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Ano 8 - N° 390 - 23 de Noviembre de 2014
ALMIR DEL PRETTE     
adprette@ufscar.br      
São Carlos, SP (Brasil)
 
Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org
 
 

Almir Del Prette

¿Lucy es Eva? Cuestiones creacionistas y la Evolución

 
 
Recientemente, los cines brasileños exhibieron una ficción científica, Lucy, que especula sobre la posibilidad humana de utilizar todo el potencial del cerebro. En la película, el personaje Lucy, vivido por Scarlett Johansson, con el cerebro superactivado, hace un viaje de regreso a los principios de la vida en la Tierra. El punto alto de ese “viaje” ocurre cuando  la Lucy del presente encuentra a la Lucy del pasado, en un lugar próximo a donde probablemente habría ocurrido su muerte, que la llevaría a transformarse en el fósil antiguo más bien conservado de que se tienen noticias (1). La fecha de ese fósil sugiere el periodo de 3,2 millones de años, habiendo sido descubierto en el desierto de Afar (Etiopía). Después de la identificación de su sexo, los investigadores responsables por el descubrimiento le dieron el nombre de Lucy, en homenaje a la conocida música de Lennon/McCartney: Lucy in the Sky with Diamonds. Aunque el creacionismo atribuya la edad de Eva en aproximadamente seis mil años, Adán sería algunas horas más viejo, Lucy está lejos de ser la madre de la humanidad. Como se deduce del Libro de los Espíritus (2) y de La Génesis (3) y, también, como informa la Biología (4), la Humanidad es mucho, mucho más vieja de la que suponen los lectores de la Biblia, en la perspectiva de la historia de la creación.

¿Cuál es la actual posición del creacionismo?

¿En qué sentido ocurre el debate de esa doctrina con la evolución?

¿Y el Espiritismo cómo se posiciona?

El creacionismo es una doctrina religiosa que afirma haber sido el hombre creado pronto, directamente por una acción divina. Esa afirmación es mantenida desde el judaísmo antiguo, habiendo el cristianismo heredado ese dogma, que evidentemente se opone a la noción de que la vida humana sería decurrente de un proceso de selección natural.

El “design inteligente”

Darwin supone que la selección natural tiene una larga historia (Dawkins), presumiblemente iniciada a partir de la aglutinación de algunas moléculas de carbono, moviéndose en un caldo favorable a la aparición de los primeros seres vivos. Negar que algo semejante a eso ocurriera es negar que esos eventos tienen millones de años, producen un black out  en el razonamiento y, al contrario de la ficción de la película sobre la aceleración del uso de los recursos del cerebro, sugiere su sub-aprovechamiento.

Sin embargo, los creacionistas no desistieron de defender que su doctrina de la creación del hombre directamente por Dios fuera enseñada en la escuela. Había un precedente ocurrido en 1925, en el estado de Tenessee que promulgó una ley prohibiendo la enseñanza del evolucionismo en las escuelas públicas. En una pequeña ciudad llamada Dayton, un profesor fue juzgado por citar la teoría evolucionista en sala de clase. Ese juicio duró once días, ganó gran repercusión y fue conocido como “El juicio del mono”. Posteriormente los creacionistas americanos propusieron una versión supuestamente científica, en oposición a la teoría de la selección natural de Darwin, buscando su aceptación en el currículum escolar. El emprendimiento nació de los intentos hechos a la Suprema Corte, por algunos religiosos americanos, de que las escuelas deberían enseñar el creacionismo al lado de la teoría evolucionista. Como todas las peticiones no lograron éxito, el esfuerzo se concentró en demostrar que hay una teoría científica creacionista, expuesta en el libro Of Pandas and People (ver Wikipedia). En ese libro (5) buscó-sustituirse todos los términos como “creación” o “creacionismo” por las palabras “design inteligente”. Los creacionistas parten de una premisa sostenida por la propia ciencia y, también, utilizada en la doctrina espírita, en especial en El Libro de los Espíritus, de que “no hay efecto sin causa”. Esa afirmación lleva a la otra, de que todo efecto inteligente tendría una causa inteligente. Si tales razonamientos son lógicos y posibles de sostener colofones de base científica, ¿cuál sería entonces el equívoco de los creacionistas? ¿El Espiritismo incurrió en el mismo error? Tales cuestiones serán analizadas a continuación.

La selección natural de Darwin

La idea central del “design inteligente” es identificar todo y cualquier fenómeno que no puede ser bien explicado por la ciencia, que siempre busca explicar los fenómenos naturales en términos de relaciones entre “fuerzas naturales”. Esa posibilidad relaciona a tales fenómenos a otras fuerzas no consideradas en las investigaciones. Por lo tanto, el “design inteligente” es utilizado como una alternativa a las explicaciones naturales para el origen y la diversidad de la vida. Aquellos que defienden la existencia de un design inteligente buscan identificar señales de inteligencia que remiten para la noción de un proyectista (designer). La gran complejidad de los sistemas vivos no sería totalmente “desvelada” por la ciencia materialista, necesitando, de esta forma, de otra ciencia. Los científicos y magistrados americanos que se posicionan contrarios a la noción del “design inteligente” acuerdan que, desde su formulación, hace cerca de 20 años, esa “ciencia” no publicó ningún estudio revisado por iguales en revistas científicas.

La búsqueda de una causa inteligente, en la explicación de fenómenos inteligentes de la naturaleza, podría traer una nueva dimensión a ese embate entre evolucionismo y creacionismo; sin embargo, la vertiente creacionista tendría que abandonar la noción que le es fundamental, el concepto del Dios bíblico.

El Espiritismo también parte de la premisa de que todo efecto inteligente debe, necesariamente, derivar de una causa inteligente. Pero, la argumentación espírita sobre la existencia de Dios permanece en el ámbito de la filosofía y no tiene, para esa cuestión, pretensión de hacer ciencia. Además el Espiritismo acepta la selección natural de Darwin y la entiende como uno de los atributos de la creación que, lejos de desmerecer a Dios, lo engrandece. (Vea A Camino de la Luz (6), de Emmanuel.)

¿La vida y el universo serían productos del acaso?

La doctrina espírita no se aproxima el antropomorfismo religioso; muy al contrario, ella lo rechaza. Eso puede ser deducido por la forma de la organización dada al El Libro de los Espíritus, cuando Kardec selecciona, para figurar como la primera pregunta de esa obra:  ¿Qué es Dios? Al evitar el pronombre quien, Kardec de manera inteligente evita las trampas de la noción antropomórfica de un Dios creado a nuestra imagen y semejanza. El Espiritismo tampoco acepta el argumento científico de que la vida y el universo serían productos del acaso. En la visión espírita, la vida y el universo son resultantes de la acción de Dios, que es infinito y tiene como atributo la creación incesante, pero no actúa por ensayo y error, como ocurre con el Yahvé bíblico.

La búsqueda del design inteligente parece reproducir acciones que pueden hacerse repetitivas entre deístas y teístas. El Dios bíblico, con características tan contradictorias entre el bien y el mal, parece “empujar” a las personas para una posición materialista. Aún cuando la historia de la creación es interpretada en su sentido metafórico donde cada día representa centenares de miles de periodos, hay casi invariablemente contradicciones entre lo que es metafísico en el texto, con lo que representa la mera descripción de la organización social del pueblo de Israel. De otro lado, los científicos materialistas parecen demasiado preocupados en demostrar que Dios no está presente en la creación y, con cierta exageración, hacen constantes profesiones de fe exhibiendo un fundamentalismo del tipo “creyentes de la incredulidad”.

Eso parece evidenciar, por lo tanto, que al contrario de la Lucy, heroína de la ficción científica de la película homónimo, creyentes e incrédulos, finalmente todos nosotros, aún no usamos más que el diez por ciento de la capacidad de nuestro cerebro. Y como Dios debe tener otros planes para la humanidad, más allá de la querella sobre si Él existe o no, pienso que un día no muy distante llegaremos a hacer mejor uso de los recursos de nuestro cerebro.

 

Referências: 

(1) Lucy es el único fósil humano con 40% de reconstitución original, el más completo hasta ahora encontrado. En cuanto a la longevidad, poco tiempo después otro fósil recibió fecha más antigua aún, o sea 4,4 millones de años

(2) Dawkins, R (2009). La gran historia de la evolución. São Paulo: Compañía de las Letras.

(3) Kardec, A. (s.d.) El Libro de los Espíritus. São Paulo: Librería Allan Kardec Editora (LAKE).

(4) Kardec, A (s.d.). La génesis, los milagros y las predicciones según el Espiritismo. São Paulo: Librería Allan Kardec Editora (LAKE).

(5) Davis, P. and Kenyon, D. (1980) Of Pandas and People: the central question of biological origins. Foundation of Thought and Etics (FTE). Richardson (Texas).

(6) Emmanuel/Xavier, F.C. (1939). A caminho da luz. Brasília (DF). FEB.



 


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