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Año 3 - N° 103 – 19 de Abril del 2009

WASHINGTON L. N. FERNANDES  
washingtonfernandes@terra.com.br  
São Paulo - SP (Brasil)

Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org


La psicografía de Divaldo Franco (4)
 

Diferentes temas y estilos literarios marcan la
obra del médium
 

Vale la pena comenzar a analizar algunos temas y estilos literarios, absolutamente diferentes, contenidos en los libros psicografiados por el médium Divaldo Franco, dictado por diversos Autores Espirituales. En este artículo haremos un abordaje más temático, suficiente para dar de eso una buena idea.

La literata baiana Amélia Augusta Sacramentos Rodrigues (1861-1926), nacida en Oliveira dos Campinhos, en Santo Amaro (BA), fue profesora, poetisa, traductora y

conferenciante, dejando una gran contribución literaria y cultural a la Historia de Bahía. Dictó ocho libros por medio del médium Divaldo, y en todos adoptó la forma de narraciones evangélicas de mucha belleza, atendiendo el vocabulario bíblico y la historia del Cristianismo primitivo.

Consideremos algunos trechos, con varias citas específicas, sólo para dar una idea:

 “Jesús amaba Galilea y a sus hijos.

Afirmaba, en Cafarnaum, que aquel era `Su pueblo´.

Allí ejerció Su ministerio en un clima de donación total y ternura.

El paisaje, rico de belleza y color, las criaturas sin atavismos y sinceras, trabajadoras y sin ambiciones denigrantes Le tocaban los sentimientos sublimes.

Por eso, al convocar al Colegio, reunió a once discípulos galileos y sólo uno de Judea, Judas, de Kerioth, aquel que Lo traicionaría.

La mente, astuta e inquisidora, inquieta y desconfiada, desarmoniza el sentimiento, que se vuelve sospechoso, llevándolo a la perturbación e inseguridad.

Entre los discípulos, Judas se destacaba por no lograr encajar emocional ni comportamental con aquellos hijos de la tierra, como a veces, eran irónicamente tratados.

La presencia de Él les daba dignidad, los erguía del anonimato y de la pequeñez para las cumbres de un futuro inimaginable, iluminado de bendiciones.” (Amelia Rodrigues – Trigo de Dios, LEAL/BA, 1ª ED., PÁG. 93)

Bien diferentes son los mensajes temáticos del Espíritu Hermano X, que es Humberto de Campos Veras (1886-1934), en relación a los libros del Espíritu Amélia Rodrigues. Él nació en Miritiba (MA) y desencarnó en Rio de Janeiro (RJ). Fue periodista, cronista y narrador de éxito. Adquirió mayor prestigio como escritor cuando publicó cuentos humorísticos como Consejero XX.  

Perteneció en vida a la Academia Brasileña de Letras, y escribió varias crónicas por intermedio de Divaldo.

 “¡Simón Pedro! ¡Dios Mío, es el Apósto Pedro! Sí, se trataba del extraordinario trabajador del Evangelio.” 

El siguiente mensaje dictó él al médium cuando este estaba haciendo conferencias en Roma/Italia, coincidiendo con el periodo de la consagración del Papa Juan Pablo I, Cardenal Albino Luciani, en septiembre de 1978. El mensaje se encuentra en el libro A servicio del Espiritismo, Ed. LEAL/BA. El Espíritu narró una interesante y profunda crónica, que representó un diálogo imaginario, cuando había encontrado al Apóstol Pedro después de la referida ceremonia religiosa:

“Terminada la pomposa celebración, que volvía al cardenal Albino Luciani el Papa Juan Pablo I, el 264º Jefe de la Iglesia Católica Apostólica Romana, `sucesor del príncipe de los apóstoles, patriarca del Occidente, prelado de Italia, arzobispo y metropolitano de la provincia romana, soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano y siervo de los siervos de Dios´, la grandiosa Plaza de San Pedro, en la ciudad del Vaticano, fue poco a poco, quedando desierta.

Soplaban los primeros vientos otoñales. Casi imperceptiblemente, bajo el cimborio de pocas estrellas, un personaje que vagaba, solitario, tomó el rumbo de la vía de la Conciliación, que lleva al Castillo de San Ángelo, sobriamente erguido en las tierras húmedas del somnoliento río Tiber. No sopesando la curiosidad, me acerqué al viandante, que parecía sumergido en una profunda meditación.

Al identificar al personaje melancólico, apresuré el paso y exclamé, reverente, emocionado;

- ¡Simón Pedro! ¡Dios Mío, es el Apóstol Pedro!

Sí, se  trataba del extraordinario trabajador del Evangelio.

Ni cortejo de ángeles o un séquito de santos se encontraba con él. Ningún bienaventurado o cualquier comitiva celeste se hacían presentes. La indumentaria de tejido humilde, las sandalias de peregrino y la expresión de infinita angustia, marcándole la cara tostada y surcadas por las antiguas luchas y sacrificios, eran la marca de los días apostólicos en él revividos.

- ¿Para dónde vais, Señor?

- Para fuera del Vaticano, volviendo a las vías del sufrimiento humano para servir a Jesús.

- ¿Visteis la celebración de la Misa – me animé a indagar – y al entronizado de aquel que será vuestro sucesor directo como Vicario de Cristo, en la Tierra?

El Apóstol, que dio la vida entre las tablas de una cruz tosca y brutal, miró en la dirección de las inmensas colinas y de los estupendos edificios y, con voz pausada, repitiendo al profeta galileo, afirmó:

- Sí. Fui notificado de la solemnidad y decidí conocerla. Todavía, desde que llegué, no encontré en un momento siquiera, la presencia de Jesús aquí. La opulencia, el ceremonial, la liturgia me recuerdan a los transitorios valores del mundo…” – Hermano X (Humberto de Campos) – (A Servicio del Espiritismo, Nilson Pereira/Divaldo, LEAL/BA, 1ª ed. Pág. 127.) 

 “Es lamentable que persista la distancia entre la terapia psiquiátrica y la psicoterapéutica espiritual.” 

Ya el Espíritu Manuel Philomeno Batista de Miranda (1876-1940), que nació en Conde (BA), trabajó en el comercio, se volvió espírita en 1914, habiendo sido un gran colaborador de la Unión Espírita Baiana, en Salvador (BA). Dictó ocho libros por medio del médium Divaldo. En esas obras exploró temas totalmente diferentes de los Espíritus arriba mencionados (Amélia Rodrigues y Hermano X), enfocando la obsesión y relacionándola con los problemas psiquiátricos, valiéndose también de un vocabulario específico, con numerosas citas históricas, académicas y revelando un profundo conocimiento de esta área.

Si no veamos:

“Del punto de vista psiquiátrico ella (Julinda) hizo un cuadro de psicosis maníaco-depresivo, que se presenta con una gravedad creciente. De la euforia inicial pasó a la depresión angustiosa, formando un esquema de autodestrucción.

“Inicialmente le fueron aplicados los recursos de terapia de baños, buscando producir una mejor circulación sanguínea periférica, a través de duchas rápidas, ligeramente templadas. Enseguida fueron aplicados opiáceos y ahora se asocian los derivados barbitúricos y el electroshock, sin resultados favorables más expresivos.

“Gracias a los resultados financieros de que dispone, es posible mantenerla aislada bajo una regular asistencia. Al lado de estos, el concurso moral de la madrecita y la dedicación del esposo le han sido de grandes beneficios, evitándose males mayores.

-Es lamentable que persista la distancia entre la terapia psiquiátrica y la psicoterapéutica espiritual. En el caso en sí, han redundado infructíferos, sino pernicioso, los tratamientos a base de derivados de barbitúricos, como el electroshock.

 “Del punto de vista psiquiátrico se discute que la PMD como la esquizofrenia son una “psicosis endógena”, cuya causa se encuentra en los genes, transmitida hereditariamente de una para otra generación, siendo, en consecuencia, una fatalidad desdichada e irremisible para los descendientes de portadores de la misma enfermedad, especialmente en las víctimas de la llamada “convergencia hereditaria”.

 “Se afirma, dentro de esta información, que el desvío patológico exagerado de la forma de ser cicloide, sumado a una formación física pícnica, en el cual están presentes las fuerzas predominantes de las glándulas viscerales encargadas de la determinación del humor, se hace responsable por el cuadro de la psicosis maníaco-depresiva. Es exactamente, dicen, esta constitución cicloide, que ofrece los medios propios para la irrupción de la psicosis maníaco-depresiva, volviéndose, de esa forma, el inductor hereditario.

“Aseveran otros estudiosos, que la PMD resulta de alteraciones endocrinas, particularmente en los cuadros de las manías y melancolía.

 “Aun diversos psiquiatras creen como factores predominantes las variaciones de la química orgánica… -  Manoel Philomeno de Miranda (En las Fronteras de la Locura, LEAL/BA, 1ª ed., pág.29.) 

Francisco do Monte Alverne escribió por medio de Divaldo una obra de
reflexiones teológicas
 

   

Admirable es el abordaje así como el vocabulario del Espíritu Manoel Philomeno de Miranda, totalmente diverso de los Espíritus visto arriba. En este mismo sentido un comentario es necesario ser hecho del Espíritu Francisco do Monte Alverne (1784-1858), orador sacro, franciscano, nacido y desencarnado en Rio de Janeiro. Fue profesor de Filosofía, Elocuencia y Teología en el Colegio de San Pablo y considerado el mayor predicador sacro de su época. Divaldo psicografió el libro Antologías Espirituales, Ed. IDE/Araras/SP, publicado en 1981. El Espíritu Francisco do Monte Alverne escribió por

medio de Divaldo una obra de reflexiones teológicas. Él reflexionó sobre la cruz, el cielo, el infierno, los llamados y los elegidos, el amor, la caridad etc., a partir de referencias de los textos bíblicos, todo obviamente bajo las luces de la Doctrina Espírita. Es curioso que en las Obras Oratorias de este orador sacro, que es una coetánea de sus discursos, engrosados en dos gruesos volúmenes, Ed. Guarnier, extraímos una peculiaridad significativa. Hay un importante detalle que más de la mitad de los capítulos de las Obras Oratorias representan un panegírico (que es un discurso de aleluya en loor de alguien o de alguna cosa). Este vocablo panegírico, se destaca, que es muy poco conocido y utilizado por las personas comunes en los siglos XX e inicio del siglo XXI. Para ejemplificar, en vida él escribió el Panegírico de S. Sebastián, Panegírico de S. Francisco de Paula, Panegírico de S. Lorenzo, Panegírico de S. Joaquín etc. En la obra mediúmnica Antologías Espirituales, psicografiada por Divaldo, de la misma forma casi la mitad del libro fue también constituido de Panegíricos, como el Panegírico del Conocimiento, Panegírico de la Caridad etc. En fin, es un detalle más que necesita ser registrado. 

Volviendo al comentario de los mensajes personales de los Espíritus a sus entes queridos, de entre los millares que Divaldo psicografió, veamos un mensaje dictado por el Espíritu Cristiane Rodrigues Moraes (1964-1980), que nació en Piracicaba (SP) Y desencarnó en Itambé (BA). El 28/01/1983, el Espíritu Cristiane transmitió un mensaje por el médium Divaldo, que no la conoció y a nadie de la familia. Se destaca que no había, en la reunión en que Divaldo psicografió el mensaje, nadie que conociese a Cristiane (para apartar cualquier teoría del inconsciente, telepatía etc.). En este texto hay más de treinta particularidades (nombres, fechas, parentesco, lugares, circunstancias  etc.) y detalles familiares. 

El mensaje de Cristiane fue recibido por Divaldo en Uberaba, en el Grupo Espírita de la Oración, al lado de Chico Xavier 

Analicemos:

 “Querida madrecita Vilma*,

Te bendice tú hija*.

Mezclando lágrimas y sonrisas en esta noche bendecida, agradezco a Dios la felicidad de nuestro amor indescriptible.

Hace dieciséis eneros*, en este día veintiocho*, en Piracicaba*, yo volvía a tus brazos amados, renaciendo para la breve experiencia de la cual el accidente* con el arma de fuego* me invitaría a más cuidadosas meditaciones en aquel viernes*, veinte de junio*, hace dos años, siete meses y ocho días*… La cuenta del tiempo de nuestra separación física tiene la finalidad de evocar las alegrías que hemos disfrutado juntas después de las añorazas que nos hieren en las primeras horas.

Te acompañé, viniendo para acá y meditando en nuestra fiesta de nacimiento* que tú deseaste conmemorar en este santuario de amor*, donde nuestra correspondencia nos continúa  hablando de esperanzas y de gratitud.

No nos separamos. Tú Cris* continúa creciendo para Dios e intentando acompañar la marcha del progreso con los ojos puestos en nuestro futuro luminoso, en el cual incluimos al siempre querido sacerdote Luiz* y nuestra amada familia.

Participo de los júbilos de nuestro Ageu* y de las realizaciones de nuestro Luiz Lorenzo* y de nuestro Joâo, sin que me olvide de nuestra querida Tatiana*, que tú y papá, en un momento muy feliz pusieron en nuestro hogar* para que ella se transformase en una estrella, irradiando claridad, cuando aun algunas sombras se retrasaban obstinadas de nostalgias. Es que sólo el corazón de madre puede ser comparado a un océano de amor, donde caben todos los anhelos del mundo y nada consigue vaciar… En este sentido, a medida que el tiempo va pasando, tú logras aumentar nuestra familia gracias al afecto de nuestra muy querida Iaia*, que recogió en su prole feliz a nuestro delicado Daniel*, enriqueciendo al grupo de la letra D con un ángel más corporificado. Me refiero a nuestros Dener*, Dione*, Débora*, Danilo* y Denio*que se volvieron un grupo jovial y alegre en nuestra familia aumentada. Es por eso que no ceso de rogar a nuestra dedicada Albanize* que le ofrezca ese cariño de que ella está dotada, cooperando contigo en la escalada, monte arriba, de la redención.

Mamaíta, tú trajiste para la fiesta de esta noche las presencias queridas del tatarabuelo* Lorenzo,* de la amada abuela Olimpia*, que envuelven en cariño a las abuelas Dulcina* y María* siempre queridas que, conmovidas y agradecidas a Dios, participan del dulce del amor que nos alimenta en esta fiesta de evocaciones y no más de nostalgias, y sí de júbilos y emociones superiores con que la vida nos brinda.”  - Cristiane (Vidas en Triunfo, Diversos Espíritus, LEAL/BA, PÁG. 112.)

 

 (*) Los diversos nombres, fechas e informaciones señaladas en asterisco fueron ratificados en una investigación junto a los familiares de la misiva, todos desconocidos del médium. El mensaje fue recibido por Divaldo en Uberaba (MG), el 28/01/1983, en el Grupo Espírita de la Oración, en una reunión pública, al lado de Chico Xavier.

 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita