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Año 8 380 14 de Septiembre de 2014
Traducción
Elza Ferreira Navarro - mr.navarro@uol.com.br
 

 
 

¿Qué nos hace mejores?


Autoproclamado Estado Islámico, el grupo que está aterrorizando parte de la población de Irak y de Siria no constituye, ciertamente, una buena propaganda de Islam y de la doctrina contenida en el Corán, hecho que está siendo acordado con tristeza por líderes musulmanes de varias partes del mundo.

Efectivamente, secuestrar niñas y decapitar periodistas no son procedimientos de acuerdo con la religión fundada por Mahoma y se suman a los argumentos de los que pretenden que la violencia es inherente al islamismo, lo que seguramente no es verdad.  

Resurge, a propósito del asunto, una antigua cuestión relacionada a la cualidad de las religiones y su eficacia junto a sus adeptos. Y por consiguiente, la pregunta inevitable:

– De las religiones conocidas ¿cuál es, en fin, la mejor?

El asunto no es raro a la obra de Allan Kardec, que lo trató de manera objetiva en el libro Lo que es el Espiritismo, en el pasaje adelante reproducido en que Kardec dialoga con un Cura:

Cura. – ¡Muy bien! ¿Qué dicen los Espíritus superiores al respecto de la religión? Los buenos nos deben aconsejar y guiar. Supongamos que yo no tenga religión alguna y quiera escoger una; si yo pedirles para que me aconsejen si debo ser católico, protestante, anglicano, cuáquero, judío, mahometano o mormón, ¿cuál será la respuesta de ellos?

A.K. – Hay dos puntos a considerar en las religiones: los principios generales, comunes  a todas, y los principios particulares de cada una de ellas. Los primeros son los de que hablamos hace poco; éstos son proclamados por todos los Espíritus, cualquiera que sea su clase. Cuanto a los segundos, los Espíritus vulgares, sin que sean malos, pueden tener preferencias, opiniones; pueden preconizar ésta o aquella manera, animar ciertas prácticas, sea por convicción personal, sea porque conservaron las ideas de la vida terrena, sea por prudencia, para no asustar las conciencias timoratas. Creed, por ejemplo, que un Espíritu esclarecido, fuese mismo Fénelon, dirigiéndose a un musulmán, irá inhábilmente decirle que Mahoma es un impostor, ¿y qué él será condenado si no tornarse cristiano? No lo hará, porque sería repelido. En general, los Espíritus superiores, si a eso no son solicitados por alguna consideración especial, no se preocupan con esas cuestiones de minucia, ellos se limitan a decir: Dios es bueno y justo; no quiere sino el bien; la mejor de todas las religiones es aquélla que sólo enseña lo que es conforme con la bondad y justicia de Dios; que da de Dios la mayor y la más sublime idea y no LO rebaja prestándole las flaquezas y las pasiones de la humanidad; que torna los hombres buenos y virtuosos y les enseña a amarse todos como hermanos; que condena todo el mal hecho al prójimo; que no autoriza la injusticia bajo cualquier manera o pretexto que sea; que nada prescribe en contra las leyes inmutables de la Naturaleza, porque a Dios no se puede contradecir; aquélla cuyos ministros dan el mejor ejemplo de bondad, caridad y moralidad; aquélla que busca mejor combatir el egoísmo y lisonjear menos el orgullo y la vanidad de los hombres; aquélla, que finalmente, en nombre de la cual se comete menos mal, porque una buena religión no puede servir de pretexto a ningún mal; ella no le debe dejar puerta alguna abierta, ni directamente, ni por interpretación. Ved, juzgad y escoged. (Lo que es el Espiritismo, Tercero Diálogo, El Cura.) (Subrayamos.)

Las ideas arriba expuestas por el Codificador del Espiritismo son semejantes, si no idénticas, a las que Dalai Lama expresó en un interesante diálogo con el conocido teólogo Leonardo Boff, mencionado en el libro Consejos Espirituales, publicado por Verus Editora.

Según Leonardo Boff, en un intervalo de una mesa redonda acerca de religión y paz entre los pueblos, de la cual ambos participaban, él preguntó al líder tibetano:

– Santidad, ¿Cuál es la mejor religión?

Dalai Lama hizo una pequeña pausa, dio una sonrisa, lo miró fijamente en los ojos y afirmó:

– La mejor religión es aquella que te hace mejor.

En razón de esa aserción tan clara, el teólogo preguntó:

– ¿Y qué me hace mejor?

Dalai Lama contestó:

– Aquello que te hace más compasivo, aquello que te hace más sensible, más desapegado, más amoroso, más humanitario, más responsable… La religión que lograr hacer eso de ti es la mejor religión…

Delante de ideas tan sabias, como sería bueno que ellas llegasen a los líderes del Estado Islámico!

Ciertamente Mahoma – donde quiera que se encuentre – se quedaría feliz si tal ocurriese, y más aún si ellos las oyesen y adoptasen.




 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita