WEB

BUSCA NO SITE

Edição Atual Edições Anteriores Adicione aos Favoritos Defina como página inicial

Indique para um amigo


O Evangelho com
busca aleatória

Capa desta edição
Biblioteca Virtual
 
Biografias
 
Filmes
Livros Espíritas em Português Libros Espíritas en Español  Spiritist Books in English    
Mensagens na voz
de Chico Xavier
Programação da
TV Espírita on-line
Rádio Espírita
On-line
Jornal
O Imortal
Estudos
Espíritas
Vocabulário
Espírita
Efemérides
do Espiritismo
Esperanto
sem mestre
Divaldo Franco
Site oficial
Raul Teixeira
Site oficial
Conselho
Espírita
Internacional
Federação
Espírita
Brasileira
Federação
Espírita
do Paraná
Associação de
Magistrados
Espíritas
Associação
Médico-Espírita
do Brasil
Associação de
Psicólogos
Espíritas
Cruzada dos
Militares
Espíritas
Outros
Links de sites
Espíritas
Esclareça
suas dúvidas
Quem somos
Fale Conosco

 
Entrevista Português Inglês    
Ano 8 - N° 390 - 23 de Noviembre de 2014
ORSON PETER CARRARA   
orsonpeter@yahoo.com.br      

Matão, São Paulo (Brasil)
 
Traducción:
Ricardo Morante - rmorante3@yahoo.com
  

 
Edson de Jesus Sardano: 

“La felicidad es nuestro destino, pero no es una dádiva gratuita”

Concejal en la ciudad paulista de Santo André, el cofrade
analiza sobre el tema Política y Espiritismo y la coyuntura
política en la que vivimos en nuestro país
 

Edson de Jesus Sardano (foto), natural de Santo André (SP), donde también reside, es coronel en retiro de la Policía Militar. Bachiller en derecho, fue elegido concejal en la ciudad  el 2012. Ligado al Centro Espírita Dr. Bezerra de Menezes y a la Guardería Amelia Rodrigues, de la cual es segundo secretario,  Edson  es  expositor  espírita  y  realiza

también conferencias sobre seguridad y temas de actualidad.

¿Cómo encarar el momento político del país?

Por un lado me preocupan los ánimos exacerbados, muchas ofensas y una búsqueda por buscar culpables del otro lado del espectro ideológico, pero por otro lado, entiendo que se trata de un desahogo natural. Este sentimiento que se está manifestando ahora, por pretexto de la política, estaba en el alma de las personas. Las elecciones sólo permitieron que se manifestase. No creo que las cosas estén empeorando.

¿Qué se puede esperar para los próximos años en esta lucha de construcción de la democracia?

Creo que dentro de poco, después de tantos intercambios de acusaciones, ambas partes se van a dar cuenta que tenían una parte de razón, de manera que se debe reformar el modelo como un todo, a partir del elector que,  antes de víctima, es el principal autor de este proceso. Luego de la euforia de la victoria/derrota, se va a buscar entre los escombros, una sociedad mejor. Todos desean eso.

¿Cómo el país va a vencer los desafíos contra la corrupción?

Ese es un proceso muy lento, que necesita partir de cada ciudadano. Al brasileño no le gusta cumplir las leyes. Eso lo vemos en las filas de los shows y en los partidos de fútbol, donde quien puede pagar más pasa al frente; en el intento de resolver problemas diversos con un “arreglo”, como las multas de tránsito, etc. Tenemos una tendencia a reducir y hasta justificar nuestras faltas, señalando sólo las ajenas. Políticos conocidos como corruptos, pero gestores eficientes, son festejados por los electores. Funcionarios públicos corruptos, pero importantes bajo el punto de vista político, son recibidos en las altas esferas sin ninguna restricción. El brasileño no manifiesta ninguna indignación en relación a esto. Hasta le gusta estar cerca, pues un día puede necesitarlo… el ciudadano honesto es visto como un ingenuo, romántico. Si alguien encuentra una maleta con dinero y la devuelve, sale en el Jornal Nacional, porque es algo inusitado. Todos tenemos una parte de culpa. Por lo tanto, una parte de la solución. Sólo basta que hagamos nuestra parte.

¿Y los desafíos de la violencia humana y la lucha contra la propagación de las drogas y sus despliegues?

Necesitamos combatir el crimen, pero sin colocar todo el peso en los hombros del criminal. Él sólo es una parte del proceso y para su conducta existe una ley. Necesitamos repeler cualquier idea de venganza social e incluso el recrudecimiento de las leyes penales que, en la práctica, es una venganza disfrazada. Por otra parte, como cristianos, no pueden quedar flotando dudas en nuestras mentes, de que no habría ningún tipo de impunidad. Se puede engañar a la justicia de los hombres, pero no a las leyes de la vida, que atribuyen a cada uno las consecuencias de sus propias obras. La lucha contra las drogas es un gran desafío, principalmente porque las llamadas drogas legales son toleradas y hasta incentivadas en las familias, en especial el alcohol, y sin duda, son la puerta de entrada de las demás. Un amplio proceso de prevención y educación también es imprescindible, principalmente mediante el ejemplo en la familia. El papel de la formación familiar y religiosa allí es fundamental. La represión policial debe ser dirigida de manera más acentuada al traficante, pero el consumidor no puede tener el tratamiento romántico que se le da, minimizando tal conducta.

La división del país, en números casi exactos, en la diversidad de la elección  del Presidente en las elecciones, ¿qué indica a la luz de la Política?

Que el modelo actual va en camino al agotamiento. Las innovaciones de carácter social, todas muy oportunas y benéficas, acabaron cediendo el lugar al apego al poder y a episodios  de corrupción, ya no más aislados. Las ideas del PT son muy buenas y hasta compatibles con los ideales cristianos, aunque las personas encargadas de implementarlas se dejaron llevar por las provocaciones de la materia y por un apego excesivo al poder; por la arrogancia de creerse los únicos capaces de algo bueno para el país, por último, comprometieron los ideales en función de la falta de bases morales para sustentar el proyecto político. Creo que no sería diferente con cualquier otro partido con tanto poder. Las cosas con el PT asumen un carácter más alarmante porque, en primer lugar, se esperaba de ellos una conducta diferente; pero ¿cómo esperar algo diferente de personas iguales? Iguales como un todo, inclusive a nosotros. Segundo, porque es un partido muy grande y centralizado, de manera que todo en él se acentúa. Desde la virtud, hasta las equivocaciones. El poder es un gran desafío. Una mezcla de dinero, posición, sexo y otras provocaciones con un fuerte poder de persuasión. Hay que estar muy bien preparado para resistir. La mayoría ha sucumbido, lamentablemente.

¿Y a la luz del Espiritismo?

A la luz del Espiritismo nos corresponde hacer nuestra parte. Colaborar y participar como ciudadanos y no juzgar. Orar por los que ostentan el poder, porque ellos sólo despiertan envidia en quien no tiene el verdadero alcance de los valores de la vida. No podemos ser cómplices con el error, pero debemos ser misericordiosos con los que se equivocan, agradeciendo a Dios no haber sido expuestos a esos desafíos, pues puede ser que tampoco resistiríamos. Podemos y debemos participar de la política, dejando siempre claro que jamás será como movimiento espírita. El ciudadano espírita debe escoger bien a sus representantes, y en la medida de lo posible, hasta apoyar a aquellos que entienda que sean merecedores de su confianza, pero vuelvo a enfatizar: nunca utilizando la Causa Espírita, y tampoco la Casa Espírita. Debemos luchar para vivenciar el Evangelio. El cumplimiento de las leyes y de las normas de la ciudadanía estará incluido consecuentemente. Debemos ser un ejemplo. No podemos olvidar que "Dios está al mando". No estamos viviendo nada que no esté en los planos divinos para nuestro progreso. No cabe el pesimismo en la postura del Espírita. Estamos caminando inexorablemente hacia el progreso.

¿Qué tiene que  decir el Espiritismo sobre el momento de dificultades del país?

El momento que vivimos es la suma de la conducta de cada uno de nosotros. Vivimos en el mundo que merecemos vivir, porque participamos de su construcción, ya sea por nuestras acciones equivocadas, o por nuestra propia cobarde omisión. El aparente desarreglo climático, la violencia urbana, la falta de estabilidad económica, entre otros problemas, son consecuencias de nuestro inmediatismo y egoísmo. No es un castigo, sino las restricciones resultantes de la inmadurez de las personas. Sólo a partir del surgimiento de los problemas comenzamos a pensar en sustentabilidad, distribución de la renta, planeamiento, etc. Durante muchos años la postura extractivista imperó en la formación de nuestro país. Extrajimos todo lo que era posible. Ahora ha llegado la hora de devolver. A veces duele un poco, pero es un proceso pedagógico paternal y necesario.

¿Por qué el cuadro actual se sitúa casi en un retroceso a la libertad, ante las supuestas lesiones a la Ley de Libertad expuesta en El Libro de los Espíritus?

La libertad, como todas las leyes que rigen el universo, tiene una finalidad que requiere ser respetada. Las transgresiones y los abusos llevan, naturalmente, a secuelas dañinas, con apariencia de restricción, pero siempre bajo el signo de la Justicia y de la finalidad educativa. Somos libres para lanzar piedras al cielo, pero debemos tener las cabezas preparadas para cuando ellas caigan de regreso.

¿Algo resaltante de su experiencia profesional y su actuación en la política, a la luz del Espiritismo, que le gustaría relatar a los lectores?

Trabajé 30 años en la policía militar y hace dos años que soy concejal. Son actividades que muchas personas creen que son terribles por sí solas. Yo puedo decir que fueron las mejores oportunidades que la vida me proporcionó para mi aprendizaje. Puedo decir que no hay actividad (legal) mala. Todo depende de cómo nos comportamos. En la PM pude ayudar a mucha gente, salvar a algunas, pero principalmente, pude compartir con mis subordinados y colegas las enseñanzas del Evangelio en la práctica cotidiana, acentuando principalmente el respeto a las leyes, a la dignidad humana a la no violencia, todo preconizado en las normas vigentes del país, pero que una persona sin una sólida formación moral debe pensar que es una falsedad, que es necesario combatir violencia con violencia. Los policías arbitrarios y violentos sólo reflejan el pensamiento de una buena parte de la sociedad. Ellos piensan que las leyes son suaves y que les corresponde “endurecerlas”. La visión de la reencarnación y de las leyes de causa y efecto deben hacer que todos nos veamos como pasajeros del tren de la tolerancia. No tenemos el derecho de hacer justicia con nuestras propias manos. Ya en la política, la difusión de ideas de paz, de lucha por la vida, contra el aborto, contra el consumo irresponsable de bebidas alcohólicas (si es que es posible consumir alcohol con responsabilidad) y, principalmente, de honestidad, apunta para quien nos observa que es posible ser policía, político, o cualquier otra cosa sin lanzarse a los brazos de la corrupción y de los abusos de todo tipo. Estoy feliz por ser reconocido por la seriedad, y aún más feliz cuando las personas hacen la relación de esa conducta con mi formación familiar y religiosa.

Sus palabras finales al lector.

Amigo lector, somos Espíritus en una experiencia física, de modo que necesitamos cada vez más cultivar los valores espirituales en detrimento de los materiales. En cualquier momento podemos dejar el cuerpo físico y eso no puede sorprendernos, ni tampoco imponer ningún tipo de inseguridad o angustia. Venimos de la patria espiritual y allá regresaremos. No sabemos cuándo, pero podemos determinar cómo, o mejor, con qué equipaje. Cada día es una oportunidad de aprendizaje y de progreso. Tenemos fallas inherentes a nuestro padrón de evolución y eso no nos debe infligir ningún tipo de culpa, pero tampoco puede servir de disculpa para que no corrijamos comportamientos equivocados. La vida es una gran escuela, de donde todos saldremos con el diploma en la mano. Unos pasan directo, otros después de los exámenes, recuperaciones, dependencias e incluso hay algunos que repiten, pero todos, cada cual a su tiempo, nos formaremos. Dios, el Magnífico Rector de esa Universidad, nos espera incansablemente. La felicidad es nuestro destino, pero no es una dádiva gratuita. Es una conquista individual. Somos espíritus inmortales; nos dirigimos inexorablemente hacia el progreso. No hay motivos para sufrir. ¡Sobran las razones para luchar!



 


Volver a la página anterior


O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita