WEB

BUSCA NO SITE

Edição Atual Edições Anteriores Adicione aos Favoritos Defina como página inicial

Indique para um amigo


O Evangelho com
busca aleatória

Capa desta edição
Biblioteca Virtual
 
Biografias
   
Filmes
Livros Espíritas em Português Libros Espíritas en Español  Spiritist Books in English    
Mensagens na voz
de Chico Xavier
Programação da
TV Espírita on-line
Rádio Espírita
On-line
Jornal
O Imortal
Estudos
Espíritas
Vocabulário
Espírita
Efemérides
do Espiritismo
Esperanto
sem mestre
Divaldo Franco
Site oficial
Raul Teixeira
Site oficial
Conselho
Espírita
Internacional
Federação
Espírita
Brasileira
Federação
Espírita
do Paraná
Associação de
Magistrados
Espíritas
Associação
Médico-Espírita
do Brasil
Associação de
Psicólogos
Espíritas
Cruzada dos
Militares
Espíritas
Outros
Links de sites
Espíritas
Esclareça
suas dúvidas
Quem somos
Fale Conosco

Estudio Metódico del Pentateuco Kardeciano Português   Inglês

Año 6 272 – 5 de Agosto de 2012

ASTOLFO O. DE OLIVEIRA FILHO                    
aoofilho@gmail.com
                                      
Londrina,
Paraná (Brasil)  
Traducción
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com
 

 

El Libro de los Médiums 

Allan Kardec 

 (Parte 22)
 

Continuamos con el estudio metódico de “El Libro de los Médiums”, de Allan Kardec, la segunda de las obras que componen el Pentateuco Kardeciano, cuya primera edición fue publicada en 1861. Las respuestas a las preguntas sugeridas para debatir se encuentran al final del texto.

Preguntas para debatir 

A. ¿Cuál es el verdadero punto de partida para entender el Espiritismo?

B. ¿Qué pasa con los que atribuyen al diablo las manifestaciones espíritas?

C. ¿Cuáles son las diferentes modalidades de médiums psicógrafos?

D. ¿Qué Espíritus producen los fenómenos de efectos físicos?

Texto para la lectura

205. El cambio de escritura que se ve muchas veces en los mensajes psicografiados sólo se produce con los médiums mecánicos y semimecánicos, porque en ellos es involuntario el movimiento de la mano, la cual es dirigida únicamente por el Espíritu. La variación en la forma de la escritura deriva de una aptitud especial de la que no todos los médiums están dotados. A los que la poseen los denominamos médiums polígrafos. (Ítem 219)

206. La facultad mediúmnica está sujeta a intermitencias y suspensiones temporales. Cuando un médium es abandonado por los Espíritus, la causa más común es el uso que él hace de su facultad. Si el médium se sirve de la mediumnidad para cosas frívolas, o ya no responde a las expectativas de los Espíritus, éstos se alejan en busca de un protegido más digno, porque la facultad mediúmnica no es concedida al médium para su deleite y, menos aún para la satisfacción de sus ambiciones, sino para su mejoramiento espiritual y para dar a los hombres el conocimiento de la verdad. (Ítem 220, pregunta 3)

207. La interrupción de la facultad no siempre es un castigo; a veces, demuestra el cuidado del Espíritu hacia el médium por quien siente afecto, con el objetivo de darle el reposo material que considera necesario, caso en el que no permite que otros Espíritus lo sustituyan. (Ítem 220, pregunta 4)

208. La suspensión de la facultad mediúmnica puede ser motivada por censura o por benevolencia. ¿Cómo conocer la causa? Interrogue el médium a su conciencia y pregúntese a sí mismo qué uso ha hecho de su facultad, qué bien ha resultado de ella para los demás, qué provecho ha sacado de los consejos que se le ha dado y tendrá la respuesta. (Ítem 220, pregunta 8 a 10)

209. No hay ninguna relación entre la facultad mediúmnica y un estado patológico. Hay médiums de salud vigorosa; los enfermos lo están por otras causas. (Ítem 221, pregunta 1)

210. La mediumnidad – sobre todo la de efectos físicos – ocasiona un gasto de fluido que produce fatiga, y se repara con el reposo. (Ítem 221, pregunta 2)

211. Hay casos en que es prudente, y hasta necesaria, la abstención del ejercicio de la mediumnidad; todo depende del estado físico y moral del médium. Hay personas que deben evitar todas las causas de sobrexcitación, y el ejercicio de la mediumnidad es una de ellas. (Ítem 221, pregunta 4)

212. La mediumnidad no produce locura cuando ésta no existe en germen; si éste existe, el sentido común recomienda que se debe tener cuidado, bajo todos los puntos de vista, dado que cualquier conmoción puede ser perjudicial. (Ítem 221, pregunta 5)

213. La práctica del Espiritismo exige mucho tacto, para destruir las confabulaciones de los Espíritus embusteros. Si éstos engañan a hombres formados, es evidente que la infancia y la juventud están más expuestas a ser sus víctimas. (Ítem 222)

Respuestas a las preguntas propuestas

A. ¿Cuál es el verdadero punto de partida para entender el Espiritismo?

Se cree, generalmente, que para convencer a alguien basta mostrar hechos; sin embargo, la experiencia demuestra que esto no siempre es el mejor método, porque muchas veces se ven personas a quienes los hechos más evidentes no convencen de modo alguno. Ahora bien, en el Espiritismo la cuestión del Espíritu es secundaria y consecutiva; éste no es el punto de partida  y precisamente ahí está el error en el cual se cae muchas veces ante ciertas personas. Al ser los Espíritus no otra cosa que las almas de los hombres, el verdadero punto de partida es, pues, la existencia del alma. De hecho, ¿cómo puede el materialista admitir que existan seres fuera del mundo material, cuando cree que él mismo no es más que materia? ¿Cómo podrá creer en Espíritus fuera de él sino cree tener uno en sí? En vano se acumularán pruebas ante sus ojos: él refutará todas porque no admite el principio. Toda enseñanza metódica debe partir desde lo conocido hacia lo desconocido. Para el materialista lo conocido es la materia; partid pues de la materia y esforzaos antes que nada, haciéndosela observar, en convencerlo de que en él hay algo más que escapa a las leyes de la materia. En una palabra, antes de volverlo espírita, tratad de volverlo espiritualista. Antes, pues, de intentar convencer a un incrédulo, incluso mediante los hechos, conviene asegurarse de su opinión con relación al alma, esto es, si cree en su existencia, en su supervivencia al cuerpo, en su individualidad después de la muerte. Si su respuesta fuera negativa, será trabajo perdido hablarle de Espíritus. (El Libro de los Médiums, ítems 18 y 19.)

B. ¿Qué pasa con los que atribuyen al diablo las manifestaciones espíritas?

En los tiempos de Jesús el clero también decía que las curaciones y los llamados milagros producidos por el Maestro eran “cosa” del demonio. Aquellos que difundían tales ideas no saben la responsabilidad que asumen: ¡ellas pueden matar!  En efecto, el peligro no es sólo para la persona, sino también para aquellos que la rodean y que pueden ser aterrorizados por el pensamiento de que su casa es un refugio de demonios. Fue esta creencia la que causó tantos actos de atrocidad en los tiempos de la ignorancia. Conocemos los accidentes que puede causar el miedo y seríamos, ciertamente, menos imprudentes si conociésemos todos los casos de locura y epilepsia que tienen su origen en los cuentos de hombres lobo y cucos. La Doctrina Espírita al esclarecernos sobre la verdadera causa de todos estos fenómenos,  da a esta teoría el golpe de gracia. No existen demonios: lejos, pues, de cultivar tal pensamiento sombrío debemos, y este es un deber de moralidad y de humanidad, combatirlo donde él exista. (Obra citada, ítem 162.)

C. ¿Cuáles son las diferentes modalidades de médiums psicógrafos?

Sin considerar aquí la categoría de los médiums inspirados, que es una variedad de la mediumnidad intuitiva, los médiums psicográfos pueden ser mecánicos, intuitivos o semimecánicos.

Lo que caracteriza al médium mecánico es el hecho de que el Espíritu obra directamente sobre su mano, completamente independiente de la voluntad del médium. La mano escribe sin interrupción y sólo se detiene cuando el Espíritu termina la comunicación. El médium mecánico no tiene la menor conciencia de lo que escribe: eso es lo que dio origen al nombre de la facultad – mediumnidad mecánica o pasiva. Esta modalidad es preciosa, puesto que no deja dudas sobre la independencia del pensamiento de quien escribe.

El médium intuitivo recibe el pensamiento del Espíritu comunicante  y lo transmite mediante la escritura. En esta situación, el médium tiene conciencia de lo que escribe, aunque no sea su propio pensamiento. El papel del médium mecánico es el de una máquina; el intuitivo, en cambio, actúa como lo haría un intermediario o intérprete y sabe que las ideas no son preconcebidas y surgen a medida que son registradas en el papel. Frecuentemente el pensamiento formulado es contrario al suyo y puede estar fuera de sus conocimientos y capacidad.

El médium semimecánico siente el impulso dado a su mano sin que lo quiera, pero al mismo tiempo tiene conciencia de lo que escribe a medida que las palabras se forman. Participa así un poco de las dos modalidades examinadas. Los médiums semimecánicos son los más numerosos de la categoría de los psicógrafos. (Obra citada, ítems 179 a 181.)

D. ¿Qué Espíritus producen los fenómenos de efectos físicos?

Los Espíritus que producen esa especie de manifestaciones son siempre Espíritus inferiores que no están todavía completamente liberados de la influencia material. Sin embargo tales fenómenos, aunque son ejecutados por entidades inferiores, muchas veces son provocados por Espíritus de un orden más elevado, con el objetivo de convencer a los hombres de la existencia de los seres incorpóreos y de un poder superior a ellos. (Obra citada, ítems 74 y 91)

 

 

 


Volver a la página anterior


O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita