Raimunda Gesteira (foto) nació en Salvador (BA) en 1968 y reside hasta estos días en la ciudad costera. Comenzó sus estudios espíritas aun joven, a los 18 años, en el Gremio Espírita Perseverancia y Caridad (GEPEC), y desde entonces no ha parado. Ha trabajado como asistente fraterna, expositora espírita y actualmente estudia las obras de Joanna de Ángelis dictadas al médium Divaldo Pereira Franco.

Profesionalmente, nuestra entrevistada trabajó como educadora de alumnos con TEA (Trastorno del Espectro Autista) y es para hablar sobre este y otros temas que nos concedió la entrevista que sigue a continuación.

¿Cómo conoció el Espiritismo?

Conocí el espiritismo por el clásico dolor... De niña tenía pesadillas, sensaciones de presencia, oía "ruidos" extraños, considerados en la familia como rarezas infantiles cuando los relataba. Presentaba cuadros de "fiebre" sin que los médicos pudieran encontrar la causa. Pasé años, incluso la juventud, con situaciones de naturaleza "médica", pero sin que se abordaran las causas. A la edad de 18 años formé parte de la Juventud Espírita del Centro Espírita Perseverancia, en Salvador, comenzando a conocer las obras de codificación, pero "huía" del compromiso. En la edad adulta comencé a presentar cuadros más intensos de "enfermedades físicas", como mareos, zumbidos, tristeza "inexplicable", recibiendo un sugerido cuadro de laberintitis, sin exámenes que lo comprueben, pero medicada como si así fuera. Sin embargo, permanecía con mucho malestar. En esas "investigaciones" encontré una cardióloga simpatizante de la Doctrina Espírita que me preguntó: "¿Por qué no buscar una Atención Fraterna en una Casa Espírita?", asegurándome que sería un intento válido. Ella sabía de mi resistencia, inclusive a tratamientos alternativas... Entonces busqué la casa espírita más cercana a mi residencia, donde me encaminaron a la "ayuda espiritual" después de los relatos que hice. Durante el tratamiento comencé a interesarme en los contenidos doctrinarios y las indicaciones literarias traídas por los expositores, siendo el libro ¿Qué es el Espiritismo? mi primera inserción en este conocimiento. Descubrí durante el tratamiento que las enfermedades invisibles eran mediumnidad que necesitaba ser educada.

Usted trabajó por más de 10 años en la Atención Fraterna de una casa espírita. ¿Cuáles son las experiencias recogidas de esta actividad?

El trabajo en Atención Fraterna fue una "división de aguas" en mi vida. En este trabajo pude ponerme en contacto con las historias de vida más diversas de las numerosas personas con las que tuve contacto. Relatos significativos, en los que en muchos casos pude percibir cómo nos educan las relaciones humanas y las experiencias de intercambio. Percibí que la queja es un elemento destructivo y frente al dolor del otro nos educamos, porque nos solidarizamos y nos damos cuenta de que el dolor es universal, que no somos elegidos para sufrir. Me fortalecí mucho en esta experiencia. La profesora María José Vieira, que en su momento me llevó a esta tarea, me dijo: "Tendrás la oportunidad de entender mucha de la vida y de nuestros procesos en esta tarea" y realmente así sucedió.

Como expositora ha hablado en muchas casas espíritas. ¿Qué es lo positivo que ha notado en el movimiento espirita bahiano?

La tarea de expositora también me permite a diario aprender mucho con los demás. Me da la oportunidad de estudiar y establecer nuevas relaciones y conocimientos. Veo de positivo en el movimiento espírita de Bahía una mayor ligereza. Hace unos años, la "rigidez" de las costumbres nos preocupaba mucho más el rigor doctrinario que estar cerca de quien nos escucha. Tocar el corazón es la propuesta que siempre presento en las exposiciones que hago. De qué vale utilizar el término "Prolegómenos” y no hablar a los demás del hombre solidario que fue Kardec, de la generosidad para presentarnos el estudio de las obras que nos ayudan a comprender al gran educador de sentimientos, también llamado El Evangelio.  También veo la preocupación en el movimiento de albergar casas más pequeñas, que ocupen espacios geográficos de menor proporción insertándolos en los eventos, invitándolos a participar en los debates en la federación de nuestro estado es la FEEB (Federación Espírita del Estado de Bahía) y escuchándolas más.

¿Cuáles son las contribuciones más importantes de la obra de Joanna de Ángelis al movimiento espírita?

La contribución de Joanna es única. Este espíritu nos brinda, a través de la psicografía de Divaldo Franco, la oportunidad de estudiar la psicología de una manera inagotable. Son contribuciones al auto entendimiento y en nuestros procesos de reforma como ser en creciente evolución. La serie psicológica es de una riqueza formidable. Acostumbro a enviar textos de Joanna a amigos psicólogos, que no son espíritas, y muchos las aprovechan como una herramienta de trabajo en las atenciones que hacen. Es la doctrina que contribuye a la ciencia, esa es Joanna. Destaco "Jesús y el Evangelio a la Luz de la Psicología Profunda", una obra fenomenal que nos permite sumergirnos en la esencia de los debates del Evangelio, obra terapéutica por excelencia.

Profesionalmente trabaja como educadora de estudiantes con TEA (Trastorno del Espectro Autista). En esta actividad, ¿le ha ayudado el conocimiento espirita?

Sí, sin duda. El conocimiento espírita me permite en la actividad profesional que ejerzo una fantástica comprensión del mundo. Entender que el TEA (Trastorno del Espectro Autista) es una expiación, que convivir con este desafío diario, en el que la complejidad de los cuadros que surgen diariamente desafía la medicina y la comprensión, es un desafío. Existen numerosos estudios sobre el autismo y sus implicaciones, por lo que la herramienta intelectual que necesito conocer y renovar diariamente es muy importante, pero, además, tener contacto con el conocimiento espírita es enriquecedor porque me permite entender la complejidad del mundo visible e invisible y las consecuencias que caracterizan el proceso del TEA.

Cuéntenos sobre el Proyecto Manoel Philomeno de Miranda.

El Proyecto Manoel Philomeno de Miranda comenzó en mayo de 1990, para brindar apoyo y capacitación a los integrantes del área mediúmnica de los Centros Espíritas a través de seminarios, cursos y conferencias. El equipo actual está compuesto por José Ferraz, Nilo Calazans y João Neves, todos miembros del Centro Espírita Caminho da Redenção, de Salvador (BA). Sus actividades incluyen discusiones sobre reuniones mediúmnicas, vivencia mediúmnica, terapias de pases, calidad en la práctica mediúmnica, desobsesión y atención fraterna. El proyecto está explicado en obras literarias. Ellas son: Terapia por Pases, Aprendiendo con los Espíritus, Estudiando el Libro de Los Médiums, Calidad de la Práctica Mediúmnica, todas publicadas por la Librería Espirita Alvorada Editora, Salvador (BA). Tuve la oportunidad de adquirir una mejor cualificación como asistente fraterna cuando tomé los cursos de formación con estos compañeros.

¿Cómo ingresó en el Proyecto y qué ha aprendido?

Conocí el Proyecto Philomeno de Miranda cuando comencé las tareas como Asistente Fraterna. Sentí la necesidad de conocer presencialmente el trabajo de los compañeros que coordinan el proyecto y tomé un curso con ellos en la FEEB (Federación Espírita del Estado de Bahía). En esa época tuve la oportunidad de escucharlos, incluso debatiendo también  las obras de Joanna de Angelis, como "Conciencia y Mediumnidad" , "Calidad de la Práctica Mediúmnica", "Terapia por el Pase".  Aprendí mucho con el Proyecto y estoy agradecida.

¿Qué libros recomienda a aquellos que están empezando en el Espiritismo?

Tenemos una infinidad de obras que contribuyen a nuestra formación. Recomiendo:

¿Qué es el Espiritismo?; El Evangelio según el Espiritismo; Los Dolores del Alma, dictados por el Espíritu Hammed al méedium Francisco do Espíritu Santo; Triunfo Personal, dictado por el espíritu Joanna de Ángelis al médium Divaldo Franco; Autismo, Una Visión Espiritual , de Hermínio C. Miranda.

Sus palabras finales.

Agradezco al querido entrevistador por esta invitación que me honra mucho. También agradezco por la confianza que me permite compartir con el público fiel de lectores de esta Revista sobre un poco de lo mucho que necesito aprender con esta Doctrina que nos libera. Deseo a todos en este momento de Regeneración Planetaria, donde tantos desafíos nos llaman a la reflexión, que siempre nos unamos en el bien y para el bien.