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Año 2 – Nº 70 24 de Agosto del 2008

ORSON PETER CARRARA   
orsonpeter@yahoo.com.br       
Matão, São Paulo (Brasil)

Traducción
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org 

 

Progreso del Espiritismo

 Es preciso esforzarnos por la permanente implantación

de grupos de estudios de la obra de Allan Kardec

y lucha por la expasión de esas ideas
 

Un día de esos hojeando el libro Obras Póstumas (textos de Allan Kardec publicados después de su desencarnación), encontramos en la segunda parte de la obra el subtítulo Proyecto 1868. En el magnífico texto hay una frase igualmente magnífica: Dos elementos deben concurrir para el progreso del Espíritismo; estos son; el establecimiento teórico de la Doctrina y los medios de popularizarla. La frase es del propio Codificador e indica el camino para espíritas conscientes y comprometidos con la Causa Espírita.
 

Analicemos cada ítem de la frase. Estamos hablando del progreso del Espiritismo, finalidad para la cual debemos centralizar nuestros esfuerzos, conocedores como somos de la grandeza de esta Doctrina y de su papel fundamental para el progreso humano.

 

Bases sólidas

 

Observemos: establecimiento teórico de la Doctrina. Esto significa establecer teóricamente. ¿Qué es esto? Y estar definido el programa teórico, las bases. Esto está en la Codificación y debe ser la base inspiradora, guía de las actividades y de los grupos espíritas. En otras palabras: toda y cualquier actividad espírita debe estar basada en el conocimiento de la Codificación. Habiendo esta concienciación, no hay peligros o temores, estamos orientados y sabiendo cómo obrar. Por ahí ya estamos sabiendo la razón de las distorciones y desvíos: faltó el establecimiento teórico. Falla la base. Esto vale para una situación local o colectiva, para el espírita en particular, para un grupo, o para el conjunto del movimiento que se denomina espírita. Verficamos con facilidad que los desentendimientos, suceptibilidades, aislamiento y prácticas abusivas o distorcionadas provienen de la ausencia de esta base establecida por la teoría bien comprendida.

 

Y el otro ítem: los medios de popularizarla. He aquí el efecto del ítem precedente. Una vez establecida la base teórica, bien formada, bien comprendida, los medios utilizados para su popularización harán el resto. Quiere decir, personas o grupos bien formados, conscientes, multiplicarán conocimientos sólidos que evitan distorciones y preservan de los desvíos. Y como los niveles de entendimiento son diferentes, por la propia característica humana, hay necesidad aquí de la utilización de constantes medios de popularización de las bases teóricas, donde entra el esfuerzo y la creatividad humana. En un lenguaje ya conocido del Movimiento, ahí está la divulgación espírita, que ocurre por medio de muchas formas

 

¿Cómo alcanzar?

 

Pero pensemos en la colocación de Allan Kardec: establecimiento teórico y medios de popularización. El establecimiento teórico solamente será alcanzado por el estudio doctrinario, sea individual o en la programación de la Casa, en reuniones participativas y atrayentes, que motiven al estudioso espírita. Solamente el estudio bien estructurado y bien conducido hará al adepto consciente, esclarecido. Y convengamos que hay mucho que estudiar en la Codificación, siendo absolutamente incomprensible la sustitución de los libros de la Codificación por obras de origen dudoso como programa de estudio. El Espiritismo, por más increible que pueda parecer, aun es un desconocido de los propios espíritas.

 

Es interesante: los medios de popularizarlo serán igualmente alcanzados por el estudio. Se pueden crear numerosas formas de divulgación, pero si esta no estuviera basada en el conocimiento de quien la promueve, todo el esfuerzo estará comprometido. De ahí la importancia de la selección de los libros a ser divulgados, de los artículos a ser publicados, de las conferencias a ser proferidas. Muchas informaciones sobre la Doctrina son transmitidas con incorrecciones y verdaderas aberraciones, por desconocimiento de sus fundamentos.

 

Divulgación espírita es una cosa muy seria y tiene que ser hecha con responsabilidad, sea por escritores, oradores, editores y otras modalidades y medios de divulgación. No hay mejor criterio que basar todo lo que hacemos en términos de divulgación que utilizar el establecimiento teórico de la Doctrina. Todo lo que viniera fuera de eso será invención o imaginación, pues los fundamentos de la Doctrina son basados en la razón, en el buen sentido, en la lógica, y buscan el bien.

 

Esfuerzo necesario

 

Esforcémosno pues, por la permanente implantación de grupos de estudios de la obra de Allan Kardec y luchemos por la expansión de esas ideas como criterio basado en el propio conocimiento, para no correr el riesgo de comprometer lo que estamos haciendo. Al final, se trata del progreso del Espiritismo, esta Doctrina que tanto bien nos hace y tanto puede benecifiar a la humanidad.

 

Ahora que alcanzamos un buen nivel de madurez en el entendimiento de la propuesta espírita, especialmente considerando las quince décadas ya trascurridas después de la Codificación del Espiritismo, es oportuno el esfuerzo redoblado para que la Doctrina sea conocida en sus bases auténticas. Vivimos un momento de creciente adhesión a los principios del Espiritismo, lo que requiere una permanente actualización de las instituciones, dirigentes, divulgadores y trabajadores, pues tampoco en el movimiento espírita podemos permanecer estancados e indiferentes al progreso que conduce la humanidad.

 

Siempre es esencial citar

 

Como herramientas: las citas permanentes de Kardec, de sus obras e incluso de su biografía, del contenido de su obra, de los más de 150 años de Codificación, de las experiencias de la Socidad Parisiense de Estudios Espíritas, del laboratorio de ideas que es la Revista Espírita y todo el desdoblamiento que resultó en una abundante literatura a  disposición, así como del fecundo trabajo de nuestras instituciones.

 

Ejemplos, experiencias positivas y negativas del movimiento, informaciones históricas, debates, encuentros, entre otros, son los mecanismos a disposición. Y actualmente aun tenemos el incomparable recurso de internet.

 

¡Todo eso nos hace depositarios de una inmensa riqueza cultural y, al mismo tiempo, de una inmensa responsabilidad!

 

Para reflexionar

 

Por eso, osamos repetir el inicio del artículo, usando palabras de Kardec: “Dos elementos deben concurrir para el progreso del Espiritismo; estos son: el establecimiento teórico de la Doctrina y los medios de popularizarla”.
 


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O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita