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Año 7 330 – 22 de Septiembre de 2013
JOSÉ PASSINI                        
passinijose@yahoo.com.br 
 
Juiz de Fora, MG
(Brasil)
 
Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org
 
 

José Passini

Derechos Lingüísticos

Parte 2 e final


Lo que se busca demostrar es el peligro de una descaracterización nacional como consecuencia de la fuerte influencia de una determinada cultura, aceptada, a veces, inconscientemente.

Y, al enfocar los derechos lingüísticos, verificamos actualmente el surgimiento de una concienciación mayor en el sentido de la preservación de características propias, no sólo en pequeños grupos étnicos, sino también en naciones. Esas características propias son las que mantienen la unidad de un grupo social, sea él un pequeño pueblo, sea una nación entera. Y en el centro de esos factores aglutinantes de un pueblo, de un grupo étnico, se encuentra la lengua, la lengua como factor determinante para el mantenimiento de una unidad nacional. Y el nivel de esa concienciación acerca del papel de la lengua como factor de mantenimiento de una etnia es de tal monta que, el año de 1996, en Barcelona, hubo un congreso llevado a efecto por parlantes de lenguas minoritarias, que produjo un documento titulado Declaración Universal de Derechos Lingüísticos.

Dante Alighieri entendió el valor de la lengua como factor capaz de promover la reunificación de Italia, cuando, en el siglo XIV, escribió la Divina Comedia en el dialecto de Toscana, con vistas a hacerlo – con algunas modificaciones – la lengua de toda Italia. En las varias regiones el uso de los dialectos continuó, pero la adopción de la “madre lengua” fue un hecho en la comunicación en nivel nacional.

En el siglo XIX, la misma idea tuvo Eliezer Ben-Jehuda, al simplificar la estructura del Hebraico, renovándole también el vocabulario, a fin de hacerlo apto para dar cuenta del discurso moderno y de servir como lengua nacional del Estado de Israel.

Paralelamente a esa concienciación de los valores nacionales, estamos, desde hace algún tiempo, asistiendo al nacimiento de una conciencia planetaria. Hoy, pueblos que aún no aprendieron a repartir sus riquezas ya reparten y comparten por lo menos sus problemas. La necesidad de la preservación de las condiciones de habitabilidad del Planeta está abriendo más diálogos del que han conseguido las propias religiones...

¿Por qué una moneda común y no una lengua neutra? Esa conciencia de pertenecer a una comunidad que se solape a los estrechos límites nacionales representa una nueva dimensión en la propia historia de la raza humana. Pero ella no podrá realizarse plenamente a través de adoctrinaciones sólo políticas. Sólo un contacto mayor entre seres humanos es que ensayará el surgimiento de esa tan deseable conciencia supranacional.

Sociedades, agremiaciones, organizaciones de ámbito mundial han surgido en un volumen creciente. Es un nuevo escalón en la historia de la evolución humana. La conciencia de ser social del Hombre, que comenzó con el desarrollo de la conciencia tribal, ahora se dilata, superando los límites nacionales.

En ese particular, debe ser resaltado el notable trabajo desarrollado en la Unión Europea, donde veintiocho países conviven, en la búsqueda de soluciones pacíficas para sus problemas comunes. Es de lamentar, sin embargo, que justamente en esa área, tan prometedora – tal vez el mayor intento de convivencia pacífica en la historia de la Humanidad –, sea donde se pierden los más nobles esfuerzos de convivencia inteligente y verdaderamente humana, por las fuertes barreras lingüísticas que se le anteponen, concretadas a través de veinticuatro lenguas. Barreras lingüísticas sí, porque – por la falta de una lengua común, libremente aceptada por todos - se recurre al servicio de traducción, que presenta los perjuicios ya aquí demostrados. Parece hasta ironía el hecho de existir ya una moneda común, no nacional, libremente aceptada y no existir aún el consenso en cuanto a la adopción de una lengua tan neutra como la moneda.

¿Y por qué no se adopta una lengua neutra? Porque, de un lado, está el dominio terrible de países que no quieren soltar prenda de la facilidad de no tener que aprender una nueva lengua, colocándose, como manda la justicia, en nivel de igualdad con los demás; de otro lado, está el servilismo y el espíritu acomodaticio de los representantes de otros países.

Los perjuicios que transcurren de la dificultad comunicativa – Claude Piron, belga, hablador nativo de Francés, psicólogo, profesor, políglota, traductor de la ONU y de la OMS, durante varios años, denuncia que en las sedes de la Unión Europea no hay fiel observancia del derecho lingüístico de sus Estados-Miembros.

(...) en la secretaría, prácticamente no se usan las lenguas holandesa, griega, finlandesa y otras lenguas “no fuertes”. Algunas lenguas son “más iguales que las otras”, o sea cuando alguien busca emplearse como operario de la Unión Europea, o sea cuando un ciudadano o un parlamentario debe relacionarse con la administración.2

En el campo científico, la situación es semejante. Los científicos se dirigen a lugares distantes a fin de presentar resultados de sus investigaciones, pero su trabajo no se desarrolla con la rapidez y la eficiencia esperadas, delante de la dificultad comunicativa.

Mucha experiencia preciosa no es dividida íntegramente, o aún se pierde, por faltar una lengua común en encuentros, simposios, congresos de ámbito internacional. El mal es más pequeño cuando se trata de comunicar escritura, a través de libros o de periódicos especializados, pues hace tiempo se recurre a diccionarios y a traductores. Pero, en un congreso internacional, donde los participantes de las sesiones comunicativas y debates científicos son originarios de países diversos, las barreras lingüísticas, no es raro, imponen grandes perjuicios al rendimiento del encuentro.

En esos congresos el atropello a los derechos lingüísticos de los usuarios de lenguas más pequeñas es flagrante. Es por demás claro que los parlantes de la lengua nacional – allí elevada a la condición de ínter lengua – disponen de mucha más facilidad para presentar y debatir sus ideas.

La advertencia hecha por el lingüista Edward Sapir – Muchos participantes de congresos mundiales van a leer, en el cuarto del hotel, el texto de la conferencia o de la comunicación científica oída, sólo parcialmente entendida, pero ya sin la oportunidad de participación en debate enriquecedor, perdido por falta de capacidad comunicativa directa e inmediata, conforme denunció Edward Sapir, lingüista norteamericana, inmediatamente parlante nativo de Inglés: ... en una reunión científica internacional, hay invariablemente la decepción de verificar que, en virtud de la diferencia de hábitos lingüísticos, la dificultad comunicativa con científicos extranjeros hace el intercambio de ideas mucho menos fácil de lo que fuera imaginado por ocasión del abordamiento 3.

Si, como fue demostrado, las lenguas naturales no se prestan a la función de ínter lengua, sólo resta la alternativa del uso de una lengua construida, neutra, indemne de vinculación étnica, política, filosófica, cultural, finalmente. Esa condición ideal, como se entiende, sólo podrá ser conseguida por un idioma no vinculado a pueblo alguno, un idioma conscientemente elaborado para el papel de ínter lengua mundial, a ser aprendido por todos los pueblos, en la condición de segunda lengua. Esa, es la solución justa y fácil del problema, pues al hallarse alguien en presencia de un interlocutor, parlante de un idioma desconocido, apelará inmediatamente para el denominador común, la segunda lengua.

Ese elemento comunicativo mundial ya existe en el mundo desde hace más de un siglo. Es el proyecto salido del cerebro y del corazón de un joven idealista que, en una ante visión extraordinaria de un mundo que no llegaría a ver, presentó una solución anticipada para ese crucial problema humano, al publicarlo en 1887.

Aunque no fuera un lingüista profesional, su visión sociolingüística y universalista transcendía a la de los especialistas. Sabía que lanzaba sólo un proyecto, una propuesta para el nacimiento de una lengua que representaría un paso en la propia historia de la especie humana.

El Esperanto es hoy ampliamente usado en internet – Ese paso en la historia de la comunicación mundial no fue dado por imposición de fuerza exterior alguna. Él transcurrió de la fuerza evolutiva inmanente al ser humano, pues la comunidad de ámbito mundial que adoptó el proyecto del joven polaco como elemento comunicativo supranacional le dio el soplo de vida, alzándolo a la condición de lengua viva, que, felizmente, ya conoce un periodo de madurez de más de un siglo.

Esa comunidad mundial usuaria del Esperanto, constituida de centenares de miles de personas, distribuidas en más de cien países, usufructuaria de una biblioteca que cuenta con más de cuarenta mil títulos – muchos de los cuales no encontrados en lenguas nacionales –, tiene a la disposición un centenar de periódicos, cultiva la literatura, la música y otras artes en nivel de variedad y riqueza no encontradas por los usuarios de sólo lenguas étnicas. Además de eso, tras haber sido dirigido por la radio, desde hace muchas décadas, el Esperanto es hoy ampliamente usado en Internet.

Los usuarios del Esperanto participan de congresos regionales, nacionales y mundiales, estos constituyendo un fenómeno inusitado en el mundo, por la reunión de tres mil participantes, de media, oriundos de aproximadamente ochenta países, todos comunicándose naturalmente. Son los únicos congresos mundiales donde no hay intérpretes.

Tiene hoy el Esperanto la oportunidad mayor de su historia, pues el mundo necesita de él, exactamente por las características que siempre lo distinguieron de proyectos o de lenguas concurrentes. Si hubo una madurez del Esperanto como lengua, hubo paralelamente una madurez de la conciencia del problema de lengua internacional, provocado por la propia evolución humana.

El Esperanto es eficiente, sin ser complejo – Hoy nadie más, en sana conciencia, puede negarle la condición de dar cuenta integral del discurso humano, acompañando esa inmensa transformación ocurrida en el mundo desde su aparición. Ya probó a la saciedad que su simplicidad de aprendizaje y facilidad de uso no significan pobreza de expresión, como ocurre en los "pidgins". El Esperanto es una demostración viva de que complejidad lingüística no significa superioridad de desempeño, pues es simple, sin ser superficial; es eficiente sin ser complejo.

De los seiscientos proyectos de lenguas artificialmente elaborados hasta 1962, según Pierre Burney4, algunos pocos se hicieron lenguas, pero sólo el Esperanto sobrevive.

Es llegado el momento del Esperanto, como llegó el momento de las notas musicales, del sistema métrico, de los símbolos de los cuerpos simples, de las señales internacionales de tráfico, de las unidades de medicación de vitaminas y proteínas, y de tantas otras más, todas aceptadas internacionalmente por gestos de común acuerdo, de buen sentido, sin imposición alguna.

La comunidad usuaria del Esperanto, aunque esté formada por la mayor variedad étnica, social y cultural que el mundo conoció, constituye un grupo humano armónico, que se reúne en torno a ideales nobles de fraternidad, de comprensión, de respeto a la cultura, las diversidades étnicas y al derecho de expresión de todos los pueblos.

Y como estamos hablando de derechos lingüísticos, esa comunidad viene a requerir igualdad de tratamiento y de oportunidades para todas las lenguas, en el sentido de ser reconocido el derecho lingüístico de todos los pueblos.

¡Es una cuestión de Justicia!



Bibliografia: 

1. MATTHIAS, Ulrich. Esperanto o Novo Latim da Igreja e do Ecumenismo. Campinas: 2003

2. PIRON, Claude. La Bona Lingvo. Viena: IEM, 1997.

3. SAPIR, Edward. Linguística como Ciência. Rio de Janeiro: Livraria Acadêmica, 1969.

4. BURNEY, Pierre. Les Langues Internationeles. Paris: Presses Universitaires de France, 1962



 


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