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Estudio Sistematizado de la Doctrina Espirita Portuguese   Inglês
Programa IV: Aspecto Filosófico

Año 2 – Nº 68 10 de Agosto del 2008

THIAGO BERNARDES
thiago_imortal@yahoo.com.br

Curitiba, Paraná (Brasil)  
Traducción
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org
 

 

Forma y ubicuidad de los Espíritus

Presentamos en esta edición el tema nº 68 del Estudio Sistematizado de la Doctrina Espirita, que está siendo presentado aquí semanalmente, de acuerdo con el programa elaborado por la Federación Espirita Brasileña, estructurado en seis módulos  y 147 temas.

Si el lector utiliza este programa para el estudio en grupo, sugerimos que las cuestiones propuestas sean debatidas libremente antes de la lectura del texto que a ellas sigue.

Si es destinado solamente para uso por parte del lector, pedimos que el interesado intente inicialmente responder las cuestiones y solo después lea el texto referido. Las respuestas correspondientes a las cuestiones presentadas se encuentran al final del texto abajo.

Cuestiones para debate 

1. ¿Los Espíritus tienen una forma determinada, limitada y constante?

2. ¿Los Espíritus pueden dividirse y estar en muchos lugares al mismo tiempo?

3. ¿Existe alguna relación entre el fenómeno de la ubicuidad y el fenómeno de la bicorporiedad?

4. ¿Cómo el Espiritismo explica el fenómeno de la obicuidad?

5. ¿Qué factor tiene mayor peso en lo tocante al poder de irradiación de los Espíritus?

Texto para la lectura 

El Espíritu es una llama, un foco, una centella etérea

1. Consultados por Kardec si los Espíritus tienen una forma determinada, limitada y constante, los Espíritus Superiores respondieron: “Para vosotros, no; para nosotros, sí. El Espíritu es, si quieres una llama, un foco, o una centella éterea” (L.E., 88). Enseguida, completando el asunto, esclarecieron que esa llama o centella tiene una coloración que va, a  los ojos humanos, del colorido oscuro y opáco a un color brillante, como el del rubí, conforme el Espíritu sea más o menos puro. 

2. Véase por las explicaciones mencionadas, que los Espíritus procuraron establecer una comparación, aunque pálida, de lo que existe en el plano espiritual, en cuanto a la forma y al color de los Espíritus, con las limitaciones de nuestro mundo físico y de nuestros sentidos. 

3. Queda claro a la vista de las enseñanzas espíritas que los Espíritus tienen forma y color, pero sólo por alto se puede compararlas con la forma y el color que estamos, como seres encarnados, acostumbrados a observar. 

4. Gabriel Delanne asevera: “La Ciencia nos enseña que nuestros sentidos apenas nos hacen conocer una ínfima parte de la naturaleza, sin embargo que, más allá y del lado de los límites impuestos a nuestras sensaciones, existen vibraciones sutiles, en un número infinito, que constituyen modos de existencia de que no podemos formarnos una idea, por falta de palabras para expresarla” (El Fenómeno Espírita, pág. 213). 

Los Espíritus son indivisibles y no pueden ser fraccionados

5. Según Delanne, el alma asiste, de ese modo, al espectáculo que no tenemos medios de describir, oír armonías que ningún oído humano han apreciado y se mueve en una completa oposición a las condiciones de viabilidad terrestre. “El Espíritu liberado de las cadenas del cuerpo – asevera él – no tienen más necesidad de alimentarse, no se arrastra más por el suelo: la materia imponderable de que está formado le permite transportarse para los más lejanos lugares con la rapidez del relámpago, y, según el grado de su adelantamiento moral, sus ocupaciones espirituales apartarse más o menos de las preocupaciones que nutría en la Tierra.” (Obra citada).

6. Cuestionados sobre si los Esp´riitus tienen el don de la obicuidad (1), o sea, si un Espíritu puede dividirse o estar en muchos puntos al mismo tiempo, los inmortales dijeron: “No puede haber división de un mismo Espíritu; pero cada uno es un centro que irradia para diversos lados. ¿Eso es que hace parecer estar un Espíritu en muchos lugares al mismo tiempo. ¿Ves el sol? Es uno solamente. No obstante, irradia en todos los sentidos y lleva muy lejos sus rayos. Con todo, no se divide” (L.E.,92).

7. Se observa así que los Espíritus son indivisibles y constituyen una unidad que no puede ser fraccionada. Pueden ser percibidos en más de un lugar por efecto de su poder de iradiación, poder ese que puede ser mayor o menor, dependiendo del grado de pureza de cada uno. Ese hecho nos permite comprender un fenómeno muchas veces verificado, en que se registra la presencia de Espíritus Superiores en diversos lugares al mismo tiempo.

8. El fenómeno de la obicuidad guarda, de cierta forma, relación con el fenómeno de la bicorporiedad. Como sabemos, aislado del cuerpo, el Espíritu de una persona viva puede – como el de un muerto – mostrarse con todas las apariencias de la realidad y hasta incluso adquirir momentáneamente tangibilidad. Ese fenómeno conocido por el nombre de bicorporiedad fue el que dio motivo a las historias en dos lugares diferentes se llegó a comprobar. (Lea sobre el asunto “El Libro de los Médiums”, item 119.)

El poder de iradiación aumenta con la evolución del alma

9. El fenómeno de la bicorporiedad ocurre cuando el Espíritu está encarnado. Estando la persona adormecida, o en un estado más o menos extático, puede su Espíritu, desligado del cuerpo, aparecer, hablar e incluso volverse tangible.

10. En tales casos, si el fenómeno fuera auténtico, se podrá comprobar que la persona se encuentra en dos lugares al mismo tiempo, sólo que en un lugar estaba el cuerpo material y en el otro lugar el Espíritu revestido por su cuerpo espiritual o periespíritu.

11. En el fenómeno de la ubicuidad, como ya dijimos, el Espíritu no se divide para estar en dos lugares diferentes. Él se irradia para diversos lados y puede así manifestarse en muchos puntos, sin haberse fraccionado. Ocurre ahí lo que se da con luz, que puede reflejarse para todos los lados y ser vista simultáneamente en muchos espejos.

12. Cuanto más evolucionado fuera el Espíritu, mayor será su poder de iradiación, más potente será su don de ubicuidad relativa. Tanto en la bicorporiedad como en la ubicuidad, se ve que el periespíritu desempeña un papel fundamental, lo que demuestra que sea indispensable un mayor conocimiento acerca del cuerpo periespiritual, objeto de estudio de numerosas obras, como el libro Evolución en Dos Mundos, de André Luiz, y La Evolución Anímica, de Gabriel Delanne.

Respuestas a las cuestiones propuestas  

1. ¿Los Espíritus tienen una forma determinada, limitada y constante? R.: A esa misma pregunta los Espíritus Superiores respondieronb: “Para vosotros, no; para nosotros, sí. El Espíritu es, si quieres, una llama, un foco, o una centella etérea”. Enseguida, completando el asunto, esclarecieron que esa llama o centella tiene una coloración que va,a  los ojos humanos, del colorido oscuro y opáco a un color brillante, como el rubí, conforme el Espíritu sea más o menos puro. 

2. ¿Los Espíritus pueden dividirse y estar en muchos lugares al mismo tiempo? R.: No. Los Espíritus no pueden dividirse, pero cada uno es un centro que irradia para diversos lados. Eso es lo que hace parecer que un Espíritu esté en muchos lugares al mismo tiempo. Es como el Sol, que irradia en todos los sentidos y lleva muy lejos sus rayos, pero no se divide. 

3. ¿Existe alguna relación entre el fenómeno de la ubicuidad y el fenómeno de la bicorporiedad? R.: Sí. Como sabemos, aislado del cuerpo, el Espíritu de una persona viva puede – como el de un muerto – mostrarse con todas las apariencias de la realidad y hasta incluso adquirir momentánea tangibilidad. Ese fenómeno conocido por el nombre de bicorporiedad fue el que dio motivo a las historias de hombres dobles, o sea, de individuos cuya presencia simultánea en dos lugares diferentes se llegó a comprobar. He ahí la relación entre los dos fenómenos. 

4. ¿Cómo explica el Espiritismo el fenómeno de la ubicuidad? R.: En el fenómeno de la ubicuidad, como ya dijimos, el Espíritu no se divide para estar en dos lugares diferentes. El se irradia para diversos lados y puede así manifestarse en muchos puntos, sin haberse fraccionado. Ocurre ahí lo que se da como la luz, que puede reflejarse para todos los lados y ser vista simultáneamente en muchos espejos. 

5. ¿Qué factor tiene mayor peso en lo tocante al poder de la iradiación de los Espíritus? R.: Cuanto más evolucionado fuera el Espíritu, mayor será su poder de iradiación, más potente será su don de ubicuidad relativa.  


Bibliografia
:

El Libro de los Espíritus, de Allan Kardec, items 88 y 92. 

El Livro de los Médiums, de Allan Kardec, item 119.

El Fenómeno Espírita, de Gabriel Delanne, p. 213.

Evolución en Dos Mundos, de André Luiz, p. 174.

 

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Revista Semanal de Divulgación Espirita