WEB

BUSCA NO SITE

Página Inicial
Capa desta edição
Edições Anteriores
Quem somos
Estudos Espíritas
Biblioteca Virtual
Livros Espíritas em Português Libros Espíritas en Español  Spiritist Books in English Livres Spirites en Français Spiritisma Libroj en Esperanto 
Jornal O Imortal
Vocabulário Espírita
Biografias
Livros Espíritas em Português Libros Espíritas en Español  Spiritist Books in English Livres Spirites en Français Spiritisma Libroj en Esperanto 
Mensagens de Voz
Filmes Espiritualistas
Livros Espíritas em Português Libros Espíritas en Español  Spiritist Books in English    
Efemérides
Esperanto sem mestre
Links
Fale Conosco
Especial Português Inglês    

Año 2 – Nº 71 31 de Agosto del 2008

PAULO DA SILVA NETO SOBRINHO  
pauloneto@ghnet.com.br     
Guanhães, Minas Gerais (Brasil)

Traducción
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org 

¿Kardec reencarnó como
Chico Xavier?

Es muy poco probable que el Espíritu de Allan Kardec, si hubiese reencarnado como Cicho Xavier, pudiese manifestarse tantas veces, como diversos autores y estudiosos registraron; he ahí el primer desafío a ser vencido por los que abogan la tesis de que ellos sean el mismo Espíritu
 

Vuelve y media ese tema, polémico por demás, es comentado en el medio Espírita. Libros a favor de la tesis o contra ella están a la disposición de los que se interesan por el asunto. Podemos hasta tratarlo como una posibilidad; pero, para definirla, es necesario resolver dos puntos:

1 – que el espíritu de una persona viva pueda manifestarse;
 

2 – que, manifestándose, dadas las condiciones necesarias para eso, el espíritu encarnado pueda asumir la personalidad anterior que le es atribuida. 

Bueno, el primer punto, en verdad, ya esta resuelto, pues el propio Kardec narra, en la Revista Espírita, casos de manifestación de personas vivas. En el año 1860, p. Ex., hay muchos ejemplos notables de evocación de personas vivas; sin embargo, para que eso ocurra, es necesario que el encarnado no se encuentre en estado de vigilia, conforme nos explicó el codificador (Kardec, 2001, p. 138).

En marzo de 1860, publica el artículo “Estudio sobre los espíritus de personas vivas”, en el cual se reporta a la evocación del Dr. Vignal, para un estudio de esos casos (p. 81-88). Probablemente el resultado es lo que consta en el Libro de los Médiums, Cap. XXV – De las evocaciones, Ítem 284 – Evocación de las personas vivas, del cual transcribimos estas cuestiones:

38a ¿Puede evocarse al Espíritu de una persona viva?

 “Se puede, ya que se puede evocar a un Espíritu encarnado. El Espíritu de un vivo también puede, en sus momentos de libertad, presentarse sin ser evocado; esto depende de la simpatía que tenga por las personas con quien se comunica.”

39a ¿En qué estado se encuentra el cuerpo de la persona cuyo Espíritu es evocado?

“Duerme, o hace una siesta; es cuando el Espíritu está libre.”

43a ¿Es absolutamente imposible evocarse al Espíritu de una persona despierta?

“Aunque difícil, no es absolutamente imposible, por cuanto, si la evocación produce efecto, puede darse que la persona adormezca; pero, el Espíritu no puede comunicarse, como Espíritu, sino en los momentos en que su presencia no es necesaria a la actividad inteligente del cuerpo.” (KARDEC, 2007, p. 384-392).

Así, podemos decir que es cierta la posibilidad de la manifestación de un espíritu encarnado; entre tanto, habrá una condición para que eso ocurra, cual sea la de estar en una situación en que la presencia del espíritu no esté siendo necesaría a la actividad inteligente del cuerpo físico.

En relación al segundo punto, vemos esta información:

45a Evocado el Espíritu de una persona viva, ¿responde él como Espíritu, o con las ideas que tiene en el estado de vigilia?

“Eso depende de su elevación; sin embargo, siempre juzga con más ponderación y tiene menos prejuicios, exactamente como los sonámbulos; es un estado casi semejante.” (KARDEC, 2007, p. 387-388).

La situación aquí es del espíritu evocado, no dice nada sobre su libre manifestación. Y el hecho de responder como Espíritu no quiere decir que asuma su personalidad anterior. Concluímos, por tanto, que no tenemos informaciones seguras para afirmar que eso pueda ocurrir.

Todo lo que estamos colocando tiene razón de ser, pues hay manifestaciones del espíritu de Kardec en la misma época que Chico estaba encarnado. Lo que nos llevaría a creer que, en ese caso, habría habido una manifestación de un espíritu de persona viva.

Eduardo Carvalho Monteiro, en Allan Kardec (el druida reencarnado), narra lo siguiente:

En la obra El Genio Céltico y el Mundo invisible del maestro León Denis, sólo hace poco tiempo disponible al público brasileño, el autor reproduce una serie de mensajes del Espíritu de Allan Kardec que, en verdad, escribió la parte final de El Genio Céltico. Madame Baumard, ésta que lo acompañó en los últimos años de vida como su secretaria, así describe el proceso creativo del gran escritor: “Durante los años de 1926-1927, Denis mantuvo constantes contactos con lo invisible. El interés de Allan Kardec para con la obra en elaboración era “intenso”: se presentaba cada quince días y se encargó, por dictado mediúmnico, de la parte final del libro” MONTEIRO, 1996, p. 74).

El biógrafo André Moreil, en Vida y Obra de Allan Kardec, afirma: “El  lunes de la Pascua de 1910, en el centro “Esperanza” de Lyón, por intermedio de la Srta. Bernadette en estado de sonambulismo, Allan Kardec se manifestó para agradecer al que fuera hasta entonces su único biógrafo, el espírita Henri Sausse” (MOREIL, 1986, p. 174). Conforme nos informa García “la Pascua de 1910 coincide exactamente con el retorno al cuerpo físico del Espíritu que hoy conocemos por Chico Xavier. Como se sabe, Chico nació el 2 de abril de 1910.” (GARCÍA, 199, P. 141). Así, esa manifestación ya sería de un espíritu de un vivo. En ese autor también encontramos:

Los registros de comunicaciones dadas por Kardec ya en la condición de Espíritu fuera del cuerpo físico no quedan sólo en el periodo inmediatamente posterior a su desencarnaçión. Avanzamos el tiempo y uno de esos mensajes merece destacarse, a pesar de ser bien conocida de los estudiosos. Fue dirigida al extraordinario filósofo León Denis el año de 1925 (una vez más, anote el lector la fecha), conteniendo un vehemente llamamiento de Kardec para que compareciera al congreso espiritualista de aquel año, en virtud de la importancia del evento para el Espiritismo. [...] (GARGIA, 1999, p. 143). 

De hecho, en Herculano Pires se confirma eso:

En 1925, cuando se reunió en París el Congreso Espiritualista Internacional, el propio Kardec, a través de comunicaciones mediúmnicas tuve que forzar a León Denis, ya viejo y ciego, a salir de Tours, en la provincia, para defender el Espiritismo de los en textos que le pretendían hacer los representantes de varias tendencias, como la aceptación ingenua de ilustres pero desprevenidos militantes espíritas. [...]”. (PIRES, 1978, p. 13-14).

Nos informa también García que “Wantuil y Thiesen reproducen, aún, en la misma obra [Allan Kardec], un mensaje transmitido por Kardec el día 14 de junio de 1979, en el Grupo Espírita Ismael, de Río de Janeiro. El documento integral aparece al final del volumen III, cerrando la biografía. (GARCIA, 1999, p. 146). 

A lo que todo indica no es de hoy eso de quererse apuntar alguien como siendo Kardec reencarnado; veamos, nuevamente, a García:

Debemos registrar otro hecho. Denis hace una anotación interesante en el libro, acerca de una noticia que entonces se divulgaba, dando cuenta de que Kardec estaría en la época reencarnado. Ahora, eso demuestra como la cuestión es antigua. Denis escribió el libro en 1927, cuando Chico andaba con 17 años de edad y daba inicio a su tarea mediúmnica. Ya había en la ocasión aquellos que admitían estar Kardec reencarnado pero no como Chico, ¡nótese! Era él un francés, con cerca de 30 años de edad, por lo tanto, habría reencarnado antes del nuevo siglo. He ahí el registro de Denis: “Otra objeción consiste en pretender que Allan Kardec esté reencarnado en el Havre, desde 1897. Treinta años habrían pasado de su nueva existencia terrestre. Ahora, ¿se puede admitir que un espíritu de este valor haya esperado tan largo tiempo para revelarse por obras o acciones adecuadas? Además de eso, Allan Kardec no se comunica únicamente en Tours, sino también en muchos otros grupos espíritas de Francia y de Bélgica. En todos esos lugares él se afirma por la autoridad de su palabra y la sabiduría de sus conocimientos” (El Genio Céltico, p. 220). (GARCIA, 1999, p. 145) 

Lo que podemos concluir de todo eso es que es bien poco probable que el espíritu de Kardec, si es reencarnado como Chico, pudiera manifestarse tantas veces como se menciona. Para aceptar la tesis sería imprescindible levantar todas ellas, especificando día y hora, para ver si Chico, en aquellos momentos en los cuales Kardec se manifestaba, estaba durmiendo o en una situación en la cual su espíritu no necesitara dirigir su cuerpo físico. Queda ahí el primer desafío para los que abogan esa tesis. 

Por otro lado, en la posibilidad de haber ocurrido eso, aún resta otro desafío a ser vencido que sería lo de desmentir el propio Chico, pues, en esa hipótesis levantada, después de emancipar-se del cuerpo él tendría que, de forma totalmente consciente, como ocurre con los desencarnados, haber asumido la personalidad anterior para manifestarse. Ahora, eso nos lleva a la situación de que Chico debería acordarse de ese “cambio”. Entonces, como explicar que el día 28 de agosto de 1988, en una entrevista al periódico Diario de la Mañana, de Goiânia, respondiendo a la pregunta si sería Kardec reencarnado él dijo: “Consulto mi vía psicológica, mis tendencias. Todo aquello que tengo dentro de mi corazón es mío. No tengo ninguna semejanza con aquel hombre valiente y fuerte que, en doce años, dejó dieciocho libros maravillosos. [...]” (COSTA Y SILVA, 2004, p. 115-116).

Así, quien aun quisiera mantener la idea de que Kardec reencarnó como Chico Xavier debe resolver esos dos desafíos que, creemos, resuelven la cuestión. 

Referências bibliográficas:

COSTA E SILVA, L. N. Chico Xavier, o mineiro do século. Bragança Paulista, SP: Lachâtre, 2004.

GARCIA, W. Chico você é Kardec? Capivari, SP: EME, 1999.

KARDEC, A. Revista Espírita 1859. Araras, SP: IDE, 2001.

KARDEC, A. Revista Espírita 1860. Araras, SP: IDE, 2000.

KARDEC, A. Livro dos Médiuns. Rio de Janeiro: FEB, 2007.

MONTEIRO, E. C. Allan Kardec (o druida reencarnado). São Paulo: Eldorado/Eme, 1996.

MOREIL, A. Vida e Obra de Allan Kardec. São Paulo: Edicel, 1986.

PIRES, H. J. Na hora do testemunho. São Paulo: Paidéia, 1978.
 


Volver a la página anterior


O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita