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Estudio Metódico del Pentateuco Kardeciano Português   Inglês

Año 7 325 – 18 de Agosto de 2013

ASTOLFO O. DE OLIVEIRA FILHO                    
aoofilho@gmail.com
                                      
Londrina,
Paraná (Brasil)  
 
Traducción
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com
 

 

El Evangelio según el Espiritismo

Allan Kardec 

 (Parte 31)
 

Continuamos el estudio metódico de “El Evangelio según el Espiritismo”, de Allan Kardec, la tercera de las obras que componen el Pentateuco Kardeciano, cuya primera edición fue publicada en abril de 1864. Las respuestas a las preguntas sugeridas para debatir se encuentran al  final del texto.

Preguntas para debatir

A. ¿Cómo interpreta el Espiritismo la recomendación de Jesús: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia”?

B. ¿Llegará el día en que la Tierra no produzca lo suficiente para todos?

C. ¿Cuál es la tarea del Espiritismo en relación a la difusión de la caridad?

D. ¿Qué sentido tiene esta enseñanza: “No os angustiéis por la posesión de oro o plata”?

Texto para la lectura 

324. Jesús se acercaba principalmente a los pobres y a los desheredados, porque son los que tienen más necesidad de consuelo; a los ciegos dóciles y de buena fe, porque piden que se les dé la vista, y no a los orgullosos que creen poseer toda la luz y no necesitar nada. (Cap. XXIV, ítem 12.)

325. Estas palabras, como tantas otras, encuentran en el Espiritismo la aplicación que les corresponde, pues hay quien se admire de que, a veces, la mediumnidad se concede a personas indignas, capaces de usarla mal. Parece (dicen ellos) que tan preciosa facultad debería ser atributo exclusivo de las personas con mayor merecimiento. (Cap. XXIV, ítem 12.)

326. Digamos, primeramente, que la mediumnidad es inherente a una disposición orgánica, de la que cualquier hombre puede estar dotado, como de la facultad de ver, oír y hablar. Ahora bien, no hay ninguna facultad de la que el hombre, en virtud de su libre albedrío, no pueda abusar. (Cap. XXIV, ítem 12.)

327. Si sólo a los más dignos les fuera concedida la facultad de comunicarse con los Espíritus, ¿quién se atrevería a pretenderla? Además, ¿dónde está el límite entre la dignidad y la indignidad? La mediumnidad es concedida a todos sin distinción, para que los Espíritus puedan traer la luz a todos estratos humanos, a todas las clases sociales, al pobre como al rico, a los prudentes y a los viciosos. ¿No son estos últimos los enfermos que necesitan de médico? ¿Por qué Dios los privaría del socorro que los puede arrancar del pantano? (Cap. XXIV, ítem 12.)

328. La mediumnidad no implica necesariamente relaciones habituales con los Espíritus superiores. Es sólo una aptitud para servir de instrumento más o menos flexible a los Espíritus en general. El buen médium, pues, no es aquél que se comunica con facilidad, sino aquél que es simpático a los buenos Espíritus y sólo es asistido por ellos. Únicamente en este sentido es que la excelencia de las cualidades morales se vuelve poderosa sobre la mediumnidad. (Cap. XXIV, ítem 12.)

329. “Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad a la puerta y se os abrirá, porque quien pide recibe y quien busca halla, y a aquél que llama a la puerta se le abrirá. ¿Cuál es el hombre, entre vosotros, que da una piedra al hijo que le pide pan? ¿O si pide un pez, le dará una serpiente? Ahora bien, si siendo malos como sois, sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos, ¿no es lógico que, con más fuerte razón, vuestro Padre que está en los cielos dé los bienes verdaderos a los que se los pidan?" (Mateo, VII, 7 a 11.) (Cap. XXV, ítem 1.)  

330. Desde el punto de vista terrenal, la máxima: Buscad y hallaréis es análoga a esta otra: Ayúdate a ti mismo, que el cielo te ayudará. Es el principio de la ley del trabajo y, por consiguiente, de la ley del progreso, porque el progreso es hijo del trabajo, puesto que éste pone en acción las fuerzas de la inteligencia. (Cap. XXV, ítem 2.)

331. Es muy poco, e incluso imperceptible, en gran número de individuos, el progreso que cada uno realiza individualmente a lo largo de la vida. ¿Cómo podría entonces progresar la Humanidad, sin la preexistencia y la supervivencia del alma? (Cap. XXV, ítem 2.)

332. Si las almas se fuesen todos los días para no volver más, la Humanidad se renovaría sin cesar con los elementos primitivos, debiendo hacerlo todo y aprenderlo todo. En este caso, no habría en razón para que el hombre se encuentre hoy más adelantado que en las primeras edades del mundo, puesto que en cada nacimiento tendría que recomenzar todo el trabajo intelectual. (Cap. XXV, ítem 2.)

333. Por el contrario, volviendo con el progreso que ya realizó y adquiriendo cada vez algo más, el alma pasa gradualmente de la barbarie a la civilización material y de ésta a la civilización moral. (Cap. XXV, ítem 2.)


Respuestas a las preguntas propuestas

A. ¿Cómo interpreta el Espiritismo la recomendación de Jesús: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia”?

En esas palabras de Jesús se debe ver una referencia alegórica a la Providencia, que nunca deja al abandono a los que confían en ella, pero quiere que ellos hagan la parte que les corresponde. De hecho, el Padre siempre nos asiste por medio de los benefactores espirituales cuando nos encontramos en dificultad, inspirándonos ideas para que superemos por nosotros mismos las aflicciones y las vicisitudes que se nos presentan a lo largo de la jornada. (El Evangelio según el Espiritismo, cap. XXV, ítems 6 a 8.)

B. ¿Llegará el día en que la Tierra no produzca lo suficiente para todos?

No. La Tierra siempre producirá lo suficiente para alimentar a todos sus habitantes, siempre y cuando los hombres sepan administrar, según las leyes de justicia, caridad y amor al prójimo, los bienes que ella nos da. Cuando la fraternidad reine entre los pueblos, como entre las provincias de un mismo imperio, lo superfluo momentáneo de uno suplirá la insuficiencia momentánea del otro, y cada uno tendrá lo necesario. (Obra citada, cap. XXV, ítem 8.)  

C. ¿Cuál es la tarea del Espiritismo en relación a la difusión de la caridad?

La caridad y la fraternidad no se decretan por medio de leyes. Si la una y la otra no están en el corazón de la persona, el egoísmo imperará allí siempre. Corresponde al Espiritismo hacerlas entrar en él, revelando cuál es el verdadero sentido de la caridad y mostrando los beneficios que su práctica trae a las personas, a la sociedad y al planeta en que vivimos. (Obra citada, cap. XXV, ítem 8.)  

D. ¿Qué sentido tiene esta enseñanza: “No os angustiéis por la posesión de oro o plata”?

Además de su significado mismo, estas palabras guardan un sentido moral profundo. Al pronunciarlas, Jesús quiso mostrarnos que existen cosas más importantes en la vida, bienes que el ladrón no roba y la polilla no destruye, que son los valores espirituales, que conservaremos para siempre, mientras que el oro y la plata así como todo lo que es material, constituyen valores pasajeros que no nos pertenecen de hecho y que, por lo tanto, tendremos que dejar cuando retornemos a la verdadera vida. (Obra citada, cap. XXV, ítems 9 a 11.) 

 

 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita