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Año 7 354 – 16 de Marzo de 2014
EURÍPEDES KÜHL              
euripedes.kuhl@terra.com.br     
Ribeirão Preto, SP (Brasil)
 
Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org
 
 

Eurípedes Kühl

El hombre y la religión

Parte 1

 
 
Traeré para los lectores en este texto algunas salpicaduras históricas sobre el Espiritismo. Antes, haré una rápida reflexión sobre cómo y cuándo se inició el sentimiento religioso en la humanidad, hasta llegar a la Codificación de la Doctrina de los Espíritus, por Allan Kardec, en el siglo XIX.

8.000 a.C. – Suponen los historiadores, sin condiciones de confirmarlo, que la creencia en el poder celestial habría surgido alrededor del año 8.000 a.C. Cada fenómeno de la naturaleza se creaba un dios – por regla autoritario (poder absoluto...), exigente (holocaustos...) y vengativo (causante hasta de muertes...). Igualmente, cada actividad humana; después, incluso los animales pasaron a ser endiosados, siempre en lenguaje simbólico.

Por siglos y siglos la humanidad vivió bajo el politeísmo original, comandada por aquellos “dioses”, los cuales serían los responsables por todo lo que ocurría en el mundo de entonces: Dioses de la naturaleza, uno para cada uno de los fenómenos geológicos, tales como:

– el rayo, el relámpago, el trueno, la lluvia, el viento, el volcán, inundaciones, terremotos, etc.;

Dioses de los actos humanos, de acción individualizada también, para:

– la caza, la pesca, la plantación, la cosecha, la guerra, la cura de enfermedades, el nacimiento, la muerte, etc.;

Más dioses, siempre individuales, para los animales:

– el ibis, el cocodrilo, el gato, el buey, etc.

Con el tiempo, acoplando la fecha y la hora del nacimiento a la posición de las estrellas, se estableció el horóscopo, dividiéndose la trayectoria aparente del Sol en doce partes, cada una con 30°. En el horóscopo, el interés por el futuro era (como aún es) estrictamente individual.

Los Profetas – Después, vinieron los Profetas... Solaparon ellos, a las diversas creencias, la comunicación directa con Dios, segundo creían. Las profecias, todas, buscaban el bien colectivo.

A continuación, Espíritus misioneros vinieron al planeta, con la intención de fundar las religiones, que se reportarían (cómo se reportaron) al estadio evolutivo de cada época. Todos esos Espíritus, sin excepción, trajeron luces para el futuro de los pueblos de entonces.

Enfocando ahora nuestra mirada en la historia de las religiones, iremos a encontrar siempre una jerarquía social, induciendo a los adeptos (promovidos a fieles) – el pueblo, a rigor – a la disciplina y sometimiento a las clases dominantes. Eso, desde los inmemoriales tiempos de Egipto, de Babilonia (país de Asia antigua), Asiría y Roma.  Así, uniendo equivocadamente el Cielo a la Tierra, muchos fieles, desde hace mucho tiempo, creen poder alcanzar bienes individuales en pago de sacrificios, ofrendas u otras promesas.

Jesús – Cristo (ungido) de Dios, innegablemente el mayor de todos los misioneros, legó a la Humanidad el tesoro de la Fe, por haber sido aquel que más concedió el Amor, de todos los tiempos. Habló al mundo del Reino de Dios, intangible e intocable en la creencia de los pueblos de entonces, arrastrando millones y millones de Espíritus al nivel en que reside la Esperanza. Sus palabras, de duración eterna, tuvieron, tienen y tendrán el inigualable efecto de iluminar tinieblas externas e internas de la mente. Necesario, sólo, tener “ojos para ver” y “oídos para oír”. No creó ninguna religión. No dejó dogmas. La moral cristiana, de la primera al último ejemplar, se fundamenta en la Ley del Amor – amor a Dios y al prójimo. Por eso, creo que Jesús es la mayor de todas las incontables bondades que Dios, desde siempre, dispensa a la humanidad entera.

Daré ahora un rápido sumergimiento en el pasado de la civilización, con la mirada volcada para el surgimiento de las religiones. Mi objetivo es llegar al Espiritismo, caracterizándolo y a sus no pocas diferencias con el Candomblé y la Umbanda. Respetables los tres. ¡Pero diferentes entre sí!

Las Religiones – Veamos lo que la Historia registró y el mundo de hoy nos muestra, en cuanto a la relación criatura-Creador, hijo-Padre, hombre-Dios:

Judaísmo: Fundado en Oriente Medio por el patriarca Abraham, alrededor del sig. XVII a.C. El legislador de Israel fue Moisés. Para los judíos la Biblia esta formada únicamente por los libros hebraicos y corresponde esencialmente al Antiguo Testamento de los cristianos. El judaísmo se fortaleció aún más con la creación del Estado de Israel, en 1948. Posee fuertes características étnicas, en las cuales nación y religión se mezclan. El judaísmo es reconocido como la primera religión monoteísta de la humanidad y cronológicamente la primera de las tres religiones oriundas de Abraham, con el cristianismo y el islamismo. Adeptos: cerca de 14,8 millones.

Hinduismo (Brahmanismo): Principal religión de la India. Se caracteriza por el sistema de castas. Sucedió al vedismo (religión primitiva conocida por cuatro colecciones de himnos – los Vedas –, entre 1.400 a.C. y el sig. VII a.C.). Reconoce la autoridad de los Vedas. El ser humano está sujeto al sansara (sucesión de vidas y renacimiento), regido por la ley del karma (acción y reacción de toda acción, buena o mala). Posteriormente, Incorporó el ideal de renuncia del budismo. Adeptos: 949 millones.

Confucionismo: Fecha del sig. V a.C. Fue un intento de establecer reglas de comportamiento, en una agitada época del mundo chino, donde varios principados se destruían mutuamente. Respeto a los más viejos, amor al trabajo bien ejecutado, moral severa – he ahí los trazos del Confucionismo. Adeptos: cerca de 8,1 millones.

Budismo: Religión nacida en Asia, fundada por el príncipe hindú Sidharta Gautama, Buda (560 y 480 a.C.).  Enseñanzas: todo es transitorio; la realidad es mutable; no existe nada en nosotros de realidad metafísica, nada de indestructible. El ser está sometido al ciclo de nacimientos y muertes, mientras la consecuencia de la acción (karma) no sea interrumpida. La existencia está sujeta a la desdicha, que se manifiesta por el sufrimiento, enfermedad y muerte. Tiene por ideal la renuncia. Es en Asia que se concentra la mayoría de sus adeptos (cerca de 494,9 millones).

Sintoísmo: Religión de Japón, en la cual los dioses son la personificación de las fuerzas naturales y los espíritus de los antepasados son igualmente considerados como dioses. A partir del sig. VI los budistas anexionaron las divinidades sintoístas a su panteón y poco a poco se formó un sincretismo. En el sig. XVII nuevas sectas sintoístas rechazaron cualquier compromiso con religiones extranjeras. En el sig. XIX se hizo una especie de religión del Estado (adoración del emperador-dios). Adeptos: 2,7 millones.

Cristianismo: Conjunto de las religiones organizadas con base en la persona de Jesús Cristo y en los escritos que relatan sus palabras y sus pensamientos. El Cristianismo, nacido en Judea y difundido inicialmente en el Oriente, fue predicado en el mundo mediterráneo por los Apóstoles, tras la muerte de Jesús. El Cristianismo, en su origen una secta surgida del judaísmo, se afirma como religión revelada, es decir, de origen divino, pero con la particularidad de que Jesús, su fundador, no era un simple intermediario entre Dios y la humanidad, sino el propio Dios.

Son 2,3 mil millones de cristianos en el planeta. Así, el Cristianismo es la religión que cuenta con el mayor número de fieles en el mundo. En el transcurrir de la historia, el Cristianismo se dividió en tres corrientes principales: Iglesia Católica, Protestantismo e Iglesia Ortodoxa, además de otras líneas como la Iglesia Anglicana y los credos llamados de “cristianismo de frontera” (grupos que están en la intersección entre el Cristianismo y otra doctrina, como por ejemplo, la Iglesia Adventista, Mormones y Testigos de Jehová).

Islamismo: Religión y civilización de los mulsumanes, fundada por Mahoma, habiendo surgido en el sig. VII, en la península arábica, es la última de las religiones monoteístas. Mahoma recibió de Dios la revelación coránica [El Corán o Alcorán y el hadith (tradición del Profeta) forman la tradición, verdadera constitución que sirve de plantilla imperativa para los mulsumanes]. No existe un clero mulsuman. Dogma principal del Islam: la existencia de Dios (Alá), ser supremo único, infinitamente perfecto, creador del universo y juez soberano de los hombres. Para los mulsumanes, Mahoma es el enviado de Alá. Adeptos: 1,5 billones.

Religiones populares chinas: Creencias y prácticas que pueden incluir divinidades locales y elementos budistas, confucionistas y taoístas. Adeptos: 434,6 millones.

Animismo y Chamanismo: Creencia de que todo lo que existe – seres vivos, objetos inanimados, lugares y hasta fenómenos naturales – tiene alma. Adeptos: 242,5 millones.

Psiquismo: Religión monoteísta creada el siglo XV, en la India. Surge como una disidencia del Hinduismo. Adeptos: 24 millones.

Hay en el mundo los que no siguen ninguna religión: forman ellos cerca de 813 millones de personas. En cuanto al ateísmo – doctrina que niega la existencia de cualquier divinidad y dispensa la idea de una justificación divina para la vida – sus adeptos suman 136,6 millones. Uno de los argumentos utilizados por los ateos para sostener su posición es la supuesta incompatibilidad de la coexistencia de Dios y del sufrimiento humano. (1)

Organización de la Tierra – Como señalé anteriormente en estos mis comentarios, de tiempo en tiempo vienen al planeta Espíritus misioneros, con la tarea específica de erigir columnas maestras de la religación del hombre a Dios. Todos, sin excepción, esclarecen que el comportamiento humano – bueno o malo – tendrá siempre como resultante, respectivamente, aproximación o alejamiento de la felicidad. Invariablemente esos trabajadores del Bien, propuestos de Jesús – tanto los que vinieron antes como después de Él – empuñaron la bandera del amor a Dios y al prójimo como principal vía de acceso al Reino Celestial.

Jesús, hablando a un pueblo seguidor de la religión dogmática de la pasada época en que el Imperio Romano era el “dueño del mundo”, no podría decir a ese pueblo cosas que en aquel entonces no tendrían sentido. ¿Ejemplos? Veamos algunos. Antes, recordémonos del registro sobre el Maestro de los maestros hecho por el Espíritu Emmanuel en “A Camino de la Luz”, Cap. I, p.17/18, 13ª Ed., 1985, FEB, RJ/RJ: Jesús participó de la organización de la Tierra, desde cuando el planeta aún no existía. En efecto, la Tierra, hace cerca de 4,5 mil millones de años, nació de una nube solar. De inicio no tenía forma regular. A medida que atrajo mayor cantidad de materia, comenzó a tomar la forma esférica.

Esto puesto, es de preguntarse:

– ¿Será que Jesús, cuando estuvo aquí, encarnado, desconocía la existencia del continente americano, que sólo sería descubierto de ahí a 15 siglos, pasando a ser hogar de millones de Espíritus? (2)

– La prensa, la electricidad, la aeronáutica, la electrónica, la energía atómica, la informática, la biogenética y tantos otros avances científicos: ¿eran o serían desconocidos de Jesús?...

¡De forma alguna! Todas esas cuestiones, necesariamente eran del conocimiento de Cristo. Pero, ¿cómo anunciarlas en aquella época y a aquel pueblo? ¿Cómo? ¿Y en cuanto al Espiritismo?

Con la previsibilidad propia de quien, de lo alto, descubre el paisaje a su frente (el futuro), Jesús informó sí sobre el Espiritismo, por él pedagógicamente denominado y avalado como el futuro “consolador”, según Juan registró (14:15, 16,17 y 26).

El tiempo (siglo XIX) y lugar (Francia) adecuados, surge Allan Kardec, pseudónimo adoptado por Hippolyte Léon Denizard Rivail, eminente pedagogo que no deseaba hacer prevalecer la fuerza de su nombre sobre el contenido de la obra que lanzaba al público, fruto de una meticulosa codificación de las informaciones venidas de los Espíritus: siendo el primero, “El Libro de los Espíritus”, piedra fundamental de la Doctrina de los Espíritus – seguido de las otras obras.

El Espiritismo demuestra el Amor de Dios con la lógica irrefutable de la reencarnación y de la Ley Divina de Acción y Reacción: sufrimientos, hoy, son frutos amargos de equivocada plantación, ayer. Ahí, el sufridor comprende la razón del sufrir. Y más: sabiéndose en temporal rescate, se consuela y parte para la reconstrucción moral. ¡Tal es el aspecto consolador de la Doctrina de los Espíritus!

¡Con Kardec se cumplió la previsión-promesa de Cristo! “El Consolador” aportó en el plano terreno. En efecto, en “El Evangelio Según el Espiritismo”, en el sexto capítulo – Cristo Consolador –, ítem 3, encontramos: “El Espiritismo viene, en el tiempo previsto, a realizar la promesa de Cristo y el Espíritu de la Verdad preside su establecimiento”.

En “Que es el Espiritismo” (en el “Preámbulo”) Allan Kardec definió el Espiritismo y comentó:

– El Espiritismo es una ciencia que trata de la naturaleza, origen y destino de los Espíritus, así como de sus relaciones con el mundo corporal;

– (...) el Espiritismo es, a la vez, ciencia de observación y doctrina filosófica. Como ciencia práctica, tiene su esencia en las relaciones que se pueden establecer con los Espíritus; como filosofía, comprende todas las consecuencias morales decurrentes de esas relaciones;

En la “Revista Espírita” de diciembre/1868, en un largo discurso de apertura sobre el tema “¿El Espiritismo es una religión?”, Allan Kardec expresó su opinión, de la cual extraemos pequeñas notas, extraídas de las páginas 358 y 359:

– el Espiritismo no puede ser considerado “religión”, por no tener culto, casta sacerdotal, ceremonias y privilegios; sin embargo hay en él el sentido nítidamente religioso cuando establece un lazo moral entre los hombres, cuando los une, como consecuencia de la compatibilidad de vistas y de sentimientos, la fraternidad y la solidaridad, la indulgencia y la benevolencia mutuas.

En “Obras Póstumas” (em el capítulo “Ligera Respuesta a los Detractores del Espiritismo”) anotó:

– el Espiritismo es una doctrina filosófica de efectos religiosos (...) va a las bases de todas las religiones: Dios, el alma y la vida futura. Pero no es una religión constituida, ya que no tiene culto, ni rito, ni templos y que, entre sus adeptos, ninguno tomó, ni recibió el título de sacerdote o de sumo-sacerdote.

Sólo por esas premisas ya se ve como el Espiritismo no puede ser confundido con cualquiera otras corrientes religiosas, si bien todas las religiones (Judaísmo, Catolicismo, Confucionismo, Protestantismo, Teosofismo, Esoterismo, Budismo, Brahmanismo etc.) sean espiritualistas, es decir, aceptan la inmortalidad del Espíritu y la existencia de Dios. Tampoco puede ser confundido ni aún entre aquellas que: a.) aceptan la reencarnación; b.) en sus prácticas, marcadas por el sincretismo, ejercitan el mediumnismo.

Tan pronto el Brasil fue descubierto se inició su colonización. En el caso, “colonizar” significó la venida de portugueses, mandatarios. Y como quién manda precisa de quien obedezca, Portugal ni siquiera lo pensó dos veces: por tres siglos ordenó la criminal importación de “obedientes” criaturas, buscadas a la fuerza, en África.  Está en “Estadísticas Históricas de Brasil”/IBGE: vinieron para el Brasil 4.009.400 esclavos, entre 1531 a 1855.  ¡Estremecedor! (Continua na próxima edição desta revista.)

 

Notas:

(1) Los números de adeptos de las diferentes religiones, con datos de 2010, fueron extraídos del ALMANAQUE ABRIL-2013, p.130, Año 39, Editora Abril, SP/SP; a la p. 132 consta el número de espíritas en Brasil: 3.848.876, según el Censo Demográfico 2010/IBGE.

(2) En América, hoy, están cerca de 948,3 millones de Espíritus encarnados (datos a la p. 344 del ALMANAQUE ABRIL, ya citado).
 




 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita