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Ano 4 - N° 182 - 31 de Octubre del 2010

VICTOR MANOEL VENTURA SECO      
victorventura@ig.com.br     

São Paulo, SP (Brasil)

Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org

 

¿Todo es obsesión?

La obsesión, como las enfermedades y todas las tribulaciones de la vida, debe ser considerada prueba o expiación y como tal aceptar

(Parte 2 e final)


Es por ese motivo – de que debimos protegernos contra las obsesiones – que André Luiz nos enseña con mucha seriedad sobre el deber de que cada Casa Espírita posea un Grupo de Desobsesión para esa terapéutica:

 “Cada templo espírita debe y necesita poseer su equipo de servidores de la desobsesión, cuando no sea destinada a socorrer a las víctimas de la desorientación espiritual que le rondan las puertas, para defensa y conservación de sí misma”. (11)

Bien, ahora que dimos una pequeña pincelada en el concepto de la obsesión, vamos a volver a una de las cuestiones presentadas en el inicio de este artículo, y atribuidos a una persona supuestamente neurótica y fanática en Espiritismo.

 “Mi planta se secó, mi pececito del acuario murió, mi gato gruñó, mi perro enfermó. Creo que fue un obsesor desencarnado, que proyectó fluidos maléficos en el pececito que yo tanto adoraba, sólo para que el muriese y provocase una depresión en mí.

¿Será aún posible que los obsesores manipulen fluidos y los proyecten en personas y animales provocando enfermedades y hasta, en casos más graves, conduciendo a la muerte del cuerpo físico? Vamos a analizar usando como subsidio dos pasajes de la literatura espírita. Uno relatando la proyección de fluidos negativos y otra la proyección de fluidos positivos.

Primero, vamos para la proyección de fluidos negativos. En el Libro “Liberación”, Capítulo 9 – “Perseguidores Invisibles” (15), André Luiz y Gúbio disfrazados acompañan a Saldanha (jefe de los obsesores):

 “— La joven señora va cediendo, despacito — esclareció el singular personaje, indicándonos un gran pasillo lleno de substancias fluídicas detestables.

Nos acompañó, un tanto solícito, pero desconfiado, y, enseguida la breve pausa, nos dejó libre la entrada de la gran habitación de la pareja.

La mañana resplandecía, allí fuera, y el sol visitaba el cuarto, a través de la vidriera cristalina.

La obra de los perseguidores desencarnados
era allí meticulosa, cruel

Mujer aún joven, mostrando extrema palidez en las líneas nobles del semblante digno, se entregaba a una tormentosa meditación.

Comprendí que hubimos alcanzado la intimidad de Margarida, la obsesada que nuestro orientador se proponía socorrer.

Dos desencarnados, de horrible aspecto fisonómico, se inclinaban, confiados y dominadores, sobre el busto de la enferma, sometiéndola a una complicada operación magnética. Esa particularidad del cuadro ambiente daba para espantarse. Sin embargo, mi asombro fue mucho más lejos, cuando concentré todo mi potencial de atención en la cabeza de la joven singularmente abatida. Interpenetrando la materia espesa de la cabecera en que descansaba, surgían algunas decenas de “cuerpos ovoides”, de varios tamaños y de memoria plúmbea, asemejándose a las grandes semillas vivas, atadas al cerebro de la paciente a través de hilos sutilísimos, cuidadosamente dispuestos en la médula alargada.

La obra de los perseguidores desencarnados era meticulosa, cruel.

Margarida, por el cuerpo periespirítico, yacía absolutamente presa, no sólo a los truculentos perturbadores que la asediaban, sino también a la vasta falange de entidades inconscientes, que se caracterizaban por el vehículo mental, a apropiarse de las fuerzas, vampirizándola en un proceso intensivo.

En verdad, ya hube observado, por mí, gran cantidad de casos violentos de obsesión, pero siempre dirigidos por pasiones fulminadoras. Entre tanto, allí verificaba el cerco técnicamente organizado.” (15)

Ahora vamos para la proyección de fluidos positivos. En “El Libro de los Médiuns” de Allan Kardec - Cap. 22 – ítem 236 (3), hay una comunicación muy interesante del Espíritu Erasto para esclarecer a los participantes de una discusión ocurrida en la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas, que tuvo como tema la “Mediumnidad en los Animales”.

 “El Sr. T..., se dice, magnetizó a su perro. ¿A que resultado llegó? Lo mató, por cuanto el infeliz animal murió, tras haber caído en una especie de atonía, de languidez, consecuentes a su magnetización. En efecto, saturándolo de un fluido saturado en una esencia superior a la esencia especial de su naturaleza de perro, él lo aniquiló, actuando sobre el animal a la semejanza del rayo, aunque más lentamente. Así, pues, como no hay asimilación posible entre nuestro periespíritu y el envoltorio fluídico de los animales, propiamente dichos, aniquilarlo íbamos instantáneamente, si los mediumnizásemos”. (3)

André Luiz nos ofrece una relación extensa
de tipos de obsesión

Ahora, después de la lectura y estudio de esos dos pasajes, propongo a todos, las siguientes reflexiones.

1 – Si los obsesores organizados pueden provocar enfermedades a través de la proyección de fluidos maléficos en personas, ¿por qué no podrían hacer eso en animales o plantas? ¿Cómo la planta, el pececito del acuario, el gato, el perro etc.?

2 – Si el Sr. T., por descuido e ignorancia, proyectó fluidos, aunque positivos en exceso, saturando a su perro y llevándolo a la muerte, ¿por qué obsesores organizados no podrían hacer lo mismo con plantas y animales, como un pececito de acuario, buscando provocar depresión en el dueño del pececito?

Pero, antes de responder a sí mismo estas dos cuestiones, propongo la lectura de algunos de los incontables pasajes en la literatura espírita para enriquecer y profundizar nuestro estudio.

Emmanuel en el libro Siembra de los Médiums expone algunos tipos de obsesión relatados en pasajes del Evangelio, sin contar muchos otros relatados en su extensa obra literaria:

 “En los versículos 33 a 35, del capítulo 4, del Evangelio de Lucas... Tenemos ahí la obsesión directa”. “En los versículos 2 a 13, del capítulo 5, del Evangelio de Marcos... Tenemos ahí la obsesión, seguida de posesión y vampirismo”.

 “En los versículos 32 y 33, del capítulo 9, del Evangelio de Mateo... Tenemos ahí la obsesión compleja, alcanzando alma y cuerpo”.

 “En el versículo 2, del capítulo 13, del Evangelio de Juan... Tenemos ahí la obsesión indirecta, en que la víctima padece influencia degradante, sin perder la propia responsabilidad”.

 “En los versículos 5 a 7, del capítulo 8, en los Actos de los Apóstoles...Tenemos ahí la obsesión colectiva, generando molestias-fantasmas. (12)

André Luiz también nos auxilia con una relación extensa de tipos de obsesión. Vea abajo, la relación extraída del libro “Prontuario de André Luiz”, de Ney de Silva Abeto, un excelente trabajo de catalogación de las obras de André Luiz,

·         Obsesión de embriones y fetos;
·         Obsesión y aborto;
·         Obsesión durante el sueño;
·         Obsesión y alcoholismo;
·         Obsesión y animismo;
·         Obsesión y complejo de culpa;
·         Obsesión y desarrollo mental de la humanidad;
·         Obsesión y Espiritismo;
·         Obsesión y figuras demoniacas;
·         Obsesión y locura;
·         Obsesión y periespíritu;
·         Obsesión y vampirismo;
·         Obsesión en templos religiosos (sueño provocado);
·         Obsesión entre encarnados;
·         Obsesión después de la desencarnación;
·         Obsesión por envidia;
·         Obsesión recíprocamente entre desencarnados (imantación mental);
·         Obsesión reciprocamente entre encarnados y desencarnados (13).

 “A quien mucho fue dado mucho será pedido”,
afirmó el Maestro

¡Uff! ¡Perdí la respiración! ¡La lista no termina nunca! 

Auto-obsesión, delirio psíquico, demonios y demonismo, doble personalidad, enjertación mental, epilepsia, Espíritus endemoniados, hipnosis, imantación mental, infecciones fluídicas, licantropía, magia negra, obsesión y mediumnidad, operaciones magnéticas, parásitos, ovoides, posesión, simbiosis espiritual, vampirismo espiritual etc.

¡Basta! No cabría aún en este artículo la relación completa de todos los variados tipos de obsesión relatados en la literatura espírita.

Ahora que usted ya leyó este artículo hasta aquí, haga una pausa. Prepárese por la plegaria, y haga su reflexión íntima. Utilice la razón, buen sentido, análisis crítico imparcial y sin pretensiones. Analice con el coraje de aquellos que buscan la verdad, aunque esa verdad pueda dolerles profundamente en el corazón. Y respondase a sí mismo.

¿Será que aquellos que creen que todo es obsesión son neuróticos? ¿Son fanáticos religiosos? ¿Necesitan de un buen tratamiento? ¿O será que la peor de todas las obsesiones es aquella que busca mantener a las personas en la ignorancia de lo que es, realmente, obsesión? ¿Es aquella que, manteniendo a las personas ignorantes sobre la realidad de los procesos de influencia espiritual constante por el pensamiento, las mantiene lejos del diagnóstico, del tratamiento y de la cura de las obsesiones? ¿O será que la peor de todas las obsesiones es aquella que introduce formas de pensar que conducen a razonamientos y conclusiones dogmáticas, místicas, superficiales y personales, manteniendo, a propósito, al ser humano en la ignorancia de las Leyes de Dios y creando, así, un campo fértil para que los obsesores actúen libremente?

 “A quién mucho fue dado mucho será pedido”, aseveró el Divino Maestro. Hay una relación de proporción entre lo mucho de conocimiento que recibimos y el mucho de conocimientos que seremos cobrados en nuestras actuaciones. ¿Será que ya no recibimos extensas e intensas orientaciones espirituales sobre varios tipos de obsesión? ¿Será que el conocimiento de las obsesiones es un asunto misterioso dentro de la doctrina espírita? ¿Será que el conocimiento espírita, traído por el estudio profundizado, aún no fructificó en nosotros, trayendo la concienciación de esa realidad?

Errar con conocimiento de causa es una falta
gravísima ante Dios

Todos nosotros erramos. Es natural, pues somos Espíritus imperfectos en estado de evolución continua, pero errar con conocimiento de causa es una falta gravísima ante las Leyes de Dios.

En ese sentido, Emmanuel respondió sabiamente cuando es preguntado sobre una importantísima enseñanza del Divino Maestro Jesús.

 “303 – ¿Cuál es el sentido de la enseñanza evangélica: - Todos los pecados os serán perdonados, menos los que cometáis contra el Espíritu Santo?

– La adquisición del conocimiento espiritual, con la perfecta noción de nuestros deberes, despierta en nuestro interior la centella del espíritu divino, que se encuentra en el interior de todas las criaturas. En ese instante, se desvela a nuestra visión profunda el santuario de la luz de Dios, dentro de nosotros mismos, consolidando y orientando nuestras más legítimas nociones de responsabilidad en la vida. Mientras el hombre se desvía o flaquea, distante de esa iluminación, su error se justifica, de alguna suerte, por la ignorancia o por la ceguera. Sin embargo, la falta cometida con la plena conciencia del deber, tras la bendición del conocimiento interior, guardada en el corazón y en el razonamiento, esa significa el ‘pecado contra el Espíritu Santo’, porque el alma humana estará, entonces, contra sí misma, repudiando sus divinas posibilidades. Es lógico, por lo tanto, que esos errores son los más graves de la vida, porque consisten en el desprecio de los hombres por la expresión de Dios, que habita en ellos.” (14)

Para cerrar, hago sólo una pequeña pregunta más:

¿Será que todo es obsesión?

 

Referências:

(1) ESE - Allan Kardec - Cap. 28, item 81- “Prece pelos Obsidiados” - Edição FEB – 115ª Edição.

(2) “O Livro dos Espíritos” – Allan Kardec - Pergunta 122 a e b - Edição FEB – 76ª Edição.

(3) “O Livro dos Médiuns” – Allan Kardec - Cap. 22 – item 236 - Edição FEB – 76ª Edição.

(4) Livro “Seara dos Médiuns” – Emmanuel - “Obsessão e Jesus”, pág. 59 - Edição FEB – 6ª Edição.

(5) Livro “Seara dos Médiuns” – Emmanuel - “Obsessão e Jesus”, pág. 60 - Edição FEB – 6ª Edição.

(6) Livro “Desobsessão” – André Luiz - Cap. 64 - “Benefícios da Desobsessão”, pág. 222 - Edição FEB – 15ª Edição.

(7) Livro “Opinião Espírita” – André Luiz - Lição 15 - “Ao médium doutrinador”, pág. 63 - Edição FEB – 9ª Edição.

(8) Livro “Pão Nosso” – Emmanuel - Lição 101 - “Resiste à Tentação” pág. 213 - Edição FEB – 16ª Edição.

(9) Livro “Justiça Divina” – Emmanuel - Capítulo “Desligamento do Mal”, pág. 102 - Edição FEB – 9ª Edição.

(10) “O Livro dos Médiuns” – Allan Kardec - Cap. 23 – item 237 - Edição FEB – 76ª Edição.

(11) Livro “Desobsessão” – André Luiz - Introdução - “Desobsessão”, pág. 19 - Edição FEB – 15ª Edição.

(12) Livro “Seara dos Médiuns” – Emmanuel - “Obsessão e Evangelho”, pág. 181 - Edição FEB – 6ª Edição.

(13) Livro “Prontuário de André Luiz” – Ney da Silva Pinheiro - págs. 116 e 117 - Edição Instituto de Difusão Espírita – 2ª Edição.

(14) Livro “O Consolador” – Emmanuel - págs. 177 e 178 - Edição FEB – 11ª Edição.

(15) Livro “Libertação” – André Luiz - Lição 09 - “Perseguidores Invisíveis”, págs. 114 e 115 - Edição FEB – 14ª Edição.

 

Victor Manoel Ventura Seco es estudiante de la Doctrina Espírita hace aproximadamente dos décadas, habiendo frecuentado diversas casas espíritas en la ciudad de São Paulo. Es colaborador de la web  www.espiritismoemdebate.com.br. 



 


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