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Año 5 245 – 29 de Enero de 2012 
AMERICO DOMINGOS NUNES FILHO
amecgs@gmail.com
Rio de Janeiro, RJ (Brasil)
Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org

 


Américo Domingos Nunes Filho

Cuidar del cuerpo y del espíritu

La Doctrina Espírita asevera que la encarnación humana es una necesidad, enseñando que “la unión del espíritu y de la materia es necesaria” (“El Libro de los Espíritus”, pregunta 25) y que los “espíritus tienen que sufrir todas las vicisitudes de la existencia corporal” (Q. 132 de “OLE”), como igualmente “creados simples e ignorantes se instruyen en las luchas y tribulaciones de la vida corporal” (Q. 133 de “OLE”).

Los buenos Espíritus, según el Espiritismo, son los que consiguieron “predominancia sobre la materia” (Q. 107 de “OLE”). Bien clara, también, es la afirmación doctrinaria de que “los Espíritus puros recorrieron todos los grados de la escala y se despojaron de todas las impurezas de la materia” (Q. 113 DE “OLE”) y que “para ganar experiencia es preciso que el ser espiritual conozca el bien y el mal. He ahí por qué se une al cuerpo” (Q. 634 de “OLE”).

Por lo tanto, es en la vibración más densa que el Espíritu, simple e ignorante, escoge su camino: “Si no existieran montañas, no comprendería el hombre que se puede subir y descender; si no existieran rocas, no comprendería que hay cuerpos duros” (“OLE”, Q. 634). El Espíritu, centella divina perfeccionada e individualizada, necesita de la arena física, con su resistencia propia, para despertar y exteriorizar sus potencialidades (“El Reino de Dios dentro de sí”).

En la introducción de “El Libro de los Espíritus”, Allan Kardec revela que el Espíritu encarnado está bajo la influencia de la materia y el hombre que supera esa influencia, por la elevación y purificación de su alma, se aproxima a los buenos Espíritus, con los cuales estará un día.

El cuerpo físico es el instrumento pasivo del alma

En la obra ”El Evangelio según el Espiritismo”, cap. XVII, ítem 11, el excelso codificador de la Doctrina Espírita publica el mensaje del Espíritu Protector Jorge, enfatizando la necesidad de cuidar del cuerpo que, según las alternativas de salud y enfermedades, influye de manera muy importante sobre el alma, que cumple se considere cautiva de la carne. Habla aún para que esa prisionera viva, se expanda y llegue aún a concebir las ilusiones de la libertad, tiene el cuerpo de estar sano, dispuesto, fuerte. La entidad espiritual relata que el Espiritismo demuestra las relaciones que existen entre el cuerpo y el alma y dice que, por hallarse en dependencia mutua, importa cuidar de ambos. Después afirma, con mucha propiedad: “Amad, pues, vuestra alma, sin embargo, cuidad igualmente de vuestro cuerpo, instrumento de aquella. Desatender las necesidades que la propia Naturaleza indica es desatender la ley de Dios”.

La enseñanza espírita es rica en enseñanzas acerca de la importancia del ser encarnado tratar bien de su organismo físico, vehículo importante del gran viaje que el Espíritu realiza interiormente, descubriendo paulatinamente la divinidad dentro de sí. El cuerpo físico es el instrumento pasivo del alma. La exteriorización de las facultades del Espíritu depende de un cuerpo sano (“Mens sana in corpore sano”).

En relación a los hábitos saludables, se debe evitar el tabaco y las drogas en general, así como el sedentarismo y la mala alimentación, donde predominam alimentos ricos en carboidratos, el uso de frituras, el consumo de grasas perjudiciales, como las saturadas y las trans, la ingestión de bebidas alcohólicas, refrescos y dulces.

Es importante comer, en general, muchas frutas

Es importante reducir de verdad el consumo de azúcares y grasas, como también practicar ejercicios físicos aeróbicos (caminar, natación, carrera, andar con la bicicleta, por lo menos 30 minutos por día) y anaeróbicos, por lo menos 3 veces por semana, a través de la musculación, la cual, además de modular el cuerpo, aumenta la masa muscular, exigiendo mayor quema espontánea de calorías.

Importante es comer, en general, muchas frutas (bajo tenor de carboidratos, alto de fibras y pectina, ricas en vitaminas y minerales); legumbres crudas (ídem); granos y cáscaras de cereales, ricas en fibras (auxilian la digestión, con muchas vitaminas y minerales). Es necesario consumir bastante germen de trigo, harina de avena, linaza y amaranto, los cuales dificultan la absorción de grasas y del colesterol malo (LDL); fundamental insertar en el menú las hojas (gran cantidad de fibras, vitaminas y minerales) y, en relación a las proteínas, lo mejor es el pescado, preferentemente oriundo de aguas frías (rico en omega-3) o pechuga de pollo sin piel.

Omega 3 es una grasa importante que no es producida naturalmente por el organismo, siendo así necesario ser consumida a través de una buena alimentación, rica en aceite extra-virgen, semilla de linaza, nueces, castañas, tronco, espinacas y pescado como salmón, atún y bacalao. En este caso, es importante que los pescados sean consumidos cocidos, ya que por la fritura el omega 3 es destruido.

Las fibras contribuyen para el funcionamiento intestinal

Los más conocidos beneficios del omega 3 son la disminución de los niveles de colesterol malo (LDL) y de triglicéridos, como también baja la presión arterial. Ayuda a reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, demencia, cansancio mental, diabetes, derrame cerebral, asma y hasta algunos tipos de cáncer.  

Las fibras proporcionan la saciedad (satisfacción plena del apetito) y contribuyen para el funcionamiento intestinal. A través de la fermentación por las bacterias de la flora intestinal son generadas substancias anti-inflamatórias.

Amaranto es un grano, símbolo de la culinaria de los incas, rico en fibras, minerales y de proteínas de alto valor biológico, conteniendo todos los aminoácidos esenciales que el organismo no consigue producir. Inhibe, en el hígado, una enzima, responsable por la síntesis del colesterol malo (HDL). Diferente de otros vegetales, contiene calcio biodisponible (mejor absorción en el organismo).

Muy importante, igualmente, considerar los antioxidantes y los prebióticos, los primeros eliminan los radicales libres (formados naturalmente en el cuerpo, damnificando las células, acelerando el envejecimiento y las enfermedades cardiovasculares). Las principales fuentes de los antioxidantes son el palmito, el resveratrol (encontrado en la uva) y la acerola. Los prebióticos son bacterias que pueblan y sanean la flora intestinal, reforzando el sistema inmunológico, reduciendo el riesgo de tumores intestinales, diabetes y obesidad. Fuentes: Leches fermentados y yogures.

Las grasas trans causan elevación del colesterol

En cuanto a los dulces, se debe dar preferencia para los caseros, hechos con frutas y gelatinas. Nunca los que contienen leche condensada integral, crema de leche y chocolate.

Recomendaciones importantes, dignas de destacar y enumerar, son: 1 - Evitar comprar alimentos industrializados (mucha sal y grasa); 2 - Salga de la mesa inmediatamente que esté satisfecho; 3 - Cuidado con los eventos sociales: consumo de salsas fritas, refrescos, bebidas alcohólicas y dulces. Ideal hacer una merienda leve antes de salir de casa; 4 - No alimentarse con grasa vegetal hidrolizada (trans), gran enemiga de la salud, encontrada en los alimentos industrializados (comida lista, helados, panes, patatas fritas, salados de paquete y fritos, pasteles, tartas, galletas, hojaldre bizcochos simples y rellenos palomitas de microondas, chocolates, margarinas, comida de fad-food, etc. Ese temible grupo no es absorbido por el organismo, depositándose en los vasos arteriales y acumulándose en el abdomen y vísceras. Son un tipo específico de grasa, formada por un proceso de hidrogenación natural (ocurrido en la cavidad de animales) o industrial (proceso de hidrogenación que transforma aceites vegetales líquidos en grasa sólida). Son utilizadas para mejorar la consistencia de los alimentos y aumentar la validez de algunos productos. La carne y la leche poseen naturalmente pequeñas cantidades de esas grasas. Las grasas trans causan elevación del colesterol total, del LDL-colesterol malo y reducción de los niveles de colesterol bueno -HDL

El ajo disminuye el colesterol total y el malo

Es fundamental consumir alimentos que estimulen el aumento del HDL: frutas ricas en vitamina C (evita la oxidación del colesterol y consecuente deposición en las paredes de las arterias) y ricas en pectina (fibra soluble concentrada en los zumos), como la manzana, tangerina, naranja, guayaba, reduciendo la absorción de grasas durante la digestión.

Esencial tomar té verde, muy rico en polifenóis, responsables por el fortalecimiento de la pared arterial y auxiliando en la reducción del colesterol, como también uso de aceite, grasa benéfica con gran concentración de vitamina Y, polifenóles y fitoesteroides, protegiendo el corazón. No se debe olvidar el aceite, por cuanto sufre modificaciones, transformándose en grasa saturada.

El ajo es importante, pues disminuye el colesterol total y el colesterol malo. El vino tinto inhibe la acción de los radicales libres y mejora la dilatación de los vasos sanguíneos, tomando una copa por día. La proteína de soja reduce la tasa de colesterol malo. Es significante comer oleaginosas (confitura, castaña de caju, nueces, castaña del Pará, avellanas), fuentes de omega 3, vitamina y (antioxidante, preserva la salud cardiovascular) y arginina (óptimo vasodilatador, dificultando el acumulo de colesterol en las arterias, protegiendo el corazón).

Existe un método simple y ampliamente difundido de medirse la grasa corporal. Es el IMC (Índice de Masa Corporal), que es calculado dividiendo el peso del individuo en kilos por el cuadrado de su altura en metros. Lo normal es 18.5 a 24.9. Sobrepeso: 25.0 a 29.9. Obesidad grado I (moderada): 30.0 a 34.9. Obesidad grado II (severa): 35.0 a 39.9. Obesidad grado III (mórbida) ≥ 40.0.

Los triglicéridos, cuando son en exceso, son peligrosos

Se puede también emplear el método de la Circunferencia de la Cintura (barriga): grasa depositada en la pared abdominal indica acometimiento de las vísceras, incluyendo el hígado. Esa grasa, con facilidad, se deposita en las arterias. Es el principal indicador de obesidad y está más asociado a las dolencias cardiovasculares, diabetes e hipertensión arterial. La medida normal, en el área del ombligo: <94cm en los hombres y <80cm en las mujeres. La circunferencia muy preocupante (<102cm en los hombres y <88cm en las mujeres).

En medicina se conoce, como síndrome metabólico, la asociación de hipertensión arterial, barriga abultada y colesterol alto. La obesidad abdominal tiene relación con la resistencia a la insulina: la acción de la hormona no es ideal, no tiene su actividad plena, perjudicando el aprovechamiento de la glucosa por las células.

La obesidad abdominal está enrollada con el depósito acentuado de triglicérides o triglicéridos, grasa con mayor fuente de energía. En exceso, se deposita en los vasos arteriales (aumento en el riesgo de enfermedades cardio-cerebrovasculares). Los triglicérides o triglicéridos son resultantes de la alimentación (80%) e igualmente producidos en el hígado (20%). En exceso, son tan peligrosos como los altos niveles de colesterol. Alimentos dulces y farináceos ayudan en su absorción.

El hombre tiene el deber de velar por la salud del cuerpo

Pida clave en la promoción de calidad de vida, en la presente existencia física, es tener hábitos alimentarios adecuados, en conjunto con un estilo de vida saludable, proporcionando al espíritu encarnado una buena perspectiva de éxito en su trayectoria evolutiva, evitando la posibilidad de una desencarnación prematura (suicidio inconsciente), como igualmente ofreciéndole ayuda considerable delante de los embates de la prueba y de la expiación.

Por lo tanto, el hombre tiene el deber de velar por la conservación de su cuerpo. El apóstol Juan, en una carta dirigida al amigo Gayo, le dijo: "Amado, por encima de todo hago votos por tu prosperidad y salud, así como es próspera tu alma" (Tercera Epístola, Capítulo uno, Versículo dos).  

Pablo, también, enfatizó la importancia del organismo físico que sea bien cuidado, revelando que “el cuerpo es el templo del Espíritu Santo” (Primera Epístola a los Corintios, Cap. tres, Versículo dieciséis).

Siendo, el armazón somático debería recibir todos los cuidados necesarios de higiene, instrucción y salud para ser productiva la reencarnación del ser espiritual.                                                   


Américo Domingos Nunes Filho, del Rio de Janeiro-RJ, es médico.


 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita