WEB

BUSCA NO SITE

Edição Atual
Capa desta edição
Edições Anteriores
Adicionar
aos Favoritos
Defina como sua Página Inicial
Biblioteca Virtual
 
Biografias
 
Filmes
Livros Espíritas em Português Libros Espíritas en Español  Spiritist Books in English    
Mensagens na voz
de Chico Xavier
Programação da
TV Espírita on-line
Rádio Espírita
On-line
Jornal
O Imortal
Estudos
Espíritas
Vocabulário
Espírita
Efemérides
do Espiritismo
Esperanto
sem mestre
Divaldo Franco
Site oficial
Raul Teixeira
Site oficial
Conselho
Espírita
Internacional
Federação
Espírita
Brasileira
Federação
Espírita
do Paraná
Associação de
Magistrados
Espíritas
Associação
Médico-Espírita
do Brasil
Associação de
Psicólogos
Espíritas
Cruzada dos
Militares
Espíritas
Outros
Links de sites
Espíritas
Esclareça
suas dúvidas
Quem somos
Fale Conosco

Estudio Sistematizado del Nuevo Testamento Português   Inglês

Año 4  165 – 4 de Julio del 2010

THIAGO BERNARDES
thiago_imortal@yahoo.com.br

Curitiba, Paraná (Brasil)  
Traducción
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org
 

 

El Evangelio según Marcos

Segundo libro del Nuevo Testamento

Marcos (Discípulo de Pedro)

(Parte 4)

Damos continuidad en esta edición al Estudio Sistematizado del Nuevo Testamento, que comprenderá el estudio de los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan y del libro Actos de los Apóstolos. El estudio está basado en la versión del Nuevo Testamento que el lector puede consultar a partir de este link: http://www.bibliaonline.con.br/tb.

Las respuestas correspondientes a las cuestiones presentadas se encuentran a finales del texto de abajo. 

Cuestiones para el debate

1. ¿Con cinco panes y dos peces fueron alimentados cuántos hombres?

2. Que profeta fue el mensajero de la siguiente frase atribuida al Dios de Israel: ¿Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí? ¿Y en que circunstancia Jesús la utilizó para reprender a los escribas y los fariseos?  

3. Habiendo Jesús ido hasta el mar de Galilea (1), por los confines de Decápolis, le trajeron un sordo, que fue por él curado de un modo enteramente diferente de las demás curas. ¿Cómo eso se dio?

4. En Betsaida, Jesús curó a un invidente de una forma tampoco usual. ¿Cómo Jesús le restituyó la visión?

5. A camino de las aldeas de Cesárea de Filipo, Jesús indagó a sus discípulos: ¿Quién dicen los hombres que yo soy? ¿Que respuesta le dieron sus discípulos?

Texto para leitura

15. Lo que sale del hombre es lo que contamina, no lo que en él entra - Jesús, llamando otra vez a la multitud, explicó: “Me oí vosotros todos, y comprended. Nada hay, fuera del hombre, que, entrando en él, lo pueda contaminar; pero lo que sale de él eso es lo que contamina al hombre. Si alguien tiene oídos para oír, oiga”. Enseguida, cuando dejó la multitud y entró en casa, sus discípulos lo interrogaron acerca de esa enseñanza. El Maestro, entonces, les habló: “¿No comprendéis que todo lo que de fuera entra en el hombre no lo puede contaminar, porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y es lanzado fuera, quedando puras todas las comidas?”  Y añadió: “Lo que sale del hombre eso contamina al hombre. Porque del interior del corazón de los hombres salen los malos pensamientos, los adulterios, las prostituciones, los homicidios, los hurtos, la avaricia, las maldades, el engaño, la disolución, la envidia, la blasfemia, la soberbia, la locura. Todos estos males proceden de dentro y contaminan al hombre”. (Marcos, 7:14 a 7:23.)

16. No conviene dar el pan de los hijos a los perros - Retirándose de allí, Jesús fue para los términos de Tiro y de Sidon y, entrando en una casa, no quería que alguien lo supiera, pero no pudo esconderse, porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, oyendo hablar de él, fue y se lanzó a sus pies. La mujer era griega, siro-fenicia de nación, y le rogaba expulsara de su hija el demonio que la dominaba. Jesús, sin embargo, no quiso atenderla, diciendo: “Deja primero saciar a los hijos; porque no conviene tomar el pan de los hijos y lanzarlo a los perros”. Ella, oyendo esto, le dijo: “Sí, Señor, pero también los perros comen, bajo la mesa, las migajas de los hijos”. Jesús, concordando con la observación hecha por ella, le afirmó: “Por esa palabra, va; el demonio ya salió de tu hija”. De hecho, cuando ella llegó a su casa, halló a la hija acostada sobre la cama, libre del espíritu inmundo, que ya había salido. (Marcos, 7: 24 a 7:30.)

17. Una cura diferente en los confines de Decápolis - La cura del sordo de Decápolis, que también hablaba con dificultad, fue diferente de las demás realizadas por el Maestro. Jesús, quitándolo de la parte de entre la multitud, le metió los dedos en los oídos y, escupiendo, le tocó en la lengua. Enseguida, levantando los ojos al cielo, suspiró y dijo: Efatá; es decir, Ábrete. Los oídos de aquel hombre inmediatamente se abrieron, y se deshizo también la prisión de la lengua, permitiendo que él volviera a hablar perfectamente. Jesús le ordenó, entonces, que a nadie lo dijera; pero, mientras más se lo prohibía, tanto más las personas lo divulgaban, diciendo, admirados: Todo hace bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos. (Marcos, 7:33 a 7:37.)

18. Con siete panes el Señor alimenta a cuatro mil hombres - Aquellos días, viendo que la gran multitud que lo seguía no tenía qué comer, Jesús llamó a sí a sus discípulos y les dijo: “Tengo compasión de la multitud, porque hace ya tres días que están conmigo, y no tienen que comer. Y, si los dejara ir en ayuno para sus casas, desfallecerán en el camino, porque algunos de ellos vinieron de lejos”. Los discípulos le preguntaron: “¿De dónde podrá alguien satisfacerlos de pan aquí en el desierto?” Jesús, sin embargo, les preguntó: “¿Cuántos panes tenéis?” Ellos dijeron: “Siete”. El Maestro, entonces, tomando los siete panes, habiendo dado gracias, los partió, y los dio a sus discípulos, para que los sirvieran. Ellos tenían también algunos pececitos, y, habiendo dado gracias, Jesús ordenó que también se los pusieran delante de ellos, y todos, entonces, comieron y se saciaron; y de los pedazos que sobraron levantaron siete cestos, siendo que los que comieron eran cuatro mil hombres. (Marcos, 8:1 a 8:9.)

Respuestas a las preguntas propuestas 

1. ¿Con cinco panes y dos peces fueron alimentados cuántos hombres?

Los que comieron los panes y peces eran casi cinco mil hombres. (Marcos, 6:35 a 6:44.)

2. ¿Qué profeta fue el mensajero de la siguiente frase atribuida al Dios de Israel: ¿Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí? ¿Y en qué circunstancia Jesús la utilizó para reprender a los escribas y los fariseos?

Isaías fue el profeta a que se refirió Jesús, que utilizó la citada frase cuando los fariseos y los escribas, viendo que algunos de sus discípulos comían pan con las manos impuras, es decir, por lavar, los reprendiera y,  después, le preguntaron: ¿Por qué no andan tus discípulos conforme la tradición de los antiguos, mas comen el pan con las mano por lavar? (Marcos, 7:1 a 7:8.)

3. Habiendo Jesús ido hasta el mar de Galilea, por los confines de Decápolis, le trajeron a un sordo, que fue por él curado de un modo enteramente diferente de las demás curas. ¿Cómo se dio eso?

Jesús lo quitó a parte, le puso los dedos en los oídos y, escupiendo, le tocó en la lengua. Enseguida, levantando los ojos al cielo, suspiró y dije: Efatá; es decir, Ábrete. Luego se abrieron sus oídos y la prisión de la lengua se deshizo, y el hombre pasó a hablar perfectamente. (Marcos, 7:31 a 7:35.)

4. En Betsaida, Jesús curó a un invidente de una forma tampoco usual. ¿Cómo le restituyó la visión Jesus?

Jesús tomó al invidente por la mano, lo llevó para fuera de la aldea y, escupiéndole en los ojos e imponiéndole las manos, le preguntó si veía alguna cosa. El hombre, levantando los ojos, dijo: Veo a los hombres; pues los veo como árboles que andan. Enseguida, Jesús hizo ponerle las manos sobre los ojos y lo hizo mirar para cima. El ex-ciego quedó, entonces, restaurado y vio a cada hombre claramente. (Marcos, 8:22 a 8:25.)

5. A camino de las aldeas de Cesárea de Filipo, Jesús indagó a sus discípulos: ¿Quién dicen los hombres que yo soy? ¿Qué respuesta le dieron sus discípulos?

Algunos discípulos respondieron: Juan, el Bautista; y otros: Elías; pero otros: Uno de los profetas. Jesús entonces preguntó: Y vosotros, quien decís que yo soy? Respondiéndole, Pedro dijo: Tú eres Cristo. (Marcos, 8:27 a 8:31.) 

 

 (1) Mar de Galilea es también llamado, en los textos evangélicos, como Tiberiades o el lago de Genesaré. 


 

 

Volver a la página anterior


O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita