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Año 7 345 – 12 de Enero de 2014
RICARDO BAESSO DE OLIVEIRA   
kargabrl@uol.com.br      
Juiz de Fora, MG (Brasil)
 
Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org
 
 

Ricardo Baesso de Oliveira

¿Hay vida fuera de la Tierra?

 
 
Se considera la existencia de vida orgánica en diferentes mundos del Universo uno de los postulados básicos de la Doctrina Espírita. En un comentario a la respuesta dada a la cuestión 55 del Libro de los Espíritus, Allan Kardec así se expresa:

Dios pobló de seres vivos los mundos, concursando todos esos seres para el objetivo final de la Providencia. Creer que sólo los haya en el planeta que habitamos es dudar de la sabiduría de Dios, que no hizo cosa alguna inútil. Cierto, a esos mundos ha de Él haber dado un destino más serio del que  recrearnos la vista. De hecho, nada hay, ni en la posición, ni en el volumen, ni en la constitución física de la Tierra, que pueda inducir a la suposición de que ella goce del privilegio de ser habitada, con exclusión de tantos miles de millones de mundos semejantes.

Ese indiscutible principio del Espiritismo se reviste de discusiones y controversias, originadas sobre todo de informaciones mediúmnicas, particularmente sobre pormenores de las características físicas y del modo de vida fuera de nuestro planeta. En la época de nuestro Codificador, algunas psicografías excesivamente fantasiosas generaron confusión acerca del asunto. Posteriormente, mensajes mediúmnicas versando sobre el tema fueron blanco de críticas por posicionarse en contra de las evidencias científicas.

En la edición del periódico Hoja Espírita en agosto de 1976 (texto reproducido en el libro Lecciones de Sabiduría), Chico Xavier fue interrogado en cuanto a los descubrimientos de las naves espaciales Viking 1 y 2 que mostraron no existir en Marte vida tal cual informaban algunos mensajes mediúmnicos recibidos por él. Respondió nuestro querido Chico que tales mensajes mediúmnicos se referían probablemente a la vida en la dimensión espiritual, intensa en regiones que el hombre físico designe como despobladas.

Lo que Chico Xavier dijo al respecto – Preguntado específicamente en cuanto al mensaje del Espíritu Humberto de Campos recibido en 1939, en el cual el benefactor desencarnado describe organizaciones dichas marcianas con sofisticada tecnología, Chico así se expresa:

Humberto de Campos, en la Espiritualidad, siempre revela desde el principio de los comunicados de él, por nuestro intermedio, admirable lucidez. Mucho más razonable admitir que el error, en el asunto, si hubo error, debe ser atribuido a mi liviandad o impericia, en el trato de la mediumnidad, por cuanto, en el inicio de la tarea mediúmnica era yo una persona con muchas preocupaciones sobre la vida en otros planetas.

Prosiguiendo en la respuesta, Chico vuelve a referirse a la posibilidad de que tales descripciones se refieran a la dimensión espiritual, donde la vida existe en vibraciones desconocidas de la ciencia académica. Y concluye el médium:

A pesar de eso, conservando esa certeza íntima e intransferible, puedo preguntar tranquilamente a mí mismo si en 1939, con una diferencia de treinta y siete años en mis experiencias de trabajo, no habré interferido inconscientemente en la psicografia del mensaje de nuestro distinguido escritor, cambiando nombres o situaciones, sin la mínima intención de entrometerme en las transmisiones que venían de el.

La admirable respuesta de Chico denota nobleza y profunda rectitud de carácter y una vez más llama la atención de los estudiosos de la Doctrina Espírita para la compleja interacción Espíritu/Médium. Siendo así, todos nosotros, a no reportar a detalles de esa posible biología cósmica, debemos ponderar bastante, sobre el riesgo de volvernos fantasiosos y divulguemos informaciones equivocadas.

Evidencias de vida fuera de la Tierra – ¿Qué ha dicho la ciencia oficial acerca del tema? Una importante contribución sobre el asunto fue dada recientemente por Hernani L. S. Maia, profesor de química de la Universidad de Minho, en Portugal, a través del libro Origen de la Vida: Recientes Contribuciones para un Modelo Científico. Reproducimos abajo las principales consideraciones de esa obra.

No se encontró, hasta el momento, ninguna forma de vida, en el sistema solar, excluyendo nuestro orbe. Fragmentos de suelo recogidos de la Luna y de Marte nada encontraron. Fotografías de diferentes astros tampoco identificaron nada. Ningún científico cree que puedan existir formas de vida complejas, inteligentes (como la humana), en el sistema solar, pero no excluyen la posibilidad de la existencia de formas rudimentales de vida, microscópicas.

En cuanto a la evidencia de vida orgánica fuera del sistema solar, nada existe de palpable. Se cree que un número considerable de planetas pueda tener las mismas características físicas de la Tierra, en condiciones de abrigar formas de vida que puedan asemejarse a la nuestra, pero eso no pasa de conjeturas, sin ninguna evidencia científica.

Y en cuanto al sistema solar, con sus ochos planetas y algunos satélites, ¿cuáles son las evidencias recogidas?

Son las siguientes:

Primera: moléculas orgánicas, como aminoácidos, azúcares y bases nitrogenadas existen en los cometas y en el espacio interestelar. Ese fue uno de los mayores descubrimientos de las últimas décadas.  Los compuestos químicos encontrados en los seres vivos existen fuera de la Tierra. Cerca de 140 moléculas orgánicas fueron detectadas flotando por el espacio interestelar. Tales hallazgos llevaron al resurgimiento de la hipótesis de la Panspermia Cósmica, según la cual la vida en la Tierra podría haberse originado en otros planetas.

La teoría de Leslie Orgel y Francis Crick – El astrónomo inglés Frederick Hoyle defendió que las “esporas de la vida” forman parte de las nubes interestelares y que los cometas serían depósitos de estas esporas, transportándolas hasta los planetas cuando ellos se chocan. Los microrganismos originales habrían llegado a la Tierra a bordo de un cometa.

A mediados de 1970, Leslie Orgel y Francis Crick, dos renombrados científicos, propusieron que la vida habría surgido en la Tierra por medio de esporas transportadas por una nave espacial. Esta nave habría sido enviada por seres inteligentes alienígenas para colonizar  nuestro planeta. Tal idea fue blanco de muchas discusiones y tuvo gran impacto entre los amantes de la ficción científica, en una época en que se hablaba mucho de OVNIs y de extraterrestres. Sin embargo, no pasaba de mera especulación, hasta porque no había ni hay ninguna evidencia de la existencia de seres vivos inteligentes fuera de la Tierra. Esas ideas obviamente no encuentran aceptación en el seno de la comunidad científica, sin embargo la posibilidad de que las moléculas orgánicas traídas por meteoritos puedan estar relacionadas con la aparición de los primeros seres vivos en la Tierra viene siendo considerada seriamente. Ahora, si existen moléculas orgánicas en el espacio o circulando juntamente con los cometas, la vida podría haberse originado en otros lugares. Curiosamente los Espíritus Superiores, respondiendo a la indagación del número 45 de El Libro de los Espíritus, dijeron que los elementos orgánicos, antes de la formación de la Tierra, se encontraban, por así decir, en estado de fluido en el espacio, en medio de los Espíritus o en otros planetas esperando la formación de la Tierra para comenzar una nueva existencia en un nuevo globo.

Segunda: el descubrimiento de seres vivos, principalmente bacterias, que viven en condiciones inhóspitas – denominados extremófilos.

¿Que es necesario para que haya vida? – El descubrimiento de los extremófilos mostró que la vida puede existir fuera de las condiciones que hasta entonces se creía fueran indispensables, como acidez próxima de la neutralidad (pH 7), temperaturas de cerca de 37ºC, fuerza iónica semejante a la de nuestra sangre, presión de una atmósfera, presencia de oxigeno y ausencia de radiación.

El descubrimiento de microrganismos capaces de violar esa “creencia” vino a mostrar que la vida puede existir lejos de la energía solar y en ambientes muy diferentes de aquellos que se pensaba sean necesarios a la evolución biológica.

También en este particular encontramos referencias en la obra kardecista. En los ítems 56 a 58 de El Libro de los Espíritus, los Espíritus Superiores dijeron que, siendo diferente la constitución física de los mundos, igualmente diferentes deben ser los seres que habitan esos mundos.

Tercera: hay fuertes evidencias de existencia de agua, condición primordial para la vida, como la conocemos, en otros astros. Los científicos están prácticamente convencidos de que existe agua en estado sólido en la Luna, en Marte y en Europa, uno de los satélites de Júpiter. En Europa se aventura incluso la posibilidad de que el agua exista en estado líquido. Si en la Tierra son encontrados micro-organismos que viven en condiciones tan desfavorables, es bien posible que en lugares como las cascos polares de Marte los océanos helados de las lunas de Júpiter o aún los posibles mares de metano y etanol de Titán (satélite de Saturno) puedan, ahora, ser hallados habitantes de especies extremófilas.

Concluyendo, la ciencia convencional avanza en sus investigaciones y nosotros espíritas aguardamos serenamente que llegue el día en que se proclamará la existencia de formas de vida orgánica fuera de nuestro planeta. Estamos convencidos de que ese día llegará.



 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita