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Estudio de las Obras de Allan Kardec Português   Inglês

Año 10 - N° 491 - 13 de Noviembre de 2016

ASTOLFO O. DE OLIVEIRA FILHO                    
aoofilho@gmail.com
                                      
Londrina,
Paraná (Brasil)  
 
Traducción
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com
 

 

Obras Póstumas

Allan Kardec

(Parte 37)

Continuamos en esta edición el estudio del libro Obras Póstumas, publicado después de la desencarnación de Allan Kardec, pero compuesto con textos de su autoría. El presente estudio se basa en la traducción hecha por el Dr. Guillon Ribeiro, publicada por la editorial de la Federación Espírita Brasileña.

Preguntas para debatir

206. La Constitución del Espiritismo que consta en esta obra, ¿es la misma que incluyó Kardec en la Revista Espírita de diciembre de 1868? 

207. ¿Cómo se divide el texto que trata de la constitución del Espiritismo? 

208. ¿Qué motivo llevó al Codificador a ser tan minucioso en asuntos que escapan, propiamente hablando, al aspecto doctrinario del Espiritismo? 

209. De todos los ítems que componen el texto en cuestión, ¿hay alguno que destaque por su perennidad? 

Respuestas a las preguntas propuestas 

206. La Constitución del Espiritismo que consta en esta obra, ¿es la misma que incluyó Kardec en la Revista Espírita de diciembre de 1868?

En parte sí, pero en esta obra fueron incorporados al texto los comentarios que no aparecieron en la Revista, los cuales fueron redactados por Kardec poco antes de su fallecimiento y fueron, probablemente, los últimos manuscritos del Codificador. (Obras Póstumas – Segunda Parte – Constitución del Espiritismo.)

207. ¿Cómo se divide el texto que trata de la constitución del Espiritismo?

El texto, tal como aparece en esta obra, se divide en diez tópicos:

I. Consideraciones preliminares

II. Los Cismas

III. El Jefe del Espiritismo

IV. Comité Central

V. Instituciones Accesorias y Complementarias del Comité Central

VI. Alcances de la Acción del Comité Central

VII. Los Estatutos Constitutivos

VIII. El Programa de las Creencias

IX. Procedimientos y Medios

X. Allan Kardec y la Nueva Constitución. (Obras Póstumas – Segunda Parte – Constitución del  Espiritismo.)

208. ¿Qué motivo llevó al Codificador a ser tan minucioso en asuntos que escapan, propiamente hablando, al aspecto doctrinario del Espiritismo?

Sus motivos fueron expresados en las consideraciones preliminares, en las que dice que el Espiritismo tuvo, como todas las cosas, su período de creación, y hasta que todas las cuestiones principales y accesorias que se relacionan con él fueron resueltas, solo pudo dar resultados incompletos. Se pudo vislumbrar su objetivo, se presintieron sus consecuencias, pero solo de manera vaga. De la incertidumbre sobre los puntos aún no determinados deberían nacer forzosamente divergencias sobre la manera de considerarlos. La unificación solo podía ser obra del tiempo; y se hizo a medida que los principios fueron elucidados. Sin embargo, cuando la Doctrina haya abarcado todas las partes que ella comprende, constituirá un todo armonioso, y solo entonces se podrá juzgar lo que es verdaderamente el Espiritismo.

Según Kardec, la Doctrina es imperecedera, porque reposa sobre las mismas leyes de la Naturaleza y, mejor que cualquier otra, responde a las legítimas aspiraciones del hombre; sin embargo, su difusión e instalación definitiva pueden ser anticipadas o retardadas por las circunstancias, algunas de las cuales están subordinadas a la marcha general de las cosas, pero otras son inherentes a la misma Doctrina, a su constitución y a su organización. Mientras el Espiritismo no era sino una opinión filosófica, no podía tener entre sus adeptos más que la simpatía natural producida por la comunión de las ideas, pero ningún lazo serio podía existir entre ellos por falta de un programa claramente definido. Esa es, evidentemente, la causa principal de la poca cohesión y de la poca estabilidad de los grupos y sociedades que se formaron.

Dicho esto, afirmó el Codificador de Espiritismo: “Habríamos hecho algo incompleto y dejado un gran problema para el futuro, si no hubiésemos previsto las dificultades que pueden surgir. Teniendo como objetivo evitar esto, elaboramos un plan de organización, para el cual aprovechamos la experiencia del pasado, a fin de evitar los escollos contra los cuales ha tropezado la mayoría de las doctrinas que surgieron en el mundo”. (Obras Póstumas – Segunda Parte – Constitución del  Espiritismo.)

209. De todos los ítems que componen el texto en cuestión, ¿hay alguno que destaque por su perennidad?

Sí. En el tópico que trata de los cismas, Kardec reafirma el carácter esencialmente progresivo de la Doctrina Espírita. El principio progresivo – dice él – será la salvaguardia de su perpetuidad, y su unidad será mantenida precisamente porque ella no reposa sobre el principio de la inmovilidad, puesto que la inmovilidad en lugar de ser una fuerza se convierte en una causa de debilidad y de destrucción para quien no acompaña el movimiento general. Sin embargo, siguiendo en todo el movimiento progresivo, es necesario hacerlo con prudencia y no entregarse temerariamente a los sueños de las utopías y de los sistemas; es necesario hacerlo a tiempo, ni muy temprano ni muy tarde, y con conocimiento de causa.

Exclusivamente apoyada en las leyes de la Naturaleza, la Doctrina no puede variar más de lo  que esas leyes admiten, pero si una nueva ley fuera descubierta, debe concordar con ella y no cerrar la puerta a ningún progreso, bajo pena de suicidarse. De ese modo, asimilando todas las ideas reconocidas justas, de cualquier orden que sean, físicas o metafísicas, la Doctrina jamás será superada y allí está una de las principales garantías de su perpetuidad. (Obras Póstumas – Segunda Parte – Constitución del  Espiritismo.)


 

 


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