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Año 3 - N° 104 26 de Abril del 2009

ORSON PETER CARRARA
orsonpeter@yahoo.com.br
Matão, São Paulo (Brasil)

Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org


Los 40 años de la
conquista lunar

La 62ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas eligió el 2009 como Año Internacional de la Astronomía,
por iniciativa de la IAU – Unión Astronómica Internacional

 
Fue en 1969, por tanto hace cuarenta años, que el Apolo 11 llevó al hombre a la Luna. Una gran conquista humana, sin duda, bien apropiada del avance de la tecnología, consecuencia natural de la Ley del Progreso, conforme el capítulo VIII – Libro Tercero –que trata de las Leyes Morales, especialmente en las preguntas 779 a 785 – clasificadas con el subtítulo Marcha del Progreso, en El Libro de los Espíritus.

El impresionante tema de las conquistas y de las investigaciones en el Universo nos remite al capítulo VI – Urografía General, de la Génesis – dada la publicidad en 1868-, obra integrante de la Codificación Espírita de Allan Kardec. El referido capítulo, conforme indicó el Codificador en una nota al pie en el propio capítulo, reune una serie de comunicaciones dictadas a la Sociedad Espírita de París(1) en 1862 y 1863, bajo el título de Estudios Uronográficos, y que fueron firmadas por el físico, matemático y astrónomo Galileo Galilei (1564-1642). El citado capítulo trae importantes sustítulos con estudios sobre El Espacio  y  el Tiempo, La materia, Las leyes y

las fuerzas, Los soles y los planetas, Los satelites, Los cometas, La Vía Láctea, entre otros atrayentes temas allí reunidos.

Por otro lado, en El Cielo y el Infierno, obra igualmente integrante de la Codificación Espírita publicada en 1865, tenemos el capítulo III con el significativo título El Cielo, que fuera antes publicado en la Revista Espírita (2), ejemplar de marzo del mismo año, con el inducido título ¿Dónde está el Cielo?

Y no es sólo esto. Entre otras importantes materias, el capítulo III de El Evangelio según el Espiritismo trae esclarecedores textos ligados a la temática en referencia. Tales referencias, que con énfasis indicamos al lector para la lectura íntegral, son muy oportunas en el momento en que la 62ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas eligió el 2009 como Año Internacional de la Astronomía, por iniciativa de la IAU – Unión Astronómica Internacional, quedando la UNESCO (3) designada agencia líder en las conmemoraciones. Las atenciones del mundo estarán volcadas para Brasil, porque la XXVII Asamblea General de la IAU será realizada en la ciudad de Rio de Janeiro, del 3 al 14 de agosto del 2009, reuniendo, aproximadamente, 3.000 científicos de 150 países. Es grande la expectativa en torno del mayor evento del área de las ciencias promovido en territorio brasileño. 

Interesante repetición del número nueve en la secuencia de las conquistas terrenas en cuanto a la exploración
del cielo: 1609, 1709, 1909, 1969
 

El evento busca  conmemorar fechas importantes que se alcanzan en 2009, coincidentemente en números redondos, generando mucho júbilo en el medio científico de la astronomía, como abajo describo:  

1) El distante año de 1609, hace cuatrocientos años, Galileo construyó el primer telescopio astronómico, desvelando los secretos del cielo, nunca buscados anteriormente, como las lunas de Júpiter, por ejemplo. Los descubrimientos fueron publicados en el libro "Siderus Nuntius" ("Mensajero de las Estrellas") en 1610.

2) En 1709, cien años después, el sacerdote e inventor luso-brasileño Bartolomé Lourenço de Gusmão, natural de Santos (SP), hizo en Lisboa la primera demostración pública bien exitosa de un globo a aire caliente. Él fue, pues, el primer hombre a elevar un objeto del suelo movido por el calor y, por eso, se transformó en el primer Científico de América. Por la hazaña, Gusmão es considerado el Padre de la Aerostación.

3) Dos siglos después, en 1909, Alberto Santos-Dumont, Padre de la Aviación, presentó su último invento aeronáutico, el Demoiselle nº 20, que entró en la Historia como el primer avión popular del mundo. Fue el Demoiselle, verdaderamente, la máquina eficaz de vuelo que llevó el hombre al cielo.
 

4)  Y sesenta años más tarde, en 1969, el día 20 de julio – exactamente en el aniversario de Santos Dumont, nacido en 1873 – el Apolo 11, quinta misión tripulada del Programa Apolo, condujo el hombre al suelo lunar. Tripulada por los astronautas Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins, la misión cumplió el objetivo final del presidente John Kennedy que, en un discurso de 1962, estableció el plazo del fin de la década para que el programa espacial americano realizara ese hecho. Vale resaltar, por lo tanto, que estamos, en la Humanidad, completando 40 años de la llegada del ser humano a la Luna.

Interesante observar la repetición del número nueve en la secuencia de las conquistas terrenas en cuanto a la exploración del cielo: 1609, 1709, 1909, 1969. Y, en 2009, la institución, por la ONU, del Año Internacional de la Astronomía. Eso nos remite, de inmediato, al extraordinario abordaje de Allan Kardec constante de la Revista Espírita de julio de 1868 con el título La Ciencia de la Concordancia de los Números y la Fatalidad.  

La ley de la concordancia de las fechas no es una quimera, es una de las que nos serán reveladas más tarde 

Allan Kardec fue cuestionado, en la época, sobre la posible existencia de una ciencia en cuanto a la coincidencia de fechas y la concordancia numérica. En la materia en cuestión el Codificador dio su opinión personal y sometió el asunto a los Espíritus, que suministraron una respuesta brillante. Destacamos un pequeño tramo, pero indicamos al lector consultar  íntegro el abordaje. Dice el Espíritu en la respuesta al cuestionamiento de Kardec: “(...) La ley de la concordancia de las fechas no es una quimera, es una de las que os serán reveladas más tarde, y os darán la llave de las cosas que os parecen anomalías. Porque, creedlo bien, la Naturaleza no tiene caprichos; marcha siempre con precisión y con seguridad. De hecho, esa ley no es tal cuál imagináis; para  comprender su razón de ser, en su principio y en su utilidad, necesitáis adquirir ideas que aún no poseéis, y que vendrán a su tiempo. En el momento, ese conocimiento sería prematuro, razón de por qué no os es dado; sería, pues, inútil insistir. Limitaos a recoger los hechos; observad sin concluir nada, con recelo de engañaros. Dios sabe dar a los hombres el alimento intelectual a medida que están en condiciones de soportarlo. Trabajad sobre todo en vuestro adelantamiento moral, lo más esencial, porque es por este que mereceréis poseer nuevas luces. (...)”. (Grifos de este autor) (Paréntesis de este autor).

Más que coincidencias numéricas está el esfuerzo humano en todos los tiempos. Hombres y mujeres luchan por las conquistas que hacen avanzar la humanidad. La Asamblea General de la IAU – Unión Astronómica Internacional (5), con gran júbilo para la comunidad científica brasileña – que tendrá la honra de acoger el evento – e internacional, es demostración clara de ese esfuerzo. Realmente, desde Galileo hasta  la conquista lunar y a las maravillosas conquistas espaciales de la actualidad, no hay como permanecer indiferente. Principalmente porque todo eso nos conecta a la grandeza de la Revelación Espírita (los números entre paréntesis corresponden a las cuestiones, en transcripciones parciales, del Libro de los Espíritus):

- El velo se levanta para el a medida que se depura; pero, para comprender ciertas cosas, necesita de facultades que aún no posee. (18)

- La Ciencia le fue dada para su adelantamiento en todos los campos, pero él no puede atravesar los límites fijados por Dios. (19)

- (...) se Dios lo juzgar útil, puede revelar lo que la Ciencia no consigue incautar. (20)

- (...) nada está vacío; lo que te parece vacío está ocupado por una materia que escapa a tus sentidos e instrumentos. (36) 

Bueno sentido es la palabra exacta en esas conquistas del cielo, en todos los tiempos, como en todos
los desafíos humanos
 

Es oportuno aún indicar que el lector estudie las cuestiones 55 a 58 de la obra en referencia, que tratan de la habitación de los diferentes globos del espacio, su constitución física y fuente de calor en los diferentes mundos. Simplemente extraordinarias tales cuestiones en el estudio en sí.

En ese punto, para concluir el abordaje – inagotable por sí sólo – el recuerdo espontáneo se dirige al gran Camille Flammarion (1842-1925), el “Poeta de los Cielos”. Contemporáneo y amigo de Kardec, autor clásico de la literatura espírita con obras notables versando sobre el postulado de la pluralidad de los mundos habitados, y habiendo sido el orador designado para proferir las últimas palabras al borde del túmulo (4) del Codificador del Espiritismo, lo denominó "el bueno sentido encarnado".

De hecho, bueno sentido es la palabra exacta en esas conquistas del cielo, en todos los tiempos, como en todos los otros desafíos humanos.

Podemos, pues, crear un link interesante en toda esa cuestión: establecer un puente de Galileo a Guzmán, de Camille a Dumont y de este a Armstrong, culminando con el importante evento previsto para agosto en Brasil, conmemorativo de los 300 años del globo en el importante Año Internacional de la Astronomía, instituido por la ONU. 

 

Notas

(1) Primera institución espírita del mundo, fundada el 1º de abril de 1858 por Allan Kardec.

(2) Publicación fundada por Allan Kardec el 1º de enero de 1858 y que estuvo bajo su coordinación hasta el 31 de marzo de 1869, cuando retornó a la Patria Espiritual.

(3) Órgano de la ONU responsable por la Educación, Ciencia y Cultura.

(4) El referido discurso, íntegro, se encuentra en el libro Obras Póstumas, obra que reúne escritos de Kardec y publicados después de su desencarnación.

(5) Todas las informaciones sobre el evento que va a ocurrir en Río de Janeiro, Brasil, del 3 a 14 de agosto del 2009, están disponibles en la Web http://www.astronomy2009.con.br/

 

Nota del Autor - El presente trabajo está basado en la materia 2009 – AÑO DEL CIELO POR EXCELÊNCIA, de autoría de la escritora Lauret Godoy y del físico Ricardo Magalhães, coordinadores de la Comisión 300 Años del Globo, disponible en la Web www.artefatocultural.con.br, ahora adaptada a la visión espírita.  

 


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