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Año 4  161 – 6 de Junio del 2010


 

Traducción
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org
 

Hay más de un motivo para salir del centro espírita
 

No es preciso que haya disidencia o divergencia de opiniones para que alguien salga del centro espírita del que participa. Aunque el hecho sea hasta común en muchas localidades, existen experiencias que muestran que la expansión del movimiento espírita en una ciudad puede darse por medio de la unión, y no de la desunión, entre las personas.

Wellington Balbo a eso se refiere en el artículo titulado “Un buen motivo para salir del centro”, publicado en esta misma edición. En su artículo relata él el caso que se verifica en la ciudad de Promissão, situada en el interior del Estado de São Paulo, donde la construcción de centros espíritas ocurre obedeciendo a una idea curiosa y original, a saber, se determinan los barrios donde existe mayor necesidad material y espiritual y - con todos empeñados en el mismo propósito – se arremangan las mangas y se construyen los centros espíritas realmente necesarios.

Vea el lector que los centros espíritas son edificados porque existe necesidad, y no porque las divergencias hicieron insoportable la convivencia de ciertos grupos en una institución más antigua.

Además, se verifica en Promissão otro hecho, que no es muy común, o sea, los centros espíritas de la ciudad apoyan el proyecto y se unen para que la obra a ser realizada pueda contar con los recursos que le son necesarios.

Mencionamos con satisfacción la experiencia relatada por nuestro colaborador Wellington Balbo para decir que esa experiencia semejante fue realizada también en Londrina, ciudad donde se localiza la sede de esta revista.

A finales del año 2000 un grupo de personas decidió fundar en los barrios más populares de la ciudad los llamados Grupos Familiares de Espiritismo, para ofrecer a las familias allí residentes la asistencia espiritual que una institución espírita puede prestar a los que de ella necesitan.

El proyecto – que dio, en pocos años, origen a la fundación de diversos centros espíritas – se inspiró en una propuesta presentada por Janet Duncan, de Londres, en el Congreso Espírita Mundial realizado en Portugal. La propuesta llevada al Congreso por la Sra. Duncan respondía a una pregunta interesante: ¿Cómo hablar de Espiritismo en un país en que no existen espíritas?

Inicialmente, conforme orientación del proyecto, los Grupos Familiares realizarían tan-solamente el llamado Culto del Evangelio una vez por semana, en la residencia de uno de sus integrantes. Esa actividad se añadiría más tarde a un periodo de tiempo dedicado al estudio de las Obras de Allan Kardec. Y en una tercera etapa, el Grupo sería orientado a realizar, si es posible, una segunda reunión a la semana, con la finalidad de estudiar metódicamente el Espiritismo, con énfasis para el ESDE, ofreciéndole el pase magnético a la personas del barrio necesitadas de ese recurso.

La transformación del Grupo Familiar en una sociedad debidamente constituida sería la cuarta etapa, pudiendo efectuarse o no, por decisión del propio grupo, después de un periodo necesario de maduración y preparación de los voluntarios. Los fundadores del proyecto asegurarían a los Grupos Familiares, si es necesario, apoyo para concretar todas las etapas.

Conforme relata André Luiz en el libro “Los Mensajeros”, algunos Espíritus fueron llamados a atender a víctimas de los ataques de la aviación alemana sobre la ciudad de Bristol, en Inglaterra. Llegando allá, todos se emocionaron con la visión de una fuerte luz que emanaba de una comunidad de creyentes que cantaban, en una pequeña iglesia, himnos de alabanza y plegarias a Dios. En medio a los bombardeos devastadores, la fe y la devoción atraían las bendiciones del Altísimo, trayendo paz a los corazones.

Implantar un núcleo espírita en un barrio o en una ciudad en que no exista ninguno es llevar a los que allí residen esa misma luz que se irradia de los que oran y de los que buscan en el Evangelio la inspiración para mejor conducirse en el mundo en que vivimos.


 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita