Especial

por Ricardo Baesso de Oliveira

Cirugía de cambio de sexo: ¿qué piensan los espíritas?

La cirugía de cambio de sexo, llamada correctamente de redesignación sexual, fue aprobada, en Brasil, por el Consejo Federal de Medicina, el año de 2002, para individuos mayores de 21 años, con diagnóstico médico de transexualidad por lo menos 2 años, después de una evaluación de equipo multidisciplinario constituida por psiquiatra, cirujano, endocrinólogo, psicólogo y asistente social. El transexual es el individuo que tiene el sexo biológico con que nació, pero tiene la identidad sexual del sexo opuesto: un hombre que se mira en el espejo y se ve y se siente mujer, y una mujer que se mira en el espejo y se ve y se siente hombre. La transexualidad es una definición basada en la identidad sexual y no en la orientación sexual, y, así, se diferencia de la homosexualidad, que es una condición relacionada únicamente al deseo. El homosexual siente atracción sexual y afectiva por personas del mismo sexo, pero él no se ve y no se siente como siendo del sexo opuesto.

Ni todas las personas transexuales sienten necesidad de realizar la cirugía. Algunas se sienten bien con el cuerpo y se aceptan sin rechazo a su aspecto u órgano genital. A aquellas que desean una intervención cirúrgica, el Sistema único de salud dispone algunos procedimientos como retirada de senos, retirada cirugía del útero (para librarse de las menstruaciones) y la transgenitalización (cirugía de modificación de los genitales – retirada de testículos y construcción de vagina o retirada de ovários y construcción de un pene). El tratamiento hormonal está accesible en los ambulatorios especializados en grandes centros.

Una de las discusiones en torno a esa temática es sobre la taxa de individuos que se arrepienten de haber hecho la cirugía. La taxa es baja. Alexandre Saadeh, psiquiatra coordinador del ambulatório que cuida de personas trans en el Hospital de las Clínicas de Medicina de la USP, afirma que como la selección y preparación antes de la operación son importantes, es muy raro encontrar un caso de arrepentimiento pos-quirúrgico.¡

Entre los espíritas no hay consenso en cuanto a la validez y aplicación de esas cirugías. Analicemos algunas posturas.

Postura contraria

Se manifestaron contrariamente a la redesignación sexual dos importantes médiums de nuestro movimiento espírita: Chico Xavier y Divaldo Franco. Entrevistado por el periódico Hoja Espírita en octubre de 1996, Chico comentó acerca de una comunicación recibida por él de una persona que desencarnó en París y se sometió a ese tipo de cirugía, intercambió el nombre, pero, al llegar al espacio, sus familiares le dijeron que mientras fuera el tiempo en que debía durar su permanencia en la Tierra, él tendría que usar el nombre de hombre con el cual se caracterizaba en este mundo. Comentó ser posible, en casos de personas portadoras de dificultades morfológicas muy grandes, que se utilice la cirugía plástica para regenerarse, sin embargo, en lo que se relaciona a la cirugía de cambio de sexo, comentó:

Ahora, simplemente por una cuestión psicológica, por ejemplo, para el hombre que nace con tendencias femeninas o para la mujer que manifiesta, desde pronto, tendencias masculinas, yo creo que, sólo por eso, no se debe hacer esa cirugía. Vamos a esperar que el médico ayude el cliente a pensar mucho, porque si el médico encuentra un cuerpomorfologicamente perfecto, con las características masculinas o femeninas, creo que sería contrariar demasiado la ley de causa y efecto y la necesidad de segregación de aquel espíritu en la cabina del cuerpo, porque la operación sería sólo una cuestión de caza-placer ¡¡

El principal argumento presentado por Chico es que tal cirugía viene de encuentro a la necesidad del espíritu de vivir una experiencia en un cuerpo que no se identifica con su psicología. Tal procedimiento vendría a contrariar la ley de causa y efecto.

Divaldo Franco escribió:

[...] violencia que el individuo impone a sí mismo le traerá graves daños en la actualidad y en futuras reencarnaciones. Como el psiquismo es el elemento más importante en la relación espíritu-materia, el acto de detestar el propio cuerpo quedará impregnado en la organización psíquica y repercutirá en la encarnación siguiente. Además de eso, las modificaciones anatomofisiológicas promovidas por la cirugía de cambio de sexo implican crear la reminiscencia de un cuerpo que el individuo ya poseyó y en cuya experiencia posiblemente fracasó, necesitando ahora permanecer en una condición fisiopsicológica opuesta a aquella que le trajo compromisos espirituales severos. Eso nos permite concluir que la tentativa de modificación del sexo es una propuesta desaconsejable, no obstante el derecho que cada cuál posee de actuar conforme le parezca mejor. Cuando una cirugía o intervención radical en el cuerpo es hecha debido a una necesidad inevitable, para la preservación de la salud, las alteraciones anatomofisiológicas de ella provenientes no afectan el períespiritu que crea matrices cuando hay ocurrencias de tal porte. Permanece como órgano modelador en condiciones saludables para futuras experiencias reencarnatorias. Pero, en los casos de la transexualidad, cuando hay amputaciones o reconstrucciones de órganos, en el ocurre inevitablemente una grave lesión,que es el resultado de la contribución del psiquismo del paciente que desea cambiar las leyes de la Naturaleza para ejercer el sexo a cualquier precio, con el objetivo de experimentar sensaciones que la vida le negó, estando inmerso en un proceso de reeducación evolutiva.¡¡¡ 

En el texto, Divaldo ratifica la argumentación de Chico de la necesidad de la entidad reencarnada en la condición trans de vivir aquella experiencia, sin “regatear las leyes de la naturaleza”, comentando que la cirugía de cambio de sexo podría acompañarse de consecuencias actuales y futuras, presentando la idea de una posible lesión periespiritual.

Los que se manifiestan contrariamente a la cirugía de redesignación sexual se reportan también al pensamiento de Joanna de Ângelis, presentado en el libro Días gloriosos, cap. 14, cuando, examinando las posibles influencias de la mente materna y de la ingeniería genética en el sexo del bebé, coloca que en la vana tentativa de cambiarse el sexo, en la formación embrionária o en otro periodo cualquiera de la existencia física, se desafía la ley de armonía vigente en la Creación, lo que provocará disturbios sin nombre en la personalidad y en la vida mental de quien le sufre la intromisión.

Philomeno de Miranda, por su parte, aunque no trate específicamente de la cirugía, examinando la transexualidad, afirma, en el libro Locura y Obsesión, cap. 6, que no hay para esas marcas del alma otro tratamiento que no sea la superación del problema mediante la abstinencia, canalizándose las fuerzas sexuales para otras labores.

Postura favorable

Posiciones favorables existen entre otros estudiosos espíritas. Jaider Rodrigues de Paulo, psiquiatra y fundador de la Asociación Médico-Espírita de Minas Gerais, comenta que, a lo largo de su práctica profesional, testificó incontables casos de pacientes transexuales que rechazaban sus formas físicas porque eran diferentes de sus sentimientos, de su identidad psíquica. Eso causaba inmensos conflictos e inhibiciones. Una de ellas, recuerda el Dr. Jaider, llegó a mutilar el pene, diciendo que aquello no le pertenecía, siendo socorrida en urgencias en estado grave. Otro paciente llegaba a ver un pene en el lugar de vagina, negando su forma femenina, porque no se sentía mujer. Comenta, aún, sobre una paciente que desde niño se sentía mujer en un cuerpo de hombre. Me gustaban elementos femeninos y cuando adulta toda su expresión era de mujer. Estaba haciendo rifas, recolectando donativos para hacer cirugía de transgenitalización en Francia. Tenía un pretendiente, pero sólo iba a enamorarse tras la cirugía. Escribió el Dr. Jaider:

¿Será justo ignorar el dolor humano y dejar a esas personas en ese sufrimiento? Pedagógicamente, lo que es más sensato y productivo: un ser reprimido, excluido, deprimido y forzado, o más sintonizado con la existencia y productivo para sí y para la sociedad? Dejemos a las personas transgéneras decidan sus caminos, aceptándolas en sus maneras de ser y sentir, valorando el espíritu inmortal que todos somos, hijos de Dios.¡v 

El actual presidente de la citada institución, Andrei Moreira, viene estudiando atentamente temas relacionados a la sexualidad y presentó sus ideas en dos obras: Homosexualidad bajo la óptica del espíritu inmortal y Transexualidades bajo la ótica del espíritu inmortal. Andrei comenta que las personastransexuales viven, en grados variables, el malestar de género, o sea, el sufrimiento psíquico decurrente de la distonia entre su psicología y su cuerpo. Ese sufrimiento es variable de individuo para individuo, pero algunos lo viven tan intensamente que llegan a mutilar el propio genital, pues sienten sus órganos sexuales como aparato sexual errado. Muchos trans ni siquiera miran para los genitales directamente, o en el espejo. Muchos se tocan sólo para realizar las funciones higiénicas, pero sólo con una toalla. Para estos, el autor entiende que la cirugía de cambio de sexo es sentida como algo esencial para estar en paz consigo mismos. Escribió:

Si las experiencias de la encarnación poseen carácter educativo, ¿cuál es el sentido de querer obligar a una persona a vivir de una determinada forma que provoca aún más sufrimiento y dolor, culminando muchas veces en el suicidio? Además de eso, ¿qué impide a una persona que se acepta como transexual, o aunque haya pasado por la terapia hormonal y cirugía, de, a lo largo de la vida, reflexionar sobre su propia condición y “reajustar los propios sentimientos? Las conquistas reales giran en torno a la mente/espíritu, pero muchas veces insistimos en construir patrones y normas sostenidas por las bases de la materia [...] Aún aquellos que sienten voluntad y consiguen pasar por la redesignación sexual experimentan, a lo largo de la vida, reflexiones sobre los porqués y paraqués de esa experiencia.v   

Examinando la cuestión de la posible afectación del periespíritu, Andrei comenta que el mismo es reflejo del cuerpo mental, sede de la mente, de onda proveniente el pensamiento como manifestación de la voluntad del Espíritu. De esa forma, el cuerpo astral refleja aquello que va en la mente del Espíritu. Así se puede deducir que las personas transexuales poseen en la mente una imagen de sí mismos en sintonía con su psiquismo:

Al salir del cuerpo, por lo tanto, los transexuales probablemente poseen el cuerpo astral en sintonía con su imagen mental, o sea, con la expresión sexual opuesta a su cuerpo biológico. Si eso es verdadero, entonces la transgenitalización no sería nada mutiladora del cuerpo astral, por estar en sintonía con la imagen mental y también por no haber intención de herirse o autoagredirse voluntariamente y, sí, de armonizar biología y psiquismo.       

El argumento según el cual la cirugía de cambio de sexo estaría impidiendo el espíritu de pasar por las pruebas que necesita pasar viene siendo combatido por algunos estudiosos, que consideran ese argumento como fatalista y peligroso, pues puede asociarse a una actitud conformista, estimulando la cultura del sufrimiento. Esos estudiosos se reportan a dos mensajes mediúmnicos incluidos por Kardec en el cap. 5 de El Evangelio según el Espiritismo. El primer mensaje, firmada por “un ángel de la guarda”, consta del ítem 26:

Preguntáis si es lícito al hombre debilitar sus propias pruebas. Esa cuestión equivale a esta otra: ¿Es lícito, a aquel que se ahoga, cuidar de salvarse? ¿A aquel en quien un espino entró, retirarlo? ¿Al que está enfermo, llamar al médico? Las pruebas tienen por fin ejercitar la inteligencia, tanto en cuanto la paciencia y la resignación. Puede darse que un hombre nazca en posición penosa y difícil, precisamente para verse gracias a buscar medios de vencer las dificultades. El mérito consisteen sufrir, sin murmurar, las consecuencias de los males que no le sea posible evitar, en perseverar en la lucha, en no desesperarse, si no es bien-exitoso; nunca, sin embargo, en una negligencia que sería más pereza que virtud.

El segundo mensaje, encontrado en el ítem 27, es firmado por Bernardino, Espíritu protector y busca responder a la siguiente indagación: ¿Se deberá poner término a las pruebas del prójimo? El Espíritu así se manifiesta:

¿Debe alguien poner término a las pruebas de su prójimo cuando lo pueda, o debe, para respetar los designios de Dios, dejar que sigan su curso? Ya os hemos dicho y repetido muchísimas veces que estáis en esa Tierra de expiación para concluir vuestras pruebas y que todo lo que os sucede es consecuencia de vuestras existencias anteriores, son los intereses de la deuda que tenéis que pagar. Ese pensamiento, sin embargo, provoca en ciertas personas reflexiones que deben ser combatidas, debido a los funestos efectos que podrían determinar. Piensan algunos que, estando en la Tierra para expiar,cabe que las pruebas sigan su curso. Otros hay, aún, que van hasta el punto de juzgar que, no sólo nada deben hacer para atenuarlas, sino que, al contrario, deben contribuir para que ellas sean más provechosas, haciéndolas más vivas. Gran error. Es cierto que vuestras pruebas tienen que seguir el curso que les trazó Dios; se dirá, sin embargo, ¿conocéis ese curso? ¿Sabéis hasta donde tienen ellas que ir y si vuestro Padre misericordioso no habrá dicho al sufrimiento de tal o tal de vuestros hermanos: “¿No irás más lejos? ” Sabéis si la Providencia no os escogió, no como instrumento de suplício para agravar los sufrimientos del culpable, sino como el bálsamo del consuelo para hacer cicatrizar las llagas que su justicia hubo abierto? No digais, pues, cuando veáis alcanzado a uno de vuestros hermanos: “Es la Justicia de Dios, importa que siga su curso.” Decid antes: “Veamos que medios el Padre misericordioso me puso al alcance para suavizar el sufrimiento de mi hermano. Veamos si mi consuelo moral, mí amparo material o mis consejos podrán ayudarlo a vencer esa prueba con más energía, paciencia y resignación. Veamos mismo si Dios no me puso en las manos los medios de hacer que cese ese sufrimiento; si no me dio a mí, también como prueba, como expiación tal vez, detener el mal y  sustituirlo por la paz.”

Los que se posicionan favorables a la cirugía entienden que ella no disuelve la prueba, que continúa existiendo en la experiencia conflictiva del individuo incluido en familias y contextos sociales muchas veces preconceptuosos y excluyentes. La cirugía, según ellos, estaría aliviando el sufrimiento psíquico derivado de la distonia entre la identidad de género y el sexo biológico, previniendo, muchas veces, males mayores, como la dependencia química, la prostitución, la delincuencia, la locura y el suicidio. La taxa de evasión escolar entre trans en Brasil es del orden del 82% (muchas veces motivado por el intenso bullying que sufren), lo que contribuye para la baja escolaridad, desempleo o subempreo (el mercado de trabajo cierra las puertas para las personas trans), lo que predispone a la prostitución. Según datos de la Antra – Asociación Nacional de Travestis y Transexuais, el 90% de los travestis y transexuales se prostituyen (la mayoría de ellosdespués de serles denegadas oportunidades de trabajo). Las investigaciones demuestran que el 41% de los jóvenes transexuales que no tienen el soporte y aceptación de la familia intentan el suicidio hasta los 20 años de edad. La comunidad trans/homo presenta riesgo de autoextermínio ocho veces mayor que la comunidad hetero en general.v¡¡

Conclusión

Temas nuevos proponen reflexiones nuevas. El Espiritismo presenta un cuerpo de ideas definido por Allan Kardec y desarrollado por las obras subsidiarias, que nos auxilian a reflejar de forma más amplia, pues se fundamenta en los principios de la existencia, supervivencia y pre-existencia del alma, sin embargo no posee respuestas listas para todas las cuestiones de la individualidad humana. Necesario es que abramos más espacios para que cuestiones como esa y muchas otras sean discutidas. Si, sin cuestionar, sin evaluar y comprender nos obstinamos en dar respuestas a partir únicamente de conceptos antiguos, eso es prejuicio. Si, por otro lado, sin pensar, nos abrimos para lo nuevo y nos rendimos a el sin buscar mayor madurez, podemos resvalar para la liviandad.

Como observamos en los pensamientos relacionados anteriormente, la cuestión envolviendo la cirugía de cambio de sexo motiva posicionamientos antagónicos y es natural que sea así. Las diferencias que existen entre nosotros promueven la filosofía del diálogo, que es saludable, cuando se alía al espíritu de fraternidad.

Instado a posicionarse en cuanto al tema, Emmanuel dice que las cirugías médicas para el cambio de sexo se encuadran en los principios del libre-albedrío con las respectivas derivaciones en la ley de causa y efecto.viii  Se percibe que el Benefactor delega a la criatura la decisión final y de forma equivalente la responsabilidad delante de ella. Será siempre así: libre-albedrío y responsabilidad caminan juntos. Sea cuál sea nuestra opinión personal, nos cabe respetar la decisión tomada por los protagonistas, cuidando para no caer en el terreno del apoyo entusiasta o de la crítica contundente – porque la responsabilidad final será siempre de quién decide.


 


[i] Transexualidades sob a ótica do espírito imortal, Andrei Moreira, cap. 5

[ii] Lições de sabedoria, cap. 36
[iii] Sexo e consciência, cap. 7, organizado por Luiz Fernando Lopes
[iv] Transexualidades sob a ótica do espírito imortal, Andrei Moreira, prefácio.
[v] Transexualidades sob a ótica do espíritoimortal, Andrei Moreira, cap.4
[vi] Transexualidades sob a ótica do espíritoimortal, Andrei Moreira, cap. 5
[vii] Transexualidades sob a ótica do espírito imortal, Andrei Moreira, cap.2
[viii] Lições de sabedoria, cap. 36.


Traducción:
Isabel Porras
isabelporras1@gmail.com

 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita