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Año 7 328 – 8 de Septiembre de 2013
PAULO DA SILVA NETO SOBRINHO
paulosnetos@gmail.com

Belo Horizonte, MG (Brasil)
 
Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org
 
 

Paulo da Silva Neto Sobrinho

Jesús en la sesión espírita del Tabor


 

El error de la crítica está en confundir lo bueno y lo malo, lo que muchas veces sucede por la mala fe de algunos y por la ignorancia del mayor número. (Allan Kardec)

Las religiones, cualesquiera que sean, jamás ganaron cualquier cosa por sostener errores manifiestos. (Ary Lex) 

El episodio es denominado, por los bíblicos, como Transfiguración; aunque haya sido citado por los Evangelios sinópticos, él no consta del de Juan; he ahí lo que es dicho en la narración de Mateo:

Mt 17:1-9: “Seis días después, Jesús tomó a Pedro, Santiago y su hermano Juan, y los llevó a parte, sobre una montaña alta. Y allí fue transfigurado delante de ellos. Su rostro resplandeció como el sol y sus vestiduras se hicieron albas como la luz. Y he ahí que les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús: 'Señor, es bueno que estemos aquí. Si quieres, levantaré aquí tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elias'. Aún hablaba, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y una voz, que salida de la nube, dijo: '¡Este es mi Hijo amado, en quien me complazco, oídlo!' Los discípulos, oyendo la voz, muy asustados, cayeron con el rostro en el suelo. Jesús llegó cerca de ellos y, tocándolos, dijo: 'Levantaos y no tengáis miedo'. Irguiendo los ojos, no vieron a nadie: Jesús estaba solo. Al descender del monte, Jesús les ordenó: 'No contéis a nadie esa visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos'”. (Biblia de Jerusalén, 1987).

De entrada, queremos dejar registrado que hay algunas divergencias en los textos bíblicos. Una de ellas es la de que Mateo y Marcos dicen que tal acontecimiento se dio “seis días” después (Mt 17,1; Mc 9,2), mientras, la de Lucas afirma haber sido “ocho días” (Lc 9,28). Más evidente aún es el hecho de que Mateo y Lucas afirmen que el rostro de Jesús fue el que resplandeció, mientras que Marcos ya dice haber sido su manto. Ya Lucas es el único que menciona el asunto de la conversación de Jesús con los espíritus Moisés y Elias, cual es: “hablaban de su partida que iría a consumarse en Jerusalén” (Lc 9,31); el silencio de los otros dos nos causa extrañeza. Eso todo sólo viene a deponer contra la tesis de la narración bíblica, común a los que se rechazan a ver que los textos bíblicos mucho tienen que “inspiración” humana y poco de divina.

Qué ocurrió exactamente en el monte Tabor Veamos cuales fueron los tres fenómenos mediúmnicos ocurridos en el relato.

Si Lucas describió correctamente los fenómenos, cuando dijo que “Pedro y los compañeros estaban con sueño profundo. Al despertar, vieron su gloria y los dos hombres que estaban con él” (Lc 9,32), por ese “profundo sueño” podemos clasificarlos como de efectos físicos, teniendo como donantes del ectoplasma los discípulos Pedro, Santiago y Juan. Esclarézcase que es común, en los fenómenos de materialización, la producción de “una nube luminosa” en el momento en que el ectoplasma se exteriorizaba del médium que, en la mayoría de las veces, ya se encuentra en sueño profundo, exactamente como esas dos particularidades están relatadas en el pasaje. Coincidentemente, esos tres discípulos también estuvieron con Jesús en la cura de la hija de Jairo, vista como si estuviera muerta (Mc 5,21-24.35-43).

1º - Transfiguración:

Fue lo que ocurrió con Jesús, cuando su periespíritu envolvió su cuerpo físico en una luz radiante, poniendo en evidencia su elevada condición espiritual. Es bien probable haber  usado el ectoplasma de Pedro, Santiago y Juan para producir ese fenómeno.

2º - Materialización:

Los dos protagonistas del evento fueron Moisés y Elias, al materializarse para conversar con Jesús, fenómeno ese que pudo ser visto por los tres discípulos que lo acompañaban.

3º - Voz directa:

La voz que salió de la nube, ciertamente, se trata de un fenómeno de voz directa, en el cual algún ser espiritual, utilizando el ectoplasma, que se presentaba en la forma de nube, produjo una garganta ectoplasmática para dar su mensaje, identificando a Jesús cómo el enviado de Dios, a quien todos deberían oír.

En estos tipos de fenómenos todos los que estén en el ambiente o lugar del acontecimiento irán a verlos o percibirlos, exactamente, porque se tratan de fenómenos de efectos físicos.

El rey Saúl y su contacto con Samuel desencarnado – En el texto vemos claramente que la persona a quien atribuyen la información de que la comunicación con los muertos “es abominable al Señor”, viene personalmente, tras muerto, a participar de una sesión espírita. Esa participación de Moisés y el hecho de Jesús haber tomado parte en ella ya son suficientes para que nosotros no tengamos el impedimento de la comunicación con los muertos como una prohibición divina, pero, sí, del propio Moisés, fuera, pues, de la estrecha visión dogmática, que la coloca como proveniente del Creador.

Veamos el pasaje bíblico sobre eso, el cual dividiremos en dos trechos:

Dt 18,9-12: “Cuando entres en la tierra que Iahweh tu Dios te dará, no aprendas a imitar las abominaciones de aquellas naciones. Que en tu medio no se encuentre alguien que queme a su hijo o su hija, ni que haga presagio, oráculo, adivinación o magia, o que practique encantamientos, que interrogue espíritus o adivinos, o aún que invoque a los muertos; pues quién practica esas cosas es abominable a Iahweh, y es la causa de esas abominaciones que Iahweh tu Dios las desalojará en tu favor.”

Dt 18,13-14: “Tú serás íntegro para con Iahweh tu Dios. He ahí que las naciones que vas a conquistar oyen oráculos y adivinos. En cuanto a ti, eso no te es permitido por Iahweh tu Dios.”

La razón de dividirlo se debe al hecho de que nadie que usa tales determinaciones contra el Espiritismo es ético lo suficiente para colocar los versículos 13 y 14, por el simple motivo de que son ellos que resumen todo cuanto Moisés estaba queriendo prohibir su pueblo de hacer; cualquier niño pequeño entiende eso. Así, queda claro que él jamás condenó indiscriminadamente la comunicación con los muertos, como quieren hacer creer los fanáticos, sino sólo aquellas que tenían por objetivo la adivinación o pronóstico de cosas futuras, de cuño meramente material. Un buen ejemplo de ese tipo de comunicaciones puede ser visto en 1Sm 28,3-25, cuando Saúl, primer rey de Israel, va a Endor para, a través de la necromante, consultar con el espíritu de Samuel, sobre lo que le ocurriría en la guerra contra los filisteos, próxima a ocurrir. Necromante es la persona que consulta los muertos para fines de adivinación, exactamente lo que había sido prohibido por el legislador hebreo.

¿Está la ley mosaica en desacuerdo con nuestra época? – ¿Por qué tenemos seguridad de que son ordenes de Moisés y no divinas? Por la simple razón de ser totalmente ilógico que Dios hubiera creado leyes naturales para que los muertos pudieran comunicarse con los “vivos” y eso ser, al mismo tiempo, algo detestable por Él; sólo mentes de fanáticos pueden absorber tal idea.

Sobre esa prohibición, véase lo que Allan Kardec (1804-1869) teje de consideraciones:

Si la ley de Moisés debe ser tan rigurosamente observada en este punto, fuerza es que lo sea igualmente en todos los otros. ¿Por qué sería ella buena en lo tocante a las evocaciones y mala en otras de sus partes? Es preciso ser consecuente. Desde que se reconoce que la ley mosaica no está más en consonancia con nuestra época y costumbres en dados casos, la misma razón procede para la prohibición de que tratamos.

Además, es preciso exponer los motivos que justificaban esa prohibición y que hoy se anularon completamente. El legislador hebreo quería que su pueblo abandonara todas las costumbres adquiridas en Egipto, donde las evocaciones estaban en uso y facilitaban abusos, como se concluye de estas palabras de Isaías: “El Espíritu de Egipto se aniquilará a sí mismo y yo precipitaré su consejo; ellos consultarán sus ídolos, adivinos, sus pitonisas y sus magos”. (19:3). (KARDEC, 2007d, p. 167-168)

Un buen ejemplo de que no cumplen rigurosamente la ley de Moisés es el hecho de que no mandan más a sus hijos rebeldes para ser apedreados por los ancianos del pueblo a la puerta de las ciudades, como bien recomienda el Dt 21,18-21; no se hace “reo de muerte” al que trabaja los sábados para cumplir el Ex 21,15; ¿por qué no se aplica la pena de muerte en los casos citados en Ex 21, 12-17?

No hay relación alguna entre Espiritismo y fetichismo – Muchos contradictores no saben (¿o no quieren saber?) que “Los Espíritus pueden comunicarse espontáneamente, o acudir a nuestro llamado, es decir, venir por evocación”. (KARDEC, 2007b, p. 360); en razón de eso condenan el Espiritismo, suponiendo que sus prácticas consisten solamente de evocaciones, como si nunca ocurrieran comunicaciones espontáneas. Hallamos eso sin sentido alguno, pues, por cualquier medio que vengan los espíritus – espontáneamente o atendiendo a alguna evocación –, sólo pueden comunicarse porque hubo un permiso de Dios para tal. A menos que juzguemos a los hombres con poder suficiente de contrariar la voluntad de Dios en ese aspecto; entonces tendría sentido la condena de las evocaciones.

En nuestro libro Los espíritus se comunican en la Iglesia Católica, presentamos varias pruebas de que los espíritus sólo se manifiestan con el permiso de Dios. De ellas insistimos en resaltar lo que dijo el espíritu André a su padre, el abogado Lino Sardos Albertine (1915-2005), por medio de una médium que él había buscado para entrar en contacto con su hijo, cuando le preguntó  por qué había muerto tan pronto: “[...] André nos dijo haber nacido para ejecutar una misión especial, es decir, suministrar las pruebas de la existencia de la vida después de la muerte, de modo que muchas personas crean más en Dios y respeten su ley. […] (ALBERTINI, 1989, p. 24-25, negrita nuestra). Si no fuera la intolerancia religiosa, André no habría muerto vanamente.

Quieren algunos mal informados detractores establecer una relación directa entre Espiritismo y fetichismo, pero la respuesta a fanáticos de ese tipo ya fue dada por Kardec:

Lo acusan de parentesco con la magia y el fetichismo; […] Ciertamente, la distancia que separa el Espiritismo de la magia y de sortilegios es mayor que la que existe entre la Astronomía y la Astrología, la Química y la Alquimia. Confundirlas es probar que de ninguna se sabe cosa alguna. (KARDEC, 2007e, p. 31-32).

Sólo la malevolencia y una rematada mala fe pudieron confundir el Espiritismo con la magia y los fetiches, cuando aquel repudia el fin, las prácticas, las fórmulas y las palabras místicas de estas. Algunos llegaron aún a comparar las reuniones espíritas a las asambleas del sabbat, en las cuales se espera el sonar de la medianoche, para que los fantasmas aparezcan. (KARDEC, 2001, p. 70-71).

Lejos de hacer revivir el fetichismo, el Espiritismo lo aniquila, despojándolo de su pretendido poder sobrenatural, de sus fórmulas, nigromantes, amuletos y talismanes, y reduciendo a su justo valor los fenómenos posibles, sin salir de las leyes naturales. (KARDEC, 2001, P. 104).

Cuando Jesús apareció a Saulo, este quedó invidente por tres días – Nos cuesta creer que, en pleno siglo XXI, aún encontremos personas con la capacidad mental de juzgar que Espiritismo y fetichismo son la misma cosa, dada la cantidad de obras espíritas disponibles; a propósito, gracias a internet, se puede leer muchas de ellas gratis.

Es por demás curioso el hecho de que Jesús, tras el acontecimiento, no dijo para los discípulos no hagáis lo que Él estaba haciendo – conversando con muertos –, pero sólo les pidió que sólo contaran lo ocurrido después de su resurrección. ¿Y por qué justamente después de a Su resurrección? Respuesta: justamente para comprobar la existencia de la comunicación de los espíritus con los vivos, y mostrar que su presencia, tras la muerte, era semejante a la de Moisés y a la de Elias, ocurridas en el momento de la “transfiguración”. Véase que la propia manifestación de Jesús, después de su muerte física, ya prueba que los muertos pueden comunicarse: “Aún a ellos, se presentó vivo tras su pasión, con muchas pruebas incontestables: durante cuarenta días les apareció y les habló de lo que concierne al Reino de Dios” (At 1,3). “Se presentó vivo”, es claro, por cuanto la muerte sólo alcanza al cuerpo físico; jamás al Espíritu inmortal. ¿Se acuerdan de cuando él apareció a Saulo? El intrépido perseguidor de los cristianos quedó invidente por tres días, demostrando que la luz producida por el periespíritu de Jesús Lo cualifica como un espíritu de la más elevada estirpe. 

 

Referências bibliográficas:

Bíblia de Jerusalém, 3ª impressão. São Paulo: Paulinas,1987.

ALBERTINI, L. O além existe. São Paulo: Loyola, 1989.

KARDEC, A. A Gênese. Rio de Janeiro: FEB, 2007e.

KARDEC, A. O Céu e o Inferno. Rio de Janeiro: FEB, 2007d.

KARDEC, A. O livro dos médiuns. Rio de Janeiro: FEB, 2007b.

KARDEC, A. O que é o Espiritismo. Rio de Janeiro: FEB, 2001.

NETO SOBRINHO, P. S. Os espíritos comunicam-se na Igreja Católica. Divinópolis, MG: GEEC, 2012.



 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita