WEB

BUSCA NO SITE

Edição Atual Edições Anteriores Adicione aos Favoritos Defina como página inicial

Indique para um amigo


O Evangelho com
busca aleatória

Capa desta edição
Biblioteca Virtual
 
Biografias
 
Filmes
Livros Espíritas em Português Libros Espíritas en Español  Spiritist Books in English    
Mensagens na voz
de Chico Xavier
Programação da
TV Espírita on-line
Rádio Espírita
On-line
Jornal
O Imortal
Estudos
Espíritas
Vocabulário
Espírita
Efemérides
do Espiritismo
Esperanto
sem mestre
Divaldo Franco
Site oficial
Raul Teixeira
Site oficial
Conselho
Espírita
Internacional
Federação
Espírita
Brasileira
Federação
Espírita
do Paraná
Associação de
Magistrados
Espíritas
Associação
Médico-Espírita
do Brasil
Associação de
Psicólogos
Espíritas
Cruzada dos
Militares
Espíritas
Outros
Links de sites
Espíritas
Esclareça
suas dúvidas
Quem somos
Fale Conosco

Editorial Português   Inglês    
Año 6 303 – 17 de Marzo de 2013
Traducción
Elza Ferreira Navarro - mr.navarro@uol.com.br
 

 


Después de la tormenta viene la calma. ¿Será?


Palabra originaria del termo latino proverbiu, se da el nombre de proverbio a la máxima o sentencia de carácter práctico y popular, común a todo un grupo social, expresa de manera sucinta y generalmente rica en imágenes. Proverbio es lo mismo que adagio, dicho, ejemplo, refrán.

“En casa de herrero, la cuchara es de palo”, “Cuanto mayor la nao, mayor la tormenta”, “Después de la tormenta viene la calma”, he aquí ejemplos de proverbios conocidos y utilizados con frecuencia por las personas que viven en Brasil.

Según el periodista Ariel Palacios, el último mencionado – “Después de la tormenta viene la calma” – es utilizado también en muchos países del Occidente; no obstante, en la ascética Rusia el dicho es grafiado de manera diferente, porque los rusos prefieren decir que “después de la tormenta…  viene la inundación”, un pensamiento que, de acuerdo con el periodista, sería igualmente común al pueblo argentino.

En internet el proverbio en causa ya suscitó comentarios y chistes interesantes.

Alguien preguntó: “¿Después de la tormenta viene la calma?”

Un internauta respondió: “Es lo que dicen”.

Otro escribió: “Está errado; después de la tormenta viene la inundación…”

La psicóloga Fernanda Rossi envió a través de su blog, sobre el asunto, un bello texto titulado “Después de la tormenta viene el sol”.

He aquí lo que ella escribió:

“Hay momentos en la vida donde las situaciones se tornan tan complicadas, tan dolorosas, que nuestra tendencia es creer y, principalmente sentir, que nunca saldremos de aquello. Vienen la angustia, la desesperación, el miedo, en fin una multitud de sentimientos, que, si no cuidamos, toman cuenta de nosotros y traen perjuicios aún más grandes, pues acabamos por actuar por impulso.

Una colega de profesión me dijo otro día que tenemos una nube negra dentro de nosotros, que oscurece nuestros pensamientos y nos lleva a comportamientos de los cuales después nos arrepentimos. Sin embargo, si en la hora del dolor aprendemos a no tomar decisión, a esperar que las cosas mejoren, que la emoción se calme, entonces la oportunidad de la acción ser afirmativa es mayor. Esperar es angustiante, pero vivir las consecuencias puede ser aún peor.

La Biblia dice que el llanto puede durar una noche, pero la alegría viene al amanecer. Entiendo este pasaje como una señal de esperanza, de que no hay situación que no pase. La vida siempre da vueltas, así vale la pena esperar.” (Fernanda Rossi, en http://blogs.odiario.com/fernandarossi/2011/10/20/depois-da-tempestade-vem-o-sol/.)  

En el medio espirita es conocida la frase escrita por André Luiz, a través de Chico Xavier: “Después de un problema aguardar otros”. 

Aplicándose el entendimiento de André Luiz al proverbio que ahora comentamos, podríamos ciertamente reescribirlo y decir así: “Después de la tormenta aguarde otras”, de acuerdo con lo que ocurre, en verdad, en el mundo donde vivimos. Los habitantes de la Capital paulista que residen en las regiones del ensanchamiento ciertamente han de concordar con nosotros. El tema fue objeto en esta revista del editorial de la edición 137. He aquí el link: http://www.oconsolador.com.br/ano3/137/editorial.html/

Es evidente que los problemas, las vicisitudes y las dificultades de la vida no se dan por causalidad. Hacen ellos parte de un proceso cuyo final es, sí, la calma, la felicidad, la paz. Pero, en un planeta como éste donde vivimos, es pura ilusión pensar que después de la solución de determinada cuestión viviremos en paz y ninguna dificultad depararemos en vida.

Un amigo cierta vez nos dijo: “En el fin, todo dará cierto”. Si no dio cierto aún es porque el fin no llegó, pero él llegará un día, tengamos plena certeza de eso.



 


Volver a la página anterior


O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita