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Año 10 - N° 489 - 30 de Octubre de 2016
ALTAMIRANDO CARNEIRO        
alta_carneiro@uol.com.br  
São Paulo, SP (Brasil)
Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org
 
 

Altamirando Carneiro

La vida diaria en los tiempos de Jesús


ASPECTOS GEOGRÁFICOS
– Hay en el libro Cantares de Salomón varios pasajes que hablan del amor que los palestinos tenían a su tierra. Palestina era un país bellísimo: cielo azul y profundo, tierras rojizas, donde sobresalían el verde de las hortalizas, el oro de las cebadas, el amarillo-torrado del desierto.

Y qué no decir de la placidez de los ríos y de los lagos: el Río Jordán, citado más de 200 veces en las Escrituras; El Lago Tiberíades o Mar de Galilea, que se cruzaba en barco en media hora; ¡El Lago de Genesaret, o Quinerete, de aguas límpias, tonos azul safira!

El clima de Palestina era mediterráneo, con características tropicales. Predominaban dos estaciones: el verano prolongado y el invierno de duración común. Las madrugadas, lindísimas, eran de un cielo azul negro, salpicado de estrellas. Y una niebla iluminada parecía flotar sobre las montañas.

NOCHES FRÍAS – Las noches de Palestina eran bastante frías. El libro Provérbios dice: “el buey tiembla de frío en la madrugada, pero por el mediodía busca la sombra de las higueras para refrescar la piel”.

Los historiadores cuentan que em uma noche de abril, Pedro entra em el Patio del Sumo Sacerdote para tener noticias del Maestro, calentándose junto a un brasero. 

FLORES – Había lírios en abundancia en Palestina. “Mirad los lírios del campo – dijo Jesús – Ellos no hilan ni tejen, sin embargo, ni Salomón, con toda su grandeza, se vistió igual a uno de ellos”. La vid, también denominada “la planta de la vida” y el olivo eran abundantes. La higueras poseía follaje espesso que favorecia la meditación.

ANIMALES – Entre los animales, el jumento formaba parte integrante de la vida de Palestina. Visto en todas partes, no había familia que no lo poseyera, por más pobre que fuera. Quién no podía comprar uno, lo alquilaba.  

CIUDADES, GOBIERNO - País ocupado, Palestina vivió más de 700 años bajo la denominación extranjera. Cuando Jesús nació, Israel estaba bajo el dominio del Imperio Romano. Del predomínio de la cultura griega o cultura helenística, surgieron las llamadas Ciudades Griegas, o Decápolis, o Aleación de las Diez Ciudades, localizadas al oeste del Río Jordán, en Transjordania y a lo largo de la costa. Eran ellas: Bete -Sin (después Citópolis), Hippos, Gerasa, Pela, Gadara, Filadélfia, (No confundir con la ciudad americana del mismo nombre), Damasco, Siquém, Tiberíades, Séforis (capital de Galilea). 

La cuestión del tributo a César enseñó la pregunta hecha a Jesús: “¿Es lícito pagar el tributo a César?”, a lo que el Maestro respondió: “Dad a César lo que es de César y Dios lo que es de Dios”. No se sabía distinguir los límites entre César y Dios. Los judíos pagaban pesados impuestos, inclusive un tipo de impuesto que mucho los aborrecían: el impuesto para la manuntención de los soldados romanos en Palestina. 

Por el juicio de Jesús se puede percibir la complejidad de la estructura política de Palestina. Marchaban codo con codo la interferencia de las autoridades de Roma y del tetrarca de Galilea, subordinado de Roma, cada uno con su propio concepto de ley. Toda decisión religiosa tenía consecuencia política y todo acto político provocaba repercusiones em la religión.

JERUSALÉN, La REINA DE La TIERRA SANTA – La ciudad de Jerusalén era indiscutiblemente la reina de la Tierra Santa. Todo judío soñaba visitarla por lo menos una vez en la vida.

Situada en el corazón de las montañas de la Judea, rodeada de picos, el viento frío le recordaba lluvia y nieve constantes. Poseía tres barrios: la Ciudad Alta, donde vivían los ricos; la Ciudad baja, donde vivían los pobres y el Barrio del Templo de Jerusalén, idealizado por el Rey David, construido en el reinado de su hijo Salomón. Al tiempo de Jesús, Jerusalén fue el centro religioso de la época. Llegó a alcanzar una población de 150 mil habitantes.

El libro del profeta Jeremias clasifica a Jerusalén como “la perfección de la hermosura; la alegría de toda la tierra”. Uno de los rabinos de la época decía que “quién no vio Jerusalén, jamás vio una ciudad realmente bella”.

LA FELICIDAD POR El NACIMIENTO DE UN HIJO – El nacimiento de un hijo era el más feliz de los acontecimientos: una bendición. El libro de los Salmos dice que “la herencia del Señor son los hijos; el fruto del vientre, su galardón”.

La circuncisión era obligatoria, hecha en los tiempos de Jesús, ocho días después del nacimiento del niño. Llamar a un hombre incircunciso era el mayor de los insultos. En la Epístola a los Romanos, Pablo dice que “la verdadera circuncisión es la interior, ocurrida en el interior del corazón del hombre”.

Después del parto, se consideraba a la mujer como impura ante la ley: durante 40 días para el hijo hombre y 80 días para la hija mujer. El nombre del niño del sexo masculino era escogido las primeras semanas o durante la circuncisión.

El derecho de escoger el nombre del hijo pertenecía al padre. No había apellidos. A los nombres de los niños, se añadía “hijo de fulano”: “ben” (hebraico) o “bar” (aramaico). Ejemplo: Juan “ben” Zacarias (Juan, hijo de Zacarias); Jonatas “ben” Hanan (Jonatas, hijo de Hanan); Yesua “ben” José (Yesua – Jesús, hijo de José).

Muchas mujeres tenían el mismo nombre, generalmente el nombre de una heroína de Israel. Por eso, vemos en el Evangelio tantas mujeres con el nombre de María. En sus primeros años, el niño era confiado a los cuidados de la madre; la educación, a los cuidados del padre.

ENSEÑANZA – El nivel de la enseñanza era excelente. El libro Provérbios dice que “si usted tiene conocimiento, usted tiene todo. Pero si le faltase conocimiento, nada tiene”. Los doctores de la ley decían: “ES mejor que un santuário sea destruido, que una escuela”, Generalmente las escuelas primarias eran conectadas a las sinagogas.

El rabino Simon ben Shetac, que fue presidente del Sanedrín, abrió la primera Casa del Libro, en Jerusalén. El ejemplo fue seguido, lo que resultó en un sistema de educación pública.

FAMILIA, ALTO SIGNIFICADO – El término familia tenía alto significado. La buena suerte de un miembro de la familia constituía alegría para todos.

Los hombres se casaban pronto, a los 18 años; las mujeres, en el momento en que estuvieran físicamente aptas: 12 a 13 años. Las bodas entre parientes eran prohibidas por ley. El libro Levítico dice que “ningún hombre se llegará a cualquier parienta de su carne para descubrirle la desnudez”.

ESCLAVITUD, CASTIGOS – Había esclavos en Israel, como se deduce de algunas parábolas de Jesús. Los castigos eran severos: sentencia para los crímenes contra la religión: pena de muerte; para castigos más comunes: latigazo y apedreamiento. La crucificación, importada de los griegos y romanos, fue heredada de Fenícia y se constituía en castigo para los esclavos.

ALIMENTACIÓN – La ley exigía que el hombre orara toda vez que se alimentara. El pan era el alimento básico, tratado con mucho respeto. Se prohibía colocar cosas dentro del pan, que podía ser cortado, pero no partido. Los pobres comían pan de cebada; los ricos, pan de trigo. Generalmente, el formato era redondo.

La miel era um alimento indispensable. No se conocía el azúcar de caña. El pescado era más importante que la carne. El pan y el pescado eran la alimentación común.

Uno de los alimentos más sorprendentes era el saltamonte. Había 800 especies comestibles, de las cuales cuatro eran de uso corriente. Cocidos en agua salada, tenían sabor igual a las gambas. Algunas especies tenían inclusive el color de la gamba.

La preparación era hecha de la siguiente forma: se retiraba la cabeza y la cola, se secaba la parte restante al sol, en un recipiente con miel y vinagre o podían ser triturados o mezclados con harina de trigo.

LENGUAS – En Palestina, se hablaba el hebraico y el arameo. El latín era usado para los documentos oficiales. Las instrucciones de Roma eran enviadas para traducción.

El griego era hablado en todo el Imperio: la lengua de la clase alta, de los poderosos, del comercio internacional. Los Evangelios, los Actos de los Apóstoles, casi todas las Epístolas y el Apocalipsis fueron escritos en griego o inmediatamente traducidos para el griego.

El LENGUAJE HABLADO – Antes de existir por escrito, el Viejo Testamento sólo existía en la forma hablada. Las profecías de Jeremias fueron dichas durante 22 años antes de ser escritas. Los Salmos, los Provérbios, los Cánticos Nupciales de los Cantares de Salomón surgieron primero como palabras y canciones. Los Actos de los Apóstoles, las Epístolas, el Apocalipsis, fueron escritos desde el início. Los cuatro Evangelios fueron hablados antes.

Aún después de escritos el hábito de transmisión oral continuó hasta el año 1000 de nuestra Era. Sheria Gaon decía que “los eruditos consideran su deber recitar de memoria”.  Entre los primeros cristianos, las Buenas Nuevas (relatos y enseñanzas de Jesús) fueron, inicialmente,  hechos oralmente.
                 

Investigación:

La vida diária em los tiempos de Jesús, de Henri Danlel-Rops – Sociedad Religiosa Ediciones Vida Nueva, 2ª Edición – 1986.



 


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