WEB

BUSCA NO SITE

Edição Atual
Capa desta edição
Edições Anteriores
Adicionar
aos Favoritos
Defina como sua Página Inicial
Biblioteca Virtual
 
Biografias
 
Filmes
Livros Espíritas em Português Libros Espíritas en Español  Spiritist Books in English    
Mensagens na voz
de Chico Xavier
Programação da
TV Espírita on-line
Rádio Espírita
On-line
Jornal
O Imortal
Estudos
Espíritas
Vocabulário
Espírita
Efemérides
do Espiritismo
Esperanto
sem mestre
Divaldo Franco
Site oficial
Raul Teixeira
Site oficial
Conselho
Espírita
Internacional
Federação
Espírita
Brasileira
Federação
Espírita
do Paraná
Associação de
Magistrados
Espíritas
Associação
Médico-Espírita
do Brasil
Associação de
Psicólogos
Espíritas
Cruzada dos
Militares
Espíritas
Outros
Links de sites
Espíritas
Esclareça
suas dúvidas
Quem somos
Fale Conosco
 
Editorial Português Inglês    
Año 3 – Nº 141 17 de Enero del 2010


 

Traducción
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org
 

¿Para dónde vamos después que morimos?

 
Es de sentido común, por lo menos en Brasil, el pensamiento de que veremos de nuevo, en el mundo espiritual, a los seres amados que partieron para el más allá. Claro que las ideas de cielo y de infierno complican un poco las cosas, cuando el individuo en ellas cree. Finalmente, ¿cómo saber si determinado familiar se encontrará en las mismas condiciones en que nos encontramos después de la muerte?

El asunto fue tratado de forma objetiva, años atrás, en una de las ediciones de la revista Vea, la más importante publicación semanal de nuestro País. La materia referida discutió cual debería ser la respuesta más adecuada a la pregunta: “¿Para dónde van las personas después que mueren?”

La periodista que firmó el reportaje dijo que no pasa de una simplificación de la tradición judaico-cristiana responder, ante una indagación de ese tipo, que las personas muertas van para el cielo. Y sugirió que, si la pregunta es hecha por un niño mayor de 8 años, debemos decirle que cuando una persona muere su cuerpo es colocado dentro de un féretro y enterrado, añadiendo a la respuesta la información de que “nadie sabe exactamente lo que ocurre tras la muerte”.

En seguida, la periodista mencionó la respuesta que una profesora de San Pablo dio al hijo que le preguntó si existe casa en el cielo. He ahí la respuesta de la madre: “Hijo, nunca nadie que murió volvió para contar como es allá en el cielo”. Comentario de la periodista: “Según los psicólogos, esa es una respuesta correctísima. No hay mentira en ella, ni fantasía. La muerte debe ser encarada como algo tan natural como El nacimiento”.

Que la muerte deba ser encarada de forma natural no padece duda. La muerte es, en verdad, tan solamente un cambio de estado, por cuanto lo que muere es el vehículo físico de que el alma se vale mientras él le es útil. Muerto el cuerpo, el alma se despoja de él y parte para una nueva experiencia, no más inmersa en el mundo corpóreo.

Lo que se critica en el texto de la periodista referida es el énfasis que ella dio a dos informaciones equivocadas. La primera: “no se sabe exactamente lo que acontece tras la muerte”. La segunda: “nunca alguien que murió volvió para contar como es allá en el cielo”.

*

Este tema viene a colación en el momento en que recordamos las tragedias que afectaron a tantas personas en el inicio de este año en Minas, San Pablo, Rio Grande do Sur y Rio de Janeiro, especialmente las que se abatieron sobre Angra dos Reis.

Delante del dolor de esas pérdidas, sería importante que todos nosotros y las personas envueltas en esos tristes episodios recordemos que la muerte no existe en la forma como nosotros generalmente la encaramos. Nuestros muertos queridos no desaparecieron. Ellos continúan viviendo y nosotros los veremos de nuevo cuando también traspasemos los umbrales del más allá.

Evidentemente, no nos cabe pedir que la periodista a que nos referimos y el lector amigo acepten las informaciones contenidas en las obras psicografiadas por Francisco Cándido Xavier, que describen minuciosamente la vida en el mundo espiritual y las ciudades que allí, como aquí, existen. Pero a aquel que trabaja para una publicación del porte de la revista Vea no le asiste el derecho de ocultar al lector las experiencias hechas acerca de la muerte por especialistas renombrados de nuestra época, como los doctores Raymond Moody y Elisabeth Kübler-Ross, cuyas investigas tuvieron como resultado la creación de una nueva ciencia – la Tanatología, que significa “estudio de la muerte”.  

Médico, psicólogo y parapsicólogo nacido en Porterdale, Georgia, Estados Unidos de América, Raymond Moody se hizo mundialmente conocido como autor de libros sobre la vida tras la muerte y las experiencias de casi-muerte, un término creado por él mismo. En 1967 y posterior doctorado en filosofía en 1969. Obtuvo también un doctorado en 1975. Moody estudió filosofía en la Universidad de Virginia, donde obtuvo graduación en artes en 1961, máster en psicología en la Universidad de Georgia Occidental, donde se hizo profesor en esa área. En 1976, fue premiado con un doctorado en medicina por la Facultad de Medicina de Georgia y en 1998 fue nombrado Maestro en Estudios de la Conciencia en la Universidad de Nevada, Las Vegas. Su libro más vendido - Vida Después de la Vida -  dio origen a la película homónimo, que le valió una medalla de bronce en la categoría Relaciones Humanas en el Festival de cine de Nueva York.

Elisabeth Kübler-Ross, psiquiatra suiza que falleció en 2004, es autora del innovador libro On Death and Dying (Sobre la Muerte y el Morir), en que ella presentó por primera vez el suyo ahora conocido modelo Kübler-Ross. Elegida en 2007 para el National Women's Hall of Fame dos Estados Unidos, es autora de cuatro libros: Muerte – estado final de la evolución, Preguntas y respuestas sobre la Muerte y el Morir, A muerte: un amanecer y La rueda de la vida: memorias del vivir y del morir.

Moody y Ross no fueron, sin embargo, los pioneros en el trato de ese tema fuera del ámbito religioso, al cual se dedicaron, antes de ellos, investigadores renombrados e insospechados, como Ernesto Bozzano, autor de La Crisis de la Muerte, y Arthur Conan Doyle, que nos presenta en su libro History of the Spiritualism relatos e informaciones acerca de la inmortalidad del alma y de las condiciones de la vida en el más allá.


 


Volver a la página anterior


O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita