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Año 3 130 – 25 de Octubre del 2009

ASTOLFO O. DE OLIVEIRA FILHO  
aoofilho@gmail.com      
Londrina, Paraná (Brasil) 

Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org

 

Apometría no es Espiritismo

Obsesor y obsesado son criaturas enfermas que necesitan del cariño y de la atención de los que se dedican a la desobsesión; si estos ingredientes faltaran, estaremos delante de algo que difiere del Espiritismo codificado por Kardec
 

Uno de mis hermanos consanguíneos más queridos, que desencarnó en Curitiba diez años atrás, fue durante cierto tiempo entusiasta de las ideas del Dr. José Lacerda acerca de la apometria, un término que pocos conocían en aquella época y que, obviamente, no suscitaba las discusiones que hoy se hicieron frecuentes en el medio espírita.

Pasando algunos días en su casa, lo que era entonces muy común en base de mis compromisos profesionales, pude leer lo que, según mi hermano, era la obra más importante del Dr. Lacerda acerca del asunto. La lectura exigió pocas horas, pero me dejó intrigado porque los rituales entonces sugeridos herían uno de los principios conocidos de la práctica espírita, que es la completa ausencia de rituales. Mi extrañeza inicial transcurría del hecho de que, en lo tocante al tema desobsesión, además de todas las obras que hablan con profundidad sobre el método y la finalidad de la práctica espírita, nadie puede ignorar la sencillez de lo que Kardec escribió, primero en la Revista Espírita, después en El Evangelio según el Espiritismo, cap. 28, ítems 81 y siguientes.

La metodología espírita, expuesta allí por el Codificador, es por demás simple y puede ser resumida en un concepto conocido: - No se resuelve el problema de la obsesión sin cuidar del agente y del paciente. La propuesta exorcista, tan común en cierta época en el medio católico y en el seno de las iglesias protestantes, es absolutamente ineficaz, como ineficaz es la práctica umbandista cuando pretenda tan solamente el alejamiento de los litigantes.

Sintetizando lo que incontables autores ya escribieron, Suely Caldas Schubert nos dice en su obra Obsesión/Desobsesión (1ª Parte, cap. 14, págs. 76 y 77) que para atender al obsesado es necesario socorrer simultáneamente a toda la falange de verdugos que lo cercan. En breve esas entidades menos felices son atraídas para la reunión de desobsesión, de tal modo que, cuando el jefe de la turba se comunica, casi todos sus acólitos ya fueron atendidos y encaminados.

Obsesor y obsesado son criaturas enfermas y, como tal,  merecen  el  cariño  y  la  atención  de los que se

dedican a ese mister. Si estos ingredientes faltan a la práctica desobsesiva, estaremos delante de otra cosa, pero no del Espiritismo codificado por Kardec.

Las prácticas de la apometría están en total desacuerdo con las recomendaciones de El Libro de los Médiums

He ahí lo que el conocido compañero Divaldo Franco dijo sobre la Apometria, en una conferencia dada en agosto del 2001, conforme está registrada por el programa Presencia Espírita de la Radio Boa Nova, disponible en  http://www.oespiritismo.con.br/textos/ver.php?id1=91 en internet:

“El médico carioca residente en Porto Alegre Dr. José Lacerda desde los años 50, espírita que era entonces, comenzó a realizar en una pequeña sala del Hospital Espírita de Porto Alegre, llamada La Casa del Jardín, actividades mediúmnicas normales. Con el tiempo él recibió instrucciones de los Espíritus y realizó investigaciones personales que desaguaron en un movimiento al cual él dio el nombre de Apometría.

No iré a entrar en el mérito ni en el estudio de la apometria porque yo no soy apômetra, yo soy espírita. Lo que puedo decir es que la apometria, según los apómetras, no es Espiritismo, por cuanto sus prácticas están en total desacuerdo con las recomendaciones de El Libro de los Médiums.

No examinaremos aquí el mérito o demérito porque yo no practico la apometria, pero según los libros que han sido publicados, la apometria, según la presunción de algunos, es un paso avanzado del movimiento espírita en el cual Allan Kardec estaría desfasado. Allan Kardec fue la propuesta para el siglo XIX y para parte del siglo XX y la apometria es el escalón más evolucionado en el cual Allan Kardec se encuentra totalmente desfasado – tesis con la cual, en la condición de espírita, yo no concuerdo en absoluto.

En la práctica y en los métodos de liberación de los obsesores, la violencia que dichos métodos presentan, a mí, a mí personalmente, me parece tan chocante que hace recordarme la ley del Talión que Moisés suavizó con el código legal y que Jesús sublimó a través del amor.

Cuando las entidades son rebeldes, los adoctrinadores, tras realizar una cuenta cabalística o de tener lo gestos muy específico, expulsan por la violencia a ese Espíritu para el magma de la Tierra, la sustancia aún en ebullición de nuestro planeta.”

La Casa Espírita no es una clínica alternativa, donde toda experiencia nueva va a ser puesta en ejecución

 “Lo colocan  – prosigue Divaldo –  en cápsulas espaciales y lo disparan para el mundo de la erraticidad. No iremos a examinar la cuestión esdrújula de ese comportamiento, pero si yo, en la condición de Espíritu imperfecto que soy, llegara desesperado a un lugar pidiendo misericordia y apoyo en mi locura, y otros, mi prójimo, me exiliase para el magma de la Tierra, para yo experimentar la dureza de un infierno mitológico o ser desintegrado, yo renegaría a aquel Dios que inspiró ese adversario de la compasión.

O si me mandara en una cápsula espacial para que fuera expulso de la Tierra. ¿Con qué autoridad? Cuando Jesús dijo que su reino es de los miserables.

En la parábola del Festín de Bodas, él manda buscar a los mendigos, aquellos que están en los lugares escabrosos ya que los elegidos rechazaron y mataron a sus embajadores.

La Doctrina Espírita se centra en el amor y todas esas prácticas nuevas, de las mentalizaciones, de las corrientes mentomagnéticas, psicotelérgicas, para nosotros espíritas merecen todo respeto,

La Casa Espírita no es una clínica alternativa, no es lugar donde toda experiencia nueva va a poner en ejecución.

Tengo certeza de que aquellos que adoptan esos métodos nuevos, primero, no conocen las bases kardecistas y, al conocerlas, nunca las vivirán para tener seguridad. Eso sería desmentir todo el material revelado por el mundo espiritual en estos 144 años de codificación, en Brasil y en el mundo, por la mediumnidad incomparable de Chico Xavier, las informaciones que vinieron por ese médium impar, por la notable Yvonne del Amaral Pereira, por Zilda Gama, por tantos médiums nobles conocidos y nobles desconocidos en su trabajo de socorro.

Entonces si alguien prefiere la apometria, que se divorcie del Espiritismo. ¡Es un derecho! Pero no mezcle para no confundir. Nuestra tarea es de iluminar, no es de eliminar. El Espíritu malo, perverso, cruel, es nuestro hermano en la ignorancia.”

Los métodos de la apometría son bastante chocantes Para nuestra mentalidad espírita

En la parte final de su charla, Divaldo así se expresó:

“¿Podría haber alguien más cruel  que el joven Saulo de Tarso? Él había asesinado a Esteban a pedradas, había asesinado a otros, y fue a Damasco para asesinar a Ananias. Jesús no lo colocó en una cápsula espacial y lo disparó para el infinito. ¡Se le apareció a él! Lo conquistó por el amor: "¿Saulo, Saulo, por qué me persigues?" ¿Puede haber mayor ternura en eso? Y él espantado preguntó: "¿Que es esto?" “– Yo soy Jesús, aquel a quien persigues". Y él entonces cayó en sí.

Emmanuel usa esta frase: Y cayendo en sí, quiere decir aquella capa del ego cedió lugar al encuentro con el ser profundo, cayendo en sí. Él despertó, y gracias a él nosotros conocemos a Jesús por su palabra, por sus luchas, por el alto precio que pagó, apedreado varias veces hasta ser considerado muerto, tirado por detrás de los muros en los lugares de la basura, de los desechos él fue rescatado por los amigos y continuó predicando.

Entonces los Espíritus perversos merecen nuestra compasión y no nuestro repudio. Coloquémosno en el lugar de ellos.” (…)

“No tenemos nada contra la Apometria, las corrientes mentomagnéticas, aquellas otras de nombres muy esdrújulos y pseudocientíficos. No tenemos nada. Pero como espíritas, nosotros deberemos cuidar de la propuesta Espírita. Y de mi condición de espírita ejerciendo la mediumnidad hace más de 54 años, los resultados han sido todos cogidos del árbol del amor y de la caridad. No entraré en el mérito de los métodos, que son bastante chocantes para nuestra mentalidad espírita, que no admite ritual, gestos, griterío, ni determinados comportamientos, porque la única fuerza es aquella que viene de dentro. Para esta clase de Espíritus son necesarios ayuno y oración.”


 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita