Entrevista

por Orson Peter Carrara

Nuevos casos de Jerônimo Mendonça, el Gigante Acostado

Graduado en Física, con Doctorado en Educación, profesor y supervisor escolar, Nicola José Frattari Neto (foto) es espírita desde 1986, cuando todavía era un adolescente. Vinculado al Centro Espírita Seareiros de Jesús y Alianza Municipal Espírita de Ituiutaba (MG), ciudad donde nació y también reside, actúa como trabajador en ambas instituciones. En la adolescencia convivió durante años con Jerónimo Mendonça, acompañando las atenciones del notable espírita, lo que dio lugar a un nuevo libro sobre ese inolvidable personaje de la historia del Espiritismo en Brasil.    

¿Cuándo y cómo se convirtió en espírita?

Conocí la doctrina espírita cuando comencé a buscar un camino diferente para mi existencia. En mi adolescencia, comencé a percibir la presencia de espíritus sin saber lo que estaba pasando. No tenía religión y eso lo hacía muy difícil. Hasta que, orientado por amigos, conocí espíritas que me explicaron lo que ocurría. La paz y el equilibrio que encontré me dirigieron al Espiritismo, que comencé a estudiar cada vez más. Ese momento duró entre los 13 y los 15 años de edad.

¿Y cómo conociste a Jerome Mendonça?

Fue justo en este momento cuando conocí la Doctrina Espírita. Una amiga me invitó a conocerlo en su casa. Fuimos allí para conversar y no me imaginé que allí empezaría un momento maravilloso en mi existencia. Creo que reencontré a Jerônimo y a todos los amigos del grupo, abriendo así un nuevo ciclo existencial. Conversé con él sobre los fenómenos que me estaban ocurriendo y que me estaban llevando al inicio de una obsesión. Él me esclareció acerca de la mediumnidad, dijo que primero debería estudiar la Doctrina Espírita y trabajar mucho en las obras de asistencia, de lo contrario sería como el "conductor de tránsito analfabeto", que no conoce las leyes de tránsito y sólo ocasionaría accidentes. Empecé a asistir al Centro Espírita Seareiros de Jesús (fundado por él) y a asistir a su residencia todas las tardes, durante unos tres años, hasta su desencarnación ocurrida en 1989.

¿Qué tipo de experiencia podrías recoger de esta convivencia?

¡Todas las buenas experiencias posibles! Convivir con Jerônimo fue una lección tras otra, porque aprendíamos con él sobre los temas más diversos explicados a la luz del Espiritismo. Nos animaba a pensar y razonar con sentido común espírita sobre todos los aspectos y cuestiones. Por no hablar de lo más fuerte, que eran sus ejemplos de fe y superación. Esa sí era la práctica espírita en la conducta del ser humano. Estar cerca a Jerônimo era sinónimo de aprendizaje todo el tiempo.

¿Qué más le llamaba la atención en Jerome?

Su capacidad de superación, no para creer en el cansancio, en la tristeza, en el propio dolor. Tenía objetivos de trabajo muy claros y los seguía a la letra. Incluso en esa cama, pasando por el dolor todo el tiempo, no dejaba de sonreír, cantar, consolar a las personas y trabajar en favor de todos. Esa capacidad, esa fe y coraje nunca la he visto en otro ser humano, tan cerca como la vi en él.

¿Y qué era lo más significativo en la personalidad de este gran nombre?

¡La alegría! ¡El buen humor! En su entorno un aura contagiosa de paz y armonía, un equilibrio que nos impulsó a caminar con Jesús y sólo pensar en el bien. Fue increíble lo contagioso que era. Él jugaba todo el tiempo, contaba anécdotas inteligentes que nos hacían razonar sobre los hechos de la Doctrina Espírita e incluso recitaba poesías, sonetos y trovas todo el tiempo. Era algo impresionante.

Y ahora, mirando al pasado, ¿qué sensación siente interiormente?

Las tardes que pasé con Jerônimo, entre tantos otros amigos, fueron las mejores tardes de mi existencia. Cuando miro ese momento sólo me doy cuenta de lo mucho que necesitamos trabajar y transformar nuestros sentimientos en vivencias positivas que resulten en el bien y en el aprendizaje dentro de las leyes del amor. Al recordarlo nuestros compromisos dentro del Espiritismo se intensifican.

¿Y cómo surgió la idea del libro?

Vino de esos recuerdos tan queridos. Empecé hace unos años a escribir las conversaciones que tuvimos con nuestro amigo Jerónimo, sólo para que no se perdieran en el tiempo. Escribí unas cuantas páginas, pocas. Luego, en enero de 2019 conocí al Sr. Aparecido Belvedere y a Rose, de Clarim (Matão, SP). En la conversación el Sr. Aparecido nos contó que Jerónimo había dado una conferencia allí y que él también lo había visitado en Ituiutaba. Me preguntó si yo tenía historias y casos de Jerónimo y recordé mis notas. Fue así es como nos invitó a publicar estos recuerdos y enseñanzas. Allí comenzó el proyecto del libro.

¿Son inéditos esos casos? ¿Y qué criterio usó para escribir el libro?

Empecé a recordar varias historias ocurridas con Jerónimo, casos presenciales, recuerdos, muchas conversaciones con sus hermanas, amigos más íntimos y todo eso se fue transformando en los "casos" que relatamos. Recogí testimonios de veinte amigos que también convivieron con él en diferentes momentos. Así surgió el libro "Nuevos Casos de Jerônimo Mendonça ". Son 83 casos inéditos. Uno u otro pudo estar vinculado a alguna conferencia, a veces, pero la mayoría son inéditos. También está ilustrado con 42 fotos, en su mayoría inéditas. O Clarim dio el toque especial, Cassio hizo un trabajo muy rico para esta edición, y el libro, además del contenido, es una obra de arte muy bien hecha.

¿Cuál es la escena más impactante que queda en su memoria?

Son muchas, pero confieso que ver a Jerônimo en los días en que el dolor era más fuerte me dejaban muy triste. En esos días él se quedaba solo, sólo sus hermanas lo cuidaban. Llegamos para pasar la tarde con él, pero cuando la puerta estaba cerrada o la luz apagada, regresábamos inmediatamente, porque sabíamos que él no estaba bien. Y mira que, con su fibra y su garra, para que él se quede así, tranquilo, es porque el momento era grave. Eso me marcó mucho. Pero luego, al día siguiente, volvíamos y nos recibía con una gran sonrisa, alegre, feliz, contando casos maravillosos, llamando a las personas y haciendo campaña de alimentos, y todo volvía a florecer a su alrededor.

¿Qué más le gustaría añadir?

El libro "Nuevos Casos de Jerônimo Mendonça" fue construido con mucho cariño, muchas manos amigas trabajaron en él y ha tenido buena repercusión. Hablar de Jerônimo y divulgar su vida, sus ejemplos y sus obras, va mucho más allá de los homenajes que pasan pronto. Divulgarlo es decirles a todos que es posible superar por igual nuestras pruebas y expiaciones. Cuando leemos sus casos e historias llegamos a la conclusión de que también poseemos esa fuerza necesaria para la victoria sobre los momentos de dolor y sufrimiento que atravesamos. Es el mismo evangelio de Jesús practicado. Ya van cinco años que divulgamos a nuestro amigo Jerônimo en conferencias por varias ciudades brasileñas y difundimos sus mensajes y poesías que ha enviado a través de la psicografía a lo largo de más de veinte años de trabajo. Fue y sigue siendo un gran amigo y alentador de todos aquellos que están dispuestos a trabajar con Jesús.

Sus palabras finales.

Agradezco a Dios y a Jesús por la oportunidad de divulgar este ejemplo de fe y coraje que es Jerônimo. Gracias a ti, mi querido Orson, y a tantos que también están trabajando en la divulgación doctrinaria. Y que tomemos el mismo coraje de Jerónimo, es decir, su plena confianza en las leyes del Creador, y asumamos nuestras existencias con todo el potencial que poseemos, para vencer las dificultades todos los días y dejar algunas semillas plantadas también. Un gran abrazo a todos y a todas.

 
Traducción:
Ricardo Morante
rmorante3@yahoo.com

 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita