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Estudio Sistematizado de la Doctrina Espirita Português   Inglês
Programa IV: Aspecto Filosófico

Año 2 - N° 86 - 14 de Diciembre del 2008

THIAGO BERNARDES
thiago_imortal@yahoo.com.br

Curitiba, Paraná (Brasil)  
Traducción
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org
 


Encarnaciones en los
diferentes mundos

 
Presentamos en esta edición el tema
nº 86 del Estudio Sistematizado de la Doctrina Espirita, que está siendo presentado aquí semanalmente, de acuerdo con el programa elaborado por la Federación Espirita Brasileña, estructurado en seis módulos  y 147 temas.

Si el lector utiliza este programa para el estudio en grupo, sugerimos que las cuestiones propuestas sean debatidas libremente antes de la lectura del texto que a ellas sigue.

Si es destinado solamente para uso por parte del lector, pedimos que el interesado intente inicialmente responder las cuestiones y solo después lea el texto referido. Las respuestas correspondientes a las cuestiones presentadas se encuentran al final del texto abajo.

Cuestiones para debate 

1. ¿Qué es lo que determina la encarnación de un Espíritu en este o en aquel planeta?

2. Según la Doctrina Espirita, ¿a qué categoría pertenece el planeta Tierra?

3. ¿Las condiciones de vida en las esferas superiores a la Tierra son diferentes de las nuestras?

4. ¿Que razones habría para que un Espíritu reencarne en un mundo inferior a aquel en que vivió en su ultima existencia corpórea?

5. ¿La forma humana puede ser también encontrada en los mundos superiores a la Tierra? 

Texto para la lectura 

Los Espíritus no están indefinidamente presos a un mundo

1. La encarnación en los diferentes mundos obedece a un criterio de progreso moral. Cuando, en determinado planeta, los Espíritus han realizado la suma de progreso que el estado de ese planeta comporta, ellos lo dejan para encarnar en otro más adelantado, donde podrán adquirir nuevos conocimientos.

2. Los Espíritus que encarnan en un mundo no se encuentran, por tanto, presos a él indefinidamente. Cada mundo es para ellos lo que la escuela representa para el niño, que cambia de clase a medida que progresa en sus estudios.

3. Los Espíritus elevados son destinados a reencarnar en planetas más bien dotados que el nuestro. La escala grandiosa de los mundos presenta numerosos grados, dispuestos para la ascensión progresiva de los Espíritus, que los deben trasponer cada uno a su vez.

4. Hablando al respecto de las numerosas moradas existentes en el Universo infinito, Jesús afirmó: “En la casa de mi Padre hay muchas moradas. Si así no fuera, yo os lo habría dicho. Pues voy a prepararos el lugar”.

La Tierra pertenece a la categoría de los mundos de expiación y pruebas

5. Según la Doctrina Espirita, los planetas pueden dividirse en cinco categorías principales: 

·       Mundos primitivos, donde se verifican las primeras encarnaciones del alma humana.

·       Mundos de expiación y pruebas, en que el mal predomina.

·       Mundos regeneradores, donde las almas que aun tienen que expiar adquieren nuevas fuerzas, reposando de las fatigas de la lucha.

·       Mundos felices, donde el bien supera el mal.

·       Mundos celestes o divinos, morada de los Espíritus purificados, donde el bien reina sin mezcla.

6. La Tierra – asevera Allan Kardec – pertenece a la categoría de los mundos de expiación y de pruebas, y es por eso que en ella el hombre esta expuesto a tantas miserias. “No obstante – enseña  San Agustín – no son todos los Espíritus encarnados en la Tierra que se encuentran en expiación. Las razas que llamáis salvajes se constituye de Espíritus apenas salidos de la infancia, y que están, por así decir, educándose y desarrollándose al contacto con Espíritus mas avanzados.” (El Evangelio según el Espiritismo, cap. III, ítem 14.)

7. En las esferas superiores a la Tierra el imperio de la materia es menor. Allí se desconocen las guerras, careciendo de objeto los odios y las discordias, porque nadie – debido al estado de adelantamiento de la sociedad allí encarnada – piensa en causar daño  a su semejante.

8. El hombre que vive en esos mundos ya no se arrastra penosamente bajo la acción de una pesada atmósfera. El se mueve de un lugar para otro con mucha facilidad. Las necesidades corpóreas son casi nulas y los trabajos rudos desconocidos. Más larga que la nuestra, la existencia allí se basa en el estudio, en la participación de las obras de una civilización perfeccionada, que tienen por base la más pura moral, el respeto a los derechos de todos, la amistad y la fraternidad.

La forma humana es común también a los mundos superiores

9. La intuición que sus habitantes tienen del futuro, la seguridad que les da una conciencia vacía de remordimientos, hacen que la muerte ninguna aprehensión les cause, y ellos la encaran de frente, sin temor, con simple transformación necesaria al proceso evolutivo.

10. Ningún pensamiento oculto, ningún sentimiento de envidia ha ingresado en esas almas delicadas. El amor, la confianza, la sinceridad presiden las reuniones en que todos recogen las instrucciones de los mensajeros divinos y donde se acepta las tareas que pueden contribuir para elevarlos aun más.

11. La encarnación de un Espíritu en un mundo inferior a aquel en que vivió en su última existencia corpórea puede ocurrir dos casos: 

·       Como misión, con el objetivo de auxiliar el progreso, en caso de que acepte alegre las tribulaciones de tal existencia, por proporcionar medio de adelantarse.

·       Como expiación, porque hay casos en que los Espíritus deben recomenzar, en el medio conveniente a su naturaleza, las existencias mal empleadas. 

12. En los mundos superiores a la Tierra la forma corpórea es siempre la humana, todavía mucho mas bella, perfeccionada y sobre todo purificada. El cuerpo físico nada tiene de materialidad terrestre y, por eso, no está sujeto a las necesidades, las dolencias y los deterioros que la predominancia de la materia provoca.

Respuestas a las cuestiones propuestas 

1. ¿Que es lo que determina la encarnación de un Espíritu en ese o en aquel planeta?

R.: La encarnación en los diferentes mundos obedece a un criterio de progreso moral. Cuando en determinado planeta, los Espíritus han realizado la suma de progreso que el estado de ese planeta comporta, ellos lo dejan para encarnar en otro más adelantado, donde podrán adquirir nuevos conocimientos.

2. Según la Doctrina Espirita,¿ a que categoría pertenece el planeta Tierra?

R.: La Tierra pertenece a la categoría de los mundos de expiación y de pruebas, y es por eso que en ella el hombre esta expuesto a tantas miserias.

3. ¿Las condiciones de vida en las esferas superiores a la Tierra son diferentes de las nuestras?

R.: Si. En las esferas superiores el imperio de la materia es menor. Ali se desconocen las guerras, careciendo de objetos los odios y las discordias, porque nadie – debido al estado de adelantamiento de la sociedad allí encarnada – piensa en causar daño a su semejante.

4. ¿Que razones habría para que un Espíritu reencarne en un mundo inferior a aquel en que vivió en su última existencia corpórea?

R.: La encarnación de un Espíritu en un mundo inferior a aquel en que vivió en su ultima existencia corpórea puede ocurrir como misión, con el objetivo de auxiliar el progreso, caso en que acepta alegre las tribulaciones de tal existencia, por poderle proporcionar medio de adelantar, o como expiación, porque hay casos en que los Espíritus deben recomenzar. 

5.¿La forma humana puede ser también encontrada en los mundos superiores a la Tierra?

R.: Sí. En los mundos superiores a la Tierra la forma corpórea es siempre la humana, sin embargo más bella, perfeccionada y sobre todo purificada. 


Bibliografía
:

El Libro dos Espíritus, de Allan Kardec, questões 178 e 182. 

El Evangelio según el Espiritismo, de Allan Kardec, capítulo III, ítems 2 a 18.

A Gênese, de Allan Kardec, ítem 28.

El Evangelio según João, 14:1-3.

Depois da Morte, de Léon Denis, pp. 221 e 224.

 

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Revista Semanal de Divulgación Espirita