Entrevista

por Orson Peter Carrara

Expansión de la educación espírita: la experiencia abre caminos intensos

Profesora graduada en Educación para la Enseñanza Primaria, Cláudia Maria A. Teixeira Werdine (foto) es natural de Río de Janeiro-RJ y actualmente reside en uno de los países del Golfo Pérsico. Vinculada al Grupo de Estudios Espíritas virtual A Camino de la Luz, donde coordina el área de educación, nuestra entrevistada nos habla de su vasta experiencia internacional especialmente enfocada en el área de la educación.

¿Cómo y cuándo se volvió espírita?

Desde niña tuve contacto con el Espiritismo, porque mi abuela era trabajadora espírita. Me gustaba mucho ir con ella al centro y observar los fenómenos físicos que sucedían y la dedicación de todos para acoger a los afligidos, los enfermos, etc. Con su desencarnación, ya no tuve más contacto con el Espiritismo. Cuando yo tenía unos 20 años, el Espiritismo volvió a mi vida de nuevo, porque mi hermano se volvió Espírita y yo comencé a frecuentar el centro para asistir a conferencias, pero desafortunadamente no desperté en ese momento y no participé en estudios ni actividades. Cuando cumplí 26 años, la Espiritualidad amiga decidió darme una nueva oportunidad y, en un momento inesperado, mi camino se cruzó con mi "príncipe encantado" que, para que sea completo, era espírita, ¡lógico! A partir de entonces comencé una nueva vida, abracé el Espiritismo con todo mi amor, compromiso y gratitud.

¿Qué destaca del conocimiento espírita en su experiencia de vida?

Poco a poco, a través de estudios continuos y trabajo, el conocimiento espírita me fue abriendo un nuevo horizonte – lógico, racional, amoroso, consolador– que hizo que mi visión de la vida, del futuro, el mío y el de los demás, ganara un nuevo sentido, valor e importancia. Puedo decir que, para mí, siento que tuve dos encarnaciones en la misma vida: una antes de abrazar el Espiritismo y otra después. Pero me parece oportuno enfatizar que el conocimiento espírita sólo adquiere verdadero valor cuando lo instalas en tu interior y lo vives cada vez más. El conocimiento por sí solo no te transforma. Es necesario comprender, sentir para actuar, sirviendo con alegría.

La experiencia internacional de vivir en diferentes países, ¿qué tipo de visión del mundo le dio, considerando el conocimiento espírita?

Sin el Espiritismo en mi vida, creo que sería muy difícil, casi imposible, vencer los desafíos que tuve que enfrentar cuando nos fuimos a vivir a Viena, Austria. En ese momento, estaba trabajando activamente en la Fundación Dr. Bezerra de Menezes, en el sur fluminense, Río de Janeiro, y teníamos 4 hijos pequeños. Fue un gran impacto, pero sentí que Dios tenía nuevos planes para nosotros y que estaríamos amparados por Jesús y los Amigos Espirituales. La adaptación en Viena fue muy dolorosa, pero valió cada momento y hoy comprendo mejor este Plan de Dios. La experiencia internacional me hizo descubrir y sentir que, como espíritas, tenemos mucho trabajo por hacer para que realmente podamos cumplir con nuestro rol: agentes de transformación en la construcción del Mundo de la Regeneración. Los que estamos en el exterior, realizando el trabajo manual y los compañeros de Brasil dando el apoyo y el soporte para que podamos vencer los desafíos.

¿Cómo ve los esfuerzos para expandir el pensamiento espírita en otros idiomas y países?

Como dije anteriormente, queda mucho por hacer. El proceso es lento, requiere una planificación adecuada y acciones efectivas. Ya no podemos mantenernos en el "campo de las ideas", elaborando una planificación que no se corresponde con la realidad, la cultura y el idioma de los diversos países. No podemos crear un modelo estándar y querer implantarlo en los distintos países. Cada país tiene su cultura, sus valores, su historia y necesitamos saber cómo llegar a ellos y conquistarlos. Es una conquista, amorosamente hablando, pero esta conquista solo será efectiva si presentamos la vivencia de aquello que estamos ofreciendo y no solo las palabras. Sabemos que el tiempo urge, que Jesús tiene prisa y que necesitamos avanzar. Entonces, amigos, ¡manos a la obra!

Háblenos sobre la planificación del área de educación, ya en marcha en diferentes países e idiomas para divulgar el Espiritismo.

Hay algunos planes importantes que están desarrollando las Instituciones Internacionales, pero hay uno muy especial para mí, llamado Sembradores de Luz. Sembradores de Luz es un Grupo Internacional de Apoyo a los Educadores Espíritas. Tiene su nombre en español, pero todo el trabajo se realiza en cuatro idiomas: español, inglés, francés y portugués, y nuestra meta es añadir un nuevo idioma cada 2 o 3 años. Todos los materiales ofrecidos por Sembradores son creados y/o adaptados a las diversas realidades y culturas.

La idea de crear Sembradores de Luz surgió hace unos 4 años, conversando con amigas con gran experiencia como educadores espíritas en diferentes países. Decidimos entonces que necesitábamos hacer algo concreto, basado en nuestra preocupación por ayudar, conociendo los numerosos desafíos que los educadores espíritas en los diversos países enfrentan en su tarea. El proyecto comenzó muy lento, porque nuestro mayor obstáculo fue conseguir voluntarios en los diversos países para que pudiéramos desarrollar el trabajo con una visión internacional. Poco a poco, con mucha garra, unión y orientación de la Espiritualidad, fuimos venciendo uno a uno los desafíos que presentaron. Actualmente, Sembradores de Luz es una Asociación legalmente registrada, cuenta con ocho áreas de actividad y abarca a 40 trabajadores de diversos países. Este trabajo ha sido un verdadero regalo en nuestras vidas. Sabemos que tenemos mucho que mejorar y construir, pero estamos felices de ofrecer una parte de nosotros a los educadores espíritas.

¿Cómo ve la contribución brasileña en este proceso?

¡Toda contribución es importante y valiosa! Necesitamos unir esfuerzos, estrechar nuestros lazos y servir al Espiritismo, donde sea necesaria nuestra participación. Los trabajadores que tienen más recursos y herramientas apoyan y ayudan a los más necesitados. Ya no puede existir más mi material, mi trabajo, mi institución. El proceso educativo de una nación, de una institución o un movimiento es realmente efectivo cuando cambiamos el pronombre "mío" por "nuestro". Nuestro material, nuestro trabajo, nuestro movimiento, etc. ¡Esta es la línea conductora de los trabajos en Sembradores de Luz!

Y la virtualidad, ¿considera que también ha contribuido a la expansión del pensamiento espírita en otras patrias?

Sin duda es una poderosa palanca que, sabiendo utilizarla, será fundamental para la creciente expansión del pensamiento espírita. Necesitamos estar atentos a nuestros objetivos con respecto a su uso.  ¿Lo estamos usando para promover el pensamiento espírita o para promovernos a nosotros? Si no estuviéramos comprometidos con nuestro proceso educativo, el recurso tendrá efectos inoportunos y confusos.

De sus recuerdos de las acciones emprendidas a nivel internacional, ¿qué le gustaría destacar?

De estos 17 años trabajando para el Consejo Espírita Internacional, en el área de la infancia, juventud y la familia, tengo innumerables recuerdos maravillosos, ya sea en relación con el hermoso equipo de trabajo, a las acciones emprendidas, es decir, en relación con la amorosa acogida que henos tenido en los diversos países. Creo que los eventos pioneros nos han marcado profundamente. La realización de los Encuentros de la Familia Espírita en Suiza, Holanda, Reino Unido, etc., los Encuentros de Educadores Europeos que se realizaron en 7 países diferentes y, recientemente, el 1er Encuentro Espírita Sudamericano de la Infancia y Juventud desarrollado en 2019, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, con la participación de niños de jóvenes de diferentes países de América Latina. Sin duda un evento significativo, que nos trajo grandes desafíos en la elaboración, pero con resultados maravillosos.

¿Algo más que quisiera añadir?

Sólo me gustaría dejar para nuestra reflexión una frase de la Madre Teresa de Calcuta: "Lo que hago es una gota en medio de un océano. Pero sin ella, el océano será más pequeño".

Sus palabras finales.

Mis primeras palabras son de total gratitud. A Dios por las oportunidades que  me fueron ofrecidas, a Jesús por su importante presencia en mi vida, a los Amigos Espirituales por el amparo y la confianza depositados en mi trabajo, a mi esposo Humberto, "mi ángel de la guarda", y a mis hijos por comprender y apoyar las innumerables horas de trabajo, a los compañeros de viaje por tantos momentos felices, a la familia Sembradores de Luz, a usted y a la dirección de O Consolador por la amorosa invitación y a todos los lectores. Me gustaría terminar con una frase pronunciada por un pastor evangélico que me impactó profundamente: "Dios nunca dijo que el viaje sería fácil, pero dijo que la llegada valdría la pena". 

 

 
Traducción:
Ricardo Morante
rmorante3@yahoo.com

 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita