WEB

BUSCA NO SITE

Edição Atual
Capa desta edição
Edições Anteriores
Adicionar
aos Favoritos
Defina como sua Página Inicial
Biblioteca Virtual
 
Biografias
 
Filmes
Livros Espíritas em Português Libros Espíritas en Español  Spiritist Books in English    
Mensagens na voz
de Chico Xavier
Programação da
TV Espírita on-line
Rádio Espírita
On-line
Jornal
O Imortal
Estudos
Espíritas
Vocabulário
Espírita
Efemérides
do Espiritismo
Esperanto
sem mestre
Divaldo Franco
Site oficial
Raul Teixeira
Site oficial
Conselho
Espírita
Internacional
Federação
Espírita
Brasileira
Federação
Espírita
do Paraná
Associação de
Magistrados
Espíritas
Associação
Médico-Espírita
do Brasil
Associação de
Psicólogos
Espíritas
Cruzada dos
Militares
Espíritas
Outros
Links de sites
Espíritas
Esclareça
suas dúvidas
Quem somos
Fale Conosco

Estudio Sistematizado del Nuevo Testamento Português   Inglês

Año 4 156 – 2 de Mayo del 2010

THIAGO BERNARDES
thiago_imortal@yahoo.com.br

Curitiba, Paraná (Brasil)  
Traducción
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org
 

 

El Evangelio según Mateo

Primer libro del Nuevo Testamento

(9ª Parte)

Damos continuidad en esta edición al Estudio Sistematizado del Nuevo Testamento, que comprenderá el estudio de los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan y del libro Actos de los Apóstolos. El estudio está basado en la versión del Nuevo Testamento que el lector puede consultar a partir de este link: http://www.bibliaonline.con.br/tb.

Las respuestas correspondientes a las cuestiones presentadas se encuentran a finales del texto de abajo. 

Cuestiones para el debate 

1. Al curar al niño lunático, cuyo obsesor no pudo ser alejado por sus discípulos, Jesús aprovechó la lección para dar una nueva enseñanza. ¿Que enseñaza fue esa?

2. Hablando acerca de los escándalos que ocurren en el mundo, ¿qué enseñanza nos dejó Jesús?

3. ¿Qué respondió Jesús a los fariseos que, para tentarlo, le preguntaron: Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier motivo?

4. ¿Qué contienen la parábola de los trabajadores de la viña, también conocida como la parábola de los trabajadores de la última hora?

5. Cuando Jesús salió de Jericó, dos ciegos que estaban sentados junto al camino pidieron que Jesús les abriese los ojos. Jesús los atendió. ¿Cómo se dio esa cura?  

Texto para la lectura 

49. Donde hubiera dos o tres reunidos en nombre de Jesús, él ahí estará – Después de afirmar que el Hijo del hombre vino para salvar lo que se había perdido, Jesús prosiguió: “¿Qué os parece? ¿Si algún hombre tuviera cien ovejas, y una de ellas se extraviara, no iría por los montes, dejando a las noventa y nueve, en busca de la que se extravió? Y, si por ventura la encuentra, en verdad os digo que mayor placer tiene por aquella que por las noventa y nueve que no se extraviaron. Así, también, no es voluntad de vuestro Padre, que está en los cielos, que uno de estos pequeñitos se pierda”. “Ahora, si tu hermano pecara contra ti – recomendó Jesús –, ve, y repréndelo entre tú y él sólo; si te oyera, ganaste a tu hermano; pero, si no te oyera, lleva aun contigo uno o dos, para que por la boca de dos o tres testigos toda la palabra sea confirmada. Y, si no las escuchas, díselo a la iglesia y, si tampoco escuchara la iglesia, considéralo como un gentío y publicano. En verdad os digo que todo lo que conectéis en la tierra será conectado en el cielo, todo lo que desconectéis en la tierra será desconectado en el cielo. También os digo que, si dos de vosotros concordaran en la tierra acerca de cualquier cosa que pidan, eso les será hecho por mi Padre, que está en los cielos. Porque, donde estén dos o tres reunidos en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos.” (Mateo, 18:11 a 18:20.)

50. Debemos perdonar setenta veces siete - En la secuencia, Pedro le preguntó: “Señor, ¿hasta cuantas veces pecará mi hermano contra mí,  y yo le perdonaré? ¿Hasta siete?” Jesús le respondió: “No te digo que hasta siete; sino, hasta setenta veces siete”. Y les contó la siguiente parábola: “El reino de los cielos puede compararse a un cierto rey que quiso hacer cuentas con los siervos; y, comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos; y, no teniendo con que pagar, el señor mandó que él y su mujer y sus hijos fuesen vendidos, con todo cuanto tenía, para que la deuda se le pagase. Entonces aquel siervo, postrándose, lo reverenciaba, diciendo: Señor, sé generoso para conmigo, y todo te pagaré. Entonces el Señor de aquel siervo, movido de una íntima compasión, lo soltó y le perdonó la deuda. Saliendo, sin embargo aquel siervo, se encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, echando mano a él, lo sofocaba diciendo: Págame lo que me debes. Entonces su compañero, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Sé generoso para conmigo, y todo te pagaré. Él, sin embargo, antes fue a encerrarlo en prisión, hasta que pagase la deuda. Viendo pues sus compañeros lo que ocurría, se entristecieron mucho, y fueron a declarar a su señor todo lo que pasó. Entonces su Señor, llamándolo a su presencia, le dijo: Siervo malvado, te perdoné toda aquella deuda, porque me suplicaste. ¿No debías tú igualmente, tener compasión de tú compañero, como yo también tuve misericordia de ti? E indignado, su señor lo entregó a los atormentadores, hasta que pagase todo lo que debía”. Concluida la narración de la parábola, advirtió Jesús: “Así os hará también mí Padre celestial, si del corazón no perdonase, cada uno a su hermano, sus ofensas”. (Mateo, 18:21 a 18:35)

51. Hay tres tipos de eunucos – Después de oír la lección del Maestro al respecto de la fidelidad debida al casamiento, los discípulos comentaron: “Sí así es la condición del hombre relativamente a la mujer, no conviene casarse”. Jesús entonces los advirtió, diciendo: “No todos pueden recibir esta palabra, sino sólo aquellos a quien fue concedida. Porque hay eunucos que así nacieron del vientre de la madre; y hay eunucos que fueron castrados por los hombres; y hay eunucos que se castran así mismos, por causa del reino de los cielos. Quien pueda recibir esto, recíbalo”. (N.R. Eunuco originalmente se aplicaba a los hombres castrados incumbidos de la guardia de los harenes; por extensión, se aplica al hombre impotente, débil. Hay en el texto de Jesús referencia evidente, en la parte final, al celibato sacerdotal.) (Mateo, 19: 10 a 19:12)

52. El reino de los cielos es de las personas puras como los niños – Trajeron entonces hasta Jesús algunos niños, para que sobre ellos impusiese las manos y orase. Los discípulos, sin embargo, los reprendieron, hecho que suscito la siguiente advertencia del Señor: “Dejad a los niños, y no los estorbéis para venir a mí, porque de ellos es el reino de los cielos”. Y, habiéndole puesto las manos, partió de allí. Fue entonces que le apareció un joven, diciendo: “Buen Maestro, ¿qué bien haré para conseguir la vida eterna?” Jesús le respondió: “¿Por qué me llamas bueno? No hay bueno sino uno solo, que es Dios. Si quieres, no obstante, entrar en la vida, guarda los mandamientos”. El joven preguntó: “¿Cuáles?’” Y Jesús explicó: “No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no dirás falso testimonio; honra a tú padre y a tú madre, y amarás a tú prójimo como a ti mismo”. El joven informó entonces que todo aquello él venía cumpliendo desde su adolescencia. ¿Qué le faltaba aun? Jesús entonces le dijo: “Si quieres ser perfecto, ve, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; y ven y sígueme”. (Mateo, 19:13 a 19:21.)

53. Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja – El joven, sin embargo, oyendo tales palabras, se retiró triste, porque poseía muchas propiedades. Aprovechando el ejemplo, Jesús aseveró: “en verdad os digo que es difícil que un rico entre en el reino de los cielos. Y otra vez os digo que es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja a que entre un rico en el reino de Dios”. Los discípulos, oyendo esto, se admiraron mucho, y preguntaron: “¿Quién podría pues salvarse?” Jesús les dijo: “A los hombres es eso imposible, pero a Dios todo es posible”. Pedro tomó entonces la palabra y, después de recordar que él y sus compañeros lo habían dejado todo para seguirlo, le preguntó qué habrían de recibir por eso. Jesús informó: “En verdad os digo que vosotros, que seguisteis, cuando en la regeneración, el Hijo del hombre se sentará en el trono de su gloria, también os sentará sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo aquel que hubiera dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por amor de mí nombre, recibirá cien veces tanto, y heredará la vida eterna”. (Mateo, 19:22 a 19:30.

Respuestas a las preguntas propuestas 

1. Al curar al niño lunático, cuyo obsesor no puede ser apartado por sus discípulos, Jesús aprovechó la lección para una nueva enseñanza. ¿Qué enseñanza fue esa?

El hombre se arrodilló y dijo: Señor, ten misericordia de mí hijo, que es lunático y sufre mucho; pues muchas veces cae en el fuego, y muchas veces en el agua. Yo lo entregué a tus discípulos, y no pudieron curarlo. Jesús, respondiendo, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré yo con vosotros, y hasta cuándo os sufriré? Tráemelo aquí. Y reprendió Jesús al Espíritu malo, que salió de él, y desde aquella hora el niño sanó. Entonces los discípulos, aproximándose a Jesús en particular, preguntaron ¿Por qué no pudimos nosotros expulsarlo? Y Jesús les dijo: Por causa de vuestra poca fe; porque en verdad os digo que, si tuvieseis la fe de un grano de mostaza, diríais a este monte: Pasa de aquí para allá, y ha de pasar; y nada os será imposible. Más esta casta de Espíritus no se expulsan sino por la oración y por el ayuno, aludiendo ahí la importancia de la oración y el ayuno de las pasiones para el trato con los Espíritus más endurecidos. (Mateo, 17:14 a 17:21.)

2. Hablando acerca de los escándalos que ocurren en el mundo, ¿qué enseñanza nos dejó Jesús?

El Maestro dijo estas palabras: ¡Ay del mundo por causa de los escándalos; porque es menester que vengan escándalos, más ay de aquel por quien el escándalo venga! Por tanto, si tú mano o tú pie te escandaliza, córtalo y tíralo lejos de ti; mejor es entrar en la vida cojo, o paralítico, que teniendo dos manos o dos pies, y ser lanzados en el fuego eterno. Y si tu ojo te escandaliza, arráncalo, y tíralo lejos   de ti; mejor es entrar en la vida con un solo ojo, que, teniendo dos, será lanzado en el fuego del infierno. Jesús se refiere en esa enseñanza al atraso moral que caracteriza nuestro mundo, al mismo tiempo que reafirmó la ley de acción y reacción, enseñando que todos nosotros somos responsables por los actos que practicamos. (Mateo, 18:7 a 18:9.)

3. ¿Qué respondió Jesús a los fariseos que, para tentarlo, le preguntaron: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier motivo?

Jesús les respondió: ¿No habéis leído que aquel que los hizo al principio macho y hembra los hizo y, por tanto, dejará el hombre padre y madre, y se unirá a su mujer, y serán dos en una sola carne? Así no son más dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios juntó no lo separé el hombre. Le dijeron ellos: Entonces, ¿por qué mandó Moisés darle carta de divorcio, y repudiarla? El Maestro respondió: Fue por causa de la dureza de vuestros corazones que Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero en el principio no fue así. Yo, sin embargo, os digo que aquel que repudia a su mujer, excepto por infidelidad, y se casa con otra, comete adulterio. (Mateo, 19:3 a 19:12.)

4. ¿Qué contiene la parábola de los trabajadores de la viña, también conocida como la parábola de los trabajadores de la última hora?

Esa parábola dice que el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió de madrugada a buscar trabajadores para su viña. Acordando con los trabajadores un denario por día, los mandó para su viña. Saliendo cerca de la tercera hora, vio a otros que estaban ociosos en la plaza, y les dijo: Id vosotros también para la viña, y os daré lo que fuera justo. Y ellos fueron. Saliendo otra vez, cerca de la hora sexta y nona, hizo lo mismo. Y, saliendo cerca de la hora undécima, encontró a otros que estaban ociosos, y les preguntó: ¿Por qué estáis ociosos todo el día? Les dijeron ellos: Porque nadie nos dio trabajo. Les dijo él: Id vosotros también para la viña, y recibiréis lo que fuera justo. Aproximándose la noche, dijo el señor de la viña a su mayordomo: Llama a los trabajadores, y págales la jornada, comenzando por los últimos. Llegando los que habían sido cerca de la hora undécima, recibieron un denario cada uno. Viendo, sin embargo, los primeros, pensaron que habrían de recibir más; pero del mismo modo recibieron un denario cada uno. Y recibiéndolo, murmuraron contra el padre de familia, diciendo: ¡Estos trabajaron sólo una hora, y tú los igualaste a nosotros, que soportamos la fatiga de todo el día! Pero él respondiendo, le dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no acordaste conmigo un denario? Toma lo que es tuyo, y retírate; yo quiero dar a este ultimo tanto como a ti. ¿O no me es lícito hacer lo que quisiera de lo que es mío? ¿Tú ojo es malo porque yo soy bueno? Así los últimos serán los primeros, y los primeros serán los últimos, porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos. (Mateo, 20:1 a 20:16.)

5. Cuando Jesus salió de Jericó, dos ciegos que estaban sentados junto del camino pidieron que Jesus les abriera los ojos. Jesus los atendió. ¿Cómo se dio esa cura?

Los ciegos le habían dicho: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! Jesús, parando, los llamó y dijo: ¿Qué queréis que os haga? Le dijeron ellos: Señor, que nuestros ojos sean abiertos. Entonces Jesús, movido de una íntima compasión, les tocó en los ojos, y ellos inmediatamente vieron y lo siguieron. (Mateo, 20:29 a 20:34.)


 

 

Volver a la página anterior


O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita