WEB

BUSCA NO SITE

Edição Atual
Capa desta edição
Edições Anteriores
Adicionar
aos Favoritos
Defina como sua Página Inicial
Biblioteca Virtual
 
Biografias
 
Filmes
Livros Espíritas em Português Libros Espíritas en Español  Spiritist Books in English    
Mensagens na voz
de Chico Xavier
Programação da
TV Espírita on-line
Rádio Espírita
On-line
Jornal
O Imortal
Estudos
Espíritas
Vocabulário
Espírita
Efemérides
do Espiritismo
Esperanto
sem mestre
Divaldo Franco
Site oficial
Raul Teixeira
Site oficial
Conselho
Espírita
Internacional
Federação
Espírita
Brasileira
Federação
Espírita
do Paraná
Associação de
Magistrados
Espíritas
Associação
Médico-Espírita
do Brasil
Associação de
Psicólogos
Espíritas
Cruzada dos
Militares
Espíritas
Outros
Links de sites
Espíritas
Esclareça
suas dúvidas
Quem somos
Fale Conosco
 
Editorial Português Inglês    
Año 3 133 15 de Noviembre del 2009


 

Traducción
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org
 

No basta criar a los hijos; es preciso educarlos

 
 
En la entrevista que ilustra la presente edición, el psiquiatra Edson Luís dos Santos Cardoso, gaucho de Santo Gabriel, que dirige en la ciudad de Santo Ângelo (RS) el grupo Apoyo Fraterno del Grupo Espírita Siembra del Maestro, explica como es posible ayudar, con los recursos del Espiritismo, a los dependientes químicos y a sus familiares.

En la materia citada nos llamó la atención la respuesta que él dio a la siguiente pregunta: - ¿Cuáles son las causas principales de que muchos seres humanos, a pesar de saber las graves consecuencias, se dejen envolver por la dependencia química?

El médico y compañero respondió: “La falta de amor paterno y materno para con el hijo, a veces manifestándose a través de la falta de cariño y en otras por la ausencia de la función paterna que es, entre otras cosas, enseñar a los hijos los límites necesarios”. Y adujo: “Cuando falla la relación con los padres, el hijo no consigue confiar en ningún otro ser humano y busca la relación con las sustancias químicas para superar las dificultades”.

Es preciso considerar que la información de arriba no vino de la simple lectura de libros, sino de la experiencia de años dedicados a la importante tarea de auxiliar a los dependientes químicos y a sus familiares con los recursos que el Espiritismo nos ofrece.

Muchos de los problemas que la Humanidad enfrenta están ligados umbilicalmente al engaño de los padres que ignoran, ciertamente, la importancia de la misión que Dios les otorgó y los maleficios que pueden resultar de su fracaso.

Recordemos lo que nos enseña El Libro de los Espíritus, en las cuestiones 582 y 583, seguidamente transcritas:

582. ¿Se puede considerar cómo misión la paternidad?

 “Es, sin contestación posible, una verdadera misión. Es al mismo tiempo un grandísimo deber y que envuelve más de lo que  piensa el hombre, su responsabilidad en cuanto al futuro. Dios colocó al hijo bajo la tutela de los padres, a fin de que estos los dirijan por la senda del bien, y les facilitó la tarea dando a aquel una organización débil y delicada, que lo vuelve propicio a todas las impresiones. Muchos hay, no obstante, que cuidan más de arreglar los árboles de su jardín y de hacerles dar buenos frutos en abundancia, que de formar el carácter de su hijo. Si este viene a sucumbir por culpa de ellos, soportarán los disgustos resultantes de esa caída y participaran de los sufrimientos del hijo en la vida futura, por no haber hecho lo que les estaba al alcance para que el avanzase en el camino del bien.”

583. ¿Son responsables los padres por el extravio de un hijo que anda por el camino del mal, a pesar de los cuidados que le dispersaron?  

 “No; sin embargo, cuanto peores fueran las propensiones del hijo, tanto más pesada es la tarea y tanto mayor el mérito de los padres, si consiguieran desviarlo del mal camino.”

b) Si un hijo se vuelve hombre de bien, a pesar de la negligencia o los malos ejemplos de sus padres, ¿sacan estos de ahí algún provecho?

 “Dios es justo.”

*

Resuena hasta hoy en nuestros oídos una frase dicha por un conocido psiquiatra paulista, en cuanto a un llamativo caso ocurrido en San Pablo, en que una joven participó, con ayuda del novio, del asesinato de sus padres: “Hay padres que apenas crían a los hijos, pero evidentemente, no basta criarlos: es preciso educarlos”.

Varios educadores respetables han escrito al respecto del asunto y están de acuerdo en que en la formación del carácter de una persona, nos guste o no, quien más influencia son los padres, y estos lo hacen no sólo con palabras, sino sobre todo con ejemplos.

Si los padres no dan importancia alguna a eso y confían la educación de los hijos tan solamente a la escuela, no podrán más tarde sorprenderse con la conducta o la insensibilidad de sus retoños.

El papel de los padres en la formación de los hijos es, como se ve, fundamental y es eso lo que confiere a la paternidad el carácter de misión.

Nuestros hijos son Espíritus que ya vivieron antes y que llegan ahora hasta nosotros para que, por medio del ejemplo, del afecto y de la comprensión, podamos guiarlos a una nueva cima evolutiva.
 


 


Volver a la página anterior


O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita