La elección es suya! Si la creación mental fuera de paz, amor y armonía, el Universo va a traer exactamente esto de retorno para nosotros. Es importante insistir que las Leyes del Universo están en estado potencial en nuestra conciencia. Lo fundamental para armonizarnos con las Leyes del Universo es entrenar en pensar “positivamente”, siempre. No se trata de mera promesa de la “boca para afuera”, del entusiasmo del momento. Es una nueva actitud de vida, que trasforma hábitos mentales saludables.

¿Algo resaltante de los casos que constan en la obra?

El punto neurálgico de nuestras reflexiones en esta obra es destacar la fuerza del pensamiento en nuestras vidas, demostrando que la verdadera oración es aquella que expresan nuestras creaciones mentales, dado que “el hombre vive dentro de las creaciones mentales a las que da origen”. Entonces, nuestra propuesta es que cada uno elabore su propia oración, sin prenderse de manera absoluta de las oraciones modeladas. Estamos de acuerdo con la afirmación de Kardec de que “la forma nada vale, el pensamiento lo es todo”. Y siendo así, no siempre las oraciones proferidas por una persona, reflejan sus necesidades. Pueden hasta ser similares pero no son iguales, porque cada una de ellas tiene una historia propia, “muy personal”. Como nos dice Emmanuel “Nuestro pensamiento crea la vida que buscamos, a través del reflejo de nosotros mismos”.

Sus palabras finales.

Esperamos que esta obra, PEDIR Y RECIBIR – El Universo conspira a su favor – pueda traerles profundas reflexiones, colocando en la práctica la sugerencia de Jesús: Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis (Mateo 21:22). Lea la obra y saque sus conclusiones por sí mismo sobre esta verdad universal.



 


Volver a la página anterior


O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita