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Año 10 - N° 495 - 11 de Diciembre de 2016
EURÍPEDES KÜHL 
euripedes.kuhl@terra.com.br
Ribeirão Preto, SP (Brasil)
Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org
 
 

Eurípedes Kühl

Kardec: Defensor del Espiritismo 

Parte 1


Mi objetivo no es remover el pasado infeliz, pero, sí, poner a descubierto para los espíritas de hoy como Kardec nos es modelo-defensor, toda vez que el Espiritismo sea blanco de alevosias, que infelizmente aún ocurren a menudo. (1)

Será útil a los espíritas ser conocido el pulido amor que él dedicó a la Doctrina de los Espíritus y las luchas que tuvo que porfiar en su defensa. Su ejemplo no puede de manera alguna dejar de ser seguido, siempre que idénticas ocasiones se presenten.

Ese es un deber e incluso un compromisso que los espíritas no deberemos jamás rechazar u omitir...

La fecha de nacimiento del Espiritismo es la misma de la de Allan Kardec: 18 de Abril de 1857. Certificado de ambos inexiste, en términos cartorários.

En efecto, nadie jamás encontrará en los registros cíviles de Francia el nombre de Allan Kardec, sin embargo ese personaje francés es bien conocido por la Historia mundial...

Se explica: el 3 de Octubre de1804, en la ciudad de Lyon (Francia), nació Hippolyte Léon Denizard Rivail, descendiente de uma antigua familia lionesa, católica, de nobles y dignas tradiciones. Él se haría famoso por sus extraordinárias dotes morales e intelectuales, enteramente volcado para la Educación, como profesor y traductor, además de autor de incontables obras pedagógicas, destinadas a la instrucción primaria, secundaria e incluso superior, algunas con aplicación hasta hoy en Francia.

A los 50 años de edad, el profesor Hippolyte era miembro efectivo de 12 (doce) asociaciones culturales francesas — sociedades sabias. Fue por esa época que tuvo la atención volcada para los espectáculos públicos de las llamadas “mesas giratórias y danzantes” (mesas que se erguian en los aires, diseñaban movimientos y respondían, por golpes, a las preguntas de los asistentes).

Intercambio con el mundo invisible

Tales espectáculos, entonces, eran verdaderas epidemia en el mundo.

Investigando el insólito fenómeno, su cerebro privilegiado detectó que sólo por fuerzas desconocidas aquello podría ocurrir: fuerzas pensantes...

De ahí a atinar ser espíritus, que a través de intermediación con encarnados “daban vida e inteligencia” a la materia, fue una brillante deducción, tan desapercebida a la mayoría de las personas, como simples, cual “huevo de Colón”.

Decidido a “poner en platos limpios” tales fenómenos, valiéndose del inusual conocimiento que abrillantaba su mente y trillando metodología científica, no tardó en comprobar que los llamados “muertos” vivían más allá de la muerte; y más: que esos tales, en circunstancias naturales, con intermediación de encarnados (médiums), podían dialogar com aquellos que aún no habían ido para el reino “de las sombras”.

A ese intercambio entre el plano material y el espiritual denominó mediumnidad. Descubrió, luego, que “del lado de allá” no existían sólo “sombras”, sino al contrário: de allá provenían muchas luces, permanentemente, disponibles a aquellos que concedieron a la razón una oportunidad de comprobarlo. ¡Él concedió!

En un trabajo altamente didáctico, valiéndose de varios médiums, desconocidos entre sí, formuló centenares de preguntas “a los muertos” y de ellos obtuvo respuesta para todas, paralelas en el contenido, apropiados con la lógica.

Con impecable pedagogía buscó ese abundante material y lo catalogó en código, de ahí resultando las llamadas “obras básicas” (son cinco) que forman la Codificación del Espiritismo.

No queriendo comprometer la Doctrina de los Espíritus a su ya enaltecida carrera de hombre público, tubo por bien adoptar el pseudónimo de Allan Kardec.

Sin embargo, allí se inauguraba un ciclo de grandes dificultades para él y su esposa...

Intolerancia y persecuciones

En todos los campos de la actividad humana, en todos los tiempos, ideas nuevas siempre no son aceptadas “a priori”, sino, sí, después de duros embates de aquellos que las formulan, o después de la Vida las diploman con el sello de la Verdad.

El Espiritismo no quedó indemne a tales investidas.

Pero, como no existe fuerza en el Universo superior a la “fuerza de la Razón”, que será siempre victoriosa en los embates contra aquellos que quieren tener “razón a la fuerza”, también las multiplicadas críticas al Espiritismo, contaminadas de injurias y controversias, no resistieron. ¡Como jamás resistirán!

Allan Kardec codificó el Espiritismo y en el recorrió por 14 años (1855 a 1869). (2)

Fueron años difíciles, de permanentes ataques a la nueva orden filosófica, así como a él mismo,

“que no fue ahorrado, siquiera, en los asuntos de su vida personal, privada. Un escándalo que envolviera dinero, riquezas, bien que serviría para herir hondo los propósitos que lo animaban, de la implantación por tantos indeseados de una Doctrina como la del Consolador prometido por Jesús. Las acusaciones partieron de todas partes, de sacerdotes y de varios individuos y organizaciones (...) Hubo hasta verdaderos traidores, criaturas perturbadas y de intenciones las más sórdidas y torpes en el movimiento naciente, en la propia Sociedad”.

Sintiendo que lo Alto el habilitaría para tan glorioso cometimento, Kardec se mantuvo valiente, atento, el capitán y el alferes, como él mismo lo diría, una vez, en un desahogo.

Kardec rebatió las incontables ofensas al Espiritismo (y a él mismo), en todas apelando siempre para el bueno sentido y para la lógica, esclareciendo con la enseñanza de los Espíritus las mentes agressoras.

El Auto de Fe de Barcelona

Aquí, voy a catalogar sólo algunos desagravios, mostrando como la inteligencia y la evolución espiritual del Codificador lo hicieron inigualable defensor del Espiritismo.

- en la Revista Espírita de Diciembre/1859, responde a un articulista que había lanzado el ridículo sobre la acción de los Espíritus que volteaban mesas, sobre a “nueva doctrina” (el Espiritismo), así como a sus partidarios, diciéndole:

(...) parece que no amáis las doctrinas; cada uno con su gusto; a todo el mundo no le gusta la misma cosa: solamente diré que no sé mucho a cual papel intelectual el hombre sería reducido si, desde que está sobre la Tierra, no tuviera doctrinas que, haciéndolo reflexionar, lo quitaran del estado pasivo de la brutalidad;

- aún en la misma Revista, Kardec así respondió a un sacerdote que alrededor de 1859, discurriendo sobre el Espiritismo, había dicho que hay los que en nada creen:

es prudente que no nos pronunciemos con mucha liviandad acerca de cosas que no conocemos;

- en la Revista Espírita de 1860, Kardec se expresó:

dejando a nuestros contradictores el triste privilegio de las injurias y de las alusiones ofensivas, no los seguiremos en el terreno de una controvérsia sin objetivo (...)

- en la Revista Espírita de Diciembre/1861, hay la narración del tenebroso “Auto de fe de Barcelona” (España), por el cual el 9 de Octubre de 1861, justamente en el lugar donde eran ejecutados los criminales condenados a la pena de muerte, la Inquisição española, representada por un sacerdote revestido de los trajes sacerdotales propios para el acto, teniendo en una de las manos una cruz y en la otra una antorcha, quemó en una plaza pública centenares de libros espíritas.

Consecuencia del Auto de Fe

De entre los libros llevados a la hoguera en el lamentable episodio, estaban:

El Libro de los Espíritus”, “El Libro de los Médiums”, “Qué es el Espiritismo”, todos de Allan Kardec; colecciones de la “Revue Spiritualiste”, redactada por Piérat; “Fragmento de Sonata”, dictado por el Espíritu de Mozart al médium Sr. Bryon-Dorgeval; “Carta de un católico sobre el Espiritismo”, por el Dr. Grand, antiguo vice-consul de Francia; “Historia de Juana De Arco”, dictada por ella misma a la Srta. Ermance Dufaux, de 14 años de edad; y, por fin, “La realidad de los Espíritus demostrada por la escritura directa”, del barón de Guldenstubbé.

El siglo no soportaba más aquella bizarra cuan ridícula escena, pero la plaza estaba abarrotada por multitud que a todo asistía, espantada...

Para no alargarme, sólo uma frase ad hoc, de Kardec:

Si examináramos este proceso bajo el punto de vista de sus consecuencias, desde luego inmediatamente vemos que todos son unánimes en decir que nada podía haber sido más útil para el Espiritismo.

¡Y como fue! En todo el mundo, mentes se agitaron y buscaron ávidamente conocer el contenido de tan “pernicioso material” destruido en aquellas “llamas salvadoras” ... (Continúa en la próxima edición.) 

 

Notas:

(1)  El título de este artículo es el mismo del capítulo inicial de mi libro “150 Años de Allan Kardec”, 2006, Editora PETIT, SP/SP (Obra elaborada por la aproximación del sesquicentenário de “El Libro de los Espíritus” en 18/4/2007).

(2) Notas extraídas de la colección “Revista Espírita” /1858-1869 y de la obra “ALLAN KARDEC – Investigación Biobibliográfica y Ensayos de Interpretación” (II Volumen), de Zêus Wantuil y Francisco Thiesen, 1973, Ed. FEB, RJ/RJ.  



 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita