Entrevista
por Orson Peter Carrara 

Año 11 – Nº 526 – 23 de Julio de 2017

Giseti M. Teodoro: “No entré en el Espiritismo por dolor”

Espírita desde 1999, natural de Sousa (PB) y actualmente residente en Matão (SP), Giseti Marquez Teodoro (foto), bachiller en Administración de Empresas por la UFRN, escritora y trabajadora en el área de Marketing y Publicidad en la Casa Editora O Clarim, nos relata su experiencia con los libros y las conferencias.

¿Cómo y cuándo se volvió espírita?

Mi formación religiosa fue católica, toda mi educación formal fue en un colegio de frailes, pero desde temprano tenía preguntas que el catolicismo nunca me respondió. Como siempre me gustó leer, por intermedio de una amiga conocí la literatura espírita y al leer ya no me detuve, me vinculé en seguida con una institución espírita donde pude estudiar todas las obras básicas y las continúo estudiando hasta el día de hoy por la riqueza del contenido de esa triada maravillosa: ciencia, filosofía y religión.

Háblenos sobre sus obras. ¿Cuántas y cuáles son?

Tengo cinco obras publicadas, cuatro de ellas por la Casa Editorial O Clarim que son: Sofía, la reina del pueblo; El Viaje, una búsqueda de la verdad; El escritor, una historia de amor y La Paranormal, y una por la Editorial Boa Nova:  Cuando el Amor Triunfa. Todas son novelas. Algunas de época y otras de la actualidad. Escritas en tercera persona, en un lenguaje sencillo y, a pesar de ser novelas espíritas, no son psicografiadas y traen de una manera accesible algunos conocimientos espíritas, para que todos, independientemente de la religión, puedan entender y disfrutar de las historias que pueden (y espero) ayudar de alguna manera a los lectores.

¿De qué trata la novela El Viaje?

Es una novela de época. La historia ocurre en el siglo XIX entre Inglaterra y Rusia. Después de la muerte misteriosa de su hermano, que formaba parte de una organización secreta, llamada las Aguilas, Anne decide viajar a Rusia creyendo que podría encontrar respuesta, pero allá encuentra mucho más que eso… La novela trae informaciones sobre sectas, rituales, mediumnidad y muchos otros temas que despertarán la curiosidad en algunos lectores. Muy buena historia, con seguridad.

¿De dónde le viene el gusto por escribir?

Desde muy joven, porque me gustaba mucho leer, quise pasar al papel la fértil imaginación que tenía. Entonces, aún adolescente, participaba en grupos de artes, danzas, piezas teatrales, y eso me motivó a escribir a los 16 años las primeras líneas de una historia que nunca concluí… Sin embargo, fue recién después que conocí el Espiritismo que ese gusto se volvió más fuerte y, aumentado por el conocimiento espírita que vendría a enriquecer las obras, empecé y no paré nunca, ni lo pretendo.

¿Y la experiencia de las conferencias?

Fue algo un poco natural también, tal vez por la necesidad de presentar los libros. Comencé como dirigente del grupo de estudios dentro de la casa espírita que frecuentaba. Y después de una invitación, fueron surgiendo otras y así estoy haciéndolo hasta hoy.

De sus recuerdos del conocimiento espírita, ¿qué le marcó más?

Son muchos los buenos recuerdos, gracias a Dios. No entre en el Espiritismo por el dolor (como dicen) entre por la necesidad de conocimiento, entonces el descubrimiento de cada pregunta que tenía con el transcurrir del estudio iluminaba mi alma, y después de estudiar las obras básicas, conocí las obras de André Luiz y la presencia siempre dulce, hermosa y  humilde de  Chico fue para mí un gran referente, así también como la de Cairbar Schutel, Espíritu de gran influencia en mi vida y que tengo la inmensa felicidad y honor de llamar amigo. Sin embargo, cuando “regresé” a escribir, un sueño me marcó profundamente… Soñé con Chico, me hablaba de la responsabilidad que cada autor tiene en sus manos para llevar al público una obra, sea ésta cual fuera… Y hasta hoy intento, a pesar de mi limitación evolutiva, hacer valer cada palabra que escuché de él.

¿Algo más que le gustaría decir a los lectores?

Con el estudio del Espiritismo aprendí a conocerme más a mí mismo, y mi papel en el mundo. Es a través de la lectura, que para mí constituye una herramienta indispensable para quien quiere crecer sea en cualquier campo, que busco siempre el conocimiento. Y fue a través del Espiritismo que aprendí que no existe religión mejor o más correcta: existen personas que hacen la diferencia  donde están, que no existe nadie mayor o mejor que otros, existen personas conscientes y que la usan en beneficio de sí y del prójimo, siendo diferentes y referentes para los demás… Que existe el amor y que basta plantarlo y regarlo todos los días dentro de nosotros, a través de nuestra mejora y no tratar de modificar a los demás.

Sus palabras finales. 

Soy una optimista incorregible, entonces mis palabras finales son de esperanza. Nunca desistan, alimenten los sueños, la fe dentro de cada uno. Nuestro modelo y guía Jesús nos informó que somos dioses y cada uno es responsable de sí mismo. Acepten y respeten a cada uno como es; esto constituye una manera lúcida y equilibrada de vivir. No permitan que cualquier idea forme parte de usted sin que haya pasado por el tamiz de la razón, y sepa que muchos piensan diferente a usted, pero no por eso están equivocados. ¡Mucha paz y luz para todos! Que nuestro Padre creador bendiga a cada uno de sus hijos. 
 

Traducción:
Ricardo Morante - rmorante3@yahoo.com

 

 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita