WEB

BUSCA NO SITE

Edição Atual Edições Anteriores Adicione aos Favoritos Defina como página inicial

Indique para um amigo


O Evangelho com
busca aleatória

Capa desta edição
Biblioteca Virtual
 
Biografias
   
Filmes
Livros Espíritas em Português Libros Espíritas en Español  Spiritist Books in English    
Mensagens na voz
de Chico Xavier
Programação da
TV Espírita on-line
Rádio Espírita
On-line
Jornal
O Imortal
Estudos
Espíritas
Vocabulário
Espírita
Efemérides
do Espiritismo
Esperanto
sem mestre
Divaldo Franco
Site oficial
Raul Teixeira
Site oficial
Conselho
Espírita
Internacional
Federação
Espírita
Brasileira
Federação
Espírita
do Paraná
Associação de
Magistrados
Espíritas
Associação
Médico-Espírita
do Brasil
Associação de
Psicólogos
Espíritas
Cruzada dos
Militares
Espíritas
Outros
Links de sites
Espíritas
Esclareça
suas dúvidas
Quem somos
Fale Conosco

Estudio Metódico del Pentateuco Kardeciano Português   Inglês

Ano 8 - N° 385 - 19 de Octubre de 2014

ASTOLFO O. DE OLIVEIRA FILHO                    
aoofilho@gmail.com
                                      
Londrina,
Paraná (Brasil)  
 
Traducción
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com
 

 
 

La Génesis

Allan Kardec

(Parte 24)
 

Damos continuidad al estudio metódico del libro La Génesis, los Milagros y las Profecías según el Espiritismo, de Allan Kardec, cuya primera edición fue publicada el 6 de enero de 1868.  Las respuestas a las preguntas sugeridas para debatir se encuentran al  final del presente texto.

Preguntas para debatir

A. ¿Influyen los signos en nuestra vida?

B. ¿La Tierra tendrá fin algún día?

C. ¿Las especies animales salieron de una primera pareja o de muchas parejas germinadas en diferentes lugares?

Texto para la lectura

449. Teoría de la incrustación – Sólo por no dejar de mencionarla, hablamos de esta teoría, que no tiene apoyo científico, pero que, no obstante, ha logrado cierta repercusión últimamente y seducido a algunas personas. En resumen, según dicha teoría, nuestro globo no es más que un planeta incrustativo, constituido por la fusión de la Tierra con cuatro globos: el planeta Asia aportó la raza amarilla, la de civilización más antigua; el África trajo la raza negra; el Europa, la raza blanca y el América la raza roja.

450. Esta teoría tiene como oposición los datos más positivos de la ciencia experimental, además de dejar intacta la cuestión misma que ella pretende resolver: el problema del origen. Dice, es cierto, cómo se habría formado la Tierra  pero no dice cómo se formaron los cuatro mundos que se reunieron para constituirla.

451. Si las cosas hubiesen sucedido así, ¿cómo se explicaría la inexistencia absoluta de algún rastro de las inmensas soldaduras, a pesar de haber llegado, según esa teoría, hasta las entrañas del globo? Cada uno de esos mundos, Asia, África, Europa y América, que  se supone trajeron sus propios materiales, tendrían una geología particular, diferente a la de los demás, lo que no ocurre.

452. Por el contrario, se observa en primer lugar, que el núcleo granítico es uniforme, de composición homogénea en todas las partes del globo, sin solución de continuidad. Además, las capas geológicas se presentan de igual formación, idénticas en su constitución, superpuestas en todas partes y en el mismo orden, continuas, sin interrupción, de un extremo al otro de los mares, de Europa a Asia, África, América, y recíprocamente. Tal estado de cosas no se concilia con la formación de la Tierra por la agregación de varios mundos diferentes.

453. Este sistema sedujo a algunas personas, porque parecía explicar la presencia y localización de las diferentes etnias en la Tierra. Pero, si esas etnias pudieron proliferar en mundos distintos, ¿por qué no podrían desarrollarse en diversos puntos de un mismo globo? Es querer resolver una dificultad mediante otra mayor.

454. La concepción del alma de la Tierra desempeñó un papel importante en la teoría de la incrustación. Pero la idea del alma de la Tierra debe ser incluida entre las teorías sistemáticas y quiméricas. Como alma de la Tierra se puede entender más racionalmente, a la colectividad de Espíritus encargados de la elaboración y dirección de sus elementos constitutivos, lo que supone ya un cierto grado de desarrollo intelectual; o, mejor aún: al Espíritu al cual está confiada la elevada dirección de los destinos morales y el progreso de sus habitantes, misión que sólo puede ser encargada a un Ser eminentemente superior en conocimientos y sabiduría. En tal caso, ese Espíritu no es, hablando con propiedad, el alma de la Tierra, porque no se encuentra encarnado en ella, ni subordinado a su estado material. Es un jefe encargado de su dirección, como un general de la conducción de su ejército.

455. Un Espíritu encargado de una misión tan importante, como es la de gobernar a un mundo, no podría tener caprichos, o entonces tendríamos que reconocer que Dios sería poco previsor al confiar la ejecución de sus leyes a seres capaces de contravenirlas por su mala voluntad. Ahora bien, según la teoría de la incrustación, uno de los globos – La Luna – no quiso ser parte constitutiva de la Tierra, y por ello, quedó al margen, como el satélite que era y continúa siendo, lo que no pasa de ser una fantasía.

456. Capítulo IX – Revoluciones generales o parciales – Los períodos geológicos marcan las fases del aspecto general del globo, como consecuencia de sus transformaciones. Pero, con excepción del período diluviano, que se caracterizó por una perturbación repentina, todos los demás transcurrieron con lentitud y sin transiciones bruscas.

457. Durante todo el tiempo que los elementos constitutivos del globo tardaron en tomar sus posiciones definitivas, los cambios deben haber sido generales. Una vez consolidada la base, sólo debieron producirse modificaciones parciales en la superficie.

458. Además de las revoluciones generales, la Tierra experimentó un gran número de perturbaciones locales, que cambiaron el aspecto de determinadas regiones. Como en las otras oportunidades, dos causas contribuyeron a esas perturbaciones: el fuego y el agua.

459. El fuego obró produciendo: las erupciones volcánicas que sepultaron bajo espesas capas de cenizas y lava los terrenos circundantes, haciendo desaparecer a las ciudades con sus habitantes; o los terremotos; o los levantamientos de la corteza sólida, que empujaron las aguas hacia las regiones más bajas; o el hundimiento, en mayor menor extensión, de esa misma corteza, en algunos lugares, hacia donde las aguas se precipitaron dejando secos otros lugares. Fue así como surgieron islas en el medio del océano, mientras que otras desaparecieron; como porciones de continentes se separaron y formaron islas; como brazos de mar, secos, unieron islas a continentes. 

460. En cuanto al agua, ésta obró produciendo: la irrupción o retiro del mar en algunas costas; o los derrumbes que, al interceptar las corrientes líquidas, formaron lagos; o los desbordamientos y las inundaciones; o, en fin, las acumulaciones de tierra en las desembocaduras de los ríos. Estas acumulaciones, al expulsar el mar, crearon nuevos territorios. Tal es el origen del delta del Nilo, o Bajo Egipto, y del delta del Ródano, o de la Camarga.

461. Edad de las montañas – Al examinar los terrenos desgarrados por el levantamiento de las montañas y de las capas que forman su contrafuerte, se puede determinar su edad geológica. Por edad geológica de las montañas, no se debe entender el número de años de su existencia sino el período en que fueron formadas y, por lo tanto, la ancianidad relativa que presentan.

462. Así se comprobó, por medio de la observación, que las montañas de los Vosgos, de Bretaña y de la Costa de Oro, en Francia, que no son muy elevadas, pertenecen a las formaciones más antiguas. Datan del período de transición, y son anteriores a los depósitos de hulla. El Jura se formó a mediados del período secundario; es contemporáneo de los reptiles gigantes. Los Pirineos se formaron más tarde, a comienzos del período terciario. El Monte Blanco y el grupo de los Alpes occidentales son posteriores a los Pirineos y datan de la mitad del período terciario. Los Alpes orientales, que comprenden las montañas del Tirol, son más recientes aún, porque se formaron hacia el fin de ese mismo período. Algunas montañas de Asia son aún posteriores al período diluviano, o son contemporáneas de éste.

463. Estos levantamientos debieron ocasionar grandes perturbaciones locales e inundaciones de mayor o menor consideración, por el desplazamiento de las aguas, la interrupción y el cambio del curso de los ríos. 

Respuestas a las preguntas propuestas

A. ¿Influyen los signos en nuestra vida?

No. Ya vimos que la precesión de los equinoccios ocasiona el cambio en la posición de los signos del zodíaco. De acuerdo con el mes de nacimiento de un individuo se dice que nació bajo tal o cual signo; de allí los pronósticos de la Astrología. Pero, debido a la precesión de los equinoccios, los meses no corresponden más a las mismas constelaciones.(1) Además, los grupos que recibieron el nombre de constelaciones no más que conjuntos aparentes, causados por la distancia; sus figuras son sólo efectos de perspectiva. De esta manera, tales agrupaciones no existen. Ahora bien, al  no existir esos grupos sino en apariencia, es ilusorio el significado que una supersticiosa creencia vulgar les atribuye y sólo puede existir en la imaginación. (La Génesis, cap. IX, ítem 8 y nota 1 de Kardec; ver también cap. V, ítem 12.)

B. ¿La Tierra tendrá fin algún día?

Eso está todavía en el terreno de las conjeturas; pero, como está aún lejos de la perfección que puede alcanzar y de la vetustez que indicaría su declinación, sus habitantes actuales pueden estar seguros de que tal hecho no sucederá en su tiempo. (La Génesis, cap. IX, ítems 13 y 14.)

C. ¿Las especies animales salieron de una primera pareja o de muchas parejas germinadas en diferentes lugares?

La segunda hipótesis es la más probable. Se puede incluso decir que surge de la observación. En efecto, el estudio de las capas geológicas da testimonio de la presencia, en terrenos de idéntica formación y en proporciones enormes, de las mismas especies en puntos del globo muy alejados unos de otros. Esta multiplicación tan generalizada, y en cierta medida contemporánea, hubiese sido imposible con un tipo primitivo único. Por otro lado, la vida de un individuo, sobre todo de un individuo naciente, está sujeta a tantas vicisitudes, que toda una creación podría quedar comprometida, sin la pluralidad de los tipos, lo que implicaría una inadmisible imprevisión de parte del supremo Creador. Todo, pues, concurre para probar que hubo una creación simultánea y múltiple de las primeras parejas de cada especie animal y vegetal. (La Génesis, cap. X, ítems 1 y 2.)  

Nota:

(1) Conforme los datos científicos que hoy conocemos, se sabe que el movimiento conocido como precesión de los equinoccios no interfiere en  las estaciones del año, ya que el eje de la rotación de la Tierra mantiene su valor de 23,5°. Lo que ocurre es el cambio de posición en que la Tierra se encuentra en la órbita alrededor del Sol en una dada estación. [Observación hecha por el estudioso Luiz Gonzaga Pinheiro, autor de la obra Apelos do Tempo (Súplicas del Tiempo), publicada por la editora IDEAS@Work.]

 
 

 


Volver a la página anterior


O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita