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Entrevista Português Inglês    
Año 7 349 – 9 de Febrero de 2014
MARCUS VINICIUS DE AZEVEDO BRAGA
marcusbragaprofessor@gmail.com
Brasília, DF (Brasil)
 
Traducción:
Ricardo Morante - rmorante3@yahoo.com
  

 
Luiz Pedro Silva Paulo:

“No siento que haya música de moda o fuera de moda

El compositor y músico carioca nos habla sobre el uso del canto coral y de la música en general en las actividades espíritas
 
 

Luiz Pedro Silva Paulo (foto), natural de la ciudad de Rio de Janeiro-RJ, donde reside, es espírita desde la cuna, músico, compositor y un entusiasta del canto coral. Participa en el Centro Espírita Léon Denis, y trabaja también en el movimiento espírita de la Zona Oeste de Rio.
 

En la presente entrevista, nos habla de sobre su trabajo en nuestro medio, especialmente sobre su participación en el área musical y el uso de la música en las actividades espíritas.   

Luiz, háblenos un poco sobre su relación con el Espiritismo y los trabajos que  ejecuta actualmente. 

Por haber nacido en una familia espírita, conozco el Espiritismo desde mi infancia. Actualmente asisto al Centro Espírita Léon Denis y participo en el movimiento espírita en la Zona Oeste de Rio de Janeiro, especialmente en la región del 30° Consejo Espírita de Unificación del CEERJ. Con relación a la música, mi principal actividad es el trabajo del Coro Espirita de Realengo, donde me desempeño como director desde su creación. 

¿Cómo entró el canto coral en su vida? 

El canto coral siempre me gustó, pero la primera vez que tuve contacto con este tipo de música en el movimiento espírita fue en 1980 cuando, por ocasión de la 1ª COMEERJ (Confraternización de Juventudes Espíritas del Estado de Rio de Janeiro), un grupo de jóvenes de Minas Gerais presentó algunas piezas en diferentes voces. Ese hecho me impresionó profundamente y representó el inicio de todo el trabajo al que, posteriormente, me dedicaría. 

¿Cuál es para usted la importancia del trabajo de coro para el arte espírita y las actividades doctrinarias? ¿Se puede decir que está “demodé”? 

Se sabe que la música en general y, en este caso particular, el canto coral, puede ejercer una gran influencia sobre la moralización de las almas. Esa forma de arte tiene el poder de sensibilizar y armonizar a los Espíritus, tanto encarnados como desencarnados, trabajando a través de los canales de la emoción, al mismo tiempo que, por los canales de la razón, promueve reflexiones nuevas a partir del contenido de sus letras. Representa, así, un valioso recurso en la tarea de educación y en el desarrollo espiritual de las criaturas.

En cuanto a la pregunta sobre estar “demodé”, personalmente no siento que haya música “de moda” o “fuera de moda”. A mi manera de ver, la composición musical de cualquier género o estilo, cuando busca expresar la belleza y los buenos sentimientos, es una obra atemporal. 

Háblenos un poco sobre su experiencia en el Coro de Realengo. 

La idea de formar un grupo vocal en Realengo surgió en 1980, luego de la realización de la 1ª COMEERJ. Entonces se inició el Coro de Realengo, contando con la participación  de integrantes de diversas Instituciones Espíritas del área comprendida por el 30° CEU/CEERJ. El grupo comenzó cantando a una sola voz; después fueron incorporados los contracantos en algunos momentos, hasta que llegamos a trabajar canciones a dos, tres y cuatro voces. Actualmente, a pesar de varios cambios ocurridos a lo largo del tiempo, el grupo aún  mantiene la idea original de llevar a las personas mensajes de esclarecimiento, reflexión, optimismo y esperanza a través de la música, buscando también promover la integración entre los integrantes de diferentes Casas Espíritas de la región por medio de este trabajo   

Muchas empresas y organizaciones usan el canto coral como una forma de integración entre sus empleados. ¿Ese principio se aplica a la Casa Espírita? 

Sin duda. Al ser el canto coral un trabajo en grupo, promueve importantes interacciones sociales entre sus integrantes, fortaleciendo los lazos de fraternidad, además de favorecer el intercambio de experiencias entre los diversos sectores de actividades de la casa y del movimiento espírita. 

Desde el canto gregoriano,  las tribus africanas y diversas tendencias religiosas usan el canto coral en sus manifestaciones. En su opinión, ¿el canto coral se adapta de manera más efectiva a la preparación del ambiente que el canto común? 

En la preparación del ambiente para las actividades espíritas, la música puede ser usada en sus diversas expresiones, ya sea de manera instrumental o vocal, en solo o en coro. Todos esos estilos son aplicables por igual en el sentido de lograr el principal objetivo de la preparación: favorecer la armonización y la comunión de pensamientos entre los presentes. Sin embargo, pienso que en muchas ocasiones, el canto coral puede ser una opción más adecuada a la tarea de preparar el ambiente, por el hecho de envolver una mayor energía derivada de la unión de las diversas voces que forman el grupo.  

¿Cualquier canción queda bien en una versión “coralizada”? 

La teoría musical no impone restricciones en cuanto la armonización de cualquier canción; siempre que se tenga una melodía, ésta puede ser armonizada. Pero la pregunta suscita una reflexión fundamental en relación al trabajo con la música en el movimiento espírita: la importancia de seleccionar con criterio el repertorio a ser trabajado  en cada actividad, adecuando las canciones al tipo de evento, a los objetivos pretendidos, así como al público objetivo presente en cada situación. La razón y el buen sentido deben dirigir esas selecciones.  

¿El canto coral es, en su opinión, más democrático, absorbiendo a quien no tiene mucha habilidad? 

En realidad, las personas tienden a sentirse más seguras y confiadas al percibir que no depende exclusivamente de ellas la ejecución de la melodía que están cantando, ya sea al unísono o en la categoría a la que pertenecen, a diferencia de lo que ocurriría si fueran solistas. Ese hecho, sin embargo, no nos debe eximir de la búsqueda del perfeccionamiento de nuestra participación individual, no sólo en lo que concierne a la técnica vocal, sino también tratando de trabajar con dedicación en el aprendizaje correcto de las canciones, ejercitando la concentración durante los ensayos, la atención a las orientaciones del director; en fin, cada detalle puede traer una gran mejoría a nuestro desempeño personal y, consecuentemente al resultado final del grupo. 

Háblenos sobre su experiencia en la composición de canciones y arreglos corales para el movimiento espírita. 

Antes de la creación del Coro de Realengo, conocía muy poco sobre música. Había aprendido a tocar la guitarra con los amigos a través de acordes, lo que me daba una base suficiente para acompañar algunas canciones usadas en las actividades espíritas. Después de la formación de aquel grupo vocal, intenté hacer algunas creaciones de arreglos experimentales pero sentía que el resultado todavía no era satisfactorio. Fue cuando percibí que era necesario ampliar mis conocimientos en esa área, y estudié Teoría y Percepción Musical durante tres años, y sólo después de concluir ese curso tuve los elementos necesarios para el estudio de la ciencia de la Armonía. Desde entonces he tratado de aplicar esos conocimientos al elaborar arreglos vocales para canciones compuestas por mí o por otros compañeros del movimiento espírita. Además, no podemos olvidar la ayuda de tantos Espíritus amigos que con seguridad nos inspiran y nos orientan en esta tarea, como ocurre en todo trabajo dirigido hacia el bien, aun cuando no tengamos conciencia de ese hecho. 

¿Qué sugerencias o consejos daría a aquellos que trabajan en el canto coral en la casa espírita? 

Cultivar la perseverancia en el trabajo, buscando mejorar en cada instante con dedicación, humildad y paciencia para alcanzar los resultados. Ejercitar la fraternidad y la tolerancia en la convivencia en grupo, con espíritu de solidaridad y cooperación. Y tener siempre presente en la mente y en el corazón, el deseo de colocar a disposición del bien todos sus recursos: su voz, su emoción, su inteligencia, recordando que en esa tarea todos somos instrumentos en la ejecución de la obra mayor de nuestro crecimiento espiritual.



 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita